INTRODUCCIÓN
El virus de papiloma humano (VPH o HPV por sus siglas en inglés), es un grupo de más de 100 tipos de virus, que pueden causar verrugas, o papilomas, que son tumores benignos (no cancerosos) o llegar a causar lesiones tumorales malignas como en el caso del cáncer cérvico uterino. Según la clasificación de Bethesda, se consideran lesiones de bajo grado de malignidad (LSIL siglas en inglés). (1) También son popularmente conocidos como virus de las verrugas. (1-6) En la actualidad, el VPH se conoce como la causa mayor de cáncer del cuello del útero (cerviz). (4-10)
Tanto los tipos de VPH de alto riesgo, como los de bajo riesgo, pueden causar el crecimiento de células anormales en el cuello del útero, pero generalmente sólo los tipos de virus de papiloma humano asociados con el cáncer, pueden llevar al desarrollo del cáncer del cuello del útero. (2-14)
Ciertos comportamientos como las relaciones sexuales tempranas, la promiscuidad tanto de la mujer como del hombre, el consumo de tabaco por la condensación del humo en el moco cervical de las fumadoras, mujeres con alto número de embarazos, el parto en edades tempranas, los trastornos hormonales en los adolescentes y sus efectos en el epitelio cervical, la depresión del sistema inmunológico, el uso prolongado de anticonceptivos y la nutrición, aumentan la probabilidad de desarrollar una infección de VPH. La mayoría de las infecciones con VPH desaparecen por sí solas sin causar anormalidad alguna. Los estudios realizados sugieren que el desarrollo de cáncer en la mujer depende de una variedad de factores que actúan conjuntamente con los tipos de VPH asociados con el cáncer cérvico uterino. (15-22)
Se ha descrito que los condilomas planos o lesiones planas y los condilomas invertidos están asociados a las neoplasias intraepiteliales cervicales (NIC), y por ello a la infección del VPH. El porcentaje de NIC atribuido a la infección, se aproxima a un 90 %, siendo más frecuente en mujeres entre la tercera y cuarta década de la vida. (1,2,4,6-8, 20-23)
Debido al grado de complejidad y la importancia que tiene esta enfermedad, es necesario fomentar el conocimiento acerca de ella, tanto mediante la promoción y prevención, como a través de investigaciones que esclarezcan progresivamente sus mecanismos y características en general. Con el fin de contribuir a ello, el presente estudio tiene como objetivo analizar los factores de riesgo asociados a la infección por virus del papiloma humano en el área de salud V de la provincia de Cienfuegos.
MÉTODOS
Se realizó un estudio descriptivo y ambiespectivo, en el Hospital General Universitario “Dr. Gustavo Aldereguía Lima”, de Cienfuegos, que tuvo como muestra 60 pacientes del área V, las cuales presentaron citologías vaginales anormales, con diagnóstico de infección por el VPH, durante el período comprendido entre enero de 2003 hasta enero de 2004. Estas pacientes se atendían en la Consulta de Patología Benigna y Patología de Cuello del Hospital.
Para la recolección de datos, se realizaron entrevistas a las pacientes, previo consentimiento informado de estas. Las variables analizadas fueron: edad, estado civil, comienzo de las relaciones sexuales, número de embarazos, número de compañeros sexuales y hábito de fumar. Los resultados se presentan en tablas, de número y porcentaje.
RESULTADOS
La edad predominante en pacientes infectadas por VPH fue de 30–39 años, sin embargo fue en el grupo etario de 40-59 años donde la infección se vio asociada a NIC. (Tabla 1)
Existió poca diferencia entre la cantidad de mujeres casadas y la de las que no tenían una relación estable de pareja: 33 (55 %) y 27(45 %) respectivamente. Sin embargo, todas las mujeres manifestaron haber tenido más de 3 parejas sexuales; 36 de ellas, entre 9 y 12 compañeros sexuales. (Tabla 2)
En cuanto a la edad de la primera relación sexual, 39 mujeres (65 %) expresaron haberla tenido entre los 15 y 19 años de edad y el resto entre los 20 y 25 años de edad.
Sólo dos mujeres no tuvieron embarazos durante su vida fértil, mientras que en el resto el número de embarazos oscilo entre 1 y 6. (Tabla 3)
El hábito de fumar estuvo presente en 45 (75 %) mujeres.
DISCUSIÓN
Según la literatura consultada y coincidiendo con esta investigación, las alteraciones citológicas comienzan aparecer con mayor frecuencia entre los 25 y 40 años, edades en las que pueden ser detectadas tempranamente dichas alteraciones, para se tratadas en dependencia de su grado de malignidad (1,3,6,7,12-14). En cuanto a la asociación con NIC, el hecho de que esta predomine en las mujeres mayores de 40 años, también concuerda con los resultados de otras investigaciones. (2-8,11)
En cuanto a las relaciones sexuales estables, puede observarse que más del 50 % de las mujeres enfermas con el VPH, están casadas, lo que demuestra que esta variable no es determinante para llegar a conclusiones, ya que, por una parte, la infección no sólo depende del comportamiento sexual de la mujer como estado actual, sino de su vida sexual anterior y de su compañero sexual como factor de riesgo, y por otra, el hecho de estar casadas no asegura totalmente su estabilidad sexual.
Las pacientes de la serie tuvieron una vida sexual activa ya en la adolescencia, factor epidemiológico muy importante, de riesgo para la adquisición de la infección por el VPH y para padecer de cáncer cervical. En estas edades, el epitelio endocervical se encuentra muy activo por la acción hormonal, lo que facilita la acción negativa del virus en las células endocervicales. (2-7,11,15-17, 24)
También el embarazo pudo constatarse como factor de riesgo. En edades tempranas, el embarazo trae consigo alteraciones hormonales adyacentes al parto y a los abortos, que repercuten en el endocervix, el cual, constituido en estas etapas por un epitelio simple, es propenso a desarrollar ectopia y sepsis, entre otras afecciones, que condicionan la aparición de la metaplasia escamosa, lesión reversible pero que favorece la introducción del VPH. (6,9,11,18-21)
En todos los trabajos revisados se plantea que la acción tóxica del hábito de fumar influye negativamente sobre el sistema inmunológico, afectando así a un epitelio en constante cambio como es el endocervical y exocervical. Los efectos de los hidrocarburos policíclicos aromáticos son favorables para la infección del VPH, específicamente el tipo 16, que afecta la proliferación celular y la transformación maligna de las células endocervicales hacia el cáncer cérvico uterino. (2-6,9,15,16,19-22,25)
En general, los resultados coinciden con la literatura consultada en cuanto a factores de riesgo, a su importante relación con las NIC, y por tanto a la génesis del cáncer cérvico uterino