INTRODUCCIÓN
La artrosis y la artritis reumatoide son las principales indicaciones al reemplazo de la cadera por una prótesis artificial. (1,2)
Si la destrucción articular es grave el afectado sólo podrá volver a desempeñar parcialmente sus actividades diarias si recurre al reemplazo de su cadera por una articulación artificial. En función de la edad y la dolencia específica de cada persona se utilizan un tipo u otro de prótesis. El más generalizado es la prótesis que se fija al hueso con cemento acrílico, utilizada en pacientes mayores de 70 años. En este caso el hueso tiene peor calidad y la prótesis no puede adherirse correctamente. Para pacientes más jóvenes se utiliza la prótesis de titanio, que permite que el hueso crezca y se adhiera fuertemente a la prótesis, por lo que la fijación es más duradera y segura. En caso de desgaste, se puede cambiar sólo los elementos desgastados y no la prótesis completa. Aunque no es muy frecuente, también se realizan prótesis mixtas o híbridas, en que una parte se fija al hueso sin cemento y la otra con cemento. A fines de la década de los 80 un cirujano británico sugirió combinar dos técnicas de prótesis, de metal/metal y resuperficialización de la cadera, para crear un sistema de resuperficialización de metal/metal. (3-7) En la resuperficialización de cadera los dos componentes de la prótesis son metálicos. (8-10)
Se elimina la copa de plástico del RTC convencional, haciendo que los dos componentes articulantes sean metálicos, el nuevo sistema de resuperficialización de cadera debería durar mucho más tiempo y, por consiguiente, ser más adecuado para pacientes con un alto nivel de actividad física. Además, el diámetro de la prótesis es mucho mayor que el utilizado en un (RTC) convencional. El diámetro es prácticamente idéntico al de la cabeza del fémur natural. Este gran diámetro hace que su dislocación sea menos probable que en el caso de una prótesis de pequeño diámetro de RTC convencional. Esto significa que los pacientes pueden retornar a mayores niveles de actividad sin la preocupación de que su prótesis pueda dislocarse.
La intervención preserva mucho más hueso, porque solamente se rectifica y reforma la cabeza del fémur, en lugar de cortarla. Si en un futuro la prótesis necesita ser revisada, la resuperficialización proporciona al cirujano una mejor opción para utilizar una prótesis de RTC convencional. La resuperficialización de la cadera ha sido uno de los avances más importantes en la cirugía ortopédica en los últimos años, y ofrece a los pacientes jóvenes y activos la posibilidad de un estilo de vida normal, sin temor de desgaste de la prótesis.
El sistema original de resuperficialización de cadera con prótesis de metal/metal fue introducido por Corin, una empresa británica radicada en Cirencester, Gloucestershire, Reino Unido. Viene siendo usado desde 1991 con sólo ligeras modificaciones y actualmente lleva el nombre de Sistema de Resuperficializacion de Cadera Cormet. (3-6)
Los implantes son de cromo-cobalto de alto contenido de carbono, una aleación cuyos elementos principales son cromo, cobalto, níquel y molibdeno. Ha sido elegida por su resistencia al desgaste y su compatibilidad, lo que significa que normalmente no produce efectos adversos en el cuerpo. (1-4)
MÉTODOS
Se realizó un estudio observacional fundamental, descriptivo y retrospectivo en el Servicio de Ortopedia del Hospital Livingstone en la provincia de Cabo del Este –Sudáfrica, en el período enero 2004 a enero 2006. El universo estuvo constituido por treinta pacientes que fueron intervenidos con la técnica de resuperficialización de cadera en este período, la muestra estuvo conformada por el total de los pacientes intervenidos (30 pacientes) de los cuales se pudo obtener todos los datos necesarios para la recolección de la información prevista. Se usó la prótesis de Corin en todos los casos. Los datos fueron obtenidos de las historias clínicas de los pacientes intervenidos y de los libros de estadísticas del salón de operaciones.
Para el desarrollo de la investigación se diseñó una base de datos utilizando una computadora Mecer con un procesador Pentium IV y el procesador de base de datos Microsoft Visual Fox Pro 9,0. La información se analizó y organizó en tablas simples y de interrelación realizándose el análisis estadístico con medidas de tendencia central para las variables cuantitativas (medida y proporciones) y para las cualitativas (radio y tasas). Se consideró las siguientes variables: Edad, sexo, cadera afectada, abordaje quirúrgico, etiología, complicaciones y tiempo de supervivencia del implante a los 12 meses y a los 24 meses. Se comparó con la bibliografía consultada, se llegó a conclusiones y se emitieron recomendaciones.
RESULTADOS
La muestra quedó representada por treinta pacientes con el predominio de 22 masculinos que equivalen al 73.3%, comprendido en el grupo de edades más afectado entre los 46 y 55 años. (Tabla 1)
La localización anatómica de la cadera afectada, no mostró grandes aportes desde el punto de vista clínico, pero si corroboró un predominio de la cadera derecha. (Tabla 2)
La causa más frecuente que motivó la intervención quirúrgica fue la osteoartrosis primaria de la cadera en 17 casos, en orden descendente la necrosis avascular de la cabeza femoral en los grupos de edades más jóvenes pudiendo relacionarse con el alto consumo de bebidas alcohólicas. (Tabla 3)
Se evidenció un mayor uso del abordaje posterior de la cadera con relación al antero-lateral tema este muy controversial en la práctica quirúrgica ortopédica.
(Tabla 4)
El tiempo de sobrevivencia de la prótesis a los 12 meses fue de un 100%, existiendo solo dos revisiones a los 24 meses de operados, se diagnosticó un rechazo aséptico en un paciente VIH positivo y se produjo una fractura del cuello femoral en un paciente con osteoporosis severa portador de una tuberculosis pulmonar.(Tabla 5)
DISCUSIÓN
La técnica quirúrgica de resuperficialización de cadera es una aplicación segura en los pacientes jóvenes con osteoartrosis de cadera, se realiza con gran conservación ósea y permite en su momento adecuado realizar una revisión con la opción de un reemplazo total de cadera convencional. En los 294 casos con la prótesis de McMinn hubo 5 fallos: 2 infecciones, 2 aflojamientos de copa acetabular y 1 colapso de cabeza femoral, en un paciente con necrosis avascular pre-existente. (3, 4)
Los datos de seguimiento de varios centros recopilados prospectivamente de septiembre, 1997 a noviembre, 2003, corresponden a 342 pacientes, con un promedio de seguimiento de 17 meses. La supervivencia es de 96% a los 7 años (3, 4, 6,9, 11)
Por ser esta técnica quirúrgica relativamente moderna y por desconocerse aún los resultados en tiempo mayor, su estudio y aplicación deben ser de constante preocupación por aquellos especialistas interesados en la misma. Cuando se comparan los resultados de esta técnica con los mejores de otros tipos de reemplazo de cadera convencional, estos denotan ser significativos. La fiabilidad de la prótesis no puede establecerse hasta que no hayan transcurridos algunos años, logrando un uso generalizado.