INTRODUCCIÓN
La fístula pilonidal, enfermedad pilonidal, absceso pilonidal o quiste pilonidal es una afección que se presenta en cualquier parte a lo largo del pliegue entre los glúteos, desde el hueso sacro hasta el ano.(1) Es una condición frecuente de sospechar ante cualquier supuración del pliegue interglúteo.(2)
La primera descripción se atribuye a Herbert Mayo en 1833,(2) posteriormente Anderson, en 1847, presenta el detalle de una lesión ulcerada de la región sacrococcígea de donde extrajo pelos.(3)
En 1854 Warren hace una prolija descripción, con especial dedicación a las formas abscedadas y presenta tres casos. En su trabajo los denomina “Abscesos conteniendo pelos en los hombres”.(4) Richard Manning Hodges, en 1880, agrega un caso propio y los apoda como “seno pilonidal” (nido de pelos), nombre que se populariza.(1,2,4)
Es evidente que la mayor experiencia se adquiere en la Segunda Guerra Mundial donde los soldados angloamericanos recibieron tratamiento quirúrgico; en alrededor de 75 000 casos entre 1941 y 1945. (1,5) Debido a que los que padecían esta dolencia tenían como denominador común haber viajado durante muchas horas en jeep, por lo que esta entidad también se le conoce como la “enfermedad del jeep”, la cual fue Buie el que la describió en 1914.(3)
Esta entidad es más frecuente en el sexo masculino (3:1), en los pacientes de piel blanca y en las edades entre 15 y 35 años. Generalmente se relaciona con personas que pasan mucho tiempo sentadas.(6) Las mujeres representan sólo el 20 % de los casos.(7) Es infrecuente a partir de los 40 años y es más común en pacientes obesos y sedentarios.(3)
Se han definido múltiples factores individuales relacionados con la aparición del sinus pilonidal, como son: el sexo masculino, la edad joven o el sobrepeso. Sin embargo, se describen tres factores fundamentales íntimamente relacionados con el desarrollo de esta patología: gran cantidad de vello corporal e interglúteo, una fuerza externa que facilita la inserción del cabello en la piel y la vulnerabilidad subyacente de la piel en la hendidura interglútea.(8)
Su incidencia actual se sitúa en 26 casos por cada 100 000 habitantes, afectando principalmente a adolescentes varones.(1,4,6) Datos similares se recogen en Australia y Nueva Zelanda,(9) así como en Alemania, con números aún más altos reportados en Turquía.(10) En Francia se ha descrito una incidencia de 7 000 pacientes al año.(1) Aproximadamente 70 000 pacientes anualmente en Estados Unidos.(11) Es infrecuente en África y Asia.(12)
Se ha demostrado que la geografía, y por lo tanto los mecanismos genéticos específicos, los entornos de atención médica y los factores socioeconómicos, afectan a múltiples enfermedades y deben tenerse en cuenta al estudiar una enfermedad en todo el mundo.(10,11)
En el Hospital Clínico Quirúrgico Hermanos Ameijeiras en el Servicio de Coloproctología realizaron un estudio sobre las afecciones anales y colorrectales durante la pandemia de COVID-19, donde se observó una baja incidencia de esta afección.(13)
En Cuba se han encontrado pocos estudios referentes a esta entidad. Lo mismo ocurre en la provincia de Cienfuegos; donde no se han realizado ninguna investigación referente a este tema. Por ello se decidió realizar esta investigación con el objetivo de caracterizar los pacientes con enfermedad pilonidal sacrococcígea atendidos en el Servicio de Coloproctología.
MÉTODOS
Se realizó una investigación de serie de casos, de los pacientes atendidos con diagnóstico de enfermedad pilonidal sacrococcígea en la consulta de Coloproctología del Hospital General Universitario Dr. Gustavo Aldereguía Lima, de Cienfuegos, que comprendió un periodo de dos años: desde el 1ro. de enero de 2020 al 31 de diciembre de 2022.
Se analizaron las variables: edad (grupos etarios: menores de 20 años, 21-39 años, 40-59 años, más de 60 años); sexo (femenino, masculino), comorbilidades (hipertensión arterial, diabetes mellitus, sobrepeso u obesidad, otras, ninguna); tratamiento realizado (quirúrgico, no quirúrgico); técnica anestésica aplicada (anestesia local, anestesia regional); técnica quirúrgica aplicada (técnicas no resectivas: incisión simple para drenaje, destechamiento y marsupialización, técnicas resectivas: resección y cierre por granulación, resección y cierre primario simple); grado de satisfacción posoperatoria (muy satisfecho, satisfecho, poco satisfecho); complicaciones posoperatorias (seroma de la herida quirúrgica, sangrado posoperatorio, sepsis de la herida quirúrgica, dehiscencia de la herida quirúrgica, granuloma de la herida quirúrgica, recidiva, sin complicaciones).
Fueron revisadas las historias clínicas y se confeccionó un modelo de recogida de datos. La información obtenida se procesó en el paquete estadístico SPSS 21.0. Los resultados son expuestos en tablas de frecuencias absolutas y relativas.
La investigación fue aprobada por el Consejo científico de la institución. A todos los pacientes incluidos o sus familiares, se les solicitó consentimiento escrito, para la realización del estudio.
RESULTADOS
Fueron atendidos 116 pacientes. Predominó el sexo masculino (75 %). El grupo de edad afectado con mayor frecuencia en los hombres fue el de 21 a 39 años (31,1 %), seguido del de 40 a 59 años (17, 2 %); mientras que, en las mujeres, la edad más afectada fue la comprendida entre 21 a 39 años (10,3 %). (Tabla 1).
En cuanto a las comorbilidades, en 72 pacientes no se recogen antecedentes, seguido de los pacientes con sobrepeso u obesidad (15) e hipertensos (12). (Fig.1).
El tratamiento más usado fue el quirúrgico con un 83,6 %. (Tabla 2).
La anestesia local fue la técnica más empleada (71,1 %). (Tabla 3).
Predominaron las técnicas resectivas en el 59,8 % de la muestra estudiada, siendo la resección y cierre primario simple la más representativa (32,0 %). La incisión simple para drenaje fue la técnica no resectiva más realizada en el 23,7 % de los casos estudiados. (Tabla 4).
En cuanto al grado de satisfacción de los pacientes operados, predominaron los pacientes poco satisfechos (53,6 %), seguido de los satisfechos (29,9 %). (Tabla 5).
La sepsis de la herida quirúrgica se presentó en 33 pacientes (34,0 %), seguida de seroma de la herida quirúrgica (33,0). No presentaron complicaciones 16 pacientes (16,5 %). (Tabla 6).
DISCUSIÓN
La enfermedad pilonidal sacrococcígea es más frecuente en el sexo masculino en las edades entre 15 y 35 años.(6,9)Las mujeres representan sólo el 20 % de los casos.(7,10) Es infrecuente a partir de los 40 años.(3,11) Coinciden con este resultado los alcanzados por Alejandro Barrera E y colaboradores,(14) donde el sexo masculino fue el más representativo; coincidiendo además el grupo etario predominante. Otra investigación de similar resultado fue la realizada por Ricardo Villalón C;(15) donde se apreció un predominio del sexo masculino en el 64,8 % de la muestra estudiada. Sin embargo, no coinciden en cuanto al grupo etario, predominando el rango de edades de 17 a 25 años. También los resultados obtenidos por Acosta Mayorga CG y colaboradores(16) y Cortés Fuentes V y colaboradores(17) reflejan al sexo masculino como el predominante.
Se recoge en la literatura que esta entidad se asocia a otras características como obesidad (37 %), sedentarismo (44 %), traumatismos (34 %) o irritación local;(18) no coincidiendo este estudio con dicha estadística ya que el mayor por ciento de los pacientes no presentó comorbilidades. Resultados similares se exponen por Alejandro Barrera E y colaboradores(14) donde no encontraron factores de riesgo o comorbilidades asociadas en los acasos estudiados.
Ciertos estudios proponen un manejo conservador de los pacientes con sinus de pequeño tamaño, asintomáticos y sin signos de infección, siendo obligatorio el cumplimiento de las tres características. El tratamiento definitivo es quirúrgico.(19) Coinciden con nuestro resultado, los obtenidos por Ricardo Villalón C(15) en los 71 pacientes estudiados con el diagnóstico de enfermedad pilonidal sacrococcígea, el 100 % de ellos recibieron tratamiento quirúrgico. También el realizado por Alejandro Barrera E y colaboradores(14) en 10 pacientes. Por su parte en el estudio de M.A. Barrial y colaboradores(6) donde realiza una comparación entre el cierre primario versus por segunda intención; observaron que el tratamiento médico que se basa en la depilación, la infiltración de los trayectos fistulosos con fenol, la goma de fibrina, tratamientos con láser o ablación por radiofrecuencia son menos utilizadas, han demostrado ser efectivas como monoterapia o como un complemento a la intervención quirúrgica para estos pacientes.
En relación con las diferentes técnicas anestésicas aplicadas a los pacientes operados con diagnóstico de enfermedad pilonidal sacrococcígea, se aprecia en la literatura que la menos usada es la anestesia local no coincidiendo con este estudio. Ricardo Villalón C(15) en sus pacientes estudiados utilizó anestesia raquídea en el 95,8 % y el resto con anestesia general. También en los pacientes estudiados por Alejandro Barrera E y colaboradores(14) se utilizó anestesia general.
Coinciden con nuestro resultado el trabajo realizado por M.A. Barrial y colaboradores(6) donde realiza una comparación entre el cierre primario versus por segunda intención; donde se pudo apreciar de un predominio del cierre primario en 29 pacientes operados de una muestra de 57, todos con una evolución satisfactoria. No coinciden con nuestro resultado el trabajo realizado por Cortés Fuentes V y col(17) en su estudio en 250 pacientes diagnosticado de quiste pilonidal, al 84,8 % se le realizaron técnicas abiertas, las cuales fueron: marsupialización y destechamiento.
No coinciden con nuestro resultado el realizado por Ricardo Villalón C(15) donde se pudo apreciar que el 57,7 % de la muestra estudiada estuvieron satisfechos con la cirugía realizada.
El mismo estudio anterior(15) encontró que la complicación más frecuente fue la dehiscencia de la herida operatoria en el 80 % de los casos; siendo en el 91,7 % de ellos una dehiscencia parcial y la complicación menos frecuente fue el hematoma de la herida en el 5,1 %, lo cual no coincide con nuestro resultado. Además, coinciden con nuestro resultado los obtenidos por Acosta Mayorga CG y colaboradores(16) en el estudio de 20 pacientes con enfermedad pilonidal donde la sepsis de la herida quirúrgica fue la complicación predominante en el 25 % de la muestra estudiada.
Conflicto de intereses
Los autores declaran la no existencia de conflicto de intereses relacionados con el estudio.
Contribuciones de los autores
Conceptualización: Yasser Muñiz Morales, Jorge Ernesto González García.
Curación de datos: Yasser Muñiz Morales, Jorge Ernesto González García, José Alberto Puerto Lorenzo.
Análisis formal: Yasser Muñiz Morales, Jorge Ernesto González García, José Alberto Puerto Lorenzo.
Investigación: Yasser Muñiz Morales, Jorge Ernesto González García.
Metodología: Yasser Muñiz Morales, Jorge Ernesto González García, Eslinda Cabanes Rojas, Dianelys Molina Macias.
Validación: Jorge Ernesto González García, José Alberto Puerto Lorenzo.
Visualización: Yasser Muñiz Morales, Jorge Ernesto González García.
Redacción – borrador original: Yasser Muñiz Morales, Jorge Ernesto González García, José Alberto Puerto Lorenzo.
Redacción – revisión y edición: Yasser Muñiz Morales, Jorge Ernesto González García, José Alberto Puerto Lorenzo, Eslinda Cabanes Rojas, Dianelys Molina Macias.
Financiación
Hospital General Universitario Dr. Gustavo Aldereguía Lima. Cienfuegos
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