INTRODUCCIÓN
“Tendemos involuntariamente a darnos cuenta de todo. Unos, los de espíritu manso, siguen el impulso ajeno. Otros, los de espíritu rebelde, examinan el ajeno y tienden a emplear el propio.”
José Martí.
“La educación es un acto de amor, por tanto, un acto de valor. No puede temer al debate, el análisis de la realidad; no puede huir de la discusión creadora, bajo pena de ser una farsa”.
Paulo Freire.
Las proyecciones existentes sobre la formación del estudiante universitario, en la sociedad cubana actual, no logran la efectividad deseada desde la práctica educativa. La dimensión curricular privilegia lo profesional en detrimento de la preparación para problematizar la realidad social. Lo expuesto constituye la principal razón para experimentar si el debate intencionado por el profesor sobre artículos de fuerte impacto en la vida política, económica y social en la que se desenvuelve el estudiante pueden insertarlo conscientemente en la problemática de la sociedad cubana actual.
La amplia búsqueda realizada corrobora la importancia de profundizar en la dimensión educativa de la formación universitaria en la sociedad cubana actual. Resulta interesante que el Centro de Estudios para el Perfeccionamiento de la Educación Superior reconozca que no se aprovecha suficientemente todo el potencial que brindan las tres dimensiones de la labor educativa: trabajo curricular, extensión universitaria y actividades socio-políticas, recomendando que debe propiciarse una mayor participación y protagonismo de los estudiantes en su propia formación.1
Según Calderíus Fernández y Martínez Sánchez, “en general, las estrategias diseñadas para la formación ciudadana en las universidades privilegian lo profesional en detrimento de la preparación para problematizar la realidad social, optar, asociarse y movilizarse en función del cumplimiento de las misiones ciudadanas más trascendentes, y por otra parte, están afectadas en ocasiones por improvisación, formalismo y esquematismo, por lo que no promueven eficazmente la autonomía y el protagonismo ciudadano de los estudiantes en la actividad sociopolítica. Revelar el nexo entre el desarrollo de la práctica ciudadana y la dinámica formativa de los universitarios para estos fines es una tarea pendiente, cuya solución puede contribuir a formular métodos diferentes de los tradicionalmente circunscritos al espacio áulico o a limitados ámbitos sociales, sobre todo en las circunstancias propias de la educación superior, en las que la actividad sociopolítica en el ámbito del ejercicio ciudadano real del futuro profesional es parte de la cotidianidad”.2
Salas Perea y Salas Mainegra consideran que el educador tiene que brindar márgenes a la contradicción, que es la que propicia el desarrollo, ofrecer espacios abiertos para el debate respetuoso de las opiniones ajenas y que sobre todo, el educador está obligado a predicar con el ejemplo personal, tanto en la vida social como en su desempeño laboral.3
González Carmenate enfatiza en el planteamiento de Zilberstein acerca de que "El proceso de enseñanza-aprendizaje no puede realizarse teniendo en cuenta solo lo heredado por el alumno, debe considerar que es decisiva la intervención sociocultural, lo que existe en la sociedad, la actividad, la socialización, la comunicación".4
Para Laura Domínguez García la comunicación sistemática y abierta con el estudiante resulta esencial porque es la vía principal para conocer no solo como avanza la preparación técnica, sino también, qué piensan de nuestra realidad, cuáles son sus posibles cuestionamientos o dudas, en qué medidas se sienten comprometidos con ser útiles a nuestra sociedad. En ese sentido, considera que la comunicación debe basarse en el diálogo abierto y flexible como proceso interactivo profesor-alumno, que requiere del respeto mutuo, la comprensión y la empatía, así como del establecimiento de límites, para evitar actitudes paternalistas por parte del profesor que conduzcan al joven a adoptar una actitud pasiva o receptiva en su proceso de aprendizaje.5
El artículo “El debate como estrategia de innovación docente. Experiencias en Filosofía del Derecho y Teoría de la Cultura” elaborado por Rafael Rodríguez Prieto, profesor de la Facultad de Derecho en la Universidad Pablo de Olavide, muestra la experiencia en dos disciplinas sobre la posibilidad de insertar el debate en el contexto universitario. En ese artículo se aprecian coincidencias en el método utilizado por los autores de este artículo, pero diferencias en el contexto. El artículo tiene su génesis en la concepción neoliberal que se está tratando de imponer en su universidad cuyo fin es la preparación de mano de obra para las exigencias del mercado capitalista. Su pregunta de investigación es ¿cómo insertar el contexto en el debate universitario?6 Esta pregunta motiva también el presente artículo, pero desde escenarios políticos opuestos.
Fernando Martínez Heredia, premio nacional de Ciencias Sociales, 2006 sintetiza la principal motivación de la investigación pedagógica, al decir: “He reclamado y sigo pidiendo que el debate real y sin cortapisas entre los revolucionarios se considere un principio fundamental de nuestra cultura, y también un principio del trabajo ideológico. El debate efectivo, y no declaraciones acerca de él. No se trata de un asunto de intelectuales: se trata de una necesidad vital del proceso de creación social, sin el cual no habrá jamás socialismo.”7
Por todas las razones antes expuestas se realizó esta investigación con el objetivo de demostrar la efectividad del debate para el fortalecimiento de la labor educativa universitaria desde el trabajo curricular.
MÉTODOS
Investigación pedagógica realizada en la Universidad de Ciencias Médicas de Cienfuegos, de septiembre de 2016 a enero de 2017, teniendo como escenario la clase de Filosofía en el primer año de la Carrera de Estomatología. Incluyó 36 estudiantes de la carrera ya mencionada. Las clases de la disciplina Filosofía y Sociedad fueron su escenario.
En su diseño se consideró, como esencial, introducir el debate intencionado por el profesor sobre artículos que por sus características pudieran impactar en la formación del estudiante universitario. Se estableció como requisito fundamental que el estudiante analizara el artículo antes de debatirlo frente al profesor. Se consideró determinante que el profesor aplicara, como complemento del debate, la persuasión cuando no fuese posible entre los propios estudiantes. Se previó como invariante que antes de imponer un criterio por el profesor es preferible dejar pendiente el asunto y buscar suficientes elementos.
Los artículos seleccionados para el debate fueron los siguientes:
1.-Ser revolucionario en Cuba, hoy. Enrique Ubieta. http://www.cubadebate.cu/opinion/2016/09/16/ser-revolucionario-en-cuba-hoy/
2.-Para dialogar con los jóvenes. Graziella Pogolotti. http://www.juventudrebelde.cu/cuba/2010-02-13/para-dialogar-con-los-jovenes/
3.-Sin “teques” ni “muelas” Yaditza del Sol González. http://www.granma.cu/opinion/2015-11-26/sin-teques-ni-muelas-26-11-2015-23-11-39
4.-Nosotros somos hijos de la libertad y de la cultura. Eusebio Leal. http://www.cubadebate.cu/especiales/2016/09/21/eusebio-leal-nosotros-somos-hijos-de-la-libertad-y-de-la-cultura-podcast/
5.-Los NiNi ¿clonados socialmente? María Elena Balán Saínz. http://www.cubadebate.cu/especiales/2016/09/21/eusebio-leal-nosotros-somos-hijos-de-la-libertad-y-de-la-cultura-podcast/
6.-La plenitud soñada vs. La indisciplina diaria. Osviel Castro Medel. Edición del periódico Juventud Rebelde del 24 de septiembre del 2016.
7.-Resumen de la Directiva presidencial de política: normalización de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba. Edición del Periódico Granma del jueves 20 de octubre del 2016.
Se proyectaron dos mediciones para evaluar la efectividad del debate intencionado por el profesor, una en noviembre y la segunda en enero al finalizar el semestre.
Para recoger la percepción de los estudiantes se utilizó una encuesta confeccionada al efecto que midió la respuesta a las siguientes preguntas:
Primera medición: ¿Cómo valoras la oportunidad que te ofrecen las clases de la disciplina Filosofía y Sociedad para expresar tus puntos de vista sobre la vida política, económica y social del país?
Segunda medición: ¿El experimento incidió en el fortalecimiento de tus valores y en tus convicciones patrióticas y revolucionarias?
Para esta pregunta en la segunda medición se ofreció la opción de una escala de 1 a 5, donde cinco es la máxima valoración positiva otorgada por el alumno.
RESULTADOS
Primera encuesta
Fecha: noviembre.
Pregunta.
¿Cómo valoras la oportunidad que te ofrecen las clases de la disciplina Filosofía y Sociedad para expresar tus puntos de vista sobre la vida política, económica y social del país?
El 100 % de los encuestados otorgó beneplácito al diálogo intencionado por el profesor sobre artículos que puedan impactar en su formación.
A continuación se relacionen las principales respuestas ofrecidas por los alumnos:
- Nos brindan oportunidad de hablar libremente, sin miedos ni tabúes, es muy interesante hacer del aula un debate abierto.
- Nos permite compartir ideas iguales o diferentes de manera respetuosa y nos abre el camino para que en cualquier lugar que nos encontremos poder dar nuestra opinión.
- Es de vital importancia que se escuchen las opiniones de los jóvenes en un pequeño espacio.
- Se crea un ambiente agradable de forma respetuosa, discrepamos entre nosotros y se están rescatando muchos valores en los jóvenes.
- Estoy de acuerdo con estos debates pues actualmente existen pocos espacios para que podamos comentar nuestras opiniones.
- Nunca pensé que me llamara tanto la atención las cosas de mi país y conversar sobre ellas.
- Ahora puedo decir que me interesa más cada encuentro, por ello lo agradezco.
- Nuestro punto de vista ha cambiado con respecto a diversos temas, se han ampliado nuestros conocimientos políticos, formando así un sentido de pertenencia.
- Me ha ayudado a comprender mejor ciertas manifestaciones de la sociedad y principalmente del ser humano.
- Es muy útil el método pues cuando estamos en grupo analizando determinado tema y yo expreso mi opinión y después de analizarlo me doy cuenta de que estaba equivocado.
Se reproducen textualmente dos respuestas de esta primera medición:
- ”En mi opinión las clases de Filosofía son muy amenas pues no se trata solo de dar una conferencia, sino que existe un intercambio de ambos lados en los que se debaten diferentes puntos de vista. Los temas que se abordan son los adecuados, pero creo que se debe enfatizar aún más en el papel de los jóvenes en la sociedad actual para demostrar el por qué se dice por parte de los adultos muchas veces que la juventud está perdida, y que eso no es así”
- “Considero que ha sido una buena vía para conocer un poco más sobre política y la situación actual. Reconozco que al principio lo vi un poco frustrante, pero poco a poco he logrado que resulte de mi agrado y sobre todo nunca pensé que me llamara tanto la atención las cosas de mi país y conversar sobre ellas, pues no lo hacía con mucha frecuencia. Ahora puedo decir que es la parte que más me interesa de cada encuentro. Por ello le agradezco que nos empape de nuevos conocimientos”
Segunda encuesta.
Fecha: enero.
Pregunta:
¿El experimento incidió en el fortalecimiento de tus valores y en tus convicciones patrióticas y revolucionarias?
1 estudiante la ubica en la categoría # 3 (2,7 %)
7 estudiantes la ubican en la categoría # 4 (19,4 %)
28 estudiantes la ubican en la categoría # 5 (77,8 %)
Al concluir el semestre se puso de manifestó que para el 77,8 % de los estudiantes el experimento refuerza sus valores y sus convicciones patrióticas y revolucionarias.
DISCUSIÓN
Los resultados obtenidos respaldan lo indicado en el capítulo cuatro del proceso formativo del médico. En él se manifiesta que en Cuba los autores comparten los criterios de Escayola y Vila (2005) y Delors et al (1996) que enfatizan en que el profesor tiene que: enseñar a pensar, propiciando la curiosidad científica y la capacidad crítica y constructiva en los educandos, y, enseñar a ser, a fomentar actitudes y valores humanísticos, ciudadanos y profesionales; a saber convivir y trabajar con colectividad de forma solidaria.8
El artículo ofrece una alternativa a las anomalías reflejadas en el artículo titulado “El proceso de formación ciudadana para la carrera de medicina, una mirada de renovación” de los autores Belkis Ferro González y Ernesto López Calichs de la Universidad de Pinar del Rio, quienes consideran que: “El proceso de formación ciudadana para los estudiantes de la carrera de medicina de la Universidad Médica de Pinar del Río, evidencia deficiencias por ser espontáneo, empírico y carente de valor para solucionar problemas de la profesión, limitando sus posibilidades para contribuir al desarrollo integral del modo de actuación profesional e incidiendo en su ineficiencia para transformar las formas de ejercer la ciudadanía en el contexto social”.9
Los resultados obtenidos en este trabajo, basados en la percepción de los propios estudiantes, ponen en práctica la idea central del artículo titulado “Las estrategias curriculares en la Educación Superior: su proyección en la Educación Médica Superior de pregrado y posgrado”, de Simón Sierra Figueredo y colaboradors quienes plantean que “La educación academicista centrada en planteamientos eruditos que no responden a las necesidades culturales e intelectuales contemporáneas, corre el riesgo de formar ciudadanos con carencias formativas, lo cual dificultará su desenvolvimiento en el mundo que les toque vivir, lo cual es aplicable a la enseñanza superior y en este sentido, una buena estrategia pedagógica será la que trate de lograr una acción formativa integral, que incluya de forma equilibrada, tanto los aspectos intelectuales como los valores, que potencian el desarrollo armónico del estudiante, sin olvidar la práctica y el contexto social en que se desarrollan”.10
También constituyen un merecido reconocimiento a los fundadores de la escuela cubana. A Félix Varela por haber iniciado el camino que conduce a la independencia ideológica y política, e impregnar, una sólida base ética a las aspiraciones del pueblo cubano. A Luz y Caballero que ante la necesidad de una pedagogía para subvertir todo el sistema de enseñanza, se pronunció por “…escuela de virtudes, de pensamientos y acciones; no de expectantes, ni eruditos, sino de activos y pensadores”.11
La experiencia obtenida con este trabajo demuestra la trascendencia de un razonamiento del Che, inmerso en la dirección del Ministerio de Industria, cuando expresó: “Lo único que creo es una cosa, que nosotros tenemos que tener la suficiente capacidad como para destruir todas las opiniones contrarias sobre el argumento o si no, dejar que las opiniones se expresen. Opinión que haya que destruirla a palos es opinión que nos lleva ventaja a nosotros. Eso es un problema que siempre debemos hacer. No es posible destruir las opiniones a palos y, precisamente, es lo que mata todo desarrollo, el desarrollo libre de la inteligencia”.12
El artículo demuestra, y, ese es su objetivo, que la adecuada proyección de la sociedad con respecto a la dimensión educativa demanda introducir, desde lo curricular, métodos atractivos y participativos según las necesidades, intereses y expectativa del joven universitario.
Se demostró que el debate intencionado por el profesor universitario desde el trabajo curricular propicia una mayor participación y protagonismo del estudiante en su propia formación. Se comprobó que saber cómo piensa el joven universitario constituye un encargo que la sociedad le otorga al profesor. Que, sin esa condición, su actuación privilegia lo profesional en detrimento de la preparación para problematizar la realidad social. Se ratificó que la labor del profesor es insustituible en la formación universitaria desde el trabajo curricular de cada disciplina.
Se infiere que la interacción del joven universitario en las redes sociales puede considerarse una fortaleza si al joven universitario, sus profesores, le propician un escenario atractivo para manifestar sus puntos de vista.
Una reflexión sobre los planteamientos realizados por los estudiantes y lo comprobado en el escenario docente nos sitúan en razón de reafirmar lo que Martí expresara certeramente: “El pensamiento no da de sí hasta que no está expresado, porque, para sospechar siquiera su existencia es necesario que se exprese”.13
Esta es una vía muy importante para escuchar a nuestros estudiantes conocer cómo piensan verdaderamente y contribuir de manera certera a su orientación y formación política.