INTRODUCCIÓN
Los vectores son agentes transmisores de patógenos, entre ellos, parásitos, de una persona (o animal) infectada a otra, ocasionando enfermedades graves en el ser humano, con mayor frecuencia en zonas tropicales y lugares con problemas de acceso al agua potable y al saneamiento.(1)
Las arbovirosis comprenden un conjunto de enfermedades víricas febriles transmitidas por insectos hematófagos (mosquitos), propias de áreas tropicales y subtropicales, que se caracterizan por compartir el mismo vector, el Aedes aegypti, aunque el dengue y el Chikungunya pueden también ser transmitidos por el Aedes albopictus. Su prevalencia e incidencia representa un importante problema de salud pública, al generar gran impacto social, económico y epidemiológico, además de considerables tasas de morbilidad y mortalidad entre la población, tal como ocurre en África, Asia y América, donde, el continuo cambio climático, la deforestación, la migración de la población, ocupación desordenada de zonas urbanas y malas condiciones de salud, favorecen la amplificación y transmisión viral.(1,2,3)
En Perú, a partir del año 2016, se vienen notificando casos de Chikungunya, y la cifra va en ascenso, con casos confirmados en los departamentos de Piura, Tumbes, Loreto, Madre de Dios, San Martin, Ancash, Lima, Ucayali, Cusco, La Libertad y Lambayeque.(4) En las áreas tropicales de la región Huánuco, existe mayor diversidad de hábitats ideales, con potencial de expansión geográfica para la proliferación de huevos y la cría larval de mosquitos Aedes aegypti. Ello se debe a la acumulación de agua de lluvia en materiales de desecho, al almacenamiento del agua en depósitos inadecuados, como envases desechables de plástico o vidrio, hacinamiento de las personas, entre otros motivos.(5) La variabilidad de las condiciones ambientales y algunos aspectos demográficos y socioeconómicos también contribuyen a que la situación epidemiológica sea compleja.(6)
Las comunidades con mayor riesgo deben estar, primero, informadas acerca de todo lo concerniente a la transmisión de enfermedades por los vectores, y sus riesgos asociados; y segundo, preparadas para reducir al mínimo la exposición al vector a través del control y eliminación de sus principales fuentes de reproducción.(7) En ello juega un importante papel la promoción de la participación familiar, y la movilización de la comunidad.(5)
Las estrategias de comunicación social, culturalmente aceptables para grupos bien definidos y con objetivos conductuales claros,(8) posibilitan la difusión de conocimientos, la modificación o reforzamiento de comportamientos, y el estímulo de procesos de cambio social, que coadyuvan al mejoramiento de la calidad de vida en grupos y comunidades en riesgo.(9,10,11)
Por todo lo anterior, se realizó esta investigación con el objetivo de demostrar la efectividad de una estrategia comunicativa orientada a la reducción de la exposición a factores de riesgo de arbovirosis.
MÉTODOS
Se realizó un estudio cuasi experimental, con diseño de antes y después respecto a una estrategia de intervención, aplicada a escolares de la escuela primaria Nº 32716 del Centro Poblado de Chinchavito, distrito de Mariano Dámaso Beraún, provincia Leoncio Prado, departamento de Huánuco, durante tres meses, abril a junio de 2018.
La intervención fue llevada a cabo por el personal de salud y voluntarios, en coordinación con los responsables de la Red de Salud Leoncio Prado, docentes y estudiantes. Fue necesaria la coordinación con las autoridades, instituciones y grupos relevantes de la población, a fin de obtener apoyo, legitimación, alianza y participación activa, y compromiso (voluntarios) con los cambios de comportamiento relacionados con la salud.
La muestra fue seleccionada por muestreo probabilístico, con el método aleatorio simple. De un total de 200 escolares, 65 participaron en el estudio, quienes cumplieron los criterios de inclusión y exclusión; y cuyos padres firmaron el asentimiento informado.
Para la medición de las variables se aplicó una escala adaptada a las actitudes de prevención de las arbovirosis, así como el test de comportamientos prioritarios.
La metodología, sesiones de aprendizaje y actividades de información, se basaron en el Modelo Socio Ecológico, y en el Módulo Educativo propuesto por el Ministerio de Educación y Ministerio de Salud.(12,13)
El estudio contó con cuatro momentos: diagnóstico, elaboración de la estrategia, ejecución y evaluación.
El diagnóstico, mediante la observación fundamentalmente, se orientó al conocimiento de la realidad, de los comportamientos a modificar, y a la toma de decisiones consensuadas de cómo intervenir para el cambio. Además, se aplicó un cuestionario que recogió información sobre las variables: conocimiento de los aspectos básicos (si/no), aspectos epidemiológicos (si/no), conocimiento de las medidas de prevención (si/no), conocimiento sobre el control de las arbovirosis (bueno, regular, malo), prácticas individuales de prevención y control (correctas/incorrectas), prácticas colectivas de prevención y control (correctas/incorrectas), actitudes de los escolares para cumplir con las recomendaciones de protección personal frente a las arbovirosis (correctas/incorrectas) y actitudes de disposición de compartir y promover la información (correctas/incorrectas).
La elaboración de la estrategia tuvo como eje central el plan comunicativo o plan operativo, que fue estructurado en objetivos, métodos de enseñanza, actividades y evaluación.
La ejecución de la estrategia se basó esencialmente en la difusión de mensajes masivos y/o alternativos. Entre los medios personales y grupales alternativos, se aplicó la dramatización, el taller demostrativo de lavado de recipientes y recolectores de agua, la reflexión crítica, videos, pasacalles, animación socio cultural, movilización social; todo esto apoyado con ayudas educativas: folletos, afiches, mensajes educativos, juegos, programa radial y periódico mural.
La evaluación se desarrolló mediante el uso de indicadores de resultado. Se aplicó un cuestionario inmediatamente después, al mes y a los tres meses de concluidas las acciones de intervención, para recoger información sobre las mismas variables ya formuladas.
Se recogió información, además, relacionada con las características generales de la población objeto de intervención, tales como edad, sexo y procedencia (rural, urbana).
El objetivo principal de la estrategia comunicativa fue promover actitudes (Cuadro 1) y comportamientos (Cuadro 2) para reducir la exposición a factores de riesgo de arbovirosis.
Se calcularon las frecuencias absolutas y relativas. En el análisis inferencial (contrastación de hipótesis) se aplicó la prueba Wilcoxom, considerados significativos los valores de p<0,05, con un nivel de confianza del 95 %. El análisis fue realizado utilizando el programa Microsoft Excel (Versión 2013, para Windows) y apoyados en el PASW V22.0.
Este estudio fue aprobado por el Comité de Ética e Investigación de la Universidad Nacional Hermilio Valdizán, de Huánuco. Se obtuvo un asentimiento informado por escrito de los padres de los escolares, antes del reclutamiento para el estudio.
RESULTADOS
En el presente estudio participaron escolares, cuyo promedio de edad fue de 11 años, con predominio del sexo femenino (63 %), y de la procedencia rural. En cuanto al conocimiento de los aspectos básicos y epidemiológicos de las arbovirosis, en la post intervención se tuvo que 38,5 % (25) expresó conocimiento de dichos aspectos, lo que se incrementó a 53,8 % (35) al mes y a 63 % (41) tres meses después. En relación al conocimiento de la epidemiología de las arbovirosis, en la post intervención 75,4 % (49) expresaron que sí conocían al respecto; en tanto, al mes, se incrementó a 81,5 % (53), y 89,2 % (58) tres meses después. Sobre las medidas de prevención de las arbovirosis, luego de la intervención, 50,8 % (33) manifestó tener tal conocimiento a nivel individual, que se incrementó al mes en 56,9 %, y a 66,2 % a los tres meses. Todos estos resultados mostraron diferencias estadísticamente significativas. (Tabla 1).
Con respecto al control de las arbovirosis, antes de la intervención solo dos estudiantes refirieron tener un buen conocimiento, y 35 se catalogaron como deficientes, situación que después de la intervención fue revertida: 28 con un buen conocimiento, y solo un estudiante deficiente. (Tabla 2).
El 49,2 % de los escolares manifestó desarrollar prácticas individuales correctas de prevención y control de las arbovirosis, lo que se incrementó al mes a 60,0 %, y a los tres meses a 66,2 %. Algo similar ocurrió con las prácticas colectivas; ambas con significación estadística. (Tabla 3).
Concerniente a las actitudes de disposición de cumplir con las recomendaciones de protección personal, en la post intervención, 56,9 % de los educandos, mostró actitudes positivas, cifra que ascendió a 80,0 % y a 84,6 %, al mes y tres meses, respectivamente; resultados estadísticamente significativos. (Tabla 4).
En relación a las actitudes para compartir y promover la información sobre la prevención y control de las arbovirosis, en la post intervención 53,8 % de los escolares mostró actitudes correctas con sus pares, familiares y comunidad, lo que al mes llegó a un 67,7 %, y a los tres meses fue de 72,3 %, también correspondiendo a diferencias significativas. (Tabla 5).
DISCUSIÓN
La intervención comunicativa se basó en el Modelo Socio Ecológico, el cual reconoce que las conductas ocurren en una red compleja de influencias sociales y culturales. A nivel individual, influyen los conocimientos, las actitudes y comportamientos para enfrentar los riesgos y aplicar las medidas de prevención. La familia y las redes de pares implican interacciones entre sí, comunicación con otras personas y apoyo social (participación). El nivel comunitario incluye el liderazgo, el acceso a la información, el capital social y el trabajo intersectorial, interinstitucional e interagencial. El nivel social y estructural implica políticas, reglamentaciones, recursos y liderazgo.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) recomienda que se debe proporcionar al público información de salud oportuna y exacta, incluso durante situaciones de emergencia. La ejecución de la estrategia de gestión del conocimiento y comunicaciones, mediante herramientas innovadoras de comunicación, permite llegar a un público más amplio, fomentando los cambios individuales, sociales y políticos necesarios para mejorar y mantener la salud y el bienestar.(14)
Las estrategias comunicativas aplicadas hacia los cambios de comportamiento y actitudes de prevención ante la exposición del mosquito Aedes aegypti -responsable de la transmisión de las arbovirosis- fueron efectivas, dadas las diferencias significativas de las puntuaciones de la escala y el cuestionario aplicado, pues el conocimiento, las prácticas y actitudes manifestaron puntuaciones mayores en la post intervención. Por tanto, los participantes adoptaran actitudes y comportamientos saludables, como el autocuidado frente a la exposición al mosquito, lavando y tapando adecuadamente los tanques o recipientes de almacenamiento de agua, recogiendo los objetos inservibles en sus viviendas, y siguiendo el protocolo del MINSA durante el tiempo de monitoreo y control. Este resultado se atribuye a la estructuración participativa de la estrategia, con planificación operativa, luego ejecutada con actividades específicas, retroalimentada y evaluada, de manera que se constató la efectividad de los mensajes creativos, flexibles y adaptados a la diversidad sociocultural.(15)
En concordancia con los hallazgos, el estudio realizado por Ganem y Tuesca, ponen de manifiesto que el comportamiento de riesgo de las personas guarda relación con las falencias en el conocimiento y la baja percepción del riesgo; consecuentemente el cambio conductual es más difícil. Esto fue comprobado en la investigación formativa realizada, donde, antes de la intervención, 61 % de los entrevistados no identificaron al vector de propagación de la enfermedad (dengue y otras arbovirosis), 51 % sabían que se reproducían en agua limpia almacenada, y 31 % de los depósitos tenían presencia de larvas. Posterior a la intervención, la comunidad mostró capacidad de realizar cambios en hábitos y conductas por comprensión real de los riesgos, por ejemplo, se eliminó el 77 % de depósitos inapropiados, el lavado adecuado de estos aumentó en un 33 %, el tapado hermético se incrementó en 30 % y la presencia de inmaduros en el agua disminuyó en 28 %. Los investigadores concluyeron que, llevar a término las intervenciones comunitarias e implementar mejores estrategias de comunicación –contenido del mensaje, frecuencia, canales de transmisión y acompañamiento a la población– provee a las personas una información más acertada, motivándoles a desarrollar una apropiada percepción del riesgo, un sentido de autoeficacia y empoderamiento en cuanto al autocuidado y la intención de cambio en sí mismo y en el entorno.(16)
En la misma línea, la investigación realizada por Gómez sobre la aplicación de una secuencia didáctica para la enseñanza de las enfermedades transmitidas por vectores con énfasis en dengue, articulada a las asignaturas de biología y tecnología en educación media, logró, además de suministrar información científica, el fortalecimiento del componente actitudinal de los estudiantes, al tener en cuenta sus inclinaciones por las TIC. La estrategia permitió en primer lugar, dar consistencia institucional a la intervención pedagógica; que el alumno se sintiera empoderado en su papel de agente de cambio; y que este percibiera que el colegio a su vez estaba impulsando cambios en él (la resolución de problemas de la comunidad). Recomendaron la continuidad del proceso de acercamiento entre el componente educativo y el componente de salud, estableciendo convenios con la Secretarías de Salud y otras entidades que promuevan y faciliten conectividad, capacitación, disponibilidad de tiempo docente, recursos en logística y de apoyo en campo.(17)
Cabe resaltar que la OPS busca fortalecer las acciones de prevención y control, enfocándose en la mejora de la gestión ambiental, logrando que las familias apliquen medidas preventivas en sus viviendas, así como la eliminación de criaderos físicos habituales y potenciales del mosquito, orientado esto como una prioridad para reducir el riesgo de infestación y evitar la reproducción del vector. Asimismo, es necesario contar con la participación de otros actores, tales como los gobiernos locales, la industria y otros ministerios, a fin de que la intervención influya en la reducción del riesgo de contraer la infección por arbovirosis.(8) En este sentido, Cuba realizó capacitaciones en la articulación de iniciativas regionales y nacionales de comunicación.(18)
Es fundamental insistir en el mejoramiento de los programas de control, teniendo en cuenta que la disponibilidad de conocimientos adecuados y suficientes, tendrá mayor probabilidad de tener actitudes y prácticas saludables para la prevención y control de las arbovirosis.(18)
A nivel técnico, la principal limitación fue la escasa disponibilidad del tiempo para que los escolares completaran el cuestionario, no obstante, como alternativa para mejorar esta situación se aprovecharon los espacios de la hora de salida de clases. Así mismo, en una fase inicial, el aspecto cultural de los escolares limitaba la comprensión de las preguntas del instrumento, otorgando variedad de interpretaciones a ciertas preguntas; por ello, se tuvo que volver a aplicar el instrumento cuando fue necesario, aclarando aspectos confusos.
La presente investigación aporta estrategias que generan actitudes y comportamientos saludables en un grupo de escolares y su contexto socio familiar; y puede aplicarse de manera efectiva en otros contextos de educación para la salud, pues facilita la promoción desde la perspectiva de los escolares.
Conflicto de intereses: No existen conflictos de intereses.
Contribución de autoría: idea conceptual: María Luz Ortiz Aguí, Marina Ivercia Llanos de Tarazona; análisis estadístico: Marina Ivercia Llanos de Tarazona, Enit Ida Villar Carbajal; revisión de la literatura: Enit Ida Villar Carbajal; escritura del artículo: María Luz Ortiz Aguí; y revisión crítica: María Luz Ortiz Aguí.
Financiación: autofinanciado.