INTRODUCCIÓN
Algunos autores opinan que la medición radiográfica de la cadera en etapa cartilaginosa, se dificulta por la no visualización en las radiografías del núcleo osificado de la cabeza del fémur, lo cual crea dudas en la determinación exacta de la relación entre cabeza femoral y acetábulo. A pesar de la tendencia actual de usar la ecografía como medio de diagnóstico en este grupo de edad, se plantea que el médico ortopédico debe estar preparado para realizar las mediciones radiográficas independientemente de la edad del niño.1-4
En este artículo se preconiza la utilidad de la radiografía desde etapas tempranas en función del diagnóstico del desarrollo displásico de la cadera como complemento de la clínica y la ecografía. No se debe contraponer el estudio radiográfico con el ecográfico aludiendo a las ventajas de este último en este grupo de edad, sino usar la complementación de ambos métodos en función de mejorar la calidad del diagnóstico.5-8
La metodología utilizada en el Hospital Pediátrico de Cienfuegos, constituye una posibilidad de evaluar la cadera en su etapa cartilaginosa, utilizando para ello puntos de referencia que son localizados en los huesos de la pelvis y metáfisis osificada del extremo proximal del fémur, independientemente de la edad del niño. A partir de estos puntos de referencia puede ubicarse la posición de la cabeza aún no visible, realizar mediciones, determinar ángulos, definir si la cadera es normal y en caso de ser patológica, clasificar la afección. El objetivo de este artículo es exponer la metodología aplicada para medir la cadera en etapa cartilaginosa.
DESARROLLO
La metodología para medir la cadera en etapa cartilaginosa desde el punto de vista radiográfico, cuenta con tres pasos:
- Determinar puntos de referencia en radiografía anteroposterior de la pelvis. (Figura 1).
- Evaluar la cadera a partir de parámetros radiográficos establecidos.
- Agrupar las caderas en grupos diagnósticos a partir de la evaluación realizada.
El primer paso es determinar los siguientes puntos de referencia en la radiografía anteroposterior de la pelvis: 1)borde externo del acetábulo, 2) punto más alto del cartílago trirradiado, que coincide con el punto más inferior del hueso iliaco (fondo acetabular), 3) límite superior de la imagen en lágrima de Koehler, 4) límite inferior de la imagen en lágrima de Koller, 5) centro geométrico de la cabeza del femur, 6) punto lateral de la metáfisis y 7) punto medial de la metáfisis. (Figura 1).
La evaluación de la cadera se realiza a través de los puntos de referencia ya descritos y siguiendo los parámetros radiográficos ya establecidos:3,5,7-9
Índice acetabular: Ángulo de inclinación acetabular, valor normal menor de 30 grados.
Continuidad de los arcos de Shenton y Calve: Debe existir continuidad entre ambos arcos.
Cuadrantes de Ombredanne (Putti): La metáfisis femoral en la cadera no osificada, o núcleo cefálico en la cadera osificada, deben localizarse en el cuadrante 1.
Reducción concéntrica de Fernández (primera y segunda bisectriz): Debe existir una relación no mayor de 3mm entre el centro geométrico de la cabeza y centro geométrico del acetábulo.
Porcentaje de migración de Reimers: Porcentaje de separación de la cabeza en la cadera osificada o la metáfisis femoral en la cadera no osificada, con relación a la línea de Perkins (vertical tangente al borde externo del acetábulo).
Cadera normal y retardo de la aparición del núcleo cefálico (RANC): 20 %.
Displasia: hasta 33 %.
Subluxación: 34 hasta 99%.
Luxación: superior al 99%.
Ángulo CE de Wiberg: Porcentaje de recubrimiento de la cabeza por el acetábulo.
Valor normal: superior a 18 grados.
Subluxación: se acerca a 0 grado.
Luxación: menor de 0 grado.
A partir de la evaluación realizada, las caderas se ubican en los grupos diagnósticos correspondientes. (Figura 2 y 3).
CONCLUSIONES
La secuencia de imágenes radiográficas presentada, evidencia la efectividad de esta metodología, en la que se determinan puntos de referencia óseos presentes en una cadera, aun en etapa cartilaginosa. Los puntos de referencia constituyen los elementos básicos sobre los cuales pueden realizarse mediciones, determinar ángulos, establecer relaciones entre los componentes de la articulación. Ello permite agrupar a las caderas en grupos diagnósticos según la severidad de la afección, en caso de ser patológica. Realizar estas valoraciones radiográficas en una cadera desde la etapa cartilaginosa, puede resultar de gran utilidad como complemento del método clínico y la ecografía. El almacenamiento de las imágenes sirve para dar seguimiento evolutivo en el tiempo y comparar los resultados antes y después del tratamiento.