INTRODUCCIÓN
El ambiente odontológico presenta riesgos para la salud de los profesionales por las diversas formas de contaminación con una amplia gama de microorganismos patógenos presentes en la saliva y la sangre.(1) Entre estos, el riesgo biológico, causante del crecimiento del número de personas infectadas por los virus de la hepatitis B y C y la aparición del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida) como entidad clínica, lo que es motivo de preocupación para los trabajadores de la salud.
En este contexto cambiaron las prácticas de bioseguridad, se establecieron nuevos protocolos para prevenir la transmisión ocupacional de estas enfermedades en odontología, incluyendo el uso de equipos de protección personal (guantes, mascarilla, gafas protectoras y bata sanitaria) y la vacunación de todo el personal que realiza tareas que involucran el contacto con sangre, instrumentos perforantes-cortantes o superficies contaminadas por fluidos corporales.(2)
A partir de diciembre de 2019, varios países fueron afectados por la COVID-19, una pandemia en que, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), hasta el 21 de marzo de 2023 tenía 761.071.826 casos confirmados y 6.879.677 muertes en todo el mundo.(3)
Con el nuevo coronavirus, se determinaron las principales vías de transmisión: a través de la tos, los estornudos, por contacto con la mucosa oral, nasal y ocular después de tocar superficies contaminadas, así como aerosoles, especialmente si el virus estaba en alta concentración y en lugares cerrados.(4,5)
Ante esta nueva situación epidemiológica, varias estrategias para controlar las infecciones respiratorias fueron establecidas, entre ellas, el uso de nuevos equipos de protección personal (EPP) para mantener la seguridad del trabajador y del paciente.(5,6) El equipo estándar era constituido por ropa protectora, como batas sanitarias, guantes y mascarillas, utilizando para las infecciones transmitidas por el aire como COVID-19, un equipo adicional: mascarillas o respiradores, gafas protectoras, protectores faciales y trajes de aislamiento con el objetivo de proteger la piel y las membranas mucosas de los ojos, la boca y la nariz.(7)
Aún con el uso de equipos de protección, no se descarta la posibilidad de contaminación del profesional. Esto puede justificarse por factores como el uso incorrecto de equipos, accidentes durante la atención y medidas inadecuadas antes, durante y después de los procedimientos ejecutados. Con el comienzo de la pandemia se propusieron medidas, aún sin evidencia científica, para prevenir la transmisión del virus, estableciendo nuevos protocolos sobre la base de criterios adoptados por la OMS.(8,9)
Con el fin de analizar en la literatura científica el conocimiento de estudiantes y profesionales de odontología sobre el uso de equipos de protección personal antes y después de la pandemia COVID-19 se realizó esta revisión integrativa de la literatura.
MÉTODOS
Se realizó una revisión integrativa en la literatura científica con base en la pregunta ¿Cómo eran utilizados los equipos de protección personal en odontología antes y después de la pandemia COVID 19? La revisión fue realizada en las siguientes bases de datos: SCIELO, Pubmed, BVS y Web of Science con artículos publicados de agosto de 2010 a agosto de 2022.
Los criterios de inclusión fueron: artículos que evaluaban el conocimiento de profesionales y estudiantes de odontología sobre el uso de equipos de protección personal antes y después de la pandemia; artículos publicados en inglés, portugués y español disponibles íntegramente en las bases de datos seleccionadas.
Se excluyeron tesis, artículos de revisión, duplicados y aquellos artículos en los que la metodología no respondía al objetivo propuesto.
Los descriptores utilizados y sus sinónimos se combinaron con los booleanos AND e OR para formar las estrategias de búsqueda utilizadas en las bases de dados : (Contenção de riscos biológicos) OR (Containment of Biohazards) OR (Contención de riesgos biológicos) OR (Biossegurança)) AND (( Pandemia) OR (Pandemics) OR (Pandemia COVID-19) OR (COVID- 19)) AND ( Equipamento de proteção individual ) OR (Personal Protetive Equipment) OR ( Equipo de Protección Personal) AND ( Odontología ) OR (Dentistry )OR ( Odontologia) AND (Odontólogos) OR (Dentists) OR (Dentistas) OR (Cirurgião-dentista) OR (Cirurgiões-dentistas) AND (Estudantes de Odontologia ) OR(Estudiantes de odontología) OR (Students, dental)).
Para el análisis y posterior síntesis de los artículos que cumplieron con los criterios de inclusión, se realizó un cuadro sinóptico especialmente construido para este fin, que incluyó los siguientes aspectos, considerados pertinentes: título del artículo; país y año; objetivo del estudio; participantes y método empleado para recopilar la información y EPP evaluados en los resultados principales.
RESULTADOS
A partir de la investigación inicial se encontraron 329 artículos, 129 seleccionados después de leer el título y el resumen, 46 duplicados eliminados, 69 fueron excluidos porque no presentaban claridad en la descripción de la metodología. Fueron seleccionados 14 estudios para la revisión integrativa. (Fig. 1).
A continuación se presenta el resumen de las principales características de los estudios: (Cuadro 1).
De los 14 estudios seleccionados en base al objetivo propuesto, siete fueron realizados con cirujanos dentistas (10,11,18,19,21,22,23), dos con cirujanos dentistas y técnicos de salud,(14,17) dos con estudiantes de odontología(12,20) y uno con estudiantes y profesionales.(13) Fueron realizados en Brasil, Yemen, Cuba, México, Líbano, Turquía, India, Londres, y Colombia.
El método de obtención de datos utilizado en todos ellos fue el cuestionario. Del total de artículos, seis estudios se realizaron antes de la pandemia(10,11,12,13,14,15) y ocho de ellos después del inicio de la pandemia COVID-19.(16,17,18,19,20,21,22,23) Todas las investigaciones tuvieron como objetivo evaluar los conocimientos, actitudes, prácticas y factores relacionados con el uso de equipos de protección personal.
El equipo de protección personal está destinado a proteger una región específica; cada uno está diseñado y tiene importancia en la prevención de enfermedades transmisibles garantizando la seguridad del trabajador y del paciente, por lo que no se debe descuidar aún más el uso de estos en odontología donde las infecciones cruzadas son mucho más comunes de lo que son evidentes, siendo importante el uso correcto y rutinario de estos EPP.(5)
Guantes
Los guantes se utilizan a menudo en el manejo de los materiales biológicos de los pacientes, lo cual facilita los procedimientos y permite el acceso a materiales contaminados.(24) Entre los estudios realizados, Ferreira et al.(10), en 2010, encontraron que solo 88,5 % de los dentistas usaban guantes a tiempo completo mientras otra investigación(7) informó que 100 % de los encuestados usaban guantes durante procedimientos dentales.
En una encuesta realizada en Yemen a estudiantes de odontología de 4to y 5to años,(12) la gran mayoría (96,6 %) de los estudiantes informaron haber usado guantes durante la atención al paciente y 96,5 % efectuaban el cambio entre los pacientes, pero solo el 47 % informó lavarse las manos después de cada cambio de guantes, sin existir diferencias significativas entre los años de estudio. En general, solo el 53,1 % siempre retiró los guantes al salir del área de atención inmediata al paciente.
Un estudio realizado en Londres(13) durante un período de 5 años en 49 consultas odontológicas con estudiantes y profesionales encontró que el 100 % de los operadores usaban guantes y mascarillas y el 94 % gafas.
En el estudio realizado en Cuba(14) para evaluar el conocimiento sobre las normas de uso de equipos de protección personal en 2017, 61,5 % y 53,8 % resultaron insuficientes en la evaluación con respecto a las variables de cuándo utilizar y cambiar los guantes respectivamente. En el mismo año, un estudio piloto realizado en Brasil (15) sobre el uso de EPP, informó que en los procedimientos no quirúrgicos 87,5 % de los entrevistados hacen uso de todos los EPP recomendados, mientras que en los procedimientos quirúrgicos, sólo 37,5 % utilizan guantes estériles.
Después del comienzo de la pandemia a fines de 2019, dos encuestas realizadas en Brasil(16,17) en 2020 y 2022 respectivamente, basadas en el sistema de trabajo adoptado por los profesionales y la prevalencia del uso de cada uno de los EPP, informan que los guantes fueron utilizados en 93,4 % y 100 % en los procedimientos respectivamente.
Bata sanitaria y gorro
La bata de laboratorio es otro elemento obligatorio en diferentes procedimientos odontológicos, su propósito es evitar el contacto con fluidos y la propagación de la contaminación a otros lugares, en relación con los gorros protegen el cabello y cuero cabelludo del profesional, evitando que los aerosoles lleguen a ellos.(24) En el estudio de Ferreira et al.,(10) la prevalencia en el uso de la bata sanitaria fue de 76,8 % a tiempo completo y el gorro fue utilizado sólo en un 62,2 % de los procedimientos realizados.
Haciendo una correlación de los equipos de protección simultáneamente, en este estudio sólo el 36,6 % de los cirujanos dentistas lo utilizaron todos. En otra encuesta(11) también del mismo año (2010) un 26,2 % de los entrevistados utilizó batas sanitarias desechables y 47,6 % gorros; mientras que, en la investigación(12) realizada en estudiantes de odontología un 87,5 % informó cambiar las batas sanitarias si estaban visiblemente contaminadas. Otro estudio (17) realizado en profesionales muestra que 18,8 % utilizan batas estériles en la rutina de los procedimientos quirúrgicos.
Estudios más recientes durante la pandemia(16,17) reportaron el uso del gorro desechable 80,3 % y 86,29 %, donde solo 55,7 % reportaban el uso de bata sanitaria. En otra investigación(22) realizada para determinar cuáles eran los EPP más utilizados el más citado fue el gorro desechable con un 91,12 %.
Gafas protectoras, protector facial y mascarillas
El propósito de las gafas es proteger los ojos de traumatismos mecánicos, sustancias químicas y contaminación microbiana, y deben ser usadas por los miembros del equipo de salud y el paciente. La mascarilla es indispensable para proteger las membranas mucosas de la boca y la nariz contra la inhalación de aerosoles y en la transmisión de microorganismos al paciente.(24)
En el estudio de Bragança,(11) apenas 57,2 % de los profesionales usaban gafas protectoras y 95,2 % mascarillas.
Una encuesta realizada a estudiantes(12) arrojó que solo el 53,8 % usaba mascarillas en todo momento, sin diferencias significativas entre los estudiantes de 4to y 5to año. En cuanto a las gafas protectoras, solo el 18,6 % de los alumnos de 4to año y el 9,6 % de 5to siempre usaban protección de gafas, mientras que la mayoría declaró usarlas ocasionalmente.
Otros estudios(16,17) mostraron el uso de protectores faciales en el 92,89 % de las mascarillas N95/PFF2 en un 79,69 % y el 50,8 % respectivamente.
En investigación realizada en México(18) sobre el conocimiento de EPP y protocolos de cuidado odontológico, en su mayoría los entrevistados referían estar de acuerdo con las recomendaciones nacionales e internacionales, con excepción del uso de mascarillas quirúrgicas donde un 77,8 % respondió afirmativamente y sólo 62,5 % que usaría la N95, siendo esta la indicada por la OMS para usar de manera más segura en procedimientos que generan aerosoles.
En Colombia, un estudio(23) muestra que el 89,65 % de los cirujanos dentistas usaban mascarillas (N95 o similar) y el 43,97 % usaba mascarillas quirúrgicas.
El uso de equipos de protección antes de la pandemia en odontología ya era una práctica esencial para garantizar la seguridad de profesionales, estudiantes y pacientes durante los procedimientos odontológicos; sin embargo el acceso a obtener estos se dificultaba(12) ya que las UBS no poseían suficientes medios para ser distribuidos. También, muchos profesionales de la salud no verificaban si existía algún código en el EPP que autorizara su uso.(11)
Aún con las medidas de bioseguridad ya establecidas, no todos los profesionales usaban todos los EPP en conjunto durante la atención al paciente siendo los argumentos más citados que los guantes y las gafas protectoras dificultaban el trabajo; que la mascarilla y el gorro no eran necesarios(10) así como que el uso prolongado de estos equipos ocasionalmente causaba molestias en el puente nasal, manos, mejillas y frente.
Después de la pandemia y en relación con los cambios en los protocolos de bioseguridad,(25) todavía existen dificultades en el uso de EPP, especialmente en relación con el uso (colocación) y desvestirse (quitar) de la mascarilla N95. Una encuesta(17) revela que solo el 52,9 % de los estudiantes y 43,7 % de los graduados respondieron correctamente sobre la secuencia de colocación de los EPP, y un 47,9 % de los estudiantes de posgrado y el 46,1 % de los graduados tenían conocimiento sobre la secuencia correcta de eliminación de EPP.
Es fundamental que estudiantes y profesionales estén siempre actualizados sobre las recomendaciones y normas relacionadas con el uso de EPP en odontología. La elección del equipo de protección personal puede variar según el grado de exposición al riesgo de contaminación, recomendando el uso de mascarillas N95 o PFF2, que ofrecen una mayor protección frente a las enfermedades respiratorias.
CONCLUSIONES
EL uso de equipos de protección personal antes de la pandemia ya era una práctica esencial para garantizar la seguridad de profesionales, estudiantes y pacientes durante los procedimientos odontológicos; con la pandemia de COVID 19 nuevos protocolos fueron establecidos y con ellos nuevos equipamientos como el uso del protector facial y la mascarilla N95. A pesar de que estudiantes y profesionales tienen el conocimiento sobre las medidas a ser adoptadas en las instituciones de salud para garantizar la protección en el ambiente laboral, aún es necesario concientizar la necesidad del uso obligatorio de todos los EPP.
Conflicto de intereses
Los autores declaran que no existen conflictos de interés en el estudio.
Contribuciones de los autores
Conceptualización: Maria Elizabeth Peña Téllez, Suzely Adas Saliba Moimaz, Tânia Adas Saliba.
Curación de datos: Maria Elizabeth Peña Téllez, Cléa Adas Saliba Garbin.
Análisis formal: Maria Elizabeth Peña Téllez.
Investigación: Maria Elizabeth Peña Téllez, Suzely Adas Saliba Moimaz.
Metodología: Maria Elizabeth Peña Téllez, Suzely Adas Saliba Moimaz.
Administración del proyecto: Maria Elizabeth Peña Téllez.
Recursos: Maria Elizabeth Peña Téllez.
Supervisión: Suzely Adas Saliba Moimaz, Tânia Adas Saliba
Validación: Tânia Adas Saliba.
Visualización: Tânia Adas Saliba , Cléa Adas Saliba Garbin.
Redacción del borrador original: Maria Elizabeth Peña Téllez.
Redacción, revisión y edición: Maria Elizabeth Peña Téllez, Suzely Adas Saliba Moimaz, Tânia Adas Saliba, Cléa Adas Saliba Garbin.
Financiación
CAPES.