Herramientas

HTML

PDF

Metadatos de indexación

Cómo citar un elemento

Imprimir este artículo

Política de revisión

Envía por correo este artículo (Se requiere entrar)
Enviar un correo electrónico al autor/a (Se requiere entrar)

ARTÍCULO DE REVISIÓN PEDAGÓGICA

Apuntes para contribuir a la enseñanza del Marxismo en las condiciones de la sociedad cubana actual.

Notes to Contribute to the Teaching of Marxism in Contemporary Cuban Society

1 Universidad de Ciencias Médicas, Facultad de Ciencias Médicas, Cienfuegos, Cienfuegos, Cuba, CP: 55100


RESUMEN
Este trabajo está dirigido a profesores que imparten la asignatura Filosofía y Sociedad, profesores guías, instructores de trabajo educativo y a todos los que en general se ven inmersos en la tarea de conducir a las nuevas generaciones hacia una sociedad mejor, realizando un correcto trabajo político ideológico. Está inspirado en los objetivos de trabajo de la I Conferencia Nacional del Partido en su afán por atemperar la enseñanza del Marxismo a los momentos actuales, por lo que su objetivo es contribuir a su enseñanza, considerando el impacto político e ideológico que tendrá en la juventud cubana ante el desafío que la realidad y la práctica le imponen.

Palabras clave: enseñanza, docentes, comunismo, Cuba

ABSTRACT
This paper is aimed at teachers of the Philosophy and Society course, tutors, personnel in charge of the educational work and those involved in the task of leading new generations towards a better society by conducting an appropriate ideological and political work. It is inspired by the objectives of the First National Conference of the Party in its attempt to adjust the teaching of Marxism to the present time; thus our purpose is to contribute to the teaching of this theory, considering the political and ideological impact it will have on Cuban youth dealing with the challenges posed by reality.

Keywords: teaching, faculty, communism, Cuba

INTRODUCCIÓN

Existen suficientes argumentos para afirmar que el marxismo no ofrece un recetario de fórmulas definitivas, su prestigio ha estado y estará en su carácter abierto y creador como crítica de todo lo existente que debe ser superado en la importante tarea de humanizar las condiciones de existencia del hombre.

Es lógico suponer que  transformar el ser y el pensar en función de humanizar las condiciones de existencia del hombre, exige, imprescindiblemente, un avance sostenido hacia la necesaria emancipación social mediante un largo proceso en el que será ineludible, no solamente la liquidación del poder del capitalismo, de sus relaciones económicas como rectoras de la vida de las personas, de su modo de apropiación, sino que será necesario que al mismo tiempo se vaya produciendo la expropiación espiritual en el sentido inmaterial para demoler gradualmente  las ideas de las sociedades de clases.

En este sentido, será imposible ignorar en el momento actual, que, para Marx y Engels, el comunismo es el movimiento real que anula y supera el estado de cosas actuales, que las condiciones de este movimiento se desprenden de la premisa actualmente existente.Un profundo razonamiento de lo expresado por los creadores del marxismo ofrece objetividad para comprender que la aparición de un nuevo organismo social es un largo proceso que requiere un determinado período, imposible de medir con parámetros de la edad de un individuo, y el comunismo no podrá ser una excepción en su devenir histórico.

Por tanto se necesita enfrentar la enseñanza del marxismo de una forma creadora, por lo que el presente trabajo pretende ofrecer reflexiones y sugerencias que ayuden esta tarea en las condiciones socioeconómicas y políticas actuales.

DESARROLLO

Se infiere que el marxismo-leninismo no podrá concebirse como  una teoría acabada, tiene que estar sujeta a la reflexión y al enriquecimiento en correspondencia con los cambios que se han producido en el mundo contemporáneo, tiene que posibilitar una nueva  interpretación para  transformar revolucionariamente el capitalismo, anulando de él lo que objetivamente admita la superación gradual del estado de cosas actuales, tarea que le corresponderá a las nuevas generaciones al ir incorporando los aportes del desarrollo científico y filosófico universal.

Es lógico comprender que el que anula y supera es el hombre, actuando en función de transformar revolucionariamente al capitalismo, si,  despojado de formalismo y burocratismo, identifica conscientemente la necesidad de subvertir el estado de cosas actuales. Se comprende que es imprescindible una política y una ética que, al reflejar objetivamente el movimiento real, estimule la participación activa del hombre al apreciar este la posibilidad de mejorar sus condiciones de vida sobre la base de una guía para su acción consciente y no un dogma que se intente imponer al movimiento real.

Cuando esto último ocurre en la enseñanza del marxismo y se continúan utilizando libros de los que ya nadie debería acordarse, los que sufren esa experiencia la olvidan después de los exámenes. En este sentido, la Primera Conferencia del Partido Comunista de Cuba, se proyectó por la adecuación de la enseñanza del marxismo-leninismo al momento actual. Sobre ese importante asunto se hace una valoración en este trabajo.

Adecuar el marxismo al momento actual, en correspondencia con los requerimientos de los diferentes niveles educacionales,  implica asumirlo  como una teoría y una práctica en su unidad indisoluble y prioritariamente como una práctica. La decisión exige  singularizar la realidad social que se necesita transformar revolucionariamente para conocerla y constatar la revelación de las esencias universales en la singularidad estudiada.

Al concebirlo de esa manera se le otorgaría la connotación filosófica que a la actividad humana le corresponde, al posibilitar, mediante la relación activa con la realidad, el cambio y la transformación racional. Actividad que debe tener un fundamento objetivo-subjetivo para su realización efectiva, y como actividad humana se funda en un sistema complejo integrado por: la necesidad como base objetiva que impulsa la actividad al ser lo que el hombre necesita, convirtiéndose en fuente que impulsa su acción; el interés como toma de conciencia de las necesidades del hombre (es la necesidad hecha conciencia); el fin como la proyección ideal de las necesidades e intereses; los medios como los elementos objetivos y subjetivos que contribuyen a la realización del fin; y las condiciones como mediaciones necesarias para la realización del fin.

El sistema condicionante de la actividad humana: necesidades, interés, fin, medios y condiciones, estará mediado por la praxis en todo su proceso y resultado. En ese proceso tiene lugar la conversión recíproca entre lo ideal y lo material, y su devenir idéntico en la relaciones sujeto-objeto y sujeto-sujeto.

Resultan interesantes y guiadoras las ideas de Marx “…que la vida es esencialmente práctica”2   y de Lenin,”…la conciencia del hombre no solo refleja el mundo, sino que lo crea….es decir, que el mundo no satisface al hombre y este decide cambiarlo con su actividad”.3

Puede parecer un esquema rígido al estilo de los divulgados en los manuales, pero no es así, aunque se aprecia que no es un algoritmo en el que se tengan que manifestar con toda su precisión cada uno de los elementos, no obstante, integrados en un proceso pueden aportan las clave para objetivar la transformación revolucionaria de la realidad.

Asumir el marxismo como método, como una guía para la acción, es convertirlo en un medio para transformar una realidad concreta sobre la base de un proyecto ideal cuya fuente fundamental debe ser la propia realidad que se aspira a transformar revolucionariamente.

La dirección de la Revolución, al elaborar y someter a la consideración del pueblo el Proyecto de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución asumió una posición marxista leninista al ubicar al hombre en el centro de la reflexión, permitiéndole develar sus potencialidades transformadoras, pues le posibilitó una participación activa en la definición de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución.

Pero el hombre tendrá que seguir siendo el centro de la reflexión en la fase más revolucionaria, la transformadora, en la implementación de la política  aprobada. Por lo tanto, el éxito dependerá del carácter que las nuevas generaciones, protagonistas principales de los cambios, le impregnen a una compleja lucha que se desarrollará  en condiciones desfavorables al tener que insertarse el país, como única alternativa posible, en las tendencias de la economía mundial para alcanzar el necesario desarrollo económico. En este sentido nos guía el ideario martiano al legarnos una idea muy actualizada, “….hay que prever y marchar con el mundo, la gloria no es de los que ven para atrás, sino para adelante”.4

Necesita el pensamiento adelantarse ante los posibles acontecimientos derivados del intercambio directo con las relaciones sociales de dominio que ofrecen opciones supuestamente ventajosas y atractivas mediante las estrategias del mercado. Adelantarse, no para desechar el caudal de información que las tecnologías ponen a nuestra disposición, por cuanto equivaldría a un salto atrás en el tiempo y nos colocaría fuera de la realidad, sino, para aceptar  la lucha entre  las relaciones sociales de cooperación que defiende el proyecto social cubano y las supuestas opciones atractivas y ventajosas del consumismo.

La entereza con que la juventud cubana asuma el reto de liderar  una batalla tan compleja, puede facilitar una histórica victoria en momentos difíciles. Pero hay que tener en cuenta que son los hijos del período especial, son los que conocieron de cerca sus penurias materiales, son los que han crecido inmersos en las desigualdades, en el deterioro de la educación, en la crisis de los modelos en el entorno familiar y en el medio social a su alcance.

Por lo tanto, que el proyecto continúe siendo socialista a más largo plazo dependerá de una efectiva sincronización entre los valores morales que se defienden y sus expresiones prácticas en la vida cotidiana de la sociedad. El problema es prioritariamente práctico y se gana  a través del debate y la discusión, demostrando la superioridad de los valores que defiende el proyecto social cubano frente a los antivalores que tratan de imponernos las relaciones de dominio con las que ya estamos interactuando.

Simultáneamente con el debate y la discusión sistemática desde la docencia, los medios deben convertirse en un valioso instrumento capaz de captar con objetividad el movimiento real y de la práctica para elevar la sensibilidad política mediante el esclarecimiento y la difusión constante y crítica de la marcha de las transformaciones, en artículos y trabajos sagaces y concretos, en un lenguaje accesible para todos, y de esa forma ir fomentando en el país una cultura sobre la estrategia diseñada.

Pero el asunto es complicado, si consideramos que la efectiva sincronización en el momento actual constantemente se pone a prueba y se erosiona ante la insuficiente respuesta que tiene la satisfacción de las elementales necesidades materiales y espirituales de la mayoría de nuestro pueblo. La erosión tiene su antecedente en la falta de una lógica económica palpable, que introduce elementos de incertidumbre en un segmento de nuestra población con impacto en sus proyectos individuales de vida; en la práctica se observa una franca contradicción entre los proyectos individuales de vida identificados con la sociedad de consumo y los proyectos individuales de vida enraizados por la Revolución.

El reconocimiento de la franca contradicción entre ambos proyectos individuales de vida no debe conducir a desatar, al margen de una lógica económica palpable, una proyección a ultranza con respecto al reforzamiento de los valores que teóricamente defiende el proyecto social cubano, por cuanto los cambios en la actitud y la conducta deseada  dependerán en el momento actual del desarrollo alcanzado por las fuerzas productivas. La solidaridad, la honestidad y la honradez, tres valores morales esenciales del proyecto social cubano, no podrán reforzarse si en la práctica existen grandes limitaciones de carácter material para satisfacer, lícitamente,  las elementales necesidades de todos los días.

Es acertada la idea, aunque puede interpretarse como una posición economicista, que en las condiciones actuales la producción de bienes materiales constituye hoy, más que nunca, la tarea principal y el centro del trabajo ideológico de los cuadros, porque de ella depende la sostenibilidad y preservación de nuestro proyecto social.

No obstante, existen reflexiones muy profundas que no podrán ignorarse, con respecto a cómo debe construirse el socialismo. De las reflexiones que más adelante se valoran en el trabajo, se subraya sobre la base del estudio realizado que, alcanzado un nivel aceptable en el desarrollo económico, se debe acudir sin fanfarrias, sin metas, sin consignas vacías, sin lemas y sin triunfalismo, al reforzamiento de los ideales políticos y éticos opuestos al capitalismo, para  asegurar la irreversibilidad del socialismo cubano. Batalla que será mucho más compleja que la económica, al no depender totalmente del crecimiento económico el cambio deseado en la conciencia social.

Las importantes reflexiones vaticinan, sobre la base del estudio de las experiencias socialistas y la evolución observada en el capitalismo, que de la estructura económica de la sociedad capitalista no brotará la estructura económica de la sociedad comunista, hay que construirla.

En este sentido, en el socialismo se da una situación en alguna medida contradictoria, mientras su sistema de valores éticos y de justicia social demuestra superioridad sobre el capitalismo, no puede decirse que haya encontrado un sistema propio de relaciones de producción con efectividad operacional comparable o superior al capitalismo. El socialismo está obligado a  avanzar hacia un modelo económico propio y no conformarse con utilizar las armas melladas del capitalismo. Validándose de las ideas de que el socialismo no se da de forma espontánea, requiere en su construcción de la acción  consciente de los hombres, en la medida que estos aprecien que una lógica económica palpable posibilite un crecimiento económico que satisfaga las aspiraciones del mejoramiento de sus condiciones de vida.

 El desarrollo de las fuerzas productivas constituye una premisa práctica absolutamente necesaria en el momento actual para mantener la condición de sociedad socialista, sin ignorar en el mediano y el largo plazo que el socialismo no es solo un problema de distribución de la riqueza, él aspira a ser algo cualitativamente distinto al capitalismo.

Se infiere que en la adecuación de la enseñanza del marxismo leninismo al momento actual, en correspondencia con los requerimientos de los diferentes niveles educacionales, existen tres factores esenciales a considerar y trabajar diferenciadamente en la medida que se implementen las transformaciones previstas: la política, la economía y la ética. Por lo tanto, que las transformaciones nos conduzcan al socialismo y no a una nueva barbarie, dependerá de los resultados de la actividad económica en correspondencia con los ideales éticos de la nueva sociedad en construcción, bajo el liderazgo que a la política le corresponde al tener primacía sobre las diferentes formas de la conciencia social. En ninguna formación económica social anterior, la ética desempeñará un papel tan importante como el que le corresponderá en la formación económico social comunista unida indisolublemente a la política y a la economía.

Se reitera, entonces, que para que el proyecto continúe siendo socialista en el mediano y el largo plazo tendrá que prevalecer en la vida cotidiana la expresión práctica de los valores que defiende el proyecto social cubano. Esa es la cualidad que nos ha identificado como socialista y nos debe seguir identificando como socialista si le otorgamos la primacía, en el momento actual, a la actualizaron del modelo económico según lo previsto en los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución. Y en la medida que esto se manifieste, le corresponderá a la política disminuir con su influencia el impacto negativo que se producirá en la conciencia por la introducción de los elementos del capitalismo que  no pueden ignorarse en el momento actual de la sociedad cubana. El posible impacto negativo en la conciencia debe reconocerse públicamente como una contradicción a superar, aunque no la deseemos, para propiciar la presencia de la crítica de lo realmente existente y desechar conscientemente las concepciones  cargadas de dogmas que solo pueden conducirnos a la inmovilización del pensamiento en un momento decisivo para la Revolución. Ese es el reto que tiene la juventud cubana, pero necesita del arsenal teórico apropiado para luchar.

Por lo tanto, el marxismo que se asuma debe partir de Marx, Engels y Lenin aunque se prescinda de ambos en algunos aspectos para enriquecerlo con ideas que logran mayor ajuste al momento actual. En este sentido deben considerarse en su adecuación las reflexiones de Mella, Fidel, el Che y Raúl.

De las tesis fundamentales del marxismo leninismo, deben identificarse los aspectos que dialécticamente se interrelacionen con las ideas marxistas leninistas producidas por el pensamiento social cubano en su bregar por alcanzar su definitiva independencia, que en nuestro caso,  al tener un marcado  carácter antiimperialista, se identificaron con el marxismo leninismo desde la primera mitad del siglo XX. Se debe comprender, y el marxismo ofrece las clave para hacerlo a partir de su estructura metodológica, que a la realidad social a transformar revolucionariamente en la sociedad cubana actual le corresponderá engendrar un proyecto que no puede operar con conceptos y fórmulas surgidas como necesidad de otro contexto, es todo lo contrario, asimilará las que faciliten la transformación proyectada.

No se pretende en el trabajo presentar una propuesta para la adecuación del objetivo, esa tarea le corresponde a especialistas con elevada preparación y experiencia para hacerlo, solo se ofrecen algunas sugerencias que pudieran tenerse en cuenta para la implementación.

Sugerencias a tener en cuenta para la enseñanza del marxismo:

De la concepción materialista de la historia debe hacerse énfasis, considerando las características de los estudiantes del pregrado y la posibilidad para adecuarla al momento actual, en lo expresado por Marx en el Dieciocho Brumario de Luís Bonaparte: ”…Los hombres hacen su propia historia, pero no la hacen a su libre arbitrio, bajo circunstancias elegidos por ellos mismos, sino bajo aquellas con que se encuentran directamente que existen y le han sido legadas por el pasado”.5

El planteamiento de Marx sobre el papel del hombre en la historia facilitaría introducir el concepto de Revolución elaborado por Fidel en el año 2000 para convertirlo en la génesis de las transformaciones que en el momento actual se aplican.

“Revolución es sentido del momento histórico; es cambiar todo lo que debe ser cambiado; es igualdad y libertad plenas; es ser tratado y tratar a los demás como seres humanos; es emanciparnos por nosotros mismos y con nuestros propios esfuerzos, es desafiar poderosas fuerzas dominantes dentro y fuera del ámbito social y nacional; es defender valores en los que se cree al precio de cualquier sacrificio; es modestia, desinterés, inteligencia y realismo; es no mentir jamás ni violar principios éticos; es convicción profunda de que no existe fuerza en el mundo capaz de aplastar la fuerza de la verdad y las ideas. Revolución  es unidad, es independencia, es luchar por nuestros sueños de justicia para Cuba y para el mundo, que es la base de nuestro patriotismo, nuestro socialismo y nuestro internacionalismo”.6

Para el análisis marxista leninista del concepto de Revolución será definitorio que nuestros jóvenes tengan acceso a lo expresado por Adolfo Sánchez Vázquez cuando le preguntaron cómo miraba a la Revolución Cubana.

“Desde el primer momento la Revolución Cubana representó para los marxistas, y sobre todo para los de América Latina, una experiencia muy interesante. La Revolución Cubana nos llevaba a conclusiones que no eran fácilmente aceptables por el marxismo dominante en aquel tiempo. Era una revolución en la cual el partido de vanguardia comunista no había desempeñado el papel de vanguardia, de dirección, propugnado por la teoría. Además, la clase que el marxismo consideraba revolucionaria, el proletariado, tampoco constituyó la fuerza social dominante. Por otro lado el espíritu abierto e innovador con que la Revolución Cubana comenzó a desarrollarse venía a quebrantar, obviamente, las bases rígidas y dogmáticas del socialismo hasta entonces establecido”.7

Con respecto al Che, se debe incluir en la adecuación  su obra cumbre "El socialismo y el hombre en Cuba", trabajo que ya en los años 60 del siglo pasado Adolfo Sánchez Vázquez calificó como una de las aportaciones teóricas más valiosas que pueden encontrarse sobre la concepción marxista del hombre.

El análisis del pensamiento del Che implica adecuar el marxismo al momento actual, sus ideas solo ofrecen esa opción. Se deben seleccionar, del valioso trabajo del Che, las ideas que objetivamente se ajusten a la realidad y la práctica.

A modo de ejemplo se ofrece una apreciación sobre algunas que requieren de un tratamiento adecuado en la enseñanza del marxismo, considerando el impacto  político e ideológico que tendrán en la juventud cubana ante el desafío que la realidad y la práctica le imponen.

Estas ideas son:

  • La nueva sociedad en construcción tiene que competir muy duramente con el pasado.
  • Él camino es largo y desconocido en parte.
  • Durante el proceso habrá momentos de aceleración, momentos pausados y retrocesos.
  • El socialismo es joven y tiene errores.
  • En el esquema de Marx se concebía el período de transición como resultado de la transformación explosiva del sistema capitalista destrozado por sus contradicciones, en la realidad posterior se ha visto que se desgarran del árbol imperialista algunos países que constituyen ramas débiles, fenómeno previsto por Lenin.
  • La mercancía es la célula económica de la sociedad capitalista, mientras exista, sus efectos se harán sentir en la organización de la producción y, por ende en la conciencia.
  • Persiguiendo la quimera de realizar el socialismo con la ayuda de las armas melladas que nos legara el capitalismo, la mercancía, se puede llegar a un callejón sin salida. Y se arriba allí tras de recorrer una larga distancia en la que los caminos se entrecruzan muchas veces y donde es difícil percibir el momento en que se equivocó la ruta. Entre tanto la base económica adaptada ha hecho su trabajo de zapa sobre el desarrollo de la conciencia
  • Para construir el comunismo, simultáneamente con la base material hay que hacer el hombre nuevo.
  • El hombre nuevo es una imagen no acabada y no podrá estarlo nunca al marchar el proceso paralelo a las formas económicas nuevas.
  • El hombre del siglo XXI es el que debemos crear aunque todavía sea una aspiración subjetiva y no sistematizada.
  • Precisamente este último elemento es uno de los puntos fundamentales de nuestro estudio  y en la medida en que logremos éxitos concretos sobre una base teórica o viceversa, extraigamos conclusiones teóricas de carácter amplio sobre la base de nuestro investigación concreta, habremos hecho un aporte valioso al marxismo leninismo, a la causa de la humanidad
  • El cambio no se produce automáticamente en la conciencia como no se produce en la economía.
  • Hay tres peligros presentes en las actuales circunstancias, el del dogmatismo, el de la congelación de las relaciones con las masas en medio de la gran tarea, y el peligro de las debilidades en que se puede caer.
  • La arcilla fundamental de nuestra obra es la juventud, en ella depositamos nuestra esperanza y la preparamos para tomar de nuestras manos la bandera.

Che realiza una profunda reflexión marxista en dos sentidos, define su postura e identificación con la obra de Marx y la define como un instrumento teórico metodológico del cambio revolucionario en Cuba. Al distinguir las verdades del marxismo y reconocer que los avances de la ciencia social y política forman parte de un largo proceso histórico, asevera la tesis de lo inacabado del marxismo, de su permanente renovación. Nos legó una manera especial de ser marxista al establecer un diálogo riguroso y crítico con las obras de Marx, Engels y Lenin y sus continuadores. El marxismo, al no ser para él un inventario de tesis invariables a los cambios del movimiento histórico, le posibilita alejarse del dogmatismo y desechar la errónea idea de buscar la corroboración forzada de una u otra ley en la sociedad cubana, dedicándose a constatar las esencias universales en la singularidad de una experiencia histórica. Esas son las razones por las que no se lanza a una teorización apresurada y comprende que todavía estamos en pañales y es preciso dedicarse a investigar todas las características primordiales de un período de tránsito no previsto por Marx. El diálogo riguroso y crítico con el marxismo le permite comprender que la Revolución Cubana violenta los cánones de la teoría revolucionaria existente convirtiéndose el razonamiento en asidero para comprender que la teoría no puede ser una camisa de fuerza que aprisiona la realidad, sino un reflejo de la realidad convertida en su fuente a partir de su conocimiento.

De sus ideas esenciales  se pueden formular determinadas interrogantes que necesitan una adecuada respuesta en el momento actual, a continuación y a modo de ejemplo se hace referencia a algunas de ellas:

-¿En que circunstancias puede la base económica hacer el trabajo de zapa sobre la superestructura?

Cuando el pensamiento tiende a inmovilizarse, asimilando lo que debe rechazar; las fórmulas rígidas, las recetas, los dogmatismos y conformismos. Cuando pierde su principal misión, ajustarse y seguir de cerca el movimiento de lo real para evitar ser rebasado por la realidad que siempre está en movimiento.

-¿Puede la base económica adaptada hacer trabajo de zapa e intentar la reproducción del capitalismo mediante la implementación de las transformaciones proyectadas?

Si, y someter a la discusión el dilema que reiteradamente aborda Raúl en sus discursos, entre:

Las complejidades que la actualización del Modelo Económico debe enfrentar al tocar en mayor o menor medida todas las facetas de la sociedad.

Y la necesidad de desterrar el inmovilismo fundamentado en dogmas y consignas vacías para llegar a las esencias más profundas de la cosas.

Che, pensando en la sociedad del futuro elabora una tesis marxista contemporánea al expresar “Para construir el comunismo, simultáneamente con la base material hay que hacer el hombre nuevo”.8

-¿Tendrá un antecedente marxista la necesidad de hacer el hombre nuevo?

La idea del hombre nuevo tiene un puntual antecedente marxista que a continuación se presenta. Marx, en un discurso pronunciado en la fiesta del aniversario del Peoples Paper, se refiere a que todo parece llevar en su seno su propia contradicción y ofrece los argumentos a partir de un grupo de contradicciones elegidas por él, de ellas se hace referencia a algunas.

  • Las fuentes de riqueza recién descubiertas se convierten, por arte de un extraño maleficio en fuentes de privaciones.
  • El dominio del hombre sobre la naturaleza es cada vez mayor, pero, al mismo tiempo, el hombre se convierte en esclavo de otros hombres o de su propia infamia.
  • Todos nuestros inventos y progresos parecen dotar de vida intelectual a las fuerzas materiales, mientras reducen la vida humana al nivel de una fuerza material bruta.

En su discurso, mediante un párrafo que se reproduce a continuación, Marx expresó una idea que magistralmente fue captada por el Che en la subjetividad del proceso revolucionario cubano: ” Por lo que a nosotros se refiere, no nos engañamos respecto a la naturaleza de ese espíritu maligno que se manifiesta constantemente en todas las contradicciones que acabamos de señalar. Sabemos que para hacer trabajar bien a las nuevas fuerzas de la sociedad se necesita únicamente que estas pasen a manos de hombres nuevos, y que tales hombres nuevos son los obreros”.9

Para Che los hombres nuevos trascienden la clase obrera, así lo captó en circunstancias diferentes a las que estimularon la reflexión de Marx, para él serían los hombres libres del pecado original. Para él, el pecado original eran los rasgos propios del capitalismo en el individuo, demostrando que ese hombre nuevo no era una idea abstracta cargada de subjetividad.

Pero la sabia interpretación del marxismo originario en el Che  no podía ser fácilmente aceptada por el marxismo dominante de la época. Marxismo que concibió el desarrollo económico como la panacea que haría posible con sus mecanismos la construcción del socialismo.

La testaruda realidad  se encargó de estimular el pensamiento de Fidel en la década del ochenta del propio siglo para pronunciarse por un proceso de rectificación de errores y tendencias negativas que significaba una ruptura con el marxismo dominante. Se selecciona del histórico discurso del 2 de diciembre de 1986 un fragmento que también constituye una tesis marxista contemporánea.

“Nadie puede imaginarse que ya todo está dicho, que ya desde el siglo pasado, que ya desde hace 150 o 160 años o más, desde la divulgación del Manifiesto Comunista o el Programa de Gotha, o los libros de Marx, de Engels, y más adelante de Lenin, todos los problemas están resueltos. Sería antidialéctico creer eso, sería antimarxista creer eso. Sigue su curso la humanidad, sigue su curso la sociedad humana, siguen surgiendo nuevos y nuevos problemas. Hay problemas de esta época que no existían entonces. En aquella época, por ejemplo, parecía que los recursos naturales eran ilimitados, infinitos, y que solo el régimen social imponía una barrera al desarrollo ilimitado de las fuerzas productivas y de la riqueza social, sobre todo de la riqueza material”.10

Antes de la profunda reflexión del 2 de diciembre de 1986, Fidel, analizando cómo construir el socialismo expresó: “El socialismo se construye con trabajo político, con organización, con planificación, con eficiencia, porque lo único que se construye mediante mecanismos es el capitalismo. Puede haber mecanismos que ayuden al socialismo, pero eso no implica que ni por un segundo nos olvidemos de que el socialismo es obra del hombre, y es por excelencia obra del hombre, de la racionalidad del hombre, de la capacidad del hombre de prever y planificar y de resolver problemas y no obra de leyes ciegas y de mecanismos ciegos”.11

Esa puede ser la oportunidad para evaluar que el 22 de abril de 1970 en el discurso por la velada solemne en conmemoración del centenario del natalicio de Lenin, Fidel expresó:

“La teoría de Marx nunca fue un esquema: fue una concepción, fue un método, fue una interpretación, fue una ciencia. Y la ciencia se aplica a cada caso concreto. Y no hay dos casos concretos exactamente iguales…Ningún proceso político, ninguno, se ajusta exactamente a ningún esquema. Y en política podría decirse que los esquemas no existen”.12

Para que la juventud asimile la singularidad del proceso de cambio en el socialismo cubano, básicamente en su aspecto económico, debe someterse a una profunda valoración y discusión marxista leninista el siguiente planteamiento de Raúl: “Si bien hemos contado con el legado teórico marxista leninista, donde científicamente está demostrada la factibilidad del Socialismo y la experiencia práctica de los intentos de su construcción en otros países, la edificación de la nueva sociedad en el orden económico es, en mi modesta opinión, también un trayecto hacia lo ignoto —hacia lo desconocido—, por lo cual cada paso debe meditarse profundamente y ser planificado antes del próximo, donde los errores se corrijan oportuna y rápidamente para no dejarle la solución al tiempo, que los acrecentará y al final nos pasará la factura aún más costosa… La construcción del Socialismo debe realizarse en correspondencia con las peculiaridades de cada país”.13

La singularidad del momento actual exige evitar que desde el punto de vista teórico se especule y que desde el punto de vista práctico se improvise, básicamente, en el aspecto económico del cual no existen referentes teóricos que hayan demostrado con objetividad resultados iguales o superiores a los del capitalismo. Pero, la prioridad del aspecto económico no podrá ignorar la estrategia de dominación cultural global que sobre el mundo ejerce el capitalismo, puntualmente, con los países que intenten establecer políticas sociales que no responden a la lógica de su sistema social.

Esas son las circunstancias en las que  se encuentra directamente la juventud cubana en el momento actual, y no pueden ser otras, así hay que presentárselas para que asimilen conscientemente su papel en las transformaciones aprobadas en el VI Congreso del Partido.

El momento exige comprender que, si el propio marxismo sentó las bases para que su estudio no se encaminara a precisar por qué la realidad histórica no se ajusta a la teoría marxista, sino todo lo contrario, por qué una determinada interpretación de la teoría marxista no se ajusta a la realidad histórica, se debe actuar consecuentemente con sus creadores identificando el contenido que, por su adecuación al momento actual, posibilite imbricarlo con el enriquecimiento que desde la contemporaneidad él ha tenido y con esa visión adecuarlo a las transformaciones proyectadas en la sociedad cubana actual.

Si en el preámbulo de la Constitución de la República de Cuba se expresa en uno de sus aspectos que los ciudadanos cubanos deben ser guiados por  el ideario de José Martí y las ideas político-sociales de Marx, Engels y Lenin, entonces, se deben considerar en la implementación del objetivo las ideas de Martí que, por ajustarse al momento actual, deben reforzarse en la enseñanza de la filosofía.

Cintio Vitier  ofreció las clave para iniciar la fundamentación del asunto cuando expresó: “Lo que está en peligro, lo sabemos, es la nación misma. La nación ya es inseparable de la Revolución que desde el 10 de octubre de 1968 la constituye, y no tiene otra alternativa: o es independiente o deja de ser en absoluto”.14

En este sentido se considera oportuno subrayar  las ideas defendidas por Roberto Fernández Retamar: “Ni Marx fue martiano ni Martí fue marxista pero nosotros podemos y debemos ser ambas cosas, en Cuba desde Mella hasta nuestros días se ha desarrollado una especie de marxismo martiano”.15

Se le debe dar  el tratamiento que desde la Filosofía requiere el complicado asunto de la filiación filosófica de José Martí, por cuanto los conceptos de política, hombre, humanismo, revolución, antiimperialismo, independentismo, patriotismo, libertad, moral y ética carecerían de la objetividad necesaria para la preparación de nuestros jóvenes, al margen del análisis y la discusión del pensamiento marxista y martiano.

Martí, al igual que Marx, desecha el hombre abstracto y toma como punto de partida el hombre concreto. Martí, inmerso en la organización de la Guerra Necesaria, expresó:

“Pero los pueblos no están hechos de los hombres como debieran ser, sino de los hombres como son. Y las revoluciones no triunfan, y lo pueblos no se mejoran si aguardan a que la naturaleza humana cambie; sino que han de obrar conforme a la naturaleza humana y batallar con los hombres como son,-- o contra de ellos”.16

Martí fue asumido, sin clasificarlo, como el autor intelectual del Moncada pero la etapa del predominio de la ideología de origen soviético dificultó su comprensión. La filiación filosófica de Martí ha sido un asunto en el cual se ha polemizado lo suficiente como para comprender que no se adhirió partidistamente ni al materialismo ni al idealismo. Para encontrar un acercamiento de sus ideas con el marxismo, su originalidad es el elemento cardinal. Él no fue pensador de escuela porque no era su meta, fue un hombre de ideas con un pensamiento integrador y dialéctico difícil de ubicar dentro de una doctrina. Él asumió una posición integradora al margen de los excesos de ambos filiaciones filosóficas e intentó conciliar lo que para él tenía de verdadero cada una.

Esa enseñanza se la ofreció Varela liberando el pensamiento cubano de las ataduras de la escolástica. Para Varela el que cedía a una autoridad no tenía elección, para Varela la norma era la razón y la experiencia, aprender de todos pero sin adherirse con pertinencia a nadie. Para Varela los pueblos no se corregían con arengas sino con prácticas virtuosas. La efectividad en su pensamiento filosófico lo conduce a entender la necesidad de una filosofía cubana, razón por la cual abandona la escolástica e incorpora el pensamiento moderno europeo dirigido a la liberación del hombre. Su filosofía se proyecta en el terreno de la teoría social y la política. De gran valor en él es su concepción de patriotismo.

Se sugiere la prioridad del análisis de la filiación filosófica de José Martí porque el estudio de la filosofía marxista comienza con el problema fundamental y su solución mediante sus dos aspectos, el ontológico y el gnoseológico. Y el partidismo filosófico que se determina a partir de la solución.

Se propone evaluar con nuestros jóvenes la valoración que hizo José Martí en el debate sobre la influencia del espiritismo en el estudio de las ciencias en general.
“Yo vengo a esta discusión con el espíritu de conciliación que norma todos los actos de mi vida. Yo estoy entre el materialismo que es la exageración de la materia, y el espiritismo que es la exageración del espíritu”.17

Hay que  definirlo como idealista, no al estilo de los representantes del idealismo filosófico que en Europa polemizaban desde la academia frente a su tendencia opuesta, esta con sus limitaciones hasta que el marxismo produce la conocida revolución filosófica en la segunda mitad del siglo XIX.

Suficiente ayuda para el tratamiento de su filiación filosófica puede ofrecer la valoración de Reinerio Lorenzo Toledo, según el cual todos los idealismos no son, por idealistas, mecánicamente regresivos. Según este autor, hay que observarlos en su funcionamiento histórico ya que en este sentido su idealismo no es abstracto ni especulativo, él lo califica de idealismo progresivo mostrando determinados atisbos en la dialéctica.

 Razonando con nuestros jóvenes lo expresado en su trabajo “La Guerra” es suficiente para que se comprenda que no fue un idealista al estilo de la academia europea del siglo XIX.

“Aunque cerremos los ojos, y pongamos las manos, lo que está ante nuestra vista está, y el rayo caerá sobre nuestras cabezas”.18

Definitorio para el análisis con los jóvenes puede ser la valoración de Thalía Fung Riverón, ella opina que la dialéctica es un instrumento universal del pensamiento y en ese sentido Martí fue maestro en la dialéctica política, reflexiva y de comportamiento.

Evaluada y definida la filiación filosófica de José Martí se debe facilitar, con la profundidad que las circunstancias lo exigen, una profunda valoración del  marxismo asimilado en Cuba durante la primera mitad del siglo XX, particularmente en la figura de Julio Antonio Mella.

Las nuevas generaciones deben conocer  que en Mella se verifica de forma singular, algo que constituye una regularidad del pensamiento cubano, la asunción del marxismo y el leninismo a partir de una inicial formación que se alimenta del pensamiento martiano y de la tradición de lucha del pueblo cubano.

"Glosas al pensamiento de José Martí" puede ser un ejemplo que estimule en los jóvenes asumir una posición crítica ante los desafíos actuales. Mella planteaba un cambio de perspectiva con respecto a algunas concepciones del pensamiento martiano en relación con la democracia y el modelo de república. El argumenta, “Martí cree en la democracia pura, la igualdad de todas las clases sociales, soñaba con una república con todos y para el bien de todos, conveniente sería que hubiese vivido hasta nuestros días. ¿Qué hubiera dicho y hecho ante el avance del imperialismo, ante el control de la vida política y económica por el imperialismo, ante las maniobras de este entre los nacionales para salvaguardar sus intereses?”19

Al morir Lenin, el proletariado cubano le rindió honor con un monumento en Regla, pero también se exacerbaron los infundios y los ataques contra su figura. En viril respuesta Mella expresa:

“En su tiempo y en su medio fue un superhombre que supo, con el poder de su genio, dar un impulso poderoso a las transformaciones de una civilización. No pretendemos implantar en nuestro medio copias serviles de revoluciones hechas por otros hombre en otros climas, en algunos puntos no comprendemos ciertas transformaciones, en otros nuestro pensamiento es más avanzado pero seríamos ciegos si negásemos el paso de avance dado por el hombre en el camino de la liberación”.20

“No queremos que todos sean de esta o aquella doctrina, esto no es lo principal en estos momentos, que como en todos, lo principal son los hombres, es decir, seres que actúen con su propio pensamiento y en virtud de su propio raciocinio, no por el raciocinio del pensamiento ajeno”.20

Es imprescindible  transmitirle a la juventud que Mella fue martiano, marxista y leninista y que Fidel también lo es. Como es obvio que la juventud cubana debe comprender que necesita recuperar esa posición crítica de sus valoraciones, libre de aferramiento a la letra de una doctrina cuyo origen no puede corresponderse totalmente con la nueva realidad.

Como se expresa en la introducción del trabajo, no se ha pretendido ofrecer un proyecto para la implementación del trascendental objetivo, se han plasmado ideas esenciales a partir de la  experiencia que la impartición del marxismo ofrece en un centro de la Educación Superior. Labor que actualmente  ha permitido experimentar algunas de las ideas expuestas en el tratamiento del contenido, básicamente, introduciendo el dialogo y la discusión sobre la Política Económica y Social del Partido y la Revolución aprobada en el VI Congreso del Partido. Sin ver en la discrepancia un problema, sino la fuente de las mejores discusiones, demostrando que la unanimidad absoluta es ficticia y por tanto dañina,  subrayando la importancia que tiene el tratamiento de las contradicciones no antagónicas a partir de reconocer su presencia en la sociedad cubana actual, no para contemplarlas sino para estimular  la participación activa y consciente del joven  en su solución, como única alternativa posible para alcanzar la necesaria correlación dialéctica que debe lograrse entre la actualización del modelo económico del socialismo cubano y un modo de pensar que no solo se ajuste sino que facilite su viabilidad.

CONCLUSIONES

Si el marxismo surgió, creció y se desarrolló en la crítica, en el cuestionamiento de todo lo que continúe oponiéndose a la emancipación humana está la fuente de su desarrollo. Pero el imprescindible cuestionamiento demanda un marxismo que se adecue a las transformaciones producidas en el mundo contemporáneo. En este sentido, sus continuadores desde la nueva realidad nos ofrecen suficientes argumentos que, interpretados dialécticamente, posibilitan su fortalecimiento como teoría anticapitalista.

Si  en nuestro país los continuadores del marxismo han logrado interpretarlo sin ignorar a nuestro guía espiritual, José Martí, lo adecuado sería incorporar oficialmente en la enseñanza de la filosofía  las ideas martianas, aunque las ideas de Marx y las ideas de Martí, desde el punto de vista de su clasificación según la historia de las ideas, se ubiquen en filiaciones filosóficas opuestas a pesar de coincidir en su núcleo duro con la necesaria emancipación del hombre.  Seamos consecuentes con el líder histórico de la Revolución cuando el 1ro de abril del 2008 expresó que todo lo que fortalezca éticamente a la Revolución es bueno.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
1 Marx C. El comunismo. Oposición entre las concepciones materialistas e idealistas. En: Obras completas. TI. Moscú: Editorial Progreso; 1973. p. 408-10
2 Marx C. Tesis sobre Feuerbach. En: Obras completas. TI. Moscú: Editorial Progreso; 1973. p. 513-5
3 Cardentey Arias J, Pupo Pupo R, Fabelo Corzo J, Núñez Jover J, Díaz Caballero JA, Fuentes Pedroso JF, et al. Análisis marxista de la conciencia y concepción materialista de la historia. En: Lecciones de filosofía marxista-leninista. TI. La Habana: Editorial Félix Varela; 2007. p. 267-76
4 Martí J. El tercer año del Partido Revolucionario Cubano. En: Obras Escogidas. T III. La Habana: Editorial Ciencias Sociales; 1972. p. 359
5 Marx C. El dieciocho brumario de Luís Bonaparte. En: Obras completas. TI. Moscú: Editorial Progreso; 1973. p. 408
6 Castro Ruz F. Concepto de Revolución. En: Discurso pronunciado el primero de mayo del año 2000 [Internet]. La Habana: Oficina del Consejo de Estado; 2000 [citado 23 Ene 2014]. Disponible en: http://www.cuba.cu/gobierno/discursos/2000/esp/f010500e.html
7 Fernández O. Entrevista a Adolfo Sánchez Vázquez. Revista Internacional Marx Ahora. 2011;(11):193-200
8 Guevara E. El socialismo y el hombre en Cuba. La Habana: Editora Política; 1988
9 Marx C. Discurso pronunciado en la fiesta del aniversario del Peoples Paper. En: Obras escogidas. TI. Moscú: Editorial Progreso; 1973. p. 514
10 Castro Ruz F. Discurso pronunciado en la clausura de la sesión diferida del Tercer Congreso del Partido Comunista de Cuba, en el teatro Carlos Marx, el 2 de diciembre de 1986 [Internet]. La Habana: Oficina del Consejo de Estado; 2000 [citado 23 Ene 2014]. Disponible en: http://www.cuba.cu/gobierno/discursos/1986/esp/f021286e.html
11 Castro Ruz F. Discurso por el XXV aniversario de la victoria de Girón. La Habana 19 de abril de 1986. Cuba Socialista. 1986;(6):82-5
12 Castro Ruz F. Discurso pronunciado en la velada solemne en conmemoración del centenario de V. I. Lenin, 22 de abril de 1970. Cuba Socialista. 1970;(31):53-60
13 Castro Ruz F. Discurso en la clausura del VI período ordinario de sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular [Internet]. La Habana: Granma Digital; 2010 [citado 23 Ene 2014]. Disponible en: http://www.granma.cu/discursos-raul
14 Castro Ruz F. Informe central al VI Congreso del Partido Comunista de Cuba [Internet]. La Habana: UCI; 2013 [citado 23 Ene 2014]. Disponible en: http://www.cubadebate.cu/opinion/2011/04/16/texto-integro-del-informe-central-al-vi-congreso-del-pcc
15 Fernández Retamar R. Palabras en la inauguración del VII Encuentro Internacional de Cátedras Martianas. Noviembre 10 del 2009 [Internet]. La Habana: Casa de las Américas; 2009 [citado 23 Ene 2014]. Disponible en: http://laventana.casa.cult.cu/modules.php?name=News&file=article&sid=5159
16 Martí Pérez J. La Guerra. En: Obras Escogidas. T-III. La Habana: Editorial Ciencias Sociales; 1992. p. 138-41
17 Martí Pérez J. Debate sobre la influencia del espiritismo en el estudio de las ciencias en general. En: Obras Completas. T28. La Habana: Editorial Ciencias Sociales; 1976. p. 326
18 Martí Pérez J. La Guerra. En: Obras Escogidas. T III. La Habana: Editorial Ciencias Sociales; 1992. p. 138
19 Mella JA. Glosas al pensamiento de José Martí [Internet]. La Habana: Cuba literaria; 2008 [citado 23 Ene 2014]. Disponible en: http://www.cubaliteraria.cu/revista/sitio_ma3/pages/mella.html
20 Cardentey Arias J, Pupo Pupo R, Fabelo Corzo J, Núñez Jover J, Díaz Caballero JA, Fuentes Pedroso JF, et al. La vigencia del leninismo. En: Lecciones de filosofía marxista-leninista. TI. La Habana: Editorial Félix Varela; 2007. p. 140-1

Enlaces refback

  • No hay ningún enlace refback.


Editada en la Universidad de las Ciencias Médicas de Cienfuegos. Directora: Dra.C Dunia María Chavez Amaro