INTRODUCCIÓN
En el horizonte internacional, con la llegada del nuevo coronavirus y la declaración por parte de la Organización Mundial de la Salud como pandemia, la mayoría de las escuelas de medicina suspendieron sus actividades académicas y rotaciones clínicas en los hospitales para proteger del contagio a los estudiantes y favorecer la disponibilidad de equipos de bioseguridad al personal sanitario.(1)
Algunas asociaciones recomendaron la suspensión de las actividades clínicas de los estudiantes y que estos no se involucraran directamente en la atención a pacientes, salvo que hubiese una crítica situación con el personal sanitario. Otras instituciones decidieron cancelar la enseñanza y las asignaturas optativas médicas temporalmente en respuesta a la confirmación de casos positivos dentro de sus planteles. También existen colegios médicos que otorgaron un registro provisional a los estudiantes del último año de la carrera de medicina para que pudieran ayudar a enfrentar la pandemia de COVID-19.(2)
La universidad médica cubana está comprometida con la realidad sanitaria del país y la solución de los problemas de salud de la población. Los estudiantes de las ciencias médicas juegan un papel decisivo en esta batalla; cuando se trata de un suceso epidemiológico de gran magnitud estos constituyen un cuerpo de trabajo entrenado, de forma teórica y práctica, para la realización exitosa de las acciones que se le asignen.(3)
La pesquisa activa en la lucha contra la COVID-19 ha desempeñado un papel primordial desde los primeros reportes de la enfermedad en Cuba. Los estudiantes de ciencias médicas de todo el país han llevado esta tarea con la mayor de las responsabilidades, dejando atrás los miedos y la ansiedad. Durante este largo período, los educandos han desarrollado al unísono el proceso docente-educativo a distancia y las labores de pesquisa, llegando a los hogares del pueblo cubano con gran empeño y dedicación.(4)
Dada la expansión de la epidemia, su contagiosidad y alta letalidad, el gobierno cubano decidió la apertura de Centros de Aislamiento para sospechosos y contactos de casos confirmados en diferentes centros, garantizando la atención médica gratuita de todos y recabando la necesidad de utilizar las fuerzas de trabajo requeridas para auxiliar a los profesionales de la salud en este empeño. Este espacio era propicio para estimar los valores en nuestros jóvenes, prestos a brindar la ayuda solidaria a los pacientes y colaborar en la detención de la epidemia.(5)
Luego, ante el convulso escenario internacional y con motivo de fortalecer la educación en el trabajo se decidió la incorporación voluntaria de los futuros profesionales a instituciones de la atención secundaria de salud, cuerpos de guardia, códigos rojo, salas de cuidados intensivos y demás escenarios asistenciales en primera línea de combate.(6)
Esos nuevos espacios dirigidos a potenciar las tareas asistenciales en el estudiantado de ciencias médicas han demostrado la capacidad de resiliencia y valentía ante el adverso contexto epidemiológico. Es una representación de sacrificio, abnegación y responsabilidad asumidos por las nuevas generaciones para disminuir y erradicar los efectos de la COVID-19 en la sociedad.(6) El objetivo de este trabajo fue caracterizar la labor de los estudiantes de las ciencias médicas en el enfrentamiento a la COVID-19 en Cienfuegos.
MÉTODOS
Se realizó un estudio observacional, descriptivo y transversal en una serie de estudiantes de la Universidad de Ciencias Médicas de Cienfuegos, que se encontraban realizando labores de enfrentamiento a la COVID-19, en el período de febrero a septiembre de 2021.
El universo estuvo constituido por 1815 estudiantes de Estomatología y Medicina que constituyeron matrícula de ambas carreras en el curso académico 2020-2021. Se excluyeron los educandos de años terminales (sexto año de Medicina y quinto año de Estomatología) por estar vinculados a la práctica preprofesional, de igual forma los estudiantes de otras nacionalidades diferentes a la cubana por mantener de forma presencial el proceso docente-educativo.
Se confeccionó un modelo para la recolección de los datos, el cual fue llenado en cada caso a partir de la información obtenida de las siguientes fuentes: actualización de matrícula 2020-2021 de la Secretaría General de la Universidad, listados de alumnos ayudantes y miembros del Movimiento de Vanguardia Mario Muñoz Monroy, del Departamento de Extensión Universitaria y bases de datos de las tareas de impacto que desarrollaron los estudiantes en el enfrentamiento a la COVID-19, recopiladas por la Federación Estudiantil Universitaria.
Fueron estudiadas las variables edad, sexo, municipio de procedencia, carrera, año académico, miembro del Movimiento de Alumnos Ayudantes (MAA), miembro del Movimiento de Vanguardia Mario Muñoz Monroy (MVMMM), tarea de impacto, lugar donde desempeñaron la labor, tarea de mayor impacto y realización de múltiples labores.
Para determinar la tarea de mayor impacto de cada estudiante los autores designaron una escala de impacto basándose en parámetros como: riesgo biológico potencial, horas de trabajo y procederes realizados. Se estructura en orden de impacto descendente de la siguiente forma:
1- Trabajo en Cuerpo de Guardia (CG) de COVID-19.
2- Trabajo en sala de atención secundaria.
3- Ayudante de enfermería.
4- Tareas de autoservicio.
5- Vacunación.
6- Ayudante en farmacia.
7- Pesquisa.
8- Digitalización de datos epidemiológicos.
9- Coordinación de ubicaciones en centros de aislamientos.
Para el procesamiento y análisis de la información se creó una base de datos en el paquete estadístico SPSS versión 21.0. Se emplearon técnicas de estadística descriptiva mediante frecuencias absolutas y relativas porcentuales, media aritmética, varianza y desviación estándar.
Esta investigación fue aprobada por el Comité de Ética y el Consejo Científico de la institución. Durante su realización no se efectuó ninguna intervención terapéutica y se respetó la confidencialidad de los datos obtenidos. Se mantuvieron como premisa los principios bioéticos de los estudios con seres humanos, establecidos en la II Declaración de Helsinki y en las normas éticas cubanas.
RESULTADOS
La edad promedio de los estudiantes fue de 20,6 ± 1,99 años, con una varianza de 3,98. Predominó el sexo femenino (70,0 %) y se apreció una mayor matrícula en medicina (96,0 %).
El municipio Cienfuegos contó con la mayor participación estudiantil para un 49,4 %. (Figura 1).
Todos los educandos se incorporaron al menos a una tarea de impacto contra la COVID-19. El 99,8 % contribuyó a la pesquisa activa en la comunidad, mientras que el 62,3 % participó en la vacunación. (Tabla 1).
La mayoría de los miembros del MAA y del MVMMM realizaron más de una tarea de impacto, con un 95,8 % y 96,9 % respectivamente. (Tabla 2).
La tarea de mayor impacto para los estudiantes de primer año fue la pesquisa (90 %), mientras que la vacunación lo fue en los restantes años académicos. Resalta el trabajo en Cuerpo de Guardia de COVID-19 realizado por los alumnos pertenecientes a tercer (4,8 %) y quinto (3,7 %) años. (Tabla 3).
En cuanto al lugar donde se desempeñaron, el 99,4 % se vinculó al Consultorio Médico de la Familia, mientras que el 10,4 % a centros de aislamiento. (Tabla 4).
DISCUSIÓN
Debido a la gravedad de la pandemia, las universidades médicas adoptaron distintas posiciones acordes con la situación de cada territorio. En este sentido, el Sistema de Salud cubano ha contado desde el inicio con el apoyo de los estudiantes de ciencias médicas para combatir la propagación de la COVID-19. Particularmente, en la provincia de Cienfuegos se mantuvo la educación a distancia en conjunto con la realización de múltiples tareas de impacto.
En la presente investigación, el promedio de edad fue aproximadamente 21 años, en correspondencia con la edad regular del pregrado de ambas carreras en Cuba. El predominio de féminas concuerda con el artículo publicado por Díaz Rodríguez et al.(4) en estudiantes de los municipios Habana del Este y 10 de Octubre, así como con la matrícula de la institución.
Por otra parte, los estudiantes de Medicina fueron los más representativos, en relación con la mayor matrícula anual con respecto al resto de las carreras de ciencias médicas, lo que coincide con varios autores.(4,7,8)
La totalidad de los estudiantes se asoció a algún tipo de tarea relacionada con la promoción, prevención, educación sanitaria y asistencia médica, que constituyen un pilar esencial en el control de la enfermedad. Esta conducta adquiere más trascendencia si se tiene en cuenta que en otras latitudes los medios transmitieron miedo y desinformaron sobre el curso de la pandemia.(9)
En Estados Unidos, estudiantes de medicina mostraron su predisposición de apoyo al personal médico; sin embargo, el Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina de España recibió más de 5500 solicitudes de alumnos y recién graduados listos para trabajar de forma inmediata en diversos hospitales.(10)
La formación del pregrado de ciencias médicas en Cuba posee un enfoque comunitario encaminado al accionar preventivo para contribuir a elevar la calidad de vida de la población; igualmente, propicia una educación en el trabajo basada en la relación con el paciente desde años iniciales de las distintas carreras, dotando al estudiante de una preparación adecuada para poder desempeñarse en los distintos escenarios de lucha contra la pandemia.
Precisamente, fue la pesquisa activa de COVID-19, a nivel de Consultorio Médico de la Familia, la labor de mayor representación en el estudio, que jugó un papel fundamental para detener la propagación, pues se detectaron personas de la comunidad con infecciones respiratorias agudas. Los educandos se ubicaron en sus respectivos territorios de residencia y les fue garantizado medios de protección y capacitación.(8,11) La agudización de la situación epidemiológica conllevó a que realizaran seguimiento epidemiológico de pacientes positivos ingresados en el hogar, sobre todo los alumnos de quinto año de Medicina.
Un estudio, en la misma Universidad,(2) determinó que más del 90 % de los estudiantes convocados participaron progresivamente en actividades diarias de pesquisa. En correspondencia con los resultados obtenidos, varias literaturas consultadas(12,13,14,15) resaltan el éxito de la pesquisa.
A este mismo nivel de atención se efectuó la vacunación masiva a la población mayor de 19 años con el candidato vacunal Abdala en sus tres dosis. El estudiantado ofreció información acerca de los beneficios, contraindicaciones y reacciones adversas del proceso; realizaron toma de la tensión arterial, la observación clínica, visita a grupos vulnerables, entre otras. De esta manera contribuyen a su formación multilateral con la educación en el trabajo, forma principal de organización de la enseñanza.
Otra de las tareas de impacto fue la llevada a cabo en centros de aislamiento para casos sospechosos, positivos y contactos. El papel estudiantil fue indispensable para el funcionamiento de estos centros debido a su desempeño en servicios básicos como traslado de alimentos, recogida y organización de la ropa sanitaria, desinfección y mensajería. Con el pico pandémico se añadieron acciones como actualización de historias clínicas de pacientes y labores de enfermería, incluso por estudiantes de estomatología, siempre bajo supervisión profesional.
La Universidad de Ciencias Médicas de La Habana fue la primera en incorporar estudiantes en los procesos asistenciales, higiénicos y epidemiológicos en instituciones de aislamiento, así como en los servicios de urgencias de hospitales.(6)
En el transcurso de los meses vacacionales, julio y agosto, no fueron pocos los jóvenes galenos que, además de otras tareas, se incorporaron voluntariamente a las brigadas del Hospital General Universitario Dr. Gustavo Aldereguía Lima, para apoyar en distintas salas, generalmente vinculadas con su ayudantía, debido a la saturación de los servicios. Formaban parte de los pases de visita, completaban historias clínicas y cooperaban con las acciones de enfermería.
Cuando la situación en la provincia se tornó crítica, contribuyeron al reforzamiento de los equipos de salud en la red de urgencia hospitalaria, sobre todo los estudiantes de tercer año en adelante. El trabajo en Cuerpo de Guardia de COVID-19 constituyó la labor más exigente debido a la rapidez de los procesos que se desarrollaron simultáneamente, el monitoreo constante del estado de los pacientes, la realización de múltiples procederes de enfermería y reanimaciones, así como el riesgo de contagio inminente.
Valdez García y col.(16) consideran que los estudiantes en ciclos clínicos o de internado aún no cuentan con las competencias necesarias para atender pacientes contagiados ni ayudar al personal de salud que participa en la atención a los mismos; incluso abogan por su apoyo con telemedicina en actividades de atención primaria. Desde la opinión de los autores, el desempeño en estas actividades, siempre que se garanticen la protección y capacitación adecuadas, potencializan la educación en el trabajo de cada estudiante.
Dentro de las labores que contaron con menor participación se encuentra la digitalización de datos epidemiológicos, principalmente en el sistema de información geográfico-web Higia Andariego y también en los departamentos estadísticos de policlínicos y centros de aislamiento. Hubo un pequeño porcentaje dedicado a la ayuda en la farmacia del Hospital Provincial debido al aumento de demanda de medicamentos y la falta de personal, incluso se formaron brigadas mixtas con estudiantes de la Universidad de Cienfuegos Carlos Rafael Rodríguez.
La participación estudiantil en acciones de enfrentamiento se vio reflejada en otras latitudes. Bauchner y Sharfstein(17) recomiendan a los educandos para la realización de test diagnósticos para el control de la enfermedad. De igual forma, Soled et al.(18) informan la existencia de equipos de respuesta médica estudiantil.
Se obtuvo que la mayoría de los estudiantes pertenecientes a los movimientos estudiantiles de mayor envergadura, MAA y MVMMM, se desempeñaron en varias tareas, lo que podría justificarse con la responsabilidad e integralidad que caracterizan a los miembros de sus filas. Resalta que un gran porcentaje de alumnos no vinculados a estos movimientos también tuvieron una participaron destacada, lo que refleja el compromiso colectivo.
En relación con sus competencias, la pesquisa fue la labor de mayor impacto para los de nuevo ingreso. No obstante, sobresale la participación de una minoría en tareas de autoservicio y trabajo en sala, meritorias labores teniendo en cuenta la nula preparación presencial recibida en contraposición con las ansias de apoyar. Una investigación de la Facultad Tecnológica de Camagüey(19) en estudiantes de primer año de enfermería evidenció la motivación, responsabilidad y humanismo con que estos estudiantes desarrollaron la pesquisa.
De acuerdo a la distribución orientada por las autoridades del hospital se decidió que los cursantes de quinto año se desempañaran en la colaboración directa con el especialista de guardia y la realización de ingresos; mientras que los de tercero funcionaron mayoritariamente con enfermería.
A consideración de los autores, la principal limitación del estudio radica en que solo se estudió el desempeño de estudiantes de Estomatología y Medicina, a pesar de que todas las carreras que se imparten en el centro contaron con una participación estudiantil destacada; de ahí la necesidad de replicar el estudio en estas disciplinas.
Los estudiantes de ciencias médicas de Cienfuegos se sumaron a disímiles tareas de impacto en el enfrentamiento a la COVID-19, que contribuyen a su formación integral y muestran el sentido del deber que caracteriza al personal sanitario formado en el país. Su aporte imprescindible ha dejado una huella en la historia de la salud cienfueguera, que permitió la prevención y control de la enfermedad.
Conflicto de intereses
Los autores declaran que no poseen conflicto de intereses.
Contribuciones de los autores
Conceptualización: Lya del Rosario Magariño Abreus, Rodolfo Javier Rivero Morey, Alejandro Pérez Capote, Evelyn Delgado Rodríguez, Carla María García San Juan, María Aurelia San Juan Bosch
Curación de datos: Lya del Rosario Magariño Abreus, Rodolfo Javier Rivero Morey, Alejandro Pérez Capote, Evelyn Delgado Rodríguez
Análisis formal: Lya del Rosario Magariño Abreus, Rodolfo Javier Rivero Morey, Evelyn Delgado Rodríguez, Carla María García San Juan, María Aurelia San Juan Bosch,
Investigación: Lya del Rosario Magariño Abreus, Alejandro Pérez Capote
Metodología: Lya del Rosario Magariño Abreus, Rodolfo Javier Rivero Morey, Alejandro Pérez Capote
Validación: Carla María García San Juan, María Aurelia San Juan Bosch
Visualización: Lya del Rosario Magariño Abreus, Rodolfo Javier Rivero Morey, Carla María García San Juan
Redacción del borrador original: Lya del Rosario Magariño Abreus, Rodolfo Javier Rivero Morey, Alejandro Pérez Capote, Evelyn Delgado Rodríguez, Carla María García San Juan
Redacción, revisión y edición: Lya del Rosario Magariño Abreus, Rodolfo Javier Rivero Morey, María Aurelia San Juan Bosch.
Financiación
Universidad de Ciencias Médicas de Cienfuegos. Cuba.