INTRODUCCIÓN
El género Rhodotorula forma parte de los hongos levaduriformes; es simbionte normal de la piel, tracto respiratorio superior y heces; se distinguen por la producción de pigmentos carotenoides, los cuales confieren a las colonias una coloración rosada o rojiza.1 Pertenecen a este género las especies R. mucilaginosa, R. rubra, R. glutinis y R. minuta y otras. La R. mucilaginosa es la más frecuentemente asociada a infecciones humanas.2,3
Estos hongos forman parte de la microflora comensal de la piel, uñas y membranas mucosas, aparecen también en el queso, los productos lácteos y diversas fuentes ambientales como aire, suelo, cortinas de ducha, lechada blanca de las bañeras y cepillos de dientes. Han sido encontradas en aguas de océano; pueden contaminar gel usados para ultrasonido terapéutico, aires, soluciones intravenosas, catéter, además pueden aislarse en orina y heces. 2,3
Son células mucoides, encapsuladas y fermentan azúcar. Raramente producen micelios, son ureasa positiva, inositol negativos. No forman seudohifas; al microscopio se observan células levaduriformes ovaladas, en brotes que se disponen en racimos irregulares y laxos. La morfología microscópica no es diagnóstica.3
En la práctica médica no siempre se le da el valor que tiene este microorganismo como patógeno humano, aunque en la literatura médica se señala como un agente emergente de infección. En el Hospital Gustavo Aldereguía este es el primer caso de aislamiento que se conoce en los últimos años.
Por tales razones se decidió la presentación de este caso.
PRESENTACIÓN DEL CASO
Paciente de 38 años de edad, sexo femenino, color de piel blanca, con antecedentes de leucemia mieloide aguda desde siete meses, por lo que fue ingresada nuevamente en el Hospital General Universitario Dr. Gustavo Aldereguía Lima, de Cienfuegos, para tratamiento.
Al ingreso se le realizaron los exámenes complementarios indicados para su enfermedad, y los evolutivos correspondientes.
La paciente comenzó con fiebre y toma del estado general, por lo que se tomaron las medidas oportunas en cada caso ante las manifestaciones clínicas presentes. Al tratamiento habitual se le adicionaron antibióticos de amplio espectro. Se realizaron además diferentes exámenes complementarios.
Se tomó muestra de punta del catéter intravenoso, que fue sometida inicialmente a cultivo para buscar presencia de bacterias en dicha muestra, pero novedosamente se encontraron células levaduriformes correspondientes al género Rhodotorula, novedoso hallazgo porque son escasos los aislamientos de esta levadura en el laboratorio de microbiología del Hospital de Cienfuegos.
Al realizarle a estas colonias la técnica de Gram, se observaron células levaduriformes, por lo que nuevamente se inoculó el crecimiento en el medio de cultivo específico para aislamiento de estas levaduras, que es el agar saboraud simple. Se sembraron en tres tubos y se incubaron a temperatura ambiente por un periodo de siete a diez días. Se observó, en un periodo de 48 a 72 horas un crecimiento de colonias mucoides, color rojizo, rosado intenso. Se usó nuevamente la tinción de Gram, resultando células levaduriformes ovaladas en brotes. Se realizó también coloración cotton blue y se observaron estas características en el microscopio formando racimos irregulares, sin producción de micelios.
A dichas colonias se les realizaron diferentes pruebas bioquímicas para su identificación, tales como: fermentación de azúcares, prueba de inositol (-), prueba de ureasa (+), reactivos procedentes del Laboratorio BIOCEN de Cuba. (Figuras 1 y 2)
Por todo lo anterior se identificó el crecimiento como levaduras del género Rhodotorula sin poder llegar a precisar especies.
Esta paciente fue tratada con amfotericina B (bb 50 mg), a dosis de 0,5 a 0, 6 mg/kg/día por vía intravenosa y evolucionó satisfactoriamente.
DISCUSIÓN
Las especies de Rhodotorula están adoptando un papel destacado como patógeno humano en pacientes inmunodeprimidos y en sujetos con sonda permanente. Se han implicado en las infecciones y fungiemia asociados a catéteres venosos centrales, infecciones oftalmológicas, peritonitis y meningitis.2
Cuando las especies del género Rhodotorula se aíslan de sitios no estériles del cuerpo de los pacientes, puede pensarse que son comensal o contaminante pero posiblemente indica un proceso de enfermedad en pacientes debilitados o huésped inmunodeprimido.3
Se plantean varios factores de riesgos que predisponen al individuo a enfermar por estas especies, como son: insuficiencia renal crónica, diálisis peritoneal, cirrosis hepática, nutrición parenteral, neutropenia, uso de corticoesteroides, VIH, transplantes de células.4
Koneman, cita que R. rubra se menciona entre los agentes emergentes de infección.5
La fungiemia es la forma más común de infecciones asociadas a catéteres intravenosos en pacientes con quimioterapia o tratamientos largos con antimicrobianos, y la fiebre es la manifestación que más se le asocia, como en el caso de nuestra paciente. La R. rubra ha sido reportada en pacientes con leucemia aguda.3
También ha sido reportada como causa de queratitis postraumática.7 La R. mucilaginosa se ha reportado como causa de meningitis y endocarditis en pacientes inmunodeprimidos.8 Las especies rubra y glutinis aparecen aproximadamente en el 0,5 % de los aislamientos de la cavidad oral y más del 12 % en aislamientos de hisopados rectales.4
Investigadores sugieren para el tratamiento el antimicótico amfotericin B, plantean que dispone de buena actividad frente a las especies de este género, en conjunción con la retirada del catéter. El antimicótico flucitosina posee también excelente actividad frente a las infecciones por Rhodotorula, aunque no es conveniente en monoterapia. Se cita que no se debe emplear fluconazol. 2,9 Este medicamento, según el Formulario Nacional de Medicamentos de Cuba,10 está indicado para las infecciones por Candida albicans (orofaríngeas, esofágicas y desimanadas) además se utiliza para la criptococosis, coccidiomicosis y otras infecciones causadas por hongos levaduriformes, así como terapia alternativa en histoplasmosis, blastomicosis, etc.
El caso que se presenta fue tratado con amfotericina B, que está indicada para infecciones micóticas sistémicas, así como en pacientes neutropénicos con fiebre persistente con sospecha de infección micótica.10
En Cuba existen muchos estudios sobre levaduras, pero fundamentalmente de aislamientos de C. albicans, no así de Rhodotorula. Un estudio realizado en este país, en el 2004, que incluyó 138 muestras de exudados vaginales, reportó un solo aislamiento de Rhodotorula (0,72 %).11
Se publica este caso por la importancia que están adoptando las especies de Rhodotorula en las infecciones, considerándose agentes emergentes de infección, motivo por lo que debemos tenerla presente en nuestra labor diaria.