INTRODUCCIÓN
Durante las últimas décadas, el proceso educativo de la formación de los profesionales de la salud ha tenido una acelerada transformación, debido a que las escuelas se han esforzado por ampliar los alcances de sus modelos educativos. Se han señalado enfáticamente una serie de limitaciones del modelo tradicional utilizado en la formación de médicos, desde los aspectos contextuales, hasta específicos sobre el aprendizaje, pero sin dudas el empleo de la simulación en el área de la docencia médica ha contribuido a fortalecer el proceso de aprendizaje y a elevar su calidad. Muchos son los avances que se han notado en este campo en los últimos años pero todos los autores coinciden en el hecho de que la simulación permite lograr en los educandos el desarrollo de un conjunto de habilidades que posibilitan alcanzar modos de actuación superiores. (1, 2)
La estrategia docente del Programa Nacional de Formación en Medicina Integral Comunitaria (PNFMIC) en la República Bolivariana de Venezuela, está basada en la formación integral de los estudiantes en su propia comunidad, el proceso de enseñanza - aprendizaje se fundamenta, en lo esencial, en el conocimiento científico técnico de los contenidos según las disciplinas y las unidades curriculares organizadas en cada año académico y basadas en los principales problemas de salud. La premisa fundamental es que el estudiante aprenda interactuando con la comunidad con creatividad, sentido de pertenencia, y de dar solución a los problemas de salud, con independencia. (3)
El proceso de enseñanza-aprendizaje de la Morfofisiopatología Humana I desde los escenarios de la comunidad, dispone de los recursos pertinentes para el aprendizaje y permite a los estudiantes el contacto temprano con el objeto de la profesión en su forma natural, desde la dinámica de la vida, tanto a través de situaciones reales como simuladas. (2)
Por tales razones se realiza esta investigación con el objetivo de caracterizar el conocimiento acerca de la simulación y la frecuencia con que se utiliza como recurso para la enseñanza de la Morfofisiopatología Humana I del Programa Nacional de Formación en Medicina Integral Comunitaria.
MÉTODOS
Se realizó una investigación pedagógica, en la que se caracterizó el conocimiento acerca de la simulación y la frecuencia con que se utiliza como recurso para la enseñanza de la Morfofisiopatología Humana I del Programa Nacional de Formación en Medicina Integral Comunitaria (PNFMIC) en el municipio Valencia, estado Carabobo, en la República Bolivariana de Venezuela, durante el segundo trimestre del curso 2006-2007, correspondiente al segundo año del programa.
Para el desarrollo de este estudio se hizo uso de los modelos de investigación cualitativos y cuantitativos. Se utilizó una encuesta integrada por preguntas cerradas y mixtas que sumaron un total de 14 y tuvieron el propósito de indagar acerca de aspectos generales relacionados con el conocimiento de la simulación como recurso para el aprendizaje y el uso que se le brinda en la práctica docente de la asignatura Morfofisiopatología Humana I, la cual se aplicó a 85 profesores del PNFMIC. El otro instrumento aplicado fue una entrevista, semi–estructurada y a profundidad aplicada a 5 informantes clave. Tuvo como objetivo conocer sus valoraciones y opiniones acerca de la factibilidad, ventajas y variantes de la simulación en el PNFMIC.
RESULTADOS
De los profesores encuestados, 52,94 % manifestó que no están categorizados, mientras que el 45,88 % había alcanzado la categoría de profesor instructor y sólo el 1,1 8 % posee la categoría de profesor asistente. (Tabla 1).
El 50,59 % de los profesores notificó no haber tenido ninguna experiencia docente previa a su participación como profesores del PNFMIC, seguidos de aquellos que tienen experiencia docente previa en pre y posgrado con un 25,88 %. (Tabla 2).
El conocimiento de los profesores en cuanto a la simulación como recurso para el proceso enseñanza – aprendizaje, tomado desde el punto de vista de conocer o no este recurso, demostró que solo 54 (63, 53 %)lo conoce, frente a 31 (36, 47 %) que no lo conocen.
En cuanto a las respuestas dadas por los profesores acerca de su conocimiento y utilidad de la simulación, se destacaron las siguientes: es un recurso que permite acercar al estudiante a la realidad que deberá enfrentar en su práctica profesional mediante el uso de situaciones simuladas ya sea a través de problemas escritos, de pacientes que simulen la enfermedad o de simuladores tridimensionales; facilita el aprendizaje del estudiante al sustituir situaciones reales por otras creadas artificialmente.
Por su parte los informantes clave apoyaron la idea de que la simulación se ha convertido en un importante recurso para entender y buscar la relación entre saber, hacer y ser por lo cual el hecho de que los profesores lo conozcan los convierte en mejores docentes y contribuye a mejorar la calidad de la formación de sus estudiantes, con el beneficio final en el paciente y su entorno.
Dentro de los que conocen la simulación, el 100 % sabe acerca de las variantes de pacientes estandarizados y simulaciones escritas. El 81, 48 % conoce los simuladores tridimensionales, mientras que sólo el 79,63 % expresó que conoce la simulación asistida por computadoras como variante de simulación. (Tabla 3).
Los informantes clave coincidieron en que el uso de pacientes estandarizados y las simulaciones presentadas en papel y lápiz, específicamente el manejo de problemas de pacientes, constituyen las variantes de simulación más usadas por los profesores en las diferentes formas organizativas docentes, teniendo en cuenta que estas son variantes sencillas y asequibles tanto para el profesor como para el estudiante y no requieren del uso de tecnologías costosas como en el caso de los simuladores tridimensionales y la simulación asistida por computadoras. Además, estas variantes se encuentran más acordes a la experiencia docente del joven claustro de profesores que imparte docencia en el PNFMIC.
Del total de profesores, solo 54 refirieron que conocen la simulación como recurso para la enseñanza – aprendizaje; dentro de estos, 47 (87, 04 %) afirmaron que habían utilizado la simulación en la asignatura Morfofisiopatología Humana I, mientras 7(12,96 %) contestó de manera negativa a esta interrogante.
En lo referente a la frecuencia con que utilizaron la simulación en la práctica docente de la asignatura Morfofisiopatología Humana I se pudo observar que el 51,06 % de los profesores ha usado siempre este recurso en la práctica docente mientras que el 36, 17 % sólo lo utilizaron la mayoría de las veces.(Tabla 4).
DISCUSIÓN
Es una realidad que muchos de los especialistas que laboran en las universidades no son pedagogos, sino profesionales de otras ramas que se han preparado para ejercer funciones docentes, pero la tendencia en la educación superior obliga a que progresivamente ellos reciban la preparación pedagógica necesaria para complementar sus conocimientos y crear así las bases de una mayor excelencia académica. (1)
La enseñanza tutelar es una de las formas docentes más completa y compleja de la educación en el trabajo y se precisan determinadas cualidades para las funciones que debe cumplir un buen tutor. La destreza del tutor radica en lograr el aprendizaje centrado en el estudiante. Los tutores deben conocer en detalle el programa educacional, sus objetivos, contenidos, métodos, medios, formas de organización de la enseñanza y evaluación, para que constituyan el hilo conductor del proceso de enseñanza-aprendizaje y logren que el estudiante alcance los objetivos propuestos. (4)
En el estudio “Competencias docentes del médico de familia en el desempeño de la tutoría en la carrera de Medicina” realizado en Cuba en la Facultad de Ciencias Médicas "Julio Trigo López" en el 2003 se destacó como un hecho significativo, que el 62,2 % de los tutores tenían 3 años o menos de experiencia docente y que el 96,5 % de ellos refirieron no haber recibido preparación pedagógica durante el proceso de formación de la residencia en Medicina General Integral. Sin embargo, el currículo de esta especialidad incluye un módulo dedicado al desarrollo pedagógico de este especialista. Se evidenció que la generalidad dominaba el contenido a enseñar, pero no poseían el suficiente desarrollo de las habilidades pedagógicas para la dirección del proceso de enseñanza-aprendizaje, por lo que sus competencias pedagógicas estaban limitadas. Similares resultados aparecen referidos en la literatura consultada, donde se identifica la ausencia de competencias docentes con el desempeño deficiente en esta actividad. (5)
Se hace trascendental el hecho de que los profesores no solo tengan conocimiento de la simulación como un valioso recurso en el proceso enseñanza – aprendizaje sino que sean capaces de implementarlo para enriquecer el proceso de formación de los nuevos médicos integrales comunitarios.
Los informantes clave apoyan la idea de que la simulación se ha convertido en un importante recurso para entender y buscar la relación entre saber, hacer y ser por lo cual el hecho de que los profesores lo conozcan los convierte en mejores docentes y contribuye a mejorar la calidad de la formación de sus estudiantes, con el beneficio final en el paciente y su entorno.
Al analizar la explicación dada por los profesores en cuanto a su conocimiento sobre la simulación la mayoría consideró que es un recurso que permite acercar al estudiante a la realidad que deberá enfrentar en su práctica profesional mediante el uso de situaciones simuladas ya sea a través de problemas escritos, de pacientes que simulen la enfermedad o de simuladores tridimensionales. Además coincidieron en el punto de que este recurso facilita el aprendizaje del estudiante al sustituir situaciones reales por otras creadas artificialmente.
En cuanto a las variantes de simulación conocidas por los profesores, los informantes clave así como los autores en su experiencia han podido constatar que el uso de pacientes estandarizados y las simulaciones presentadas en papel y lápiz, específicamente el manejo de problemas de pacientes, constituyen las variantes de simulación más usadas por los profesores en las diferentes formas organizativas docentes, teniendo en cuenta que estas son variantes sencillas y asequibles tanto para el profesor como para el estudiante y no requieren del uso de tecnologías costosas como en el caso de los simuladores tridimensionales y la simulación asistida por computadoras. Además, según los informantes clave, estas variantes se encuentran más acordes a la experiencia docente del joven claustro de profesores que imparten docencia en el PNFMIC.
Constituye un elemento importante del estudio, que entre los profesores con conocimiento de la simulación el 87, 03 % la hayan utilizado en la asignatura Morfofisiopatología Humana I. Nada reemplazará el aprendizaje interactuando con pacientes reales, donde se implementan técnicas de comunicación, de diagnóstico y tratamiento, pero siempre en el aprendizaje temprano debe reservarse un espacio para adquirir, a través de la simulación, las destrezas necesarias previas al contacto con seres humanos reales. Es necesario enfatizar que no se trata de cambiar los pacientes reales por situaciones simuladas, sino preparar al estudiante para el encuentro con la realidad del paciente. (6)
La práctica docente permite la vinculación de los conocimientos teóricos recibidos en la orientación de los contenidos con los problemas de salud a los que tiene que enfrentarse el médico en la comunidad, que en opinión de los autores y los informantes clave se puede llevar a cabo con una utilización planificada de la simulación como apoyo a los métodos activos del aprendizaje, propiciando así un verdadero acercamiento del estudiante a la realidad objetiva que desempeñará como futuro profesional. (7)
Los profesores del Programa Nacional de Formación en Medicina Integral Comunitaria en el municipio Valencia presentan insuficiencias en el conocimiento sobre la simulación. No todos los que conocen la simulación la utilizan en la práctica docente ni reconocen su valor en el proceso enseñanza – aprendizaje de la asignatura Morfofisiopatología Humana I.