Estimado director:
En la actualidad es una necesidad trabajar en la formación constante de los docentes que laboran en la Atención Primaria de Salud (APS), de manera que favorezca a la superación de los mismos en el ámbito pedagógico. El profesor que labora en la APS carece de preparación en su formación inicial para el desempeño de la función docente educativa.
La mayoría de las ocasiones, los profesionales asumen "el rol" de profesor porque se le exige como parte de su profesión, pero muy pocos tienen realmente las herramientas para cumplir esta función. El trabajo constante en la formación pedagógica de los docentes requiere de estrategias bien elaboradas que propicien los cambios deseados y que doten a los profesores de elementos que permitan el mejoramiento de su actividad docente.
Con el desarrollo continuo de la formación pedagógica de los claustros de la APS, se propicia el mejoramiento del desempeño profesional docente. Varios autores han estudiado el tema de la formación continua de los docentes, tal es el caso de Féliz quien lo define como: "el proceso que incluye el sistema de acciones dirigidas a los docentes en servicio para lograr actitudes positivas hacia la docencia; proporcionar los espacios necesarios para desarrollar habilidades, generar conocimientos y proveerlos de las estrategias para dirigir el proceso docente educativo de forma creativa, siendo la formación y la autoformación procesos de potenciación y desarrollo del docente, en relación con su dimensión humana y profesional".(1)
Según el criterio de un grupo de autores y con el que concordamos, el autor pondera en este proceso la necesidad de dotar al docente de recursos para perfeccionar el desarrollo del proceso formativo desde su protagonismo y su participación activa en una relación formación – autoformación, aunque se advierte que no se connotan las singularidades de las condiciones y contextos de actuación para el desarrollo de la formación continua, a partir de la gestión del docente de su profesionalización pedagógica.(2)
Conjugar la función docente con la asistencial y la investigativa para los profesores que laboran en la APS es en la actualidad un gran reto. Por lo que se propone a los departamentos docentes elaborar estrategias que permitan la formación pedagógica continua a partir de los indicadores establecidos para la evaluación docente.
Después de realizar un análisis detallado de las definiciones conceptuales emitidas por parte de varios autores sobre formación continua pedagógica se asume: "proceso sistematizado e integrado que debe tener en cuenta la relación entre las necesidades pedagógicas individual, grupal e institucional y las experiencias adquiridas durante el enfrentamiento y solución a diversidad de situaciones profesionales en el ejercicio de la actividad pedagógica en diferentes contextos".(3)
Esta definición aunque está elaborada teniendo en cuenta al profesional de la pedagogía es adaptable a los claustros docentes de la APS. El autor expresa que la formación continua pedagógica no solo debe ser vista desde las necesidades individuales, sino desde lo grupal e institucional, y en este caso el papel decisivo lo juegan los departamentos docentes de cada institución.
Este proceso también concibe la docencia desde la educación en el trabajo, escenario de vital importancia en el desarrollo de las habilidades profesionales de los estudiantes. Vincula estrechamente lo docente con lo asistencial e investigativo. Al hacer referencia a la integración de experiencias adquiridas y dar solución a diversas situaciones establece un vínculo con la realidad de las universidades médicas cubanas donde los programas de estudio consideran los problemas de salud de cada territorio.
La formación continua pedagógica debe dar respuestas a las necesidades o expectativas del docente, del claustro y de la propia institución. El estudio de nuevas vías para lograr la formación continua pedagógica de los claustros docentes de la APS requiere de la puesta en práctica de metodologías asequibles y centradas en aprendizajes, donde los docentes sean capaces de aprender unos de otros y sin desechar la experiencia educativa. Esto sin dudas puede potenciar el compromiso social de los profesionales de la salud con su rol como docentes.