INTRODUCCIÓN
La calidad de vida es el grado de bienestar social general en la autoevaluación de individuos y sociedades,(1) en el contexto de la cultura y del sistema de valores en los que viven y en relación con sus objetivos, condicionado tanto por la salud física, psicológica, social y su relación con el entorno.(2) Existe un grupo de enfermedades que afectan la calidad de vida, y la diabetes es una de ellas. Esta se define como una alteración crónica a nivel metabólico, con elevados rangos de glucosa en la sangre causados por un defecto en la secreción y/o acción de la insulina;(3) también ocurre “cuando el páncreas no produce insulina suficiente o el organismo no utiliza eficazmente la insulina que produce”.(4)
Con el incremento mundial de la diabetes mellitus (DM) tipo 2 se evidenció en Chile por la Encuesta Nacional de Salud de 2016-2017, que la prevalencia de DM tipo 2 en adultos mayores diabéticos es de 30,6 %.(5) Esta enfermedad puede modificar la vida diaria,(6) al presentarse problemas de movilidad y autocuidado, con repercusión en el cumplimiento normal de actividades cotidianas.(7) Así mismo, el régimen de cuidados necesarios para responder al padecimiento (consultas, medicamentos, alimentación) afecta la economía, tanto del paciente como de la familia; además de incidir en la esfera laboral. Todo esto, sumado al envejecimiento de la población y a la estructura del gasto en salud secundario a los cambios demográficos, permiten anticipar el hecho de que la DM tipo 2 seguirá siendo un problema de salud en Chile, en especial en el grupo de adultos mayores.(8)
Padecer diabetes puede influenciar la percepción del propio individuo y cambiar su rutina diaria, afectando también su calidad de vida; partiendo de ello, la profundización en el tema reviste gran importancia. El presente estudio en particular tiene como objetivo determinar la relación entre calidad de vida, edad e ingreso económico en adultos mayores con DM tipo 2, residentes en el sector de Las Mariposas, Chillán, Chile.
MÉTODOS
Se realizó un estudio descriptivo, de corte transversal, en adultos mayores diabéticos del sector de Las Mariposas (Chillán, Chile), en el año 2019, durante los meses de agosto y septiembre. Para seleccionar la muestra se aplicó un muestreo no probabilístico por conveniencia en adultos mayores con DM-2, la cual quedó conformada por 33 sujetos que cumplieron los siguientes criterios de inclusión: tener entre 60 y 100 años de edad; estar diagnosticado con DM tipo 2; y pertenecer a la comunidad de Las Mariposas.
Las variables analizadas fueron: calidad de vida (como variable dependiente) y los factores sociodemográficos edad, sexo, nivel educacional, estado civil (casado, soltero, viudo, divorciado) e ingreso económico.
Los datos fueron obtenidos a través de dos instrumentos administrados a la unidad de análisis. El primero de ellos en función de las variables sociodemográficas. El segundo fue el Diabetes 39, aplicado con el fin de obtener datos relacionados con la calidad de vida.(9, 10) Este último está conformado por 39 ítems cerrados, divididos en cinco grupos: Energía/movilidad (15 ítems); Control de la diabetes (12 ítems); Ansiedad y preocupación (4 ítems); Carga social (5 ítem); Funcionalidad sexual (3 ítems); y además contiene dos ítems finales que califican la percepción del paciente acerca de su calidad de vida de manera global y la severidad de la diabetes.
Los individuos dieron a conocer en qué medida consideran que está afectada su calidad de vida según la acción o actividad expresada en cada ítem, marcando con una X la opción seleccionada de un total de siete disponibles. En una escala de valores del 1 al 7, el número 1 correspondió a “para nada afectado”; y el 7 a “sumamente afectado” en cuanto a calidad de vida. Los dos ítems finales calificaron la percepción del paciente de manera global con un rango de 1 a 7; y la severidad de la diabetes también del 1 (ninguna severidad) al 7 (extremadamente grave). El primer ítem permitió medir la percepción de la calidad de vida como un todo, y al mismo tiempo determinó si existía correlación entre esta y la calificación global de la calidad de vida obtenida con el instrumento. Este instrumento no contiene una definición de calidad de vida, por lo que la persona mayor contesta desde su percepción individual. Para este fin se tomó una escala de 1 – 100, donde 100 representó lo más afectado; con respecto a la dimensión de severidad de la diabetes, el rango estuvo entre 1 (ninguna severidad) y 100 (extremadamente grave). El segundo ítem midió la percepción del paciente sobre la severidad de su diabetes; y le permitió identificar si se correspondía este valor y la calificación de su calidad de vida.
Se realizó una prueba piloto de interpretabilidad a una muestra de seis usuarios con similares características a las de la muestra de investigación, y cuyos datos no fueron incorporados al estudio definitivo. Ambos instrumentos fueron aplicados durante los meses de agosto y septiembre de 2019.
Previo al análisis de la información, los datos extraídos fueron registrados en una base de datos en Microsoft Excel, y posteriormente analizados con el software estadístico SPSS versión 21. Las variables de estudio fueron descritas mediante frecuencias absolutas y porcentajes, con el objetivo de evaluar correlaciones entre calidad de vida, ingreso económico y edad.
Se aplicó la prueba de Kolmogorov-Smirnov para determinar la normalidad de las variables, y posteriormente se aplicó la prueba de Rho de Spearman con el fin de establecer la relación entre las variables dependiente e independientes. Las correlaciones estadísticas fueron probadas con un nivel de significación de p = <0,05.
El proyecto de investigación se evaluó y aprobó por el Comité Ético Científico de la Universidad Adventista de Chile. Se solicitó a cada participante el consentimiento informado, se le explicó acerca de su derecho de privacidad y su libre voluntad de respuesta, salvaguardando el principio de autonomía, confidencialidad y buen uso de la información según ley para usuarios de tercera edad No. 19.628, de protección de la vida privada o de datos de carácter personal.
RESULTADOS
El valor mínimo de edad fue 60 años y el máximo 90 años, con una media de 71,45. El ingreso mensual osciló entre 100 000 y 600 000 pesos chilenos, con una media de 195 222 pesos. El 66,7 % de los participantes pertenecieron al sexo femenino. En relación con el estado civil, 9,1 % eran solteros; 66,7 % casados; 21,2 % viudos; y un 3 % divorciados. Con respecto al ingreso líquido familiar, un 66,7 % respondió que no puede costear sus gastos del mes. Por último, en relación con la escolaridad un 15,2 % no tenía estudios, 33,3 % estudios primarios, 30,3 % estudios secundarios, y 21,3 % educación universitaria.
Al responder en qué medida percibían afectación de su calidad de vida durante el último mes, los promedios más relevantes fueron el de la limitación en su nivel de energía (3,82); otros problemas de salud aparte de la DM (4,85); no poder hacer lo que se desea (4,00); tener diabetes (4,12); otras enfermedades aparte de la diabetes (4,85); complicaciones debidas a la diabetes (4,33); y problemas al subir escaleras (4,03). (Tabla 1).
Las dimensiones más afectadas por la enfermedad según la percepción de los sujetos, fueron la severidad de la diabetes, la energía, movilidad y calidad de vida. (Tabla 2).
Se evidenció una correlación bilateral significativa entre la variable energía y movilidad y las variables control de la diabetes, ansiedad y preocupación, carga social, calificación total y calidad de vida, lo que significó que la energía y movilidad se ve afectada por todas las variables correlacionadas de manera negativa; a mayor ansiedad y preocupación menor energía y movilidad. Otra variable significativa fue control de diabetes, la cual se correlacionó con las variables ansiedad y preocupación, carga social, calificación total y calidad de vida, o sea, tienen mayor dificultad para controlar su diabetes por diferentes alteraciones en su ansiedad o desempeño social, disminuyendo así su calidad de vida. Por último, se observó que la variable ansiedad/preocupación también tuvo correlación significativa bilateral con las variables carga social, calificación total y calidad de vida; es decir, que su calidad de vida se vio afectada por los altos niveles de ansiedad y preocupación. La edad y el ingreso económico no mostraron una correlación significativa con ninguna de las dimensiones planteadas. (Tabla 3).
DISCUSIÓN
Los resultados sociodemográficos obtenidos en la presente investigación evidencian una población de adultos mayores quienes en su mayoría han sobrepasado los 65 años, incluso llegado a los 90 años. También prevalecen las mujeres, en consonancia con los resultados de la encuesta de caracterización socioeconómica nacional, en la cual representan el 57,3 % de los adultos mayores de 60 años.(11)
Otro dato importante a destacar, es que el 66,7 % manifestó que sus ingresos no eran suficientes para cubrir los gastos de todo el mes, hecho que concuerda con la investigación de Fundación Sol en 2021, según la cual ocho de cada 10 nuevos pensionados en Chile no alcanzan a autofinanciar una pensión superior a la línea de la pobreza.(8) Esta situación, sin dudas, afecta a la población de edades avanzadas, ya que sin los recursos monetarios necesarios para cubrir los gastos médicos y farmacoterapia, entre otros relacionados con la enfermedad, es inminente el deterioro significativo en la calidad de vida. Por otro lado, un 21,3 % logró obtener un nivel de educación superior, lo que puede ser considerado como un factor protector, ya que el grado de instrucción en sí suele proveer al sujeto de una percepción diferente de la vida; y aunque no sea posible solucionar los problemas, sí se promueve la calidad de vida.
En cuanto a los resultados del instrumento Diabetes 39, entre las variables que se correlacionan de forma significativa con la calidad de vida se destaca el control de la diabetes. Esta se encontró en una relación que afecta de forma negativa la calidad de vida, en contraposición con el estudio realizado por la Clínica Alemana, el cual confirma que la utilización de bombas de insulinas, las cuales mantienen controlados los niveles de dicha hormona y por ende la diabetes, optimizan la calidad de vida de los pacientes que la utilizan.(12)
La alteración de energía y movilidad afectó significativamente la calidad de vida en la población objeto de análisis, contrario a lo que afirman Guerrero y colaboradores, quienes concluyen que aquellos pacientes con mayor sentimiento de confianza verán menos afectada su energía y movilidad, control de diabetes, sobrecarga social y calidad de vida.(13)
En el trabajo de investigación desarrollado por Acuña y Loor se menciona que la DM de 10 años de evolución o más, influye de forma negativa en la movilidad y actividades diarias, y se asocia con afecciones como ansiedad y depresión,(14) tal y como se evidenció en este trabajo. Esto se puede deber a que la enfermedad avanza y crecen sus signos y síntomas característicos, llevando a los pacientes a pensar más en su futuro y posibles complicaciones de su padecimiento, provocando ansiedad y preocupación constantes.
La energía y movilidad mostraron una estrecha unión con la carga social. En efecto, la condición física durante el proceso de envejecimiento genera cambios que influyen a nivel individual y social en los adultos mayores,(15) lo que puede deberse a que, al estar afectada esta dimensión, disminuye la posibilidad de llevar una vida social activa y una mayor carga social. Cuando la energía y movilidad están disminuidas en una persona, la calidad de vida también se ve influenciada. Así mismo se expresa en el estudio de Segura y Barrera, al observarse alteración de la dimensión física a consecuencia de la enfermedad.(16)
Es evidente que vivir con una enfermedad como la diabetes mellitus va a resultar una inquietud para la persona, afectando negativamente su estado de ánimo. Beléndez y colaboradores encontraron altos niveles de preocupación frente al riesgo de sufrir una hipoglucemia, con un 64 % en hombres y 76,6 % en mujeres.(17) Por otra parte, mantener un control de la diabetes tiene una conexión con la carga social, tener diabetes y todo lo que conlleva el diagnóstico, tratamiento y pronóstico provoca variadas respuestas psicológicas y emocionales en la persona, siendo una carga difícil de llevar por la pérdida de la salud y la necesidad de aprender a convivir con ello,(18) ya que los impactos secundarios que acarrea un diabético y el modo en que se afecta su vida más allá de la enfermedad misma, podría provocar una carga extra tanto en lo personal, como en lo social.
En el presente trabajo la carga social manifestó una relación significativa con la calidad de vida. La carga social que pueden sufrir quienes padecen DM repercute negativamente en la calidad de vida de las personas y sus familiares.(19) La calidad de vida no se basa solo en la enfermedad, sino también en la percepción de cada persona, con el rol social y la imagen corporal que ha asumido.(1)
Respecto a las variables ansiedad/preocupación y carga social se mostró una correlación significativa que afecta de manera negativa la calidad de vida. Se plantea que las constantes preocupaciones que sufren los pacientes en torno a su diabetes, muchas veces les hacen sentir inútiles en la sociedad, a pesar de que se hagan bien las cosas. Por ejemplo, la irregularidad en sus valores de insulina puede influir negativamente en la calidad de vida.(20)
El funcionamiento sexual también tuvo una relación con calidad de vida. Esto ha sido comentado por otros estudios como algo que puede deberse a vasculopatía y neuropatía a consecuencia de la enfermedad.
Se puede concluir que la calidad de vida de los adultos mayores diabéticos se ve afectada, sin que exista una relación significativa con la edad e ingresos económicos. A pesar de esto, es necesario brindar educación guiada a promover cambios en los estilos de vida, los cuales repercutirán en la mejora de la calidad de vida de estas personas.
Conflicto de intereses:
Los autores declaran que no existen conflictos de intereses.
Contribución de autores:
Conceptualización: David Isaac Caamaño Valderrama, Claudia Andrea Concha Navarro, Yocelin Belén Del Canto Celis, Gustavo Alberto Dupré Orias, Paulina Andrea Segura Hernández, Ismael Morales Ojeda
Curación de datos: David Isaac Caamaño Valderrama, Claudia Andrea Concha Navarro, Yocelin Belén Del Canto Celis, Gustavo Alberto Dupré Orias, Paulina Andrea Segura Hernández, Ismael Morales Ojeda
Análisis formal: David Isaac Caamaño Valderrama, Claudia Andrea Concha Navarro, Yocelin Belén Del Canto Celis, Gustavo Alberto Dupré Orias, Paulina Andrea Segura Hernández, Ismael Morales Ojeda
Adquisición de fondos: David Isaac Caamaño Valderrama, Claudia Andrea Concha Navarro, Yocelin Belén Del Canto Celis, Gustavo Alberto Dupré Orias, Paulina Andrea Segura Hernández, Ismael Morales Ojeda
Investigación: David Isaac Caamaño Valderrama, Claudia Andrea Concha Navarro, Yocelin Belén Del Canto Celis, Gustavo Alberto Dupré Orias, Paulina Andrea Segura Hernández, Ismael Morales Ojeda
Metodología: David Isaac Caamaño Valderrama, Claudia Andrea Concha Navarro, Yocelin Belén Del Canto Celis, Gustavo Alberto Dupré Orias, Paulina Andrea Segura Hernández, Ismael Morales Ojeda
Administración del proyecto: David Isaac Caamaño Valderrama, Claudia Andrea Concha Navarro, Yocelin Belén Del Canto Celis, Gustavo Alberto Dupré Orias, Paulina Andrea Segura Hernández, Ismael Morales Ojeda
Recursos: Paulina Andrea Segura Hernández, Ismael Morales Ojeda
Software: Paulina Andrea Segura Hernández, Ismael Morales Ojeda
Supervisión: Paulina Andrea Segura Hernández, Ismael Morales Ojeda
Validación: Paulina Andrea Segura Hernández, Ismael Morales Ojeda
Visualización: David Isaac Caamaño Valderrama, Claudia Andrea Concha Navarro, Yocelin Belén Del Canto Celis, Gustavo Alberto Dupré Orias, Paulina Andrea Segura Hernández, Ismael Morales Ojeda
Redacción – borrador original: David Isaac Caamaño Valderrama, Claudia Andrea Concha Navarro, Yocelin Belén Del Canto Celis, Gustavo Alberto Dupré Orias, Paulina Andrea Segura Hernández, Ismael Morales Ojeda
Redacción – revisión y edición: David Isaac Caamaño Valderrama, Claudia Andrea Concha Navarro, Yocelin Belén Del Canto Celis, Gustavo Alberto Dupré Orias, Paulina Andrea Segura Hernández, Ismael Morales Ojeda
Financiación:
A cargo de los autores.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
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