INTRODUCCIÓN
El mediastino es un compartimiento torácico donde se encuentran múltiples estructuras anatómicas, lo cual condiciona una amplia gama de tumores malignos y benignos, quísticos y sólidos; primarios y secundarios.(1, 2)
El teratoma es la neoplasia embrionaria más común derivada de células pluripotenciales.(1) Entre sus componentes podemos encontrar resto de tejidos u órganos provenientes de las tres capas embrionarias: ectodermo, mesodermo y endodermo.(3) Pueden ser benignos o malignos, que suelen estar compuestos por áreas de tejidos embrionarios maduros en grado variables.(1, 4)
Los tumores mediastínicos de células germinales son raros y representan aproximadamente el 5 % de todas las neoplasias de células germinales.(5) Los teratomas representan el 75 % de los tumores de células germinales mediastinales y ocurren generalmente en el mediastino anterior cerca del timo. No tiene preferencia por género, generalmente afecta a niños y adultos jóvenes.(1, 5)
Los tumores germinales primarios del mediastino se clasifican en tres grandes grupos: teratomas, seminomas y tumores no seminomatosos.(2) De todos estos, el más frecuente es el teratoma benigno o teratoma maduro.(1)
Los pacientes suelen ser asintomáticos y el tumor puede ser descubierto incidentalmente en radiografías del tórax; aunque síntomas como la tos, disnea, dolor torácico o infección pulmonar son frecuentes.(6)
Cuando el tumor se localiza enel árbol bronquial puede producir hemoptisis y tos con la expectoración de pelo o material sebáceo, lo cual se produce por la formación de una fístula entre el tumor y el árbol traqueobronquial, lo que es patognomónico de un teratoma.(6)
Los teratomas se caracterizan por masas mediastínicas anteriores, redondeadas, lobuladas, bien definidas, que en general se insinúan hacia uno de los lados de la línea media.(1, 7) Las radiografías de tórax exhiben calcificaciones en hasta el 26 % de los casos.(8, 9) La tomografía axial computarizada (TAC) usualmente revela las densidades císticas, los tejidos blandos, las calcificaciones y la grasa.(1, 10) La extirpación quirúrgica es curativa.(11, 12)
El presente informe de caso tiene el objetivo de describir el curso de un teratoma quístico maduro, entidad poco frecuente y cuyo tratamiento de elección es la cirugía.
PRESENTACIÓN DEL CASO
Se presenta el caso de paciente femenina de 31 años, piel blanca, procedencia rural, con antecedente de padecer de hipertensión arterial, para lo cual llevaba tratamiento médico, quien refirió aumento de volumen en la región anterior del cuello, doloroso, que le provocaba en ocasiones disfagia al ingerir alimentos sólidos; además de dolor y náuseas cuando presionaba la región superior del esternón.
Al examen físico se constató la presencia de una tumoración que ocupaba la región anterolateral derecha del cuello y parte de la región izquierda, de aproximadamente 5 a 6 cm de diámetro, movible con la deglución y de consistencia suave y blanda.
Se indicaron complementarios, los cuales mostraron los resultados siguientes: hemoglobina: 12,8 g/l; glucemia: 4,8 mmol/L; creatinina: 99 mmol/L; coagulograma: tiempo de sangrado 3 min, tiempo de coagulación 5 min, conteo de plaquetas 290 x 109/mm; electrocardiograma: normal; rayos X de tórax posterolateral: dentro de parámetros normales.
El ultrasonido de cuello indicó una de aspecto sólido, bordes regulares, de aproximadamente 52 x 61 mm de diámetro, localizada por encima de la horquilla esternal con proyección hacia el lóbulo derecho de la glándula tiroides.
La tomografía axial computarizada (TAC) contrastada de cuello corroboró lo observado en el ultrasonido, es decir, la masa mediastínica con líquido y grasa en su interior.
Con todas las evidencias aportadas por los estudios realizados, se decidió el tratamiento quirúrgico de manera electiva. En el acto quirúrgico se observó abundante pus en el cuello, además del tumor que protruía por encima del manubrio esternal. En esta ocasión solo se tomó cultivo para biopsia, sin realizar resección de la masa tumoral, para evitar diseminación de la sepsis. La paciente continuó ingresada para administrarle antibióticos y valorar una posterior cirugía. Durante su estadía en sala, el tumor siguió creciendo hasta que sobresalió a la piel a través de la incisión realizada y llegar a la necrosis. (Fig. 1 y Fig. 2).
Después de llevar tratamiento con antibióticos de amplio espectro, la paciente fue intervenida quirúrgicamente; en esta ocasión se realizó la resección definitiva del tumor, con ligadura de su pedículo. (Fig. 3).
La paciente fue egresada con evolución satisfactoria y seguimiento por consulta externa. El estudio anatomopatológico informó de la presencia de un teratoma quístico maduro con áreas de necrosis isquémica.
DISCUSIÓN
La mayoría de los teratomas mediastínicos son del tipo quístico maduro,(1, 2) lo cual se pudo evidenciar en la paciente estudiada. Sus manifestaciones clínicas van a depender de la irritación, distorsión, desplazamiento, compresión y/o invasión de tejidos y órganos vecinos, en ocasiones con necrosis o infección agregada de la masa o distalmente a la obstrucción que produce,(4) como sucedió en esta paciente, quien refirió disfagia a los alimentos sólidos, dolor y náuseas por compresión de la tráquea y en cuyo acto operatorio se observó sepsis a nivel del cuello, que posteriormente llegó a la necrosis.
Para realizar el diagnóstico del teratoma es necesario que el tumor contenga al menos dos de las tres capas germinales.(1) El tejido ectodérmico es generalmente predominante y se compone de dientes, piel, pelo y tejido neural. Los tejidos endodérmico y mesodérmico, tales como grasa, cartílago o hueso, son menos comunes.(5) Lo anterior está en correspondencia con el caso estudiado, donde se apreció la presencia de pelo y de cartílago en la masa tumoral resecada.
La imagenología suele ser de gran utilidad en el diagnóstico de esta entidad, pues ayuda a determinar el tamaño, localización anatómica, densidad, relación con las estructuras circundantes y la composición de la masa.(9) A la paciente objeto de este informe se le realizó ultrasonido de cuello y TAC contrastada, estudios que facilitaron la observación de las características de la lesión.
Para garantizar una disección segura, el acceso quirúrgico se debe adaptar a la extensión y tamaño del tumor. En este caso se estableció con éxito, a la cual se le realizo una incisión de Kocher en la región anterior del cuello, ya que la protrusión del tumor fue en la región anterior del cuello. El tratamiento quirúrgico en los teratomas maduros produce resultados altamente favorables, toda vez que garantizan la descompresión tumoral sobre los órganos adyacentes, el alivio de los síntomas; al contrario de los malignos, cuyo pronóstico es sombrío.(11, 12)
En esta paciente, que refería disfagia a los alimentos sólidos; y dolor y náuseas ante la presión de la región superior del esternón, los síntomas y signos descritos desaparecieron luego de la intervención, y esto favoreció que pudiera retomar su rutina de vida normal.
Conflicto de intereses:
Los autores declaran que no existen conflictos deintereses relacionados con el estudio.
Contribución de los autores:
Conceptualización: José Alberto Puerto Lorenzo, Lidia Torres Aja
Curación de datos: José Alberto Puerto Lorenzo
Análisis formal: José Alberto Puerto Lorenzo
Investigación: JoséAlberto Puerto Lorenzo, Lidia Torres Aja
Redacción - borrador original: José Alberto Puerto Lorenzo, LidiaTorres Aja
Redacción - revisión y edición: Lidia Torres Aja
Financiación:
Hospital General Universitario Dr. Gustavo Aldereguía Lima. Cienfuegos, Cuba
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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