Introducción
La hipertensión arterial (HTA) es un trastorno en el que los vasos sanguíneos tienen una tensión persistentemente alta, lo que puede dañarlos; es el principal factor de riesgo en términos de mortalidad atribuible, dado por los efectos que ocasiona y por constituir el principal factor de riesgo para la aparición de enfermedades cardiovasculares, accidentes vasculares encefálicos e insuficiencia renal crónica; es considerada, así, uno de los mayores problemas de salud pública.(1,2)
Constituye un trastorno cardiovascular frecuente y con consecuencias adversas sobre la salud de quienes la padecen. Las guías internacionales más reconocidas en el tema, así como la guía cubana, consideran que cuando el paciente manifiesta incrementos continuos de presión arterial, con valores por encima de 140 mmHg o la presión diastólica sostenida mayor de 90 mmHg, se puede hablar de HTA.(3)
Estudios poblacionales exponen que hasta 80 % de los casos de cardiopatía coronaria y 90 % de los casos de hipertensión arterial pueden evitarse si se adoptan estilos de vida saludables.(4)
En el mundo, el número de personas de 30 a 79 años con HTA reportada se duplicó de 1990 a 2019, debido fundamentalmente al crecimiento y envejecimiento de la población, pero la mayoría de estas personas no lograron un control efectivo de la enfermedad en 2019.(5)
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), uno de cada cinco adultos padece de presión arterial elevada, un trastorno que causa aproximadamente la mitad de todas las defunciones por accidente cerebrovascular o cardiopatía. Las complicaciones derivadas de la HTA causan 9,4 millones de defunciones cada año en el mundo.(6)
El fortalecimiento de los servicios de salud y una cobertura sanitaria universal son condiciones esenciales para el desarrollo y cumplimiento adecuado de los programas de salud, pues permiten abordar los diversos obstáculos que interfieren en el proceso de atención y control eficaz de una determinada enfermedad. Estos obstáculos pueden estar relacionados con el paciente, los proveedores de salud, el funcionamiento y accesibilidad a los servicios de salud, así como la disponibilidad y asequibilidad de los medicamentos.(7)
Si se tiene en cuenta su distribución por regiones, se tiene que África ocupa el primer lugar, seguido del Mediterráneo oriental, Asia sudoriental y Europa con mínimas variaciones según el sexo. Se estima que alrededor de 250 millones de personas adultas de la región de las Américas padecen de hipertensión.(8)
En Cuba existen alrededor de 2,6 millones de hipertensos mayores de 15 años de edad. La Habana se encuentra entre las provincias de mayor prevalencia. Durante el 2019 se reportó en esta provincia una prevalencia de HTA de 268,5 x 103 habitantes; fallecieron 6377 personas por enfermedades del corazón y 2053 por enfermedades cerebrovasculares, dos de las complicaciones más frecuentes por una hipertensión mal controlada. En ese mismo año en todo el país fallecieron 4798 a consecuencia de enfermedades hipertensivas.(9, 10)
La Tercera Encuesta Nacional de Factores de Riesgo, planteó que el 30,9 por ciento de los cubanos sufren HTA, lo cual significa que 2,6 millones de personas en el país son hipertensas. Cienfuegos sobrepasó la media con 240,8 por cada 103 habitantes en 2019.(11)
En el área de salud IV, Ernesto Guevara de la Serna, del municipio de Cienfuegos, existen actualmente 6191 hipertensos para una prevalencia de 38, 4 % del total de pacientes mayores de 15 años. El aumento en la incidencia de enfermedades cardiovasculares, y dentro de esta la hipertensión arterial, hace necesario que se realicen acciones de promoción y prevención de salud que permitan brindar información y atención oportuna, sobre los factores de riesgo modificables. Por lo que esta investigación tuvo como objetivo describir el nivel conocimiento sobre la hipertensión arterial en adultos no hipertensos.
La investigación fue aprobada por el consejo científico de la institución.
Métodos
Se realizó un estudio de intervención educativa en el Consultorio Médico de la Familia número 7 del Policlínico Ernesto Guevara de la Serna, Cienfuegos, de febrero del 2021 a noviembre del 2023. El universo estuvo constituido por 311 pacientes adultos no hipertensos y la muestra quedó constituida por 90 pacientes escogidos aleatoriamente, teniendo como criterios de inclusión, pacientes de uno y otro sexo, que supieran leer y escribir. Pacientes que aceptaron participar voluntariamente en el estudio y como criterios de exclusión: pacientes con limitaciones auditivas, visuales y/o físicas que le impidieran participar en el estudio. Pacientes que estuvieron diagnosticados con hipertensión arterial u otra enfermedad o discapacidad biológica física y mental.
Se aplicó cuestionario realizado en la Universidad Peruana Cayetano Heredia(12) para medir nivel de conocimientos sobre la hipertensión arterial, antes y después de aplicada la intervención educativa.
La intervención tuvo una frecuencia semanal y duración de 45 minutos por un período de dos meses y se tituló “Moviendo tu corazón, previenes la hipertensión “. La muestra se dividió en subgrupos de 10 personas para facilitar el trabajo.
Se analizaron las variables: edad, sexo, conocimiento sobre la definición de HTA, conocimiento sobre factores de riesgo de la hipertensión arterial, conocimiento sobre las manifestaciones clínicas, conocimiento de las complicaciones conocimiento sobre las medidas de prevención
Se utilizó la estadística descriptiva a través del programa estadístico Excel. Los resultados se reflejan en tablas mediante números absolutos y porcentaje.
Se cumplieron los principios bioéticos establecidos en la declaración de Helsinki para el desarrollo de las investigaciones en salud, así como la confidencialidad de los resultados presentados con fines científicos y profesionales. Aprobación por Consejo Cientifico.
Resultados
Existió un predominio del grupo etario de 50 - 59 años, lo cual representa el 40,0 % del grupo estudiado, el sexo predominante fue el femenino, con un 74,4 %. (Tabla 1).
Antes de la intervención educativa el 71,11 % de los participantes demostraron conocimientos inadecuados sobre la definición de la hipertensión arterial y solo el 28,88 % conocimientos adecuados. Resultados revertidos después de aplicada la intervención ya que solo el 6,66 % demostró conocimiento inadecuado y el 93,33 % alcanzó conocimientos adecuados. (Tabla 2).
El 90 % de los participantes demostraron conocimiento inadecuado sobre los factores de riesgo asociados a la hipertensión arterial; sin embargo, solo el 5,55 % respondió de forma inadecuada cuando se volvió a aplicar el cuestionario. (Tabla 3).
Antes de la intervención el 87,77 % de la muestra desconocía las manifestaciones clínicas, lográndose modificar satisfactoriamente, pues en la evaluación final solo el 3,33 %, de los participantes mantenía un conocimiento inadecuado al respecto. (Tabla 4).
Al evaluar el nivel de conocimientos sobre las complicaciones de la hipertensión arterial se obtuvo que el 96,66 % de la muestra era inadecuado antes de la intervención, que luego de aplicar el programa educativo solo se mantuvo con conocimiento inadecuado el 1,11 %. (Tabla 5).
El 72,2 % tenía un nivel inadecuado de conocimiento sobre medidas de prevención al aplicarse el cuestionario en la etapa diagnóstica, luego de aplicarse el programa de intervención se logró que solo el 3,3 % de la muestra mantuviera un conocimiento inadecuado. (Tabla 6).
Discusión
Díaz Feria en su estudio plantea que el 47,2 % de los estudiados se encontraba dentro del grupo de 65 años no coincidiendo con esta investigación; al igual que esta, hubo predominio del sexo femenino, con un 60 %.(11)
En un estudio realizado por González Huacón en el 2022, el grupo de mayor frecuencia fue el de 50 a 59 años con 26,2 % y el de 60 a 69 años, con 22,4 %; sin embargo, predominó el sexo masculino con 71 casos (66,4 %), no coincidiendo con este estudio.(13)
Almeida Palma en el año 2018, caracterizó a la población de hipertensos y resultó tener similitud con el presente estudio en cuanto a que el grupo de edad de 50 a 59 años fue el de mayor frecuencia, con un porcentaje de 31,3 % y fue el sexo femenino el que prevaleció con 64,7 %.(14)
En relación con el nivel de conocimiento sobre la definición de la HTA similares resultados fueron encontrados por Agüero Verdecía en su intervención educativa sobre hipertensión arterial en adultos de una unidad cerrada del MININT donde el 68,89 % de los participantes demostraron conocimientos inadecuados. Resultados revertidos después de aplicada la intervención ya que solo el 4,45 % de las personas se mantuvieron con los conocimientos inadecuados.(15)
Sin embargo, Mendoza López y colaboradores, en su estudio realizado en el año 2019 en el municipio 10 de Octubre recogen que el 68,50 % de los participantes involucrados presentó un nivel inadecuado de conocimiento, lo cual se logró revertir a solo un 14,80 % de la muestra con conocimiento inadecuado después de aplicado el programa de intervención.(16)
Según el nivel de conocimiento sobre los factores de riesgo esta investigación coincide con Aguilera Santiesteban en su intervención educativa sobre factores de riesgo de la HTA en el policlínico docente de Buenaventura, quien observó que el mayor número de pacientes, de los encuestados, tenían conocimientos inadecuados sobre los factores de riesgo de la HTA y después de la intervención se elevó el nivel de conocimiento sobre el tema en el 96,84 % de los pacientes.(17)
Similares resultados exhiben Agüero Verdecía donde el 86,67 % de los participantes demostraron conocimiento inadecuado sobre los factores de riesgo asociados a la hipertensión arterial, sin embargo, solo el 6,67 % respondió de forma inadecuada cuando se volvió a aplicar el cuestionario.(15)
Al igual que Mendoza López y colaboradores plantean que 72,2 % de los participantes presentaban un nivel inadecuado de conocimiento en cuanto a factores de riesgo de HTA, lo que se modificó a solo el 11,1 % luego de aplicado el programa educativo, demostrándose la efectividad del mismo.(16)
Con respecto al nivel de conocimientos sobre las manifestaciones clínicas de la HTA esta investigación coincide con los resultados del estudio realizado por Pernas Cabreras donde 40,38 % de la muestra desconocía sobre los síntomas antes de la intervención, una vez culminada la misma, solo el 9,62 % aún tenía desconocimiento de los síntomas(18) y Duardo Tamayo y colaboradores identifican que existió un conocimiento no adecuado antes de la intervención educativa en 49 pacientes para un 57 %, el cual se logró modificar en adecuado en 79 pacientes para un 91,9 %.(19)
Bravo Sotolongo y Beltrán Cardo en su estudio plantean que al evaluar inicialmente los conocimientos de las manifestaciones clínicas solo el 57,50 % tenían un nivel adecuado, lo que se modificó al 100 % luego de aplicar el programa de intervención.(20)
Esta investigación coincide con los resultados obtenidos por Cuenca Delgado, el nivel de conocimientos sobre las complicaciones que la HTA puede ocasionar a los pacientes, fue inadecuado en un 99,5 %. Sin embargo, el paciente que contestó correctamente este elemento en el pre-test solo se refirió a una complicación básica, que determina la hipertensión arterial como un factor de riesgo de padecer otra patología más compleja, en este caso la cardiopatía, al ser de su conocimiento que esta tuvo dicha etiología en un familiar cercano.(21)
Similares resultados fueron obtenidos por Morillo Suárez y colaboradores en su estudio donde plantean que antes de la intervención el 67,70 % de la muestra tenía un nivel de información inadecuado sobre las complicaciones de la HTA como enfermedad, modificándose esta situación después de aplicar el programa educativo, donde el 90,30 % de los participantes alcanzó una calificación de adecuado en su respuesta, teniendo significación con un 95 % de confiabilidad (p < 0,05), por lo que se consideró efectivo el programa también en este tema.(22)
Mendoza López DL y colaboradores en su intervención evalúan también el nivel de conocimiento respecto a las complicaciones en su muestra de estudio y plantean que el 59,30 %, tenía un nivel de conocimiento inadecuado en el test inicial, valor revertido a un 7,40 % luego de aplicar el programa educativo, calificando el mismo de efectivo.(16)
Cuenca Delgado en su estudio al aplicar el cuestionario coincidió con lo encontrado en nuestra investigación donde 98,4 % de los pacientes tenían un inadecuado conocimiento de las acciones para prevenir la hipertensión arterial.(21)
Autores como Medina García N y Ruiz Cobella DM hacen alusión a conocimientos inadecuados y malas prácticas alimentarias en los participantes en sus respectivas investigaciones; sin embargo, auxiliados de diferentes técnicas educativas, lograron revertir esta situación.(23,24) También Iglesias Vega, obtuvo resultados satisfactorios en la modificación del nivel de conocimientos en sus adultos mayores, alcanzando que aprendieran cómo hacer una dieta más saludable.(25)
Da Silva Barreto M y colaboradores señalan en su estudio que muy pocos pacientes reconocieron realizar ejercicios sistemáticos y que sus conocimientos sobre los más favorables para su salud eran incorrectos de manera general, lo que se modificó favorablemente al concluir el programa de intervención.(26)
Otro estudio realizado por Gonzalo en el año 2020 planteo que el 88,89 % tenía un nivel inadecuado de conocimiento al aplicarse el cuestionario en la etapa diagnóstica, lográndose revertir favorablemente a solo el 6,67 % de la muestra luego de aplicarse el programa de intervención, para un coeficiente de variación de 92,50 %.(15)
Se coincide con los resultados obtenidos en las investigaciones de otros autores, donde se plantea que el tratamiento preventivo debe ser pilar fundamental en el enfrentamiento de este grave problema de salud.
Se concluye que la aplicación de la intervención educativa sobre nivel de conocimiento de HTA en adultos no hipertensos permitió definir que el mayor porciento de los pacientes tenía conocimiento inadecuado sobre el tema; resultados que se logró modificar luego de la intervención educativa, con lo que se demuestra la importancia de la educación para la prevención en salud.
Conflicto de intereses
No existen conflictos de intereses por parte de los autores.
Contribuciones de los autores
Conceptualización: Dayme Rodríguez Fumero.
Curación de datos: Dayme Rodríguez Fumero, Taimi Figueredo Pérez, Yaima Montalvo Hernández, Zenaida María Rivero Quesada.
Análisis formal: Dayme Rodríguez Fumero, Taimi Figueredo Pérez, Marisela García de la Torre.
Investigación: Dayme Rodríguez Fumero, Taimi Figueredo Pérez.
Metodología: Dayme Rodríguez Fumero, Taimi Figueredo Pérez.
Visualización: Dianelys Díaz Poma.
Redacción del borrador original: Dayme Rodríguez Fumero, Taimi Figueredo Pérez, Yaima Montalvo Hernández, Zenaida María Rivero Quesada.
Redacción, revisión y edición: Dayme Rodríguez Fumero.
Financiación
Policlínico Docente Ernesto Guevara de la Serna. Cienfuegos. Cuba.