INTRODUCCIÓN
El currículo tiene un papel importante en la calidad de la educación superior. Su pertinencia y relevancia están dadas en la medida que el lenguaje pedagógico exprese la expectativa social en cuanto a las capacidades a desarrollar en el estudiante para formar un profesional competitivo, en un mercado de constantes cambios, teniendo en cuenta los valores sociales, políticos, culturales y económicos de la sociedad en vías de desarrollo, donde debe ejercer la función social.1
Desde finales del siglo pasado las instituciones académicas han presentado cambios culturales, sociales, económicos, técnicos, políticos y administrativos, encaminados a fortalecer los esquemas de calidad y suficiencia formativa,2-4 motivo por el cual las instituciones se encuentran en una búsqueda constante de instrumentos que les permitan evaluar la calidad de la educación impartida. Una de las formas en que las instituciones de educación superior pueden alcanzar esta meta, es mediante la recolección continua de datos sobre el grado de satisfacción de sus estudiantes.3 Realizar estudios de este tipo constituye una necesidad objetiva para diseñar y emprender planes de mejora.
Hoy las instituciones de salud requieren personal con competencias para trabajar en escenarios y situaciones cambiantes, que demandan no solamente la aplicación de conocimientos, sino además la combinación de otras capacidades. El Ministerio de Salud Pública ha definido que: "La competencia laboral es la capacidad del trabajador para utilizar el conjunto de conocimientos, habilidades, destrezas, actitudes y valores, desarrollados a través de los procesos educacionales y la experiencia laboral, para la identificación y solución de los problemas que enfrenta en su desempeño en un área determinada de trabajo".5
La necesidad de la evaluación permanente de la calidad universitaria y la existencia de escasos estudios que valoren la satisfacción de los egresados en Cuba, constituyeron las motivaciones fundamentales de esta investigación, que tiene el objetivo de determinar la satisfacción de los egresados cubanos de la carrera de Medicina respecto a la formación recibida.
MÉTODOS
Se realizó un estudio descriptivo de corte transversal, en la Universidad de Ciencias Médicas de Cienfuegos, en el período de julio a noviembre de 2016.
Se aplicó la Encuesta de satisfacción de egresados que utiliza la Junta de Acreditación Nacional del MES, a 62 egresados cubanos de la carrera de Medicina del curso 2015-2016, representativos del 41,6 % del total de egresados cubanos. El muestreo se realizó a conveniencia, a partir de los egresados presentes en el curso de familiarización para recién graduados desarrollado en septiembre de 2016 en la propia Universidad.
La encuesta aplicada recogió elementos de valoración de los egresados y tributó a las variables:
Valoración de la contribución general de la formación recibida para el desempeño como profesionales: Valoración de la formación general recibida durante la carrera con relación a su desempeño actual; cumplimiento durante su formación de aspectos relacionados con el desempeño actual; y contribución de la formación en la creación y consolidación de cualidades personales relacionadas con el desempeño del médico general.
Valoración del grado en que la formación recibida favoreció el desarrollo de competencias generales y específicas para la promoción, prevención, tratamiento y rehabilitación.
Valoración de la contribución de disciplinas de formación general a la formación: Dominio en el uso de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC); dominio del idioma inglés; y conocimiento de la historia de Cuba.
Valoración del accionar de profesores, tutores y asesores de la carrera.
Valoración de la contribución de la actividad extracurricular a la formación: desarrollo de la investigación científica; conocimiento sobre pedagogía; y conocimiento sobre técnicas de dirección y economía.
Las preguntas de la encuesta fueron formuladas para ser respondidas en términos de grado de satisfacción según la siguiente escala:
Más del 85 % de satisfacción: marcar 5
70 a 84 % de satisfacción: marcar 4
60 a 69 % de satisfacción: marcar 3
Menos del 60 % de satisfacción: marcar 2
Para el análisis descriptivo de los datos, se utilizó la distribución de frecuencias.
Se solicitó el consentimiento de los encuestados, considerando los aspectos éticos para un estudio de estas características. La investigación fue aprobada por el Comité de Ética de la Universidad de Ciencias Médicas de Cienfuegos.
RESULTADOS
Más del 85 % de los encuestados valoró entre 4 y 5 la creación y consolidación de cualidades personales durante su formación, lo que se complementó con que más de un 80 % ubicó en ese mismo rango la formación general recibida con relación al desempeño actual como profesionales. El 8,06 % no respondió la pregunta relacionada con el cumplimiento de aspectos relacionados con el desempeño actual. (Tabla 1).
Más del 70 % de los encuestados valoró entre 4 y 5 el aspecto relacionado con el desarrollo de competencias respecto a los niveles prevención y promoción, lo que representó un 70-85 % de satisfacción. Para los niveles rehabilitación y tratamiento se observó mayor reconocimiento de debilidades, ya que las calificaciones de 2 y 3 (menos de 60 % de satisfacción) mostraron un ligero ascenso. (Tabla 2).
En cuanto a la contribución de las disciplinas Informática e Idioma a su formación general, el 14,52 y 17,74 %, respectivamente, emitió una valoración de 2 según la escala empleada, es decir, expresaron menos de un 60 % de satisfacción con el dominio de esos modos de actuación. Al añadir las valoraciones de 3 respecto al dominio del idioma, alrededor del 40 % expresó una satisfacción de 60 % o menos. (Tabla 3).
Se obtuvo menos de un 60 % de satisfacción con relación al accionar de los asesores de la carrera en el 9,68 % de los encuestados, seguido por dificultades en el accionar de tutores, ya que más del 33 % expresó 60 % o menos de satisfacción. Más del 77 % evaluó entre 4 y 5 las acciones del claustro de profesores, es decir, entre 70 y 85 % de satisfacción. (Tabla 4).
El 25,81 % de los egresados evaluó de 2 la preparación recibida para realizar investigaciones científicas, seguida de un 17,74 % que otorgó esta misma evaluación al conocimiento sobre técnicas de dirección y economía. Al sumar las evaluaciones de 3, las mayores dificultades se centran en la preparación en dirección y economía, donde el 61,29 % de los egresados expresó un 60 % o menos de satisfacción con la preparación recibida en este sentido. En la preparación pedagógica los resultados se desplazaron hacia valoraciones de 4 y 5 (58,06 %). (Tabla 5).
DISCUSIÓN
Los estudios sobre satisfacción de estudiantil son útiles para que las instituciones de educación superior identifiquen prioridades educativas y administrativas sobre el servicio que proporcionan,6 sin embargo, son escasas las investigaciones sobre el tema.
Un estudio realizado por Llanes Castillo y colaboradores4 evidenció que la satisfacción de los egresados en una universidad mexicana en cuanto a la formación recibida, osciló entre 54 y 65 %, fue evaluada de regular por el 17 % y de buena por el 58,5 %. Aunque los instrumentos utilizados fueron diferentes, el porcentaje de egresados que valora este aspecto de regular, fue similar al encontrado en el presente estudio.
Otro estudio similar realizado en una universidad médica de Colombia, al explorar los aspectos por mejorar en la formación, constató deficiencias en la formación en inglés, referidas por 3,5 % de los egresados, deficientes docentes (7,0 %), deficiencias en actividades prácticas (19,5 %), poco tiempo para un gran número de temas (10,6 %), déficit de textos en la biblioteca (0,9 %), satisfacción con las competencias desarrolladas (0,9 %), entre otras.7 Al compararlo con los resultados obtenidos, existen similitudes con el accionar del claustro, para el cual se expresaron porcentajes similares, correspondientes a un 60 % de satisfacción, mientras que para el idioma los egresados de nuestra universidad manifestaron un grado de satisfacción mucho menor.
En un estudio sobre características del médico egresado de la Facultad de Medicina San Fernando, en Perú,8 fue detectado un 6,2 % de insatisfacción, y el 59,1 % refirió satisfacción máxima. El 78,8 % de los egresados manifestó haber alcanzado el desempeño laboral esperado, resultado similar al de este estudio, donde más de un 80 % de los encuestados valoró entre 4 y 5 la formación general recibida con relación al desempeño como profesionales.
Una investigación realizada en Argentina para caracterizar los alumnos de la carrera de Medicina,3 reveló que estos calificaron como satisfactoria la formación teórica y el tipo de enseñanza recibidas en la carrera, no obstante más del 40 % consideró deficiente la formación práctica y un 50 % alegó que es deficiente el sistema de evaluación de la carrera. Evaluaron como buena o muy buena la formación práctica recibida en las pasantías rurales y el internado rotatorio. También consideraron como deficiente la formación en competencias, tales como la capacidad para abordar los aspectos éticos y legales de la medicina e identificar riesgos y hacer promoción de salud en la comunidad; con este último aspecto difieren los resultados obtenidos.
En un estudio de discrepancia entre el perfil deseado y el alcanzado en el egresado de la carrera de Medicina,9 se plantea que la mayoría (68,6%) de los sujetos en estudio desconocían las preguntas básicas relacionadas con la promoción de la salud y la prevención primaria y secundaria de las enfermedades (estrategia de APS), mientras que el 69,71 % contestó correctamente preguntas puntuales en relación con conocimientos específicos sobre enfermedades muy poco prevalentes, resultado que difiere del observado en el presente estudio (70-85 % de satisfacción), que valida la idea de la prioridad que concede la formación en Cuba, a la integralidad en la actuación, que implica una formación en promoción de salud con alto grado de calidad.
Otra investigación realizada en México,10 observó que 98 % de los encuestados manifestó que los contenidos recibidos durante su formación son aplicables en este momento a su práctica profesional y 96 % que los contenidos de las materias llenaron sus expectativas como médicos generales; en este sentido los egresados cubanos encuestados manifestaron una satisfacción superior al 85 %.
Se concluye que existen insatisfacciones en los egresados de la carrera de Medicina, más evidentes en lo que se refiere al desarrollo de competencias generales y específicas relacionadas con el tratamiento y la rehabilitación, así como en la preparación para ejecutar acciones administrativas, necesarias todas en su desempeño profesional. Se debe dar seguimiento a las oportunidades de mejora puestas de manifiesto a partir de las insatisfacciones relacionadas con el dominio del idioma inglés, la preparación en metodología de la investigación y gerencia, lo que garantizaría avances paulatinos en la calidad de la formación de futuros profesionales, aspecto que confiere aplicabilidad práctica a los resultados obtenidos.