INTRODUCCIÓN
En 2020 la humanidad enfrentó un suceso sin precedentes. El descubrimiento de un nuevo coronavirus con alarmantes cifras de contagio y la capacidad de provocar una enfermedad potencialmente mortal (Covid-19), trastocó la vida de la mayoría de las personas en casi todos los ámbitos. La pandemia dejó, a su paso, una estela no solo de muerte, sino de pérdidas en sentido general.
Al adoptar un punto de vista más amplio y definir la pérdida como cualquier daño en los recursos personales, materiales o simbólicos con los que se ha establecido un vínculo emocional,(1) cabe suponer que en alguna medida la Covid-19 pudo haber arrebatado algo a cada persona.
Todas las pérdidas físicas, sociales o psicológicas rompen la continuidad de la vida y entrañan procesos de elaboración de duelo. El duelo puede entenderse como un intento de restablecer esa continuidad,(2) se trata de una reacción normal después de alguna pérdida. Las reacciones que siguen a las pérdidas son diferentes y cada persona necesita un tiempo diferente para elaborar el duelo.
Las teorías tradicionales sobre el duelo,(3) tienden a entender su elaboración como un proceso privado, que se experimenta fuera de todo contexto relacional. Al respecto, las autoras consideran que no debe hacerse una interpretación literal, pues en las expresiones del duelo influyen los contextos socioculturales que las estimulan y legitiman. No sólo se afrontan pérdidas como individuos, sino también como miembros de grupos y sistemas familiares. Además, la pertenencia a grupos propicia la gestión de emociones tras el duelo.(4)
La muerte, aunque forma parte del ciclo vital, pone a prueba los recursos personales.(5) El duelo por esta causa, en numerosas ocasiones, está presente en las aulas (a raíz del fallecimiento de alguno de los miembros de la comunidad educativa o de personas relacionadas con ellos). Sin embargo, no siempre se les da un espacio a los procesos de duelo, ni se realiza un trabajo concreto para elaborar la pérdida.
Tras casi dos años de ausencia de procesos docentes en la modalidad presencial, en Cuba se reinició el curso académico a todos los niveles. Las universidades médicas reabrieron sus aulas y acogieron a estudiantes de diferentes contextos socioeconómicos, edades y carreras. A esto se añade que, aunque en la infancia se producen algunas pérdidas, las primeras pérdidas significativas por lo general ocurren en la adolescencia y temprana juventud, periodo en el que los actuales estudiantes universitarios tuvieron que afrontar la pandemia por Covid-19.
Al finalizar la fase aguda de la pandemia es importante estimar la existencia de duelos por sobrecarga dada la probabilidad de superposición de pérdidas por fallecimiento o no. En estas condiciones, la elaboración del duelo de cada uno por separado y en general, se dificulta.(6) Así, se limita la recuperación, favorece el desajuste psicológico y el riesgo de duelos patológicos.
Existen numerosos antecedentes de seguimiento a las emociones y al duelo en la enseñanza primaria y secundaria,(7,8) relacionadas o no con la pandemia de Covid-19. Pero los claustros de la educación superior, y en particular de la educación médica, también precisan aproximarse a las emociones, indagar en la subjetividad de los estudiantes de forma tal que se creen espacios para ayudar, asesorar o conducir la adecuada gestión emocional en la que están incluidos los procesos de duelo.
Lo antes expuesto justifica la realización de intervenciones basadas en el apoyo emocional y el acompañamiento en las aulas universitarias. Con este objetivo se realiza el presente trabajo que busca fundamentar desde lo conceptual y metodológico, un programa para el asesoramiento al duelo y el afrontamiento a las pérdidas dirigido a los docentes de la Universidad de Ciencias Médicas de Camagüey.
MÉTODOS
Para diseñar el programa se realizó un análisis teórico-reflexivo sobre la base de la sistematización de artículos científicos y textos publicados en los últimos tres años, en idioma español e inglés. Se introdujeron como descriptores los términos: duelo, universidad, infecciones por coronavirus y asesoramiento. La búsqueda fue restringida con el empleo de los operadores boleanos: “and” y “or”.
La búsqueda realizada comprendió los artículos publicados desde 2019 hasta enero de 2022. Se encontraron 76 artículos de los que se excluyeron los que presentaban solo resúmenes y aquellos sujetos a pago para su consulta. Se realizó un cribado de los artículos elegibles y se consultaron los que abordaron la temática desde el establecimiento de manuales o guías. La generalidad de los textos publicados aborda las estrategias personales a corto y largo plazo para el trabajo del duelo y las diferencias de los duelos ocasionados por Covid-19. Sin embargo, la información disponible que establezca directrices para trabajar el duelo en estudiantes universitarios tras el reinicio docente posCovid-19, es escasa.
Fueron examinados, además: indicaciones del Ministerio de Educación Superior en Cuba, documentos normativos de trabajo, manuales metodológicos para el trabajo educativo, extensión universitaria y orientación estudiantil en las ciencias médicas. Así como resoluciones y programas de disciplinas y asignaturas de la Educación Médica Superior en Cuba.
La investigación fue aprobada por el Consejo Científico de la institución.
RESULTADOS
Se presenta un programa diseñado sobre la base de los resultados de la revisión realizada y la consideración de la dimensión del problema descrito.
Propuesta de programa
Título: Programa para el asesoramiento al duelo y afrontamiento a las pérdidas posCovid-19 en la universidad médica camagüeyana.
Fundamentación:
En los estudiantes de las carreras de ciencias médicas es fundamental resolver el duelo propio por su llamado a contribuir con el bienestar de otros. Estas carreras requieren una vocación especial de servicio, muy difícil de concretar en actitudes y valores si se está inmerso en una reacción de duelo o enquistado en un duelo patológico.
En este escenario es muy importante la actitud del docente. El claustro debe ser consciente de la importancia de asesorar al alumnado y de los beneficios que ello aporta para mantener el compromiso y los logros académicos.(9) Para este fin el docente debe gestionar adecuadamente sus propias emociones,(10) además contar con algún programa orientador en el que se establezcan directrices que puedan ser empleadas de manera personalizada en cada alumno en duelo, así, guiar y acompañar a los estudiantes para que realicen su propia gestión emocional.
Como parte de los fundamentos del programa que se propone, el docente debe:
- Permitir estar en duelo y sentirse vulnerable.
- Despatologizar el duelo, normalizando las reacciones.
- Utilizar la escucha activa.
- Recordar que no todas las personas reaccionan del mismo modo ante una situación adversa.
- Intentar hacerle ver al estudiante que es normal que esté perturbado y que recuperarse lleva un tiempo que le será concedido.
- Mantener el apoyo emocional mientras se requiera, recordando que, aunque vea a su alumno/a realizando sus actividades de un modo normal, no significa que no esté viviendo su duelo y necesitando ayuda.
Objetivo general: Favorecer el afrontamiento a las pérdidas y la elaboración del duelo en estudiantes de la Universidad de Ciencias Médicas de Camagüey.
Objetivos específicos.
- Contribuir al dominio teórico de los elementos esenciales para el diagnóstico del duelo.
- Promover el diseño de acciones dirigidas al asesoramiento del duelo a partir del establecimiento de directrices al respecto.
- Consolidar la labor psicopedagógica, preventiva, interventiva y rehabilitadora, para el afrontamiento de pérdidas y duelos posCovid-19, desde la interdisciplinariedad e integración de saberes.
Contenido que prioriza: Reacciones emocionales de duelo.
El rol de los profesores debe entenderse como un proceso mediador, facilitador de la elaboración del duelo. Para que la acción mediadora del docente sea efectiva se deben considerar algunos parámetros relativos a su proceder dentro del aula, como la intencionalidad y la mediación. El docente debe propiciar el reconocimiento de las pérdidas y el consecuente proceso de duelo. Desde lo pedagógico debe:
- Permitir el desahogo emocional, flexibilizar actividades y labores docentes para cumplir con las tareas o desafíos del duelo. También es preciso fomentar la aceptación y el apoyo emocional del grupo.
- Tener en cuenta la diversidad de situaciones y expresiones personales que distinguen las reacciones de duelo.
- Atender la diversidad del grupo, centrándose en el proceso docente-educativo, de acuerdo a las particularidades de la pérdida de cada alumno y brindar ayudas ajustadas para desarrollar su autonomía personal, afrontamiento funcional y gestión adecuada de las emociones.
Desde lo metodológico le corresponde:
- Realizar un diagnóstico individual de cada estudiante, y en correspondencia diseñar actividades ajustadas a las necesidades identificadas.
- Propiciar el acercamiento a la familia del estudiante.
- Utilizar de manera apropiada los claustros como escenario de debate intercambio y reflexión.
- Potenciar el trabajo educativo y extensionista con los estudiantes de diferentes nacionalidades (implica tener en cuenta las pérdidas ocurridas en otros contextos sociales e incluir acciones de asesoramiento con carácter antropológico).
De forma general, el programa incluye acciones de trabajo individual y grupal e involucra medidas psicoeducativas y psicoterapéuticas de atención centralizada en el doliente, con especial vigilancia de los factores de riesgo presentes que puedan complicar el proceso del duelo. Al mismo tiempo, el abordaje del dolor se realizará de manera empática, sobre la base del respeto a las creencias de los estudiantes y de promover actividades de autocuidado, favorecer la expresión emocional y la validación de los sentimientos a través de la comunicación asertiva.
En las sesiones de trabajo en los colectivos de asignatura, disciplina y carrera, que constituyen los niveles de integración curricular e integración docente asistencial del trabajo metodológico de la Educación Médica Superior cubana, debe abordarse este tema, con vistas a capacitar a los docentes e identificar situaciones de duelo en el alumnado.
La integración de la labor de psicólogos, psicopedagogos del claustro y el departamento de trabajo educativo, tiene un papel rector en la ejecución del programa. La existencia de un tiempo en el horario de clases denominado turnos de reflexión y debate, será el marco propicio para el trabajo grupal del duelo. Esta modalidad de intervención se sustenta en la provisión de apoyo y acompañamiento que garantiza el trabajo en grupo, para lograr asumir las múltiples demandas de la vida universitaria y rompe la circularidad que puede generar la carencia de apoyo social adecuado. Del mismo modo, adquiere significación la labor extracurricular, debido al trabajo de extensión universitaria y al nexo que se pretende establecer con las familias y redes de apoyo de los estudiantes.
El programa incluye una base bibliográfica en la que se dispone de materiales de consulta y orientación en formato digital, (artículos, monografías, tesis). Esta bibliografía tendrá un principio de actualización permanente. El programa concebido cuenta, también, con una multimedia y videos con información sobre la temática, situaciones problémicas y variadas técnicas a emplearse. Está respaldado por un proyecto de investigación aprobado por Consejo Científico y Comité de ética en las Investigaciones de la Facultad Tecnológica del mencionado centro de educación superior.
Principales beneficiarios del programa:
De forma indirecta: todos los estudiantes que constituyen matrícula de la Universidad de Ciencias Médicas de Camagüey.
De forma directa: profesores y estudiantes en proceso de duelo por pérdidas asociadas al Covid-19 causadas o no por fallecimiento.
Recursos humanos necesarios: coordinador del programa, profesores de la universidad, estudiantes y familiares.
Recursos materiales: aulas, hojas de papel, lápices, modelaje de los instrumentos a emplearse, televisores, computadora u otros dispositivos.
Temporalización: se implementa durante el curso escolar que reinicia, sin límites de duración dada la naturaleza del fenómeno que aborda.
Fase diagnóstica:
Esta primera fase está dirigida a la identificación de procesos de duelo en los estudiantes. En ella se estudian, en cada caso, las reacciones emocionales, las particularidades psicológicas, el contexto y sus características, con la finalidad de revelar las necesidades de asesoramiento.
Indicaciones generales: identificación de los estudiantes y aplicación de los instrumentos.
Pautas para identificar a los estudiantes en duelo:
- Frecuentes ausencias a clases por malestares inespecíficos, trastornos digestivos, referidas dificultades para dormir, dolores diversos o pérdida sustancial de peso.
Indicaciones específicas:
- Evaluar ansiedad y depresión: las manifestaciones anímicas, motivacionales, cognoscitivas, conductuales y vinculares en cada caso.
- Detectar: síntomas psicológicos como sentimientos de culpa, enfado, dificultades en la concentración, embotamiento emocional y síntomas psicosomáticos incluidos: náuseas, palpitaciones, opresión torácica, dolores de cabeza, pérdida de apetito, insomnio, fatiga, sensación de falta de aire.
- Valorar las conductas de evitación de todo aquello que recuerde la pérdida y el incremento de conductas de riesgo como consumo de alcohol o fármacos.
- Considerar que pueden o no detectarse afectaciones significativas en el funcionamiento social, psicológico, docente, aunque son visibles los cambios en el comportamiento en aquellas ocasiones que tienen un mayor significado simbólico (por ejemplo, aniversarios y días festivos).
En esta fase es esencial la capacitación docente. Se considera clave que los profesores, para acompañar y guiar emocionalmente al alumnado y a sus familias, e incluso a ellos mismos ante esta vivencia, dominen una serie de temas sobre el duelo. Estos temas son:
1. Características del duelo, como proceso activo, dinámico, individual, íntimo y a la vez social, que intenta dar significado a nuestra experiencia. Proceso esperable, por demás, cuando se produce una pérdida (material, humana o psicológica). No necesariamente indica una patología. Su resultado es la adaptación a la pérdida y la reconstrucción del significado de ella.(11)
2. La diversidad y la variación individual es la norma a esperar en las reacciones de duelo. Estas reacciones van a depender de algunos factores: edad, significado de lo perdido, crisis anteriores y concurrentes. Las conductas más habituales abarcan:
• Llorar o bloqueo emocional.
• Buscar y llamar al ser querido que no está.
• Querer estar solo.
• Dormir poco o en exceso.
• Falta de concentración y frecuentes olvidos.
• Pesadillas relacionadas con la persona fallecida.
• Falta de energía para realizar algunas actividades.
• Pensar que la vida ya no tiene sentido.
- Reconocer que la reorganización satisfactoria de la propia vida después de una pérdida importante no es un resultado que esté garantizado. Los procesos de afrontamiento a las pérdidas y elaboración del duelo implican trabajo emocional.
Instrumentos de utilidad en la fase diagnóstica. Posterior a la identificación de los estudiantes a partir de la observación y los informes de colectivos de asignaturas, disciplinas y carrera, se aplicará una batería de test psicológicos. Algunas opciones de instrumentos a seleccionarse son: entrevistas a estudiantes, resultados del producto de la actividad como composición (con título sugerido), test de asociaciones libres, autorreporte vivencial, escalas validadas en la población cubana para evaluar ansiedad, depresión, trastornos psicosomáticos, inventarios y cuestionarios específicos para explorar reacciones de duelo.
Fase de ejecución: considerada la más significativa. Una vez estudiada la información obtenida, se instituye un punto de partida, diseñar el programa de asesoramiento propiamente dicho y ponerlo en práctica. Es importante enfatizar que se incorporan elementos de varias modalidades de intervención psicoterapéutica, encausadas hacia el desarrollo humano, autoestima, trabajo en grupos, desarrollo de capacidades y resiliencia. Como parte del asesoramiento, se recomienda el empleo de recursos y técnicas que provienen de las terapias psicológicas de tipo cognitivo conductuales,(12) gestálticas,(13)centradas en la aceptación y compromiso,(14) dialéctico-conductuales,(15) cognitivas de procesamiento.(16)
Para su consecución se requiere de la previa preparación del profesor y el desarrollo de actitudes introspectivas, reflexivas, para potenciar la interrelación estudiante-profesor y estudiante-estudiante.
Indicaciones generales:
- Facilitar estar en duelo, garantizar tiempo para sentir y sentirse vulnerable.
- Aplazar algunas decisiones importantes.
- Estimular los logros independientemente de su magnitud y esfera de procedencia.
- Proveer seguridad, presencia, escucha y silencio según se requiera.
- Dar oportunidad a los amigos y familiares para estar cerca y compartir el dolor.
- Fomentar autoconfianza, autoconocimiento.
- Promover la aceptación de la pérdida.
- Buscar formas saludables de liberar tensiones.
- No resistirse al cambio, dejar de controlar a los demás y confiar en alguien.
Indicaciones específicas:
En esta fase pueden emplearse:
- Técnicas grupales, en las que el alumnado pueda expresarse y relatar cómo se siente.
- Técnicas gestálticas como la silla vacía.
- Confección de diarios en los que se describa la gestión emocional que los estudiantes hacen. En el guión para poder realizar este trabajo reflexivo y de toma de conciencia, se puede incluir:(17)
1. Contextualización de la situación en la que ha surgido la emoción que se analiza.
2. Identificación de la emoción y de los pensamientos.
3. ¿Cómo vivo y cómo expreso la emoción?
4. Pensamientos o lenguaje para sí, que tienen como finalidad liberar emociones.
5. Vivencias experimentadas una vez que se liberan las emociones.
6. ¿Qué puedo aprender de mí mismo a partir de esta situación?
- Realización de murales.
- Ritualizar la pérdida (si no se encuentran satisfechos con el ritual celebrado), o consideran necesario realizar entierros simbólicos de miedos, emociones, vivencias.
- Confeccionar listas de razones y motivos personales para sentirse agradecidos. (Valorar lo que se conserva y posee).
- Reflexiones guiadas por preguntas (análisis de situaciones similares del pasado, vivencias, experiencias generadas, ¿qué ayudó entonces?, ¿podría ayudar ahora?)
- Elaboración de mensajes de despedida, cartas (que no se envían) y que dicen algo que no pudo expresarse antes de la pérdida o la muerte.
- Creación de espacios para hablar de las pérdidas, contar las circunstancias de ellas.
- Cosechar el fruto de la pérdida. La pérdida hace que se revisen prioridades vitales y se busquen oportunidades para aplicar aprendizajes extraídos a proyectos, situaciones y relaciones futuras.
- Fomentar la ayuda a otras personas que lo necesiten.
- Revisar los significados. La experiencia de una pérdida importante no sólo altera las posesiones, capacidades o familias, sino que también suele minar las creencias y presuposiciones constituyentes de formaciones motivacionales de la personalidad.
- Examinar la filosofía de la vida, valorar otras posibilidades que antes parecían cerradas, desarrollar habilidades e intereses latentes.
- Escribir poesía, pintar, desarrollar actividades artesanales, manuales, cerámica y otras similares, que favorezcan la sublimación de vivencias y emociones negativas y la canalización de estados anímicos desfavorables.
- Respetar la necesidad de «elaborar» en privado parte del dolor, parte de esta elaboración tiene que ver con la reafirmación, el fortalecimiento y la ampliación de conexiones con los demás.
- Técnicas narrativas que permiten poner en orden los acontecimientos, muestran subtemas a trabajar y perspectivas diferentes. Tal es el caso del empleo de biografías. Esta, se vuelve una técnica muy útil para organizar sentimientos. El trabajo sobre la historia de vida favorece la comprensión del presente e impulsan al desarrollo del ser y de las potencialidades.(18)
- Elaboración de textos con el título de “Mis recuerdos de...”
- Confeccionar galería de fotografías.
- Hacer lecturas reflexivas de textos sugeridos.
Fase de evaluacion: se valora el logro de los objetivos del programa de intervención en correspondencia con los objetivos planteados y sus resultados. Es importante señalar que la evaluación se sistematizará durante todo el programa con el propósito de corregir el curso de las acciones y considerar la evolución de los estudiantes en la resolución del duelo.
Para la evaluación pueden aplicarse los instrumentos sugeridos en la fase diagnóstica u otros con similares propiedades psicométricas y se contrastarán los resultados con los de la fase inicial. Se enfatizará en el análisis cualitativo, de contenido y en indicadores de madurez emocional y desarrollo personológico, (como control y regulación emocional, autonomía, mediatización reflexiva, flexibilidad y perspectiva temporal).
Indicaciones generales:
Fortalecer el mundo social al ampliar y rearticular redes de apoyo en la nueva normalidad pospandémica. Mantener el equilibrio entre el recuerdo del pasado y la inversión en el futuro. Planificar otras intervenciones para situaciones específicas que lo requieran.
Como indicación específica de esta última fase se considera pertinente dejar abierta la posibilidad de encuentros futuros, justificados por situaciones que provoquen estados vivenciales displacenteros, indicadoras de retroceso en el proceso de duelo o la necesidad de elaborar nuevos duelos.
DISCUSIÒN
El Programa concebido en la Universidad de Ciencias Médicas de Camagüey propiciará espacios para el afrontamiento a las pérdidas y la elaboración del duelo tras el reinicio del proceso docente posCovid-19. De esta forma se diversifica la oferta de acciones educativas para orientar y promover, en conjunto con otras tareas, la atención integral diferenciada a los estudiantes y se amplía la perspectiva de actuación en los contextos educativos de la Educación Superior Cubana. Suple, además, una falencia detectada y acentúa el compromiso de la educación al ponerse como meta el equilibrio, en cuanto a los aspectos cognitivos y los emocionales, con la finalidad de lograr el desarrollo integral de los estudiantes.
Resulta oportuno esclarecer que el programa en cuestión beneficiará, de forma directa o indirecta, varios ámbitos de actuación de los estudiantes. Influye, en alguna medida, en dos dimensiones del proceso formativo la desarrolladora y la educativa.
Conflicto de intereses
Los autores declaran que no poseen conflictos de intereses respecto a este texto.
Contribuciones de los autores
Conceptualización: Jaqueline García Rodríguez, Silvia Colunga Santos.
Curación de datos: Jaqueline García Rodríguez, Soledad Yanedy García Peláez.
Análisis formal: Jaqueline García Rodríguez.
Administración de proyectos: Jaqueline García Rodríguez.
Investigación: Jaqueline García Rodríguez, Soledad Yanedy García Peláez, Silvia Colunga Santos.
Metodología: Jaqueline García Rodríguez, Silvia Colunga Santos.
Recursos: Silvia Colunga Santos.
Supervisión: Silvia Colunga Santos.
Validación: Jaqueline García Rodríguez.
Visualización: Jaqueline García Rodríguez.
Redacción del borrador original: Jaqueline García Rodríguez, Soledad Yanedy García Peláez, Silvia Colunga Santos.
Redacción (revisión y edición): Jaqueline García Rodríguez, Soledad Yanedy García Peláez, Silvia Colunga Santos.
Financiación
Universidad de Ciencias Médicas de Camagüey. Cuba.