INTRODUCCIÓN
Con el triunfo revolucionario, a la salud del pueblo le fue concedida alta prioridad. Los servicios estomatológicos se hicieron gratuitos, ampliaron y evolucionaron hacia un enfoque preventivo. (1,2)
En noviembre de 1998 se puso en ejecución el Programa de una nueva especialidad, la Estomatología General Integral, llamada a llenar el espacio existente entre la atención primaria y la secundaria. (2,3)
El Estomatólogo General Integral, al realizar el diagnóstico de salud bucal familiar en el nivel primario de atención, identifica los problemas de salud y los factores condicionales, y para una mejor organización de su trabajo divide a la población en grupos de vigilancia epidemiológica, según el estado de salud bucal individual. (4-6)
La boca es una encrucijada donde convergen importantes funciones de comunicación con el exterior: respiración, fonación, gustación y sobre todo masticación. (7)
Consideramos de extraordinaria importancia la detección de los factores de riesgo de las anomalías dentomaxilofaciales en nuestro medio y teniendo en cuenta que estos juegan un importante papel en la etiología de las maloclusiones, a partir de su detección se podrán encaminar programas preventivos que permitan disminuir la incidencia de estas anomalías, lo que posibilitaría elevar la salud de nuestros niños y ahorrar una cantidad de recursos, teniendo en cuenta el alto costo de los tratamientos curativos de Ortodoncia. (8)
Uno de los principales objetivos al tratar pacientes infantiles, es prevenir enfermedades y mantener en buen estado de salud del sistema estomatognático.(9)
Para tratar un hábito el primer paso es la detección del agente causal. Muchos hábitos se derivan de situaciones comunes que al ser detectadas y adecuadamente tratadas pueden conllevar a la desaparición espontánea del hábito. (10)
El hábito se crea y se fija por el entrenamiento y la práctica de un acto, es aprendido. En sus inicios es voluntario y una vez establecido se convierte en un acto involuntario. (3,11)
La deformación provocada por el mal hábito dependerá fundamentalmente de tres factores: la edad en que este se inicia, el tiempo (minutos u horas) que dura el mal hábito y la frecuencia de este, es decir el número de veces al día.
Si no se conoce cómo se comportan los factores de riesgo de anomalías dentomaxilofaciales en nuestro medio, no se podrán realizar programas preventivos efectivos que nos permitan actuar de forma precisa en la prevención. (12)
Por esta razón, independientemente de la aplicación de medidas terapéuticas debemos señalar la importancia de incrementar la labor educativa y preventiva siempre encaminada a lograr un mejoramiento de la calidad de vida. (13)
Entre los hábitos deformantes podemos citar: succión del tete, del biberón, lengua protráctil, queilofagia, onicofagia, succión digital, respiración bucal, hábitos posturales, entre otros. Todos son causa primaria o secundaria de deformaciones dentomaxilofaciales y su eliminación resulta difícil, pues el niño no es capaz de comprender la importancia de eliminarlos, pero además son capaces de producir otros efectos negativos como son trastornos del lenguaje y del desarrollo físico y emocional del niño. (14)
El Estomatólogo General Integral para realizar sus funciones necesita identificar los problemas de salud de la población asignada, de aquí que el conocimiento de la frecuencia de hábitos deformantes bucales constituye el fundamento en que se basarán las estrategias a trazar para controlar los factores de riesgo que puedan provocarlos así como las acciones a realizar con el objetivo de reducir o eliminar las anomalías provocadas por esta entidad y lograr un desarrollo armónico del aparato estomatognático
Por tales razones se realizó esta investigación con el objetivo de caracterizar un grupo de niños de 5 a 11 años portadores de hábitos deformantes bucales.
MÉTODOS
Se realizó una investigación observacional, descriptiva, correlacional en la población infantil de 5 a 11 años de los consultorios 11,12 y 47 del Consejo Popular “Junco Sur " del Área II de salud, en Cienfuegos, durante el período comprendido de junio de 2005 a junio de 2006.
El universo estuvo constituido por 534 niños que constituyen el total de la población de 5 a 11 años de los consultorios antes mencionados.
Se seleccionó una muestra probabilística estratificada de 176 niños, utilizando el método de muestreo probabilístico, estratificado, equitativo de afijación proporcional Se tuvieron en cuenta los siguientes criterios de inclusión: niños que presentaban dentición mixta con presencia de los primeros molares permanentes, que pertenecieran al Consejo Popular “ Junco Sur” y no estuvieran recibiendo tratamiento ortodóncico.
Se tuvieron en cuenta los criterios de exclusión siguientes: niños que presentaran enfermedades psíquicas motoras que impidieran el examen bucal, que presentaran enfermedades nasofaríngeas o que estuvieran recibiendo tratamiento de ortodoncia, así como aquellos cuyos padres / tutores no dieron su consentimiento para participar en la investigación.
Esta investigación se realizó previa autorización del Ministerio Nacional de Educación, y con comunicación a la Dirección Provincial y Municipal de Educación y además contando con el consentimiento informado de los padres o tutores de los niños.
A la muestra seleccionada se le realizó examen clínico con luz natural, espejo bucal y/o depresor lingual y regla milimetrada en la escuela “Antonio Maceo” por estar geográficamente ubicada en el área de los consultorios 11, 12 y 47. Se realizaron entrevistas a padres o tutores en los salones de la propia institución recogiendo la información en un formulario de datos confeccionado al efecto.
El análisis estadístico se realizó utilizando variables cualitativas y para establecer relación entre estas variables se empleó la prueba de Chi cuadrado (X2 ) tomando como nivel de significación una probabilidad menor que 0,05.
Los datos obtenidos se procesaron utilizando el procesador de texto Microsoft Word y como procesador de información el paquete de Estadística S.P.S.S., versión 12.0 para Windows.
RESULTADOS
Los hábitos deformantes bucales se presentaron en el 60,2 % de la muestra estudiada, las edades más afectadas fueron 6, 8 y 9 años con el 76; 66,7 y 62,1 % respectivamente, con una tendencia a decrecer con la edad.
El sexo femenino fue el más afectado en cuanto a poseer hábitos deformantes, con un 63,6 %. No se observó significación desde el punto de vista estadístico, pero sí desde el punto de vista clínico.
En relación con los hábitos deformantes y la edad se observó primeramente la succión del biberón (29,5 %), luego la protracción lingual (24,3 %), seguidamente la onicofagia (17,6 %) y posteriormente la succión digital (15,9 %). Respecto al sexo se comportó de forma similar, con un predominio en el sexo femenino, excepto la onicofagia que fue más frecuente en el masculino.
Al analizar las anomalías dentomaxilofaciales en los pacientes portadores de hábitos deformantes según edad y sexo se comprobó que, en general, el 56,6 % de los portadores de hábitos están afectados por anomalías mientras que en los no portadores de hábitos solo está afectado el 21,4 %, por lo que se infiere que hay asociación entre tener hábitos y portar anomalías.
Las anomalías más frecuentes según edades en el grupo de niños estudiados fueron: la vestibuloversión (27,2 %), el resalte aumentado (17 %) y la adaquia (6,8 %).
Todas las anomalías dento- maxilofaciales más frecuentes se apreciaron en la dentición mixta temprana. Estas predominaron en el sexo femenino y entre ellas la vestibuloversión con el 29,3 %; el resalte con 13,1 % y la adaquia con 9,1 %. Esto dio lugar al establecimiento de diferentes oclusiones dependiendo de la erupción de cada diente y de la presencia de hábitos.
La mayor cantidad de anomalías dentomaxilofaciales se observó en niños portadores de hábitos deformantes y sobre todo en los de 8 y 10 años. Entre los niños no portadores de hábitos deformantes solo 21, 4 % padece dichas anomalías.
Se observó predominio del sexo femenino en cuanto a ser portadores de hábitos deformantes y padecer de anomalías dentomaxilofaciales.
Se observó el predominio de la Clase I de Angle con un 60,1 % sobre la Clase II con un 37 % y la Clase III con un 2,9 %.
DISCUSIÓN
El Estomatólogo General Integral al realizar el diagnóstico de salud bucal en el nivel primario de atención necesita, para cumplir sus funciones, identificar los problemas de salud de la población asignada. De aquí que el conocimiento de la frecuencia de hábitos deformantes bucales en la población infantil constituye el fundamento en que se basarán las estrategias a trazar para controlar los factores de riesgo que puedan provocarlos, así como las acciones a realizar con el objetivo de reducir o eliminar las anomalías provocadas por esta entidad y lograr un desarrollo armónico del aparato estomatognático. (3-6)
Los hábitos deformantes pueden alterar el normal desarrollo del sistema estomatognático produciendo desequilibrio entre las fuerzas musculares externas y las internas, deformaciones óseas y dentarias (11-17)como se muestran en esta investigación, en la cual se detectó un alto porcentaje portador de esta entidad, principalmente en las edades de 6 , 8 y 9 años , con una tendencia a decrecer con la edad, resultados que coinciden con los de Da Silva(10), la mayor frecuencia de hábitos se encontró en niños de 6 años resultado similar al encontrado por Agurto (15), Podadera (9), Montiel (18) y Miranda. (19)
Las féminas fueron las más afectadas, coincidiendo con Agurto (15), Astorga (20), Montiel (18), Maya (21), Fernández (14). Esto pudiera deberse a que en la muestra estudiada estuvo más representado el sexo femenino.
Los resultados obtenidos coinciden con los planteados por Montiel (18) quien afirma que el desarrollo de enfermedades relacionadas con emociones y tensiones es más común en las mujeres, las cuales son sometidas a un mayor grado de estrés propiciado por celos, conflictos familiares, ansiedad y presión escolar; lo cual favorece la presencia de malos hábitos bucales.
Este resultado no tiene significación estadística, sin embargo desde el punto de vista clínico es importante dominarlo pues el Estomatólogo General Integral puede conocer la frecuencia en que se presentan los hábitos deformantes, lo que constituye un problema de salud a solucionar, que permitirá planificar las actividades de prevención, detección e intervención temprana sobre las alteraciones que puedan afectar el adecuado desarrollo del sistema estomatognático en la población infantil.
Los hábitos deformantes que más frecuentemente se hallaron fueron la succión del biberón, luego el empuje lingual, la onicofagia y la succión digital. Esto coincide con estudios realizados por Fernández (14), Agurto (15), Da Silva (10), Maya (21), Conde (22) y Fernández Yzla (12), la mayoría de estos estudios se efectuaron en nuestro país y provincia lo cual demuestra la importancia del problema objeto de estudio; pues constituyen un factor de riesgo en el establecimiento de maloclusiones que deben ser prevenidas y tratadas tempranamente en la dentición mixta en el nivel primario de salud.
Las anomalías más frecuentes fueron : la vestibuloversión, el resalte aumentado y la adaquia. Estas se relacionan con los hábitos más frecuentes detectados los cuales se presentan principalmente en la dentición mixta y han producido alteraciones en el normal desarrollo del sistema estomatognático (23) .
Para solucionar el problema de los malos hábitos bucales es necesario un trabajo en equipo que incluya a profesionales (Estomatólogo General Integral, Ortodoncista, MGI, Pediatra, Otorrinolaringólogo, Psicólogo) y padres (7). Precisamente en esta etapa que es de vital importancia la colaboración de los pediatras, médicos de familia quienes controlan a los niños en sus primeros años, para que detecten estos malos hábitos en sus inicios así como también expliquen y eduquen a las madres sobre la importancia de eliminarlos en forma temprana.
Las anomalías dentomaxilofaciales se detectaron con mayor frecuencia en los portadores de hábitos, sin embargo en los que no presentaban esta condición se detectaron en un porcentaje más reducido , lo que demuestra la asociación entre los hábitos y portar anomalías. Además se ratifica en este estudio el origen multicausal de las maloclusiones pues las anomalías se presentan en portadores o no de hábitos, siendo necesario que el Estomatólogo General Integral, así como las instituciones, fomenten en la comunidad acciones de promoción y prevención encaminadas a evitar la instauración de anomalías dentomaxilofaciales.
La maloclusión más frecuente en los portadores de hábito fue la Clase I de Angle, estos resultados coinciden con los obtenidos por autores (18,14).
CONCLUSIONES
La caracterización de la población portadora de hábitos deformantes bucales de niños de 5 a 11 años de los consultorios 11,12 y 47 del Área II del Municipio Cienfuegos, demostró que constituye un problema de salud de esta población por la alta frecuencia de esta entidad sobre todo en el sexo femenino; predominaron principalmente la succión del biberón, protracción lingual y la onicofagia , así como el elevado número de anomalías dentomaxilofaciales relacionadas con la práctica de estos malos hábitos, de aquí la importancia que tiene que el E.G.I. planifique una estrategia que incluya acciones preventivas, curativas y educativas para actuar de forma inmediata y permitir la modificación de actitudes negativas, así como contribuir al restablecimiento de la armonía y las funciones del aparato estomatognático.