INTRODUCCIÓN
Varias son las enfermedades que llevan a los pacientes a una consulta de urgencias estomatológicas, pero la gran mayoría corresponde a afectaciones pulpares y periapicales, debido a la sintomatología dolorosa que las caracteriza. Es evidente que en estos casos, para una correcta indicación de tratamiento, es de suma importancia el establecimiento de un diagnóstico más preciso. El profesional deberá buscar la correlación de la sintomatología dolorosa con otros aspectos clínicos, o lo que podría representar lo más aproximadamente posible el estado fisiopatológico de la pulpa y los tejidos periapicales; de manera que esto contribuya a un perfecto diagnóstico y señalar la terapéutica ideal de preservación de la vitalidad de la pulpa o no. (1-3) En la actualidad, gran parte de los tratamientos que se realizan en la clínica son debidos a enfermedades que afectan a la pulpa y al periápice. Debido a las diversas causas que producen una afección pulpar y periapical, el proceso patogénico básico que se desarrolla es el de la respuesta inflamatoria. La pulpa reacciona originando una pulpitis, inflamación que ocurre como respuesta a mecanismos directos e inmunitarios. (4-6) Se han preconizado muchas y distintas clasificaciones por distintos autores para las afecciones pulpar y periapical, según su etiología, anatomía patológica o sus manifestaciones clínicas, casi todas eran clasificaciones histopatológicas, que no son prácticas para la aplicación clínica y el establecimiento de una terapéutica racional. (7-9)
La sensación de dolor proporciona una señal de alerta ante la presencia de un daño real o potencial al organismo. En algunas oportunidades esta sensación deja de funcionar como una señal de alerta para convertirse en una enfermedad propia. El dolor es una de las causas que lleva a un mayor número de pacientes a la consulta, de allí que su alivio o supresión, sea una meta de las ciencias médicas. (10-12)
El diagnóstico y tratamiento de estas condiciones supone un verdadero reto durante la práctica clínica, con frecuencia la causa de la molestia es evidente, pero en ocasiones, por lo complejo del fenómeno del dolor, se presentan situaciones que ponen a prueba la habilidad y conocimiento de cualquier clínico por muy experimentado que éste sea, pudiendo incluso, en un momento dado, no lograr un diagnóstico preciso. Una de las justificaciones que nos lleva a abordar este tópico fue precisamente el deseo y la necesidad de profundizar en el conocimiento de los procedimientos diagnósticos y medidas terapéuticas, concernientes a este tipo de situaciones. (13-15)
En la actualidad no se conocen estudios internacionales que se refieran al comportamiento de las afecciones pulpares inflamatorias. En nuestro país solo se reporta el estudio realizado por Quiñones Márquez, el cual es citado en el curso de esta investigación. (16)
En Cuba, el mantenimiento de la salud del hombre es una de las tareas más importantes a llevar a cabo por el Sistema Nacional de Salud Pública. Nuestro país es uno de los pocos en el mundo que ha puesto a disposición de su población una serie de recursos humanos y materiales para satisfacer las necesidades de atención estomatológica, siempre crecientes. En los últimos años, se ha dado una extraordinaria importancia a la prevención de enfermedades, no solo de aquellas causantes de la muerte, sino también de las que representan una amenaza para el bienestar, entre estas, la caries dental. (17)
La prevención y tratamiento oportuno de la caries dental pudiera ser una vía efectiva para evitar las posteriores consecuencias para la salud bucal, tales como las enfermedades pulpares.
La vigilancia del estado de la salud bucal es un método de observación y control dinámico de las personas sanas y enfermas que padecen determinadas afecciones. Es asimismo, un complejo de medidas educativas, preventivas, diagnósticas y terapéuticas, dirigidas a detectar las formas precoces de las enfermedades, estudiar y eliminar las causas que favorecen o determinan su origen, y así contribuir a disminuir la morbilidad bucal y la mortalidad dentaria.(18)
Conocer la forma en que se presentan estas afectaciones, así como las características de los pacientes, contribuiría, sin dudas a su mejor profilaxis, diagnóstico y tratamiento.
Por todo lo antes expuesto es que nos propusimos realizar esta investigación con el objetivo de caracterizar a los pacientes portadores de afecciones pulpares inflamatorias.
MÉTODOS
Se realizó una investigación con diseño descriptivo, prospectivo de serie de casos, para caracterizar a los pacientes portadores de afecciones pulpares inflamatorias que acudieron a la consulta de urgencias del Servicio de Estomatología del Área I, en el período comprendido entre septiembre de 2006 y febrero de 2007.
El universo estuvo constituido por 222 pacientes portadores de afectaciones pulpares inflamatorias que acudieron a dicho servicio.
Criterios de inclusión:
- Pacientes mayores de 15 años.
- Pacientes que dieron su consentimiento para participar en la investigación.
Se incluyeron las siguientes variables: edad, tipo de afectación, causa, dientes más afectados, visitas y tratamientos previos.
Los datos fueron recogidos en la consulta, mediante un formulario confeccionado al efecto. Una vez recogidos se procesaron de manera automatizada en el paquete estadístico SSPS 15.0 en una computadora personal Pentium IV.
Se utilizó la prueba Chí cuadrado para variables cualitativas.
Los resultados se presentan en números absolutos y porcentaje.
Para la realización de esta investigación se obtuvo el consentimiento informado de todos los participantes en el estudio.
RESULTADOS
Se presentaron resultados similares en uno y otro sexo. Con relación a los grupos de edades, predominó el grupo de 35 a 59 años de forma general y en uno y otro sexo; le siguió el grupo de 19 a 34 años en orden de frecuencia. (Tabla 1)
En relación con el nivel educacional, se observó que en el mayor número de pacientes con afecciones pulpares inflamatorias fue el de pre universitario con 55, 85 %, seguido de secundaria terminada (20, 7 %) y universitarios (17,1 %) respectivamente. (Tabla 2)
Cuando observamos la relación entre la causa de las afecciones pulpares inflamatorias y la edad encontramos que existen diferencias significativas clínica y estadísticamente entre las causas que provocaron las afecciones pulpares inflamatorias. Las caries predominaron en todos los grupos de edades con un porcentaje total de 91,4. (Tabla 3)
Al relacionar los pacientes según grupo de dientes causales de afecciones pulpares inflamatorias y grupos de edades, los molares superiores (16, 17, 26, 27) e inferiores (36, 37, 46, 47) mostraron los mayores porcentajes, además de observarse un predominio de los molares inferiores (36, 37, 46, 47) en el grupo de edad de 35-59 años con un 16, 2 %, seguido por los molares superiores (16, 17, 26, 27) en el mismo grupo con un 12, 6 %. Otro grupo de dientes que presentó porcentajes elevados fue el de las bicúspides inferiores (34-35-44-45) con 20,2 %. (Tabla 4)
Para una mejor comprensión de los grupos de dientes afectados se realizó una distribución de los mismos por sectores (anterior y posterior) y se obtuvo como resultado que el 84, 6 % de los dientes afectados corresponden al sector posterior. (Tabla 4a)
La enfermedad pulpar que con mayor frecuencia se presentó fue la pulpitis irreversible aguda (56,7 %). El grupo de edades más afectado resultó el de pacientes que oscilaban entre los 35 y 59 años de manera general (54,9 %) y por esta afectación específicamente (32,8 %). (Tabla 5)
Se pudo observar que el 30, 6 % de los pacientes habían recibido tratamiento previo con obturación, seguido del 21, 6 % con sellado temporal con bolilla de medicamento sedante. (Tabla 6)
Del total, 54 % de los pacientes acudió por primera vez a consulta del estomatólogo mientras que el resto (46 %) lo había hecho al menos en una ocasión anterior por el mismo proceso. (Tabla 7)
DISCUSIÓN
Los resultaos de esta investigación no coinciden con los reportados por Quiñones Márquez (16), pues plantea que el sexo más afectado fue el masculino, y el grupo de edades donde se presentaron con mayor frecuencia afecciones pulpares inflamatorias fue el de 22 a 29 años, este grupo no fue analizado en nuestra investigación por no estar incluido dentro de los grupos de edades establecidos por el Programa Nacional de Estomatología. Teniendo en consideración los resultados de esta investigación podemos inferir que, en el caso de las afecciones pulpares inflamatorias, el sexo no es una variable determinante, y en cuanto a la edad el grupo más afectado se corresponde con aquellos pacientes que no están priorizados según lo que establece el Programa Nacional de Atención Estomatológica Integral a la población, por lo que la atención de los mismos va encaminada a las acciones curativas y no a las preventivas.
En relación con el nivel de escolaridad, nuestro criterio, que coincide con otros autores(1, 3), es que este no determina las condiciones de higiene y autocuidado del complejo bucal, pues personas con muy bajo nivel educacional mantienen hábitos higiénicos adecuados. Pero sí se debe tener en cuenta el nivel de escolaridad de las personas para poder realizar actividades educativas de acuerdo a sus conocimientos y capacidades para adquirirlos, aplicarlos y de esta manera promover salud y prevenir enfermedades, fundamentalmente las referidas a la caries dental. En esta tarea es de vital importancia la labor de los Estomatólogos Generales Integrales, los que con el ejercicio de estas acciones contribuirán a la instalación de estilos de vida saludables, que repercutan en el mejoramiento de la calidad de vida.
Las causas de las afecciones pulpares ha sido ampliamente estudiadas. La mayoría de los autores concuerdan en que la causa más frecuente de las lesiones pulpares es la invasión bacteriana; los microorganismos y sus productos pueden llegar a la pulpa tanto por una solución de continuidad en la dentina, caries, exposición accidental. (3)
Hasta el presente la caries dental ha sido el factor etiológico más frecuente en la incidencia de la enfermedad pulpar, sin embargo a medida que se incrementan las acciones preventivas para el control de la placa dentobacteriana, debemos lograr la disminución de este factor etiológico. En este estudio los traumatismos dentales solo representaron 8, 5 %, lo que no se corresponde con algunos autores (15) que refieren que los mismos aumentan su frecuencia y es posible que en el futuro se conviertan en el factor etiológico número uno de la pérdida de tejido pulpar.
En cuanto a los dientes afectados por afecciones pulpares consideramos que el predominio de los molares inferiores sobre los superiores se debe a que estos son los primeros dientes permanentes que hacen erupción en la cavidad bucal por tanto los que mayor tiempo están expuestos a los factores de riesgo. Otros autores no consideran en sus estudios los dientes causales.
Al realizar un análisis de los resultados de la distribución de los dientes por sectores (Anteriores y Posteriores), podemos plantear, si tenemos en cuenta que la causa fundamental de estas afecciones fue la caries dental, que esto probablemente se deba a que los pacientes son muy cuidadosos con la estética, por lo que le prestan mayor atención a los dientes de los sectores anteriores, y se descuidan de los posteriores, lo que trae como consecuencia que acudan al estomatólogo para atenderse una caries dental de un molar solo cuando comienzan los síntomas dolorosos.
En relación con el diagnóstico de las afecciones pulpares, los resultados de este trabajo no coinciden con los expuestos por Quiñones Márquez (16) en un estudio similar donde plantea que la enfermedad pulpar predominante fue la hiperemia en el grupo de 22 a 29 años, mientras que en el nuestro predominan las pulpitis irreversibles agudas en el de 35 a 59 años. Pérez Ruiz (19) plantea que las pulpitis irreversibles agudas son las que más llevan a los pacientes al servicio de urgencias, lo que se relaciona con el resultado de esta investigación.
Según nuestra experiencia en el grupo de edades de 35 – 59 años se presentan con mayor frecuencia las pulpitis agudas irreversibles, lo que queda demostrado en esta investigación; consideramos que se deba posiblemente a que estos pacientes en su gran mayoría son trabajadores activos y le brindan poca atención a su salud bucal o en ocasiones no disponen del tiempo suficiente para ello, es por ello que no son detectadas las caries dentales en estadios incipientes y llegan a lesionar la pulpa originando estas afecciones ; además podemos citar que los pacientes de este grupo de edades alcanzaron su madurez en una época de grandes carencias materiales en nuestro país, que no solo afectaron las acciones curativas sino también las preventivas. Esto estuvo acompañado por el modelo de atención primaria existente en aquellos momentos que daba un enfoque diferente a la prevención, pues se desarrollaba el programa de atención comunitaria y no es hasta años posteriores que se comienza a desarrollar el programa de atención integral a la población, que hace énfasis en la promoción de salud y prevención de enfermedades.
En cuanto a los tratamientos previos recibidos por los dientes afectados, se obtuvo como resultado que el mayor porcentaje corresponde a las obturaciones, por lo que es muy importante tener en cuenta las propiedades de los materiales de restauración porque por su naturaleza pueden afectar el tejido pulpar si no se coloca una base entre estos.
Las resinas son potencialmente irritantes a la pulpa dental, por lo que se recomienda una buena protección del fondo de la cavi¬dad en cavidades profundas. Pueden emplearse los distintos cementos y bases intermedias conocidos en el mercado, como por ejemplo el hidróxido de calcio en sus diferentes formas de presentación, cemento de fosfato de zinc, cemento de policarbo¬xilato, cemento de ionómero de vidrio y, según las indicaciones del fabricante, el óxido de zinc y eugenol y/o cingenol, ya que el eugenol en muchos tipos de composición dificulta la polimerización, no así en los más actuales que presentan componentes que inhiben el efecto del eugenol sobre la polimerización. (20)
Los resultados referidos al número de visitas anteriores realizadas por los pacientes, no ofrecen significación estadística, en cambio tienen gran importancia desde el punto de vista clínico, porque evidencian una falla en el diagnóstico y por tanto en la institución del tratamiento certero, lo que provoca que los pacientes acudan a la consulta de urgencias en más de una ocasión con la misma afectación