Introducción
Las competencias profesionales se identifican sobre la base real del trabajo, por lo que el desempeño del trabajador resulta clave para definir su competencia, pues incluye conocimientos, habilidades, actitudes, aptitudes y valores que una persona debe combinar y poner en acción para solucionar los problemas en diferentes contextos laborales. Por eso, se requiere de un profesional de enfermería cada vez más capacitado, tanto en la esfera del conocimiento como de las habilidades para poder abordar los roles propios de la profesión. Desarrollar programas a partir de la identificación de nuevas competencias profesionales es una opción de gran valor que debe ser tomada en consideración para planificar la capacitación del profesional de enfermería.(1)
Es por ello, que las autoras consideran que el desarrollo de las competencias profesionales se ha caracterizado por ocupar un lugar fundamental dentro del contexto de la educación superior en países como España, Holanda, Francia y de América Latina como México, los que deben formar recursos humanos preparados para enfrentar los nuevos desafíos.
Por su parte, Ecuador,(2) a pesar de haber transitado por diferentes etapas hasta la actualidad, demanda modelos educativos que no solo desarrollen las competencias profesionales en los alumnos, sino que encuentren alternativas que las conviertan en sostenibles y en verdaderas oportunidades; concebidas como una mayor calidad en el desempeño profesional.
En Cuba, a partir del envejecimiento poblacional, se producen cambios importantes sobre los procesos sociales y de salud, en especial los relacionados con la morbilidad, la mortalidad, la discapacidad y el uso de los servicios de salud. Esto requerirá de nuevos conocimientos, así como la identificación de factores que contribuyan a preservar los niveles de salud de las personas adulto mayor, con vistas a incrementar su bienestar, por tanto el Sistema Nacional de Salud (SNS) brinda particular atención a este grupo poblacional.(3)
Visto de esta forma, la atención a la persona adulto mayor tiene sus especificidades, por lo que la calidad del servicio de salud parte de las competencias de sus trabajadores en el cumplimiento de sus funciones laborales y sociales, lo cual constituye hoy un verdadero reto para el Ministerio de Salud Pública (MINSAP) y para la sociedad cubana. De ahí la importancia de que todos los profesionales que laboran en la Atención Primaria de Salud (APS), en especial el personal de enfermería, preste mayor atención a los procesos normales de envejecimiento y a los cuidados que requieren las personas sanas o enfermas en este grupo.(4)
En consecuencia, las autoras consideran la necesidad de perfeccionar la actuación del profesional de enfermería que labora en la Atención Primaria de Salud (APS), para la atención al adulto mayor, desde sus bases cognitivas y la experiencia individual; aspectos estos que demandan, debido a las condiciones sociales actuales, un pensamiento creativo capaz de satisfacer las carencias y necesidades de este miembro del equipo de trabajo en cuanto al manejo del adulto mayor. Por tal razón, las acciones a desarrollar deben estar encaminadas a garantizar la confianza de personas y familiares, incrementar la comunicación, dominar el área o servicio a su cargo, planear los resultados que espera lograr y reconocer las posibilidades de conflictos e incertidumbre ante cada evento o situación que desee modificar, así como realizar el trabajo en equipo para que los esfuerzos y logros sean directamente proporcionales.(5)
Por consiguiente, las competencias profesionales para el cuidado del adulto mayor exigen un ejercicio crítico, reflexivo y constructivo sobre las prácticas profesionales e interprofesionales en salud, por lo que deben ser capaces de conocer e intervenir en el proceso de vivir, enfermar y estar sano, con compromiso y responsabilidad en la búsqueda del mejoramiento de la vida, aspecto este con el que las autoras coinciden.(5) Por ello el objetivo de este trabajo fue identificar las competencias profesionales específicas de enfermería para la atención al adulto mayor en la comunidad.
Métodos
Se realizó un estudio cualitativo en la Dirección Municipal de Salud de Cienfuegos durante el año 2023. El universo quedó constituido por el 100 % de los cuadros y directivos que laboran en esta entidad. La variable de estudio fue competencias profesionales específicas de enfermería para la atención al adulto mayor en la comunidad.
La metodología empleada para identificar las competencias profesionales específicas de enfermería fue la metodología para la evaluación de las competencias laborales en salud (ECLAS) donde se utilizó el análisis ocupacional sin dejar de considerar e integrar aspectos relacionados con el análisis funcional y constructivista.(6) Metodología que, en sus fundamentos teóricos para el logro del objetivo propuesto, provee las vías para que la concepción teórica sea aplicable en la práctica e incluye instrumentos y procedimientos validados para su uso, concebida mediante la construcción del conocimiento que integra componentes teóricos y prácticos.
El algoritmo de la investigación cuenta con tres etapas establecidas en la metodología para la evaluación de las competencias: diagnóstico, diseño y validación de instrumentos e intervención educativa. En este estudio solo se trabajó con la etapa de diagnóstico para la identificación de las competencias.
En correspondencia con lo anterior, las autoras de la investigación para la identificación de las competencias sobre la base real del trabajo; realizaron la triangulación de fuentes de datos y la aplicación de una entrevista semiestructurada a cuadros y directivos de la APS, los que condujeron a la elaboración de la propuesta de las competencias las que fueron validadas por criterio de expertos mediante el método Delphi.
Se mantuvo el anonimato, confidencialidad, consentimiento escrito y voluntariedad de los participantes implicados, a partir de la previa concertación y negociación con ellos. El estudio fue aprobado por el consejo científico y comité de ética de la Facultad de Ciencias Médicas Raúl Dorticós Torrado, perteneciente a la Universidad de Ciencias Médicas de Cienfuegos.
Resultados
Como parte del proceso de investigación se realizó la triangulación de fuentes de datos para lo cual se partió del análisis documental de Regulaciones de la práctica de enfermería en todos los niveles del SNS (RM396/07),(7) Plan de estudio “E” de la carrera de Licenciatura en Enfermería,(8) Programa de la asignatura Cuidados de enfermería a la persona adulta II,(9) Programa de la especialidad de Enfermería Comunitaria Integral,(10) de conjunto con los resultados obtenidos en la entrevista semiestructurada aplicada a cuadros y directivos de la APS, los que condujeron a la elaboración de la propuesta de las competencias a partir de los siguientes resultados:
El análisis documental permitió determinar que, desde el punto de vista asistencial, se encuentran delimitadas las funciones que propician la actuación independiente del profesional de enfermería porque es, en la labor asistencial, donde se encuentra la esencia de la enfermería ya que resulta el medio idóneo para establecer la relación teoría-práctica, como expresión máxima para el aprendizaje y la consolidación de las competencias. Sin embargo, se evidencia en los programas, una reducción significativa del tiempo destinado para el trabajo con el adulto mayor con respecto a años anteriores.
Además, el sistema de contenidos y habilidades está estructurado por la lógica del Proceso de Atención de Enfermería (PAE) para desarrollar las habilidades intelectuales necesarias del estudiante en su modo de actuación profesional; sin embargo, no están declaradas las competencias profesionales a desempeñar en el programa de la especialidad de enfermería comunitaria.
Posteriormente, en la entrevista semiestructurada, aplicada a cuadros y directivos, los entrevistados plantearon que los profesionales de enfermería no cuentan con la preparación adecuada para el desempeño en la atención al adulto mayor en la comunidad, puesto que no están capacitados para enfrentar el reto que representa el envejecimiento poblacional. Además, responden que los conocimientos recibidos en la formación de pregrado no son suficientes, que los contenidos relacionados con el tema son muy superficiales, poco actualizados, con insuficiente literatura básica para un desempeño exitoso del profesional de enfermería para la atención al adulto mayor en la comunidad. En relación con la idea anterior, plantean que los profesionales de enfermería no buscan alternativas de superación; por eso, el municipio de Cienfuegos se ha caracterizado por estar estático en el crecimiento profesional.
Por último, entre los aspectos sugeridos a consideración para la atención del adulto mayor en la comunidad, se aboga por la inclusión en las actividades que desarrollan los CMF como activistas sanitarios y la totalidad reconocen la necesidad de una estrategia de superación dirigida al desarrollo de competencias profesionales de enfermería para la atención al adulto mayor en la comunidad.
A consideración de las autoras, la entrevista resultó de gran utilidad para explorar conocimientos y experiencias que fueron usadas para examinar no sólo lo que la persona piensa, sino, cómo piensa y por qué piensa de determinada manera.
A partir de los elementos obtenidos a través de la triangulación de fuente de datos y los resultados de la entrevista semiestructurada, se realiza la propuesta de once competencias profesionales. (Cuadro 1).
El 100 % de los expertos estuvo de acuerdo con las competencias profesionales de enfermería propuestas, donde la puntuación osciló entre cuatro y cinco resultado de la evaluación de estos, a través de la escala Likert.
Discusión
Diversas han sido las fuentes científicas que abordan el tema objeto de investigación, de las cuales se ha podido constatar diversas definiciones y características según los puntos de vista e intereses de los autores cubanos como Caballero,(11) Martínez,(12) y Ramos(13) los cuales han realizado contribuciones a la definición de competencias profesionales en distintos contextos de actuación:
Caballero,(11) en el año 2015, conceptualiza la competencia como la producción intelectual, y la considera un “producto de interrelación de saberes que se relacionen con lo formativo, el conocimiento, el desempeño y la potencialidad de transformar el contexto a partir de toda la obra científica que se realice.” Concepto que se puso en práctica a partir de su propuesta de Estrategia de profesionalización para el desarrollo de la competencia producción intelectual en el docente de enfermería.
Años más tarde, Martínez(12) definió las competencias como la configuración que integra un conjunto de conocimientos, habilidades, actitudes y motivaciones del profesional de Enfermería en permanente modificación y sometidas a pruebas contextualizadas; lo que entraña ciertos márgenes de complejidad procedimental, al reconocer el carácter de las ciencias como proceso cambiante y el papel de los valores humanos para un actuar consecuente, en la solución de problemas que demandan formas individualizadas en el desempeño profesional para la atención humanista-clínico-ético; la cual lo aplica mediante una Estrategia de superación para el desarrollo de competencias profesionales específicas en la atención de enfermería al neonato crítico.
Por su parte, Ramos(13) en el año 2018, a través del Modelo pedagógico de competencias profesionales específicas para la formación del especialista de medicina general integral, plantea que la competencia es el reflejo de la integración de los distintos saberes, y que su expresión es en el desempeño profesional; sin embargo, desde una posición teórica, cumple funciones formativas, reguladoras y transformadoras en lo intrínseco y lo extrínseco de la formación por competencias.
Cabe resaltar que, países como Brasil, Canadá, Chile, Ecuador, España y Perú, evidenciaron que el desarrollo de modelos por competencias en los equipos de salud favorece la calidad de la atención en salud y la seguridad del paciente;(14) por lo que, países como México,(15) enfatizan que las organizaciones requieren forjar una cultura de competencias que implique posicionar los recursos en áreas clave de la organización y construir modelos de competencias que articulen los conocimientos en los puestos de trabajo y, a su vez, que fortalezcan las competencias innatas de los funcionarios.
Según Aguilar Montoya et al, (16)en su investigación plantea que la identificación de competencias por medio del análisis de actividades permite determinar el rol profesional y que sin duda es fundamental, puesto que se asocia al desempeño de una persona en un lugar específico o determinado; es decir, a las funciones o actividades en un contexto determinado.
Sin embargo, según García y Treviño,(17) existen posiciones que tratan de manera estrecha la significación de las competencias en la educación superior, considerando que la formación de las mismas y su contribución al perfil de egreso de los profesionales se vincula directamente con “la función del nivel educativo superior que es preparar al individuo para ser el candidato idóneo para determinado empleo”.
Según Quintal, citado por Ramos et al.(18) otros estudios abordan el tema de modo más amplio, incluso valoran la significación de la educación por competencias para la inserción social y la equidad y también para el desarrollo sostenible.
Las autoras coinciden con los investigadores antes mencionados, en que la competencia es el reflejo de la integración de los distintos saberes, y que su expresión es en el desempeño profesional; sin embargo, desde su posición teórica, el escenario de formación cumple funciones formativas, reguladoras y transformadoras en lo intrínseco y lo extrínseco de la formación por competencias. Además, las competencias de los profesionales abarcan la gama completa de conocimientos, destrezas, actitudes y capacidades en el ámbito personal, profesional o académico, adquiridas por diferentes vías y en todos los niveles, del nivel básico, al más alto, cuya aplicación se traduce en un desempeño superior, que contribuye al logro de sus objetivos.
Por tanto, las autoras consideran que para la atención al adulto mayor en la comunidad, se requiere dominar los aspectos clínicos y resulta imprescindible la integración de conocimientos, habilidades, conductas, actitudes, aptitudes y motivaciones conducentes a un desempeño adecuado y oportuno en diversos contextos por parte del profesional de enfermería, quien debe responder a las funciones y tareas con idoneidad, resultado de su experiencia, capacitación y calificación, las que permitirán abordar de forma adecuada los problemas de salud que presenten los adultos mayores.
Por consiguiente, lo complejo y dinámico del proceso de cuidado enfermero en el contexto comunitario, a criterio del grupo de investigación de este artículo, requiere de un actuar idóneo y responsable, que permita la articulación de saberes y recursos para lograr el fin propuesto, en consonancia con las demandas de los adultos mayores, familia y la propia comunidad en materia de salud, por lo que se hace necesario definir las funciones específicas y competencias laborales de los profesionales que aquí laboran, que les permita desempeñar modos de actuación individualizados.
Los profesionales de enfermería que laboran en la comunidad para la atención al adulto mayor deben elevar su nivel de competencia, pues el envejecimiento poblacional hoy día constituye un reto no solo para las familias sino que se ha convertido en el principal desafío demográfico de Cuba, porque incide en la economía, la familia, los servicios, el reemplazo del capital humano, la seguridad social y eleva los costos de atención médico/epidemiológico; estos deben estar integrados por un personal calificado y con experiencia.(19)
Las competencias específicas de enfermería identificadas para la atención al adulto mayor en la comunidad, permitirán favorecer el pensamiento crítico, creativo e independiente de los profesionales de enfermería en la solución de problemas; los cuales demandan formas individualizadas en el desempeño profesional desde una visión integral del adulto mayor en la comunidad.
