INTRODUCCIÓN
Proveniente del griego symbollein, el término "símbolo" alude a la imagen o divisa con que materialmente o de palabra se representa un concepto moral o intelectual por alguna semejanza o correspondencia que el entendimiento percibe entre este concepto y aquella imagen. Por ende, se asevera que tiene valor emblemático. Es calificado como el más antiguo lenguaje de la humanidad, puesto que mediante las ilustraciones es como más se habla al público, ya que los textos son a veces de difícil lectura e informan menos que las figuras.(1)
Descrito por diversos artículos, se conoce que el simbolismo constituye una de las formas de lenguaje más antiguas del pensamiento humano; es la expresión artística de una idea en común; y en medicina, como en otras ramas, el simbolismo forma parte del lenguaje para la comunicación efectiva.(2)
Durante las distintas épocas, la conformación del símbolo médico ha sido transformado según las costumbres, ideas y creencias religiosas de los pueblos; fue variando a medida que se desarrollaron las civilizaciones, las cuales fueron otorgándole caracteres propios de cada una, es así como el símbolo deriva del producto de una larga transformación histórica.(2)
A nuestros días han llegado dos símbolos que se usan como representantes de nuestra profesión médica: el caduceo de Hermes (Mercurio en la mitología romana) y la vara de Esculapio (Asclepio en la mitología griega), no obstante, uno de ellos ha sido malinterpretado por la comunidad médica desde hace aproximadamente más de un siglo. Los orígenes de este error se corresponden con erradas interpretaciones y descuidadas traducciones, que con el paso del tiempo han puesto en duda la precisión de una adecuada significación.(2)
Según evidencias históricas, se ha demostrado que el símbolo representativo de la medicina es la vara de Esculapio y no el caduceo de Hermes, que es realmente el símbolo de los comerciantes.(2)
Es un hecho que innumerables personas y tal vez algunos médicos, no han notado aún las diferencias existentes entre los dos emblemas antes mencionados, que tradicionalmente han servido para representar a la medicina a través de los años. De ambos se ha descrito que tienen muy profundos conceptos fundamentales referentes a su origen, desarrollo, interpretación y factores históricos que determinan por qué un emblema es más apropiado para designar al arte-ciencia de la medicina, que el otro.(3)
Muchas veces vemos en la entrada de los hospitales, facultades de medicina, ambulancias y otros lugares que pertenecen al sistema de salud aquella imagen que nos llama la atención, y que al verla en esos lugares inferimos que representa la hermosa profesión médica. Pero muy poco se sabe de su significado, origen y evolución, tanto por estudiantes de las Ciencias Médicas como por una buena parte de los profesionales de la salud.
Además, en muchos lugares se sigue usando equivocadamente el símbolo médico, en parte pudiera estar dado por la poca bibliografía y la insuficiente divulgación que ha tenido el mismo entre los estudiantes y profesionales de la salud. Motivados por esclarecer cuál es el verdadero símbolo de la medicina; hacer frente al inadecuado uso del mismo y ofrecer un material que profundice sobre la génesis, significado e importancia de este, se realiza la presente revisión, la cual tuvo como objetivo argumentar por qué la vara de Esculapio es considerada el símbolo internacional de la medicina.
MÉTODOS
El enfoque cualitativo que caracteriza esta investigación se desarrolló y organizó a partir de las etapas y los procedimientos de la investigación histórica. Para llevar a cabo la investigación se utilizaron un total de 14 fuentes bibliográficas referenciadas, tomadas de artículos de revistas científicas y artículos periodísticos. Fueron empleados los métodos teóricos :histórico-lógico que permitió delimitar el marco temporal de la investigación e ir al origen de ambos símbolos, las circunstancias de sus surgimientos y los sucesos que propiciaron la equivocación. El analítico-sintético, basado en la heurística y la hermenéutica, permite llevar la investigación de lo general a lo particular, y el deductivo-inductivo: mediante el cual fue posible explicar el significado del símbolo universal de la medicina dentro de la historia y luego resaltar su importancia, así como la necesidad de que el sector de la salud lo porte correctamente. Como submétodo de la investigación histórica se utilizó el cronológico: este permitió el conocimiento del desarrollo de los hechos por orden sucesivo.
DESARROLLO
Refiere la literatura que, en períodos pasados, se pensaba que el surgimiento del símbolo de la medicina se encontraba en la mitología griega como atributo del dios Hermes; sin embargo por estudios recientes se ha conocido que los arqueólogos han encontrado símbolos semejantes en civilizaciones más antiguas como la Asiria (de piedra tallada 30 000 años a.n.e y de piedra pulida 6500 años a.n.e) y la Caldea (3000 años a.n.e.) así como en otras épocas, en la civilización egipcia y la fenicia. En excavaciones hechas en Caldea, se hallaron vasos que tenían en sus aristas la maza con dos serpientes enroscadas y una inscripción dedicada a su dios, llamado Nin-Guin-Zi-Da, por lo cual se calcula data del 3 000 a.C.(4)
La etapa grecorromana marca el inicio del caduceo para muchos historiadores. Es así como la evolución del caduceo trae consigo que aparezcan dos de tipo distinto, cada uno evoluciona a su modo en la forma, uno más pronunciadamente que el otro; pero ambos conservan su significación.(4,5)
Legados por esa cultura, actualmente tenemos dos símbolos, uno inspirado en Esculapio, hijo de Apolo, dios de la Medicina y que dedicó su existencia física y mítica al tratamiento y curación de seres humanos y el otro que se inspira en Mercurio, astuto y frívolo dios de comerciantes, viajeros, escritores y otros, entre cuyos atributos aparece el de protector de la fecundidad y conductor de las almas de los muertos al inframundo, junto a otros muy versátiles. Citando las palabras de Raimundo de Castro Bachiller: ‟…tenemos, pues, hoy como vemos dos caduceos, uno del comercio o tráfico entre las naciones y otro del ejercicio de la profesión médica o de las relaciones entre el médico y el paciente, que tuvieron un origen común.(4)
La vara (bastón o báculo) de Esculapio se diferencia del caduceo de Hermes en que solo es una vara con una serpiente enrollada.
Desde tiempo arcaico, el hombre ha manifestado temor así como fascinación ante la serpiente. Cuando observamos la vida de este misterioso reptil y al adquirir nueva vida en la primavera, cambiando completamente su piel todos los años, sin lugar a dudas se ha asociado con ideas de sabiduría, rejuvenecimiento, fertilidad, salud y prosperidad. Representa, además, prudencia y previsión, índoles de un buen médico.(6)
Venerar a la serpiente es una tradición que data del año 3000 a.C., cuando la estrella Alpha Draconis de la constelación Draco (dragón = serpiente con alas) era la estrella Polar, muy importante para determinar el destino del hombre. Hacia el 1600 a.C., los cretenses rendían culto a la diosa Serpiente en el santuario de Cnosos y le atribuían propiedades curativas; los egipcios adoraban a la diosa Hator a quien representaban como serpiente y, también, le atribuían propiedades curativas a la diosa Waget, que podía transformarse en serpiente; el reptil, entre los egipcios, era símbolo de sabiduría, inmortalidad, fortaleza y protección, de ahí que los faraones portaban en la frente la representación de la cobra real (Ureus).
Los indios de América del Norte rindieron tributo a la serpiente de cascabel; los aztecas y los mayas, a la serpiente emplumada (Quetzalcóatl y Kukulkán, respectivamente); los indios del Amazonas a la anaconda; los budistas a la cobra y, los babilónicos, al pitón; en particular, la serpiente de la vara de Esculapio, sería de los géneros coluber longissimus, de colores amarillo y negro, de uno a dos metros de largo.(7,8,9)
La vara (llamada también báculo, o bastón, o cayado, o palo, o bordón) es de ciprés, árbol considerado sagrado por su longevidad, lo que originó su sinónimo de «árbol de la vida», representado por los egipcios en la tumba de Inkerkhaoni (XX dinastía) (1190-1070 a.C.), tiene un nudo en su extremo superior, que indica las dificultades de la ciencia. Hacia el año 2600 a.C., en la tumba del médico y dentista egipcio Hesire, se le representa con un bastón; a otro médico de la corte llamado Irj, en su sepulcro de Gizeh, también se le representa con un bastón. Por ello, desde entonces, es posible considerar a la Vara, como símbolo de autoridad y sabiduría, cualidades presentes del médico.(7)
Según relata la leyenda, visitaba Esculapio la casa de Glaucus (pescador, hijo de Neptuno y de la ninfa Nais), quien estaba mortalmente herido por un rayo de los Centauros, apareció en ese momento en la habitación una serpiente y Esculapio la mató con su bastón; se presentó entonces una segunda víbora con unas hierbas en el hocico, las cuales introdujo en el de la serpiente muerta, reviviéndola. Esculapio dio las mismas hierbas a Glaucus y lo curó. Es así como Esculapio salva a su paciente de la muerte y lo cura de la enfermedad, manifestando sus poderes taumatúrgicos.(6,7) Este acontecimiento concibió el símbolo del ejercicio médico actual: una serpiente enroscada alrededor de una rama.(10)
Murillo Godínez describe que a Esculapio se le representa de pie (o sentado en un trono), como un hombre robusto (atlético), de edad madura (o incluso anciano, para algunos), de mirada serena, con abundante barba y cabellera rizadas, recogida ésta última con una diadema y vistiendo un manto que dejaba al descubierto el brazo derecho y el busto; sus atributos son la copa con la bebida salutífera, el báculo de viajero con la serpiente enroscada (la «vara mágica») y un perro, como recuerdo del que llevaba el pastor que lo encontró cuando lo abandonó su padre.(7)
Esta imagen del bastón con la serpiente (ver Anexo 1) se convirtió en un atributo distintivo del dios curativo y ha llegado hasta nuestros días como símbolo de la Medicina.
Vidal Ledo et al., señalan que a pesar de conocerse lo anterior, ha existido y existe mucha polémica con respecto a estos símbolos en el mundo, ya que, en dependencia de intereses, errores de concepto o simple superficialidad se ha utilizado el emblema de Mercurio (ver Anexo 2), (dios de los viajeros, comerciantes, ladrones, oradores y escritores; protector de la fecundidad y del trato social; mensajero entre los dioses; conductor de las almas de los muertos al inframundo y hacedor de las conexiones entre ambos mundos, que se caracteriza por su astucia y frivolidad) para representar la práctica médica. Esto contradice el carácter humanista de esta profesión y la inscribe en el marco neoliberal que la considera como un negocio en que los pacientes son "clientes" que "compran" atención médica y los médicos utilizan mercadotecnia avanzada para promocionarse, "vendiendo" tratamientos a los "consumidores" de salud.(11)
El caduceo es definido por el diccionario de la Real Academia Española (RAE) (del lat. caducĕum, y este el gr. κηρύκειον kērýkeion literalmente 'del heraldo') como la vara delgada, lisa y cilíndrica, rodeada de dos culebras, atributo del dios romano Mercurio y empleada hoy como símbolo del comercio.(2) Está constituido por una rama de olivo y dos hebras de lana las que sucesivamente fueron sustituidas por dos cintas blancas y luego por dos serpientes, que en la parte superior se miran y están enlazadas en un bastón que expresa el poder, además de dos alas que usaba Hermes para protegerse de la lluvia.(10,12)
Existe una fuente que difiere de la explicación anterior, al plantear que, para algunos historiadores, las alas son el representativo de los médicos que, al disolverse el Colegio de Pitágoras en Samos, no escogieron residencia fija y se trasladaban de un país a otro; también se dice que indican la actividad, diligencia y rapidez de las funciones.(13)
Según investigaciones, el caduceo de oro provenía de cuando Mercurio encontró en el Monte Citerón a dos serpientes que se peleaban, arrojó en medio de ellas su varilla para separarlas y vio cómo, sin hacerse daño, se enroscaron y se entrelazaron alrededor de la vara, de tal manera que la parte más elevada de los cuerpos formaba un arco, siendo por esto una vara de poder y de paz.(7)
Origen de una malinterpretación:
Se hace referencia al siglo XVI como el período estimado de aparición de la asociación del caduceo de Hermes con la medicina. Se introduce como sello distintivo de un establecimiento y de publicaciones médicas de un impresor de libros radicado en Basilea (Suiza) y probablemente, en otras no médicas, debido a sus connotaciones en la comunicación.(6,7)
Dicho impresor se nombraba Johannes Froben y algunos de los primeros volúmenes en aparecer con el caduceo fueron De homine libri duo, de G. Marzio (1517), y la Utopía, de Tomás Moro (1518). Algunos autores señalan que de los 256 libros impresos por Froben con el caduceo en la portada, solo uno estaba relacionado con la medicina: “La preservación de la buena salud”, de Plutarco. Ulteriormente, Hieronymus Froben, hijo de Johannes Froben, imprimió algunos libros médicos con el mismo símbolo, entre los cuales se encuentran una edición en griego de los trabajos de Hipócrates (1538) y la traducción latina del Tetrabiblion de Aëtius de Amida (1542).(6,7)
Sir William Butts, médico de Enrique VIII de Inglaterra, en la misma centuria, fue autorizado para usar el caduceo como distintivo profesional; tiempo después se incluyó en los emblemas del Royal College of Physicians de Londres, con el significado de la presencia de la farmacia y la alquimia. Alrededor de la segunda mitad del siglo XVI, John Cains, en aquel momento presidente del Royal College of Physicians, concedió un caduceo de plata para uso de los siguientes presidentes como emblema de la gentileza y prudencia al gobernar.(5,6) Tres siglos más tarde la casa editorial John Churchill imprimió varios escritos de medicina usando como distintivo el caduceo.(2,4,7,14)
Es así como nace una malinterpretación de larga data relacionada al uso de estos dos símbolos.
En diversas investigaciones, la génesis de la confusión figura en 1851, cuando fue adoptado por el cuerpo de hospitales del ejército estadounidense; para otros, fue en 1856 cuando los servicios hospitalarios de la Marina de Estados Unidos lo utilizaron para mostrar la naturaleza no combatiente de los cuerpos médicos. Convirtiéndose en el símbolo de los servicios de salud pública hacia 1871. (6,7)
Pero el papel preponderante en la diseminación de esta equivocación, se le ha imputado al Cuerpo médico de la Armada de los Estados Unidos, que lo adoptó en sustitución de la cruz de San Juan. En el año 1902, se dispuso la creación de un nuevo uniforme para esa organización militar y a sugerencia del capitán Frederick Reynolds, se estableció erradamente que el caduceo de Mercurio engalanara, como insignia, el cuello de los uniformados. Fue incontrastable la incompetencia que tuvieron los oficiales, responsables de distinguir las diferencias en el significado de este distintivo con la vara de Asclepio.(2,4,6)
Desde entonces, la confusión entre la vara de Esculapio y el Caduceo de Hermes, como símbolo de la medicina, se ha mantenido y se ha extendido a otros organismos oficiales de diferentes naciones como en Corea, por ejemplo, donde la Asociación Coreana de Medicina (KMA por sus siglas en inglés) mantiene el caduceo como símbolo de la medicina debido a la influencia de la Armada Estadounidense durante la década de los 40. También lo portan países como Nicaragua, Ecuador, algunos estados de Brasil, el Colegio Dominicano de Cirujanos, Honduras, etc. y se repite constantemente en nuestra vida cotidiana; lo encontramos en el anuncio de las librerías especializadas en el área médica, en las empresas encargadas de la distribución y venta de instrumental médico, en los recetarios, en las tarjetas de presentación, en el logotipo de clínicas, consultorios, hospitales y facultades de medicina.(2,7)
La vara de Esculapio (que no debe llamarse caduceo de Esculapio o de medicina) fue recibiendo transformaciones y la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo sustenta desde su fundación (ver Anexo 3), como emblema internacional de la Medicina que simboliza la dedicación hacia esta profesión y reivindica la imagen de la Medicina asociada con el arte de curar a los enfermos.(2,4)
En 1919, la Asociación Médica de Estados Unidos y en 1956 la Asociación Médica Mundial lo adoptaron como sus símbolos. En 1985, la Escuela de Medicina de la Universidad de Rochester, N.Y., cambió su escudo para poner el báculo de Asclepio en lugar del caduceo y muchas instituciones y países han seguido su ejemplo desde entonces, como el servicio médico militar de España, y también Canadá, Inglaterra, Alemania, México, Perú, Bélgica, Filipinas, Cuba, entre otros.(2,6)
En el caso de Cuba, el emblema de la Salud Pública cubana, ratificado y oficializado en la Resolución Ministerial No. 64 del 2002 que estableció su uso en todo el sistema de Salud cubano, está representado por el bastón de Esculapio, terminado en un pseudoespejo y la serpiente enroscada a lo largo de él, mirándose en él; este bastón está rodeado por dos ramas: a la izquierda, la de laurel con seis hojas y cuatro botones en flor y, a la derecha, una rama de roble con tres hojas y tres bellotas.(11)
Se cree que el racimo de uvas estilizadas que conforman el espejo significa el vino que es usado con fines proféticos y adivinadores en la práctica misteriosa de los taumaturgos, y en la terapéutica, como medicamento preciado; proveniente de la vid, árbol que procura la vida y el amor. Desde hace un tiempo se acepta el espejo, ya que en Egipto el espejo era mágico y al tomar un narcótico, en este se veían “seres sobrenaturales”.(2)
En la representación de nuestro símbolo está anexada y garantiza la continuidad histórica en el sector, de aquellos profesionales que, unida a la defensa de la Patria, también defendían la identidad de la Medicina cubana, de la cual somos herederos.(11)
Entonces, debemos hacer gala del símbolo, donde en el fuerte bastón de Esculapio que representa la profesión médica se enrosca una serpiente símbolo de la salud, que se mira en un espejo, cuyo marco amarillo recuerda a Higieia, la sabiduría y la higiene, abrazada por las ramas inspiradoras de roble y laurel que trasmiten la fortaleza y la gloria con que se distingue nuestra actividad en la salud.(11)
Los autores, citando la resolución No. 430-2012 de la Aduana General de la República de Cuba (con previa autorización de los directivos de esta institución en la provincia de Cienfuegos), aseveran que en su Anexo No.1 se hace referencia al reglamento sobre el uniforme, los grados aduanales, la apariencia personal y conducta de los trabajadores del sistema de órganos aduaneros (ver Anexo 4). Específicamente, en el Capítulo II: De los Grados Aduanales, artículo 18, se establece que los grados aduanales se diseñan sobre funda de tela negra, que se introduce en las hombreras de las blusas y camisas del uniforme de aduana. Su distinción se logra con la colocación de cintas de color blanco y amarillo, con rombos. El diseño se corona con el caduceo, símbolo del comercio, caracterizado por una vara alada bordeada con dos serpientes, sobre la cual se ubica el gorro frigio, el que ratifica la nacionalidad cubana (ver Anexo 5).
De esta manera, con prueba fehaciente, se hace alusión a una institución que en Cuba se dedica al comercio aduanal y que toma como atributo el caduceo de Hermes, portándolo correctamente en las hombreras de sus uniformes.
Los autores se preguntan, por qué, entonces, personal sanitario de Cuba continúa haciendo uso incorrectamente de un símbolo que identifica a otra profesión o sector. Definitivamente, por no conocer su verdadero origen y significado. Se hace un llamado a seguir fomentando la verdadera historia con relación al tema y que este trabajo sirva como muestra para que profesionales del ámbito médico conozcan que la vara de Esculapio es el auténtico símbolo de la medicina.
CONCLUSIONES
La Vara de Esculapio y el Caduceo de Hermes son dos símbolos que representan a dos sectores o profesiones totalmente diferentes, el primero a la medicina en todos sus campos con un carácter humanista y elevados valores éticos y morales, mientras que el segundo al comercio. El verdadero símbolo que internacionalmente representa a la medicina ha sido olvidado o confundido por muchos. La OMS hace gala de la vara de ciprés con una serpiente enrollada, desde su fundación.
Comprender su valor histórico y significado es una tarea necesaria para los profesionales de la salud, convirtiéndolos, así, en verdaderos embajadores de un mensaje humano con más de miles de años.
Agradecimientos
A Esther Pérez Díaz y María del Risco del Risco, especialistas en gestión de los recursos humanos de la Aduana General de la República de Cuba en Cienfuegos, quiénes con su colaboración y empeño contribuyeron al desarrollo exitoso de este trabajo.
Conflicto de intereses
Los autores declaran no tener conflicto de intereses.
Contribuciones de los autores
Conceptualización: Alberto Antonio Sosa Osorio, Yuleydi Alcaide Guardado.
Visualización: Alberto Antonio Sosa Osorio.
Redacción del borrador original: Alberto Antonio Sosa Osorio, Ana Laura Taillacq Suárez, Yuleydi Alcaide Guardado.
Redacción, revisión y edición: Alberto Antonio Sosa Osorio, Ana Laura Taillacq Suárez, Yuleydi Alcaide Guardado.
Financiación
Universidad de Ciencias Médicas de Cienfuegos. Cuba.