Fundamento: la enfermedad cerebrovascular ocupa el tercer lugar como causa de muerte al ser superada solo por las enfermedades cardiovasculares y el cáncer. Constituye la primera causa de discapacidad permanente en el adulto y la segunda de demencia.
Objetivo: caracterizar pacientes con enfermedad cerebrovascular y trastorno cognitivo.
Métodos: estudio observacional, descriptivo de corte transversal, realizado en el Servicio de Neurología del Hospital Gustavo Aldereguía Lima de Cienfuegos, que incluyó 27 pacientes hospitalizados en dicho centro, con deterioro cognitivo, después del primer evento de enfermedad cerebrovascular isquémica. Se analizaron las variables: sexo, edad, color de piel, escolaridad, ocupación, estado civil, procedencia, hábitos tóxicos, antecedentes patológicos personales, tipo de enfermedad cerebrovascular, estructura encefálica afectada, deterioro cognitivo (mediante el test mínimo del estado mental de Folstein y el test Montreal cognitive assessment), alteraciones neuropsicológicas, depresión (mediante la escala de depresión geriátrica de Yessavage).
Resultados: predominaron los adultos mayores, el sexo masculino y color de piel blanca, así como bajo grado de escolaridad y los solteros. El evento isquémico aterotrombótico fue el más observado y el hemisferio derecho el más afectado. Hubo deterioro cognitivo en todos los pacientes. Los factores de riesgo mayormente asociados a la enfermedad fueron la hipertensión arterial, diabetes mellitus y tabaquismo. La mayoría de los pacientes no sufrió depresión posterior al infarto cerebral.
Conclusiones: los adultos mayores, solteros son más propensos a sufrir accidentes cerebrovasculares. El bajo nivel educacional puede ser un factor asociado al deterioro cognitivo posterior a esta enfermedad, no así la depresión que no siempre se manifiesta de manera profunda.