INTRODUCCIÓN
La simulación clínica es una estrategia educativa que replica situaciones médicas reales en un entorno controlado y seguro, con vista a que los profesionales de la salud adquieran, practiquen y perfeccionen habilidades clínicas, técnicas y de comunicación, sin poner en riesgo a los pacientes. Utiliza herramientas que van desde maniquíes de alta fidelidad hasta escenarios virtuales y actores estandarizados, creando experiencias realistas que promueven el aprendizaje activo y reflexivo.(1)
En el campo de la medicina, la simulación clínica se ha convertido en una herramienta fundamental para la formación continua de estudiantes y profesionales. Se emplea para entrenar en procedimientos quirúrgicos, diagnósticos complejos, atención de emergencias y toma de decisiones clínicas bajo presión. Esta metodología ha demostrado mejorar la seguridad del paciente y reducir errores médicos, toda vez que permite la repetición controlada de situaciones clínicas de alto riesgo.(2)
Entre sus principales ventajas en la enseñanza destacan el aprendizaje experiencial, el desarrollo del pensamiento crítico y la retroalimentación inmediata. Además, fomenta el trabajo en equipo y la comunicación efectiva, aspectos esenciales en la atención médica real. Al crear un entorno libre de consecuencias negativas, los estudiantes pueden equivocarse, aprender de sus errores y desarrollar confianza antes de enfrentarse a escenarios clínicos reales.(3)
Esta metodología proporciona un espacio para analizar y reflexionar sobre el desempeño, fortaleciendo competencias clave en la conducción de equipos y en la mejora de la calidad educativa en instituciones de salud. Su impacto es fundamental para formar líderes capaces de transformar la enseñanza y garantizar una formación médica segura y efectiva. El objetivo de la presente investigación es analizar el uso de la simulación clínica como estrategia educativa en la enseñanza de la medicina.
DESARROLLO
La presente investigación adoptó un enfoque cualitativo, caracterizado por la recolección y el análisis de datos no estructurados o no numéricos, con el objetivo de interpretar significados, percepciones y experiencias subjetivas. En este caso, se abordó la comprensión de las representaciones sociales y vivencias de las docentes en torno al uso de la simulación clínica en la enseñanza de la medicina como modalidad que permite explorar las construcciones sociales emergentes en contextos clínico-educativos.
Metodológicamente, el estudio se clasificó como descriptivo, dado que se orientó a detallar y caracterizar fenómenos observables, mediante la recopilación sistemática de información proveniente de literatura científica sobre la implementación de la simulación clínica en entornos formativos. Asimismo, presentó un diseño exploratorio, al indagar un fenómeno aún poco estudiado: la simulación clínica como estrategia pedagógica que transforma los errores en oportunidades de aprendizaje, particularmente en estudiantes de medicina.
Como técnica de recolección de datos se empleó la revisión documental. Para la localización de fuentes, se recurrió a motores académicos especializados como PubMed y ScienceDirect, mediante la aplicación de estrategias de búsqueda avanzada. Se utilizaron operadores booleanos (AND) y descriptores específicos como: simulation, medical students, hospitals, universities. Los criterios de inclusión establecidos fueron: publicaciones entre 2019 y 2024, ensayos clínicos y ensayos clínicos aleatorizados, acceso abierto, idioma inglés o español. Adicionalmente, se consideraron fuentes complementarias de alta visibilidad como Google Scholar.
Se obtuvieron un total de 90 estudios, mediante el uso de la cadena de búsqueda: (medical students) AND (learning) AND (clinical simulation) AND (hospitals). Sin embargo, después de un proceso de descarte y selección que inició por la lectura del título de los artículos, la salida de los duplicados, la lectura del resumen y artículo completo, solo se seleccionaron 12 estudios(2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13) como válidos para la investigación. (Tabla 1)
La simulación clínica es un método de enseñanza innovador que permite a los estudiantes de Medicina aprender mediante la simulación de situaciones reales sin que se exponga al paciente. Ello, de acuerdo con Maldonado y colaboradores(4) y Zaragoza y colaboradores,(12) quienes mencionan que la simulación clínica se reconoce ahora como un método de enseñanza innovador y muy útil para desarrollar habilidades clínicas en disciplinas de salud durante la educación universitaria, ya que puede basarse en simulaciones simples para realizar escenarios o casos de simulación de una manera más compleja.
Asimismo, Ensor y colaboradores(10) y AlBalawi y colaboradores(9) demostraron que una gran proporción de participantes apoyaba la educación médica basada en simulación como un componente útil de la educación médica, pues hace que los estudiantes tengan actitudes positivas hacia esta y la consideren una herramienta viable para la educación médica y de salud.
Huang y colaboradores(7) aluden a que la formación de investigadores médicos basada en simulación incorpora un concepto centrado en el estudiante y requiere una alta participación estudiantil, pero esto plantea un desafío para comprender el aprendizaje. En tanto, Wallett y colaboradores(13) determinaron que después de completar el curso de simulación muchos participantes expresaron su intención de realizar cambios en su práctica clínica, los cuales creían que tendrían un impacto positivo en la atención al paciente.
Por otra parte, respecto a las ventajas de la simulación clínica, Robson y colaboradores(5) sugieren que la simulación al principio de la carrera médica lleva a los estudiantes a percibir que han adquirido conocimientos y habilidades útiles para la práctica, incluida una comprensión de los desafíos asociados con los elementos de la práctica. Asimismo, Hurd y colaboradores(2) proponen que el entrenamiento obstétrico basado en simulación puede ayudar a mejorar el enfoque en la carga cognitiva y las emociones optimizando los resultados del aprendizaje.
Ballesteros y colaboradores(8) mencionan que la simulación clínica puede facilitar la adquisición de razonamiento clínico y habilidades técnicas. AlBalawi y colaboradores(9) argumentaron que puede proporcionar un entorno de aprendizaje seguro, eficaz, ético y rentable. Conjuntamente, Chabrera y colaboradores(11) determinaron que el aprendizaje en entornos de simulación proporciona una forma segura y eficaz de respaldar la adquisición de conocimientos y mejorar directamente la atención basada en evidencia al cerrar la brecha entre la teoría y la práctica. Con respecto a la confianza, Robson y colaboradores(5) mencionan que el uso de la simulación clínica mejora la confianza en la aplicación de habilidades clínicas reales como el trabajo en equipo, la comunicación y la colaboración.
Asimismo, Hustad y colaboradores(6) mostraron que el entrenamiento basado en simulación aumentó la confianza, mejoró las habilidades y el juicio clínico en los participantes. Conjuntamente, Ensor y colaboradores(10) mencionan que en una cultura laboral que valora la confianza y la competencia técnica, el papel de la educación médica basada en simulación en la formación en investigación es promover el aprendizaje a través de errores y reflexión, lo que puede conducir a experiencias negativas si no se implementa adecuadamente.
Por su parte, Zaragoza y colaboradores(12) identificaron que el uso de simulación para estudiantes de Enfermería en condiciones de distanciamiento social ha mejorado su adquisición de conocimientos y habilidades, y los estudiantes han expresado una alta satisfacción y confianza en la formación recibida.
La simulación clínica utiliza una variedad de modelos, desde el uso de actores para mejorar las habilidades de comunicación hasta el uso de modelos de simulación y maquetas para mejorar las habilidades técnicas.(14) Al mismo tiempo, tienen un gran potencial para ayudar a gestionar problemas de crisis mundial como el COVID-19, así como futuras pandemias y posibles situaciones de desastre, incluyendo cualquier proceso o tecnología que recree el contexto de un ambiente para que los estudiantes puedan tomar decisiones acertadas. Al informar los errores cometidos en su práctica y recibir retroalimentación, puede asegurarse de que su entorno esté libre de riesgos para sus pacientes.(15)
Conjuntamente, las simulaciones clínicas no solo replican de manera precisa la anatomía y las reacciones fisiológicas del paciente, sino que también ofrecen a los alumnos experiencias en escenarios clínicos auténticos, lo que aumenta su seguridad y los prepara para la complejidad del cuidado enfermero. Sin embargo, es importante señalar que existen significativas deficiencias en el panorama de investigación actual, en especial en lo que respecta a la incorporación de metodologías de investigación avanzadas en el contexto virtual y la evaluación objetiva de los resultados.(16)
La simulación clínica tiene como objetivo asegurar la adquisición de habilidades clínicas, enfocándose en la calidad adecuada de la atención y en la seguridad de los usuarios. En los últimos diez años, las facultades de Medicina lo han implementado a través de la práctica repetitiva de técnicas y la formación en escenarios tanto habituales como complicados, donde se puede experimentar con errores y sus máximas repercusiones, sin afectar al alumno o al paciente, lo que fomenta la reflexión durante el proceso educativo.(17)
Hoy día, en todo el mundo el aprendizaje del lado del paciente o a través de la simulación, especialmente en la formación en ciencias de la Salud, resulta una herramienta complementaria y no controvertida. Por lo tanto, las escuelas de Medicina y los programas de educación médica especializada necesitan desarrollar competencias y habilidades en el uso de la simulación sin comprometer los principios tradicionales de buenas prácticas junto a la cama del paciente.(18, 19, 20)
CONCLUSIONES
La simulación clínica es una herramienta efectiva en la educación médica, ya que permite a los estudiantes desarrollar habilidades técnicas y de toma de decisiones en un ambiente seguro, sin poner en riesgo a los pacientes, pero su implementación en los programas educativos tiene que ir acompañada de capacitación docente, lo que garantizará que los instructores cuenten con los conocimientos necesarios para maximizar la efectividad de la educación. Favorece el entrenamiento en trabajo en equipo y comunicación, el aprendizaje basado en el error sin riesgo, y puede ser aplicada en diferentes áreas de la Medicina. Pese a sus ventajas, la simulación clínica no debe reemplazar la experiencia con pacientes reales, sino que debería complementar la formación médica, ayudando a cerrar la brecha entre la teoría y la práctica clínica. Cuando los estudiantes cometen errores en la simulación, deben verlos como oportunidades valiosas de aprendizaje, ya que permiten la retroalimentación y el desarrollo de estrategias de mejora sin consecuencias reales para los pacientes.
Conflictos de intereses:
Los autores declaran no tener conflictos de intereses.
Contribución de los autores:
Conceptualización: Sandra Elizabeth Zambrano Castillo
Curación de datos: Sandra Elizabeth Zambrano Castillo, Jefferson Jesús Calderón Vega
Análisis formal: Sandra Elizabeth Zambrano Castillo, Jefferson Jesús Calderón Vega, Carla Anahí Ortiz Ortiz, Anahí Alexandra Chuncha Chano
Investigación: Sandra Elizabeth Zambrano Castillo, Jefferson Jesús Calderón Vega, Carla Anahí Ortiz Ortiz, Anahí Alexandra Chuncha Chano
Metodología: Sandra Elizabeth Zambrano Castillo
Visualización: Sandra Elizabeth Zambrano Castillo
Redacción-borrador original: Sandra Elizabeth Zambrano Castillo, Jefferson Jesús Calderón Vega, Carla Anahí Ortiz Ortiz, Anahí Alexandra Chuncha Chano
Redacción-revisión y edición: Sandra Elizabeth Zambrano Castillo, Jefferson Jesús Calderón Vega
Financiación:
Autofinanciado.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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