INTRODUCCIÓN
La cavidad bucal, por las múltiples funciones que tiene en la vida del hombre y su exposición permanente a agentes físicos, químicos y biológicos, tiene una particular significación, por lo cual merece una atención médica cuidadosa, que va desde la prevención hasta el diagnóstico precoz de cualquier afección bucal.1,2
La prótesis constituye una alternativa para la pérdida de la dentadura. Pero, aunque son una buena solución, no están exentas de provocar daños, lo cual, junto a la susceptibilidad de los tejidos que trae consigo el envejecimiento y los inadecuados estilos de vida, puede llevar a cambios importantes de la mucosa, y en especial, a la aparición de lesiones que pueden variar desde las más simples hasta las malignas y causar un gran problema de salud para las personas y para la sociedad.2
La acción de cubrir la mucosa masticatoria con una prótesis constituye para el tejido una agresión mecánica no fisiológica. Los efectos de presión, tracción y empuje que con ella se producen, pueden causar acciones irritantes sobre la mucosa. Cuando estos efectos son de mayor intensidad, suponen un estímulo patógeno que rompe ese equilibrio y conduce a una irritación tisular, acompañada de sus consiguientes reacciones inflamatorias, entre las cuales se encuentra con mayor frecuencia la estomatitis subprótesis.3,4
Estomatitis subprótesis es el término generalmente utilizado para describir los cambios inflamatorios de la mucosa en la bóveda palatina cubierta por la prótesis.5-7 Esta es definida también como una de las alteraciones más frecuentes de la mucosa del paladar duro en pacientes portadores de prótesis dentales mucosoportadas. Se trata de una proliferación fibroepitelial, provocada por la base acrílica o metálica desajustada, asociada generalmente a la presencia de microbianos como Candida albicans patógena, estreptococos, estafilococos, etcétera, que se encuentran tanto en la superficie interna de la prótesis, como en las lesiones. Esto se deriva generalmente de una higiene deficiente y de determinados hábitos personales de uso de las prótesis, lo que le confiere un origen multicausal y hace que su estudio sea muy complejo.8,9
La estomatitis subprótesis tiene un alto por ciento de aparición en pacientes rehabilitados; así lo demuestran las estadísticas en algunos países: Dinamarca 40 – 60 %, Chile 53 %, Japón 43 %, Brasil 56 %, Finlandia 52 % y Alemania 70 %. Un estudio realizado en Venezuela evidenció afectación en el 60,7 % de la población estudiada. En Cuba, a pesar de las conocidas garantías del sistema de atención estomatológica, llega a afectar a más del 45 % de los pacientes que utilizan prótesis dental.5
Estudios realizados en la provincia en poblaciones de adultos mayores, revelan que la estomatitis subprótesis ocupa el primer lugar entre las lesiones de mucosa bucal.10,11 En este estudio se describe el comportamiento de la estomatitis subprótesis en pacientes residentes en el municipio Rodas, Cienfuegos.
MÉTODOS
Se realizó un estudio descriptivo, de corte transversal, de un año de duración (septiembre 2014 a septiembre del 2015), en el departamento de Prótesis Dental de la clínica Estomatológica del municipio Rodas, provincia Cienfuegos. Se trabajó con la totalidad de los pacientes de 19 y más años de edad, portadores de prótesis dental superior, total o parcial, con diagnóstico de estomatitis subprótesis (N=61).
Se analizaron las variables: grupos de edades (19 a 34 años, 35 a 59 años, 60 y más), sexo (masculino, femenino), grado de la lesión (grado I, II y III), estado de la prótesis (desajustada: aquella que se mueve durante el habla y/o la masticación; ajustada: aquella que presente buena estabilidad), hábitos nocivos (hábito de fumar, consumir alimentos muy calientes, uso de sustancias irritantes, uso continuo de la prótesis e higiene bucal deficiente), ubicación de la lesión (anterior, media, posterior, mixta), frecuencia de las visitas al estomatólogo (nunca, frecuentemente, cuando existen molestia).
Los grados de la estomatitis subprótesis se analizaron según la clasificación de Newton, que expresa las diferentes etapas por las que transitan los pacientes antes de recibir tratamiento.
- Grado I: signos inflamatorios mínimos, generalmente asintomático. Pueden aparecer áreas hiperémicas localizadas o en forma de pequeños puntos eritematosos. Es la lesión mínima visible a la inspección.
- Grado II: lesión francamente inflamatoria. Puede observarse el dibujo de los contornos de la prótesis, la superficie mucosa es de color rojo brillante; aparecen áreas eritematosas difusas que pueden cubrirse total o parcialmente por un exudado blanco grisáceo.
- Grado III: lesión constituida por una mucosa gruesa, con gránulos irregulares que a veces toman aspecto papilar con las alteraciones máximas en la parte central de la mucosa palatina. La magnitud de los signos inflamatorios es variable y generalmente sobre estos predominan los fenómenos proliferativos. Generalmente el tratamiento es quirúrgico.
Para el análisis e interpretación de los resultados, se empleó el análisis porcentual. Los datos recolectados fueron introducidos en una base de datos, siendo computarizados y procesados mediante el paquete estadístico computacional SPSS versión 11.0.
RESULTADOS
Al analizar la presencia de estomatitis subprótesis según grupos de edades, se pudo apreciar que el grupo de adultos mayores y el de 35 a 59 años, fueron los más afectados, con 33 y 26 pacientes respectivamente. En relación al sexo, el 78,7 % fueron mujeres. (Tabla 1).
El 77 % de los pacientes presentó estomatitis subprótesis de grado II. Respecto al estado de la prótesis, el 82 % presentó prótesis desajustada, de los cuales un 60,7 % estuvo afectado por el grado de estomatitis más frecuente. (Tabla 2).
De los 10 pacientes con estomatitis subprótesis grado I, 8 usaban su prótesis continuamente, 6 presentaban higiene bucal deficiente y 5 practicaban el hábito de fumar. En el grado II, predominaron los pacientes que usan continuamente la prótesis. Los 4 pacientes con grado III presentaron principalmente los siguientes hábitos nocivos: uso continuo, hábito de fumar e higiene bucal deficiente. En general, el 86,9 % y 57,4 % presentaron uso continuo e higiene bucal deficiente, respectivamente. (Tabla 3).
El 47,5 % de los pacientes presentó la mucosa alterada en zona mixta, y el 36,1 % en zona anterior. (Tabla 4).
La gran mayoría de los pacientes (85,2 %) refirió que solo visitaron al estomatólogo cuando sintieron alguna molestia. Solo el 8,2 % acudió con frecuencia. (Tabla 5).
DISCUSIÓN
La estomatitis subprótesis es una de las lesiones que con frecuencia se evidencia en los pacientes portadores de prótesis estomatológica.10,11 Al analizar su comportamiento en relación al sexo en la población estudiada, las mujeres aportaron el 78,7 %. Al respecto, la mayoría de los investigadores plantean que el sexo femenino tiene características propias que pudieran dar una explicación a este predominio, como es el frecuente aumento de la fragilidad capilar a partir de la tercera década de la vida, las alteraciones psicosomáticas, tanto las producidas por el estrés como las que aparecen durante y después del climaterio. Todo esto influye sobre los tejidos bucales al alterar la irrigación, el flujo salival y la tasa de anticuerpos circulantes. Además, las féminas cuidan más de la estética, lo que las hace mantener el aparato protésico en la boca el mayor tiempo posible.5 El uso continuo del aparato protésico es un factor de suma importancia, el cual se evidencia en un porcentaje elevado en nuestra investigación. Francisco Local5 y colaboradores, al analizar el uso del aparato protésico en 54 pacientes afectados por esta entidad, obtuvieron que el 85,2 % de ellos usó su prótesis continuamente, lo cual coincide con los resultados obtenidos en este estudio. Estos autores también encontraron predominio del grado II. Respecto a la estabilidad de la prótesis, señalan que la prótesis desajustada es una característica presente en los pacientes que presentan esta entidad.
Se debe destacar que dentro de los hábitos nocivos que inciden en su aparición, se encuentran el uso continuo y la higiene bucal deficiente. Por ello, es importante enfatizar en el cumplimiento de las indicaciones de uso, higiene y cuidado del aparato protésico, con lo cual el riesgo de padecer de estomatitis disminuye. Educar a los pacientes portadores de prótesis estomatológica, debe ser un objetivo constante en el quehacer diario del estomatólogo, para lograr comportamientos adecuados que permitan mantener la mucosa de la bóveda palatina saludable.
El 85,2 % de los pacientes estudiados visitó al estomatólogo solo cuando sintió alguna molestia, similar a lo obtenido por otros autores.5 Este es un tema sensible, pues a través de la atención estomatológica es que se realiza anualmente el examen de detención precoz del cáncer bucal, fundamentalmente al grupo de adultos mayores, el más numeroso en el estudio, y también el más vulnerable no solo a la estomatitis subprótesis, sino a otras lesiones pre malignas y malignas que pueden afectar el complejo bucal.12
Las prótesis dentales son un recurso al que acuden las personas como opción ante las pérdidas dentarias, las cuales se incrementan con el paso de los años. Los pacientes que usan prótesis dental deben asumir que hábitos nocivos como el uso continuo de la prótesis y la higiene bucal deficiente, son factores de riesgo que condicionan la aparición de estomatitis subprótesis. El presente estudio ha evidenciado que estos son precisamente los que más se asocian a la entidad en la serie estudiada.
Una actitud verdaderamente responsable por parte del paciente, se complementaría con las visitas periódicas al estomatólogo. Esta variable mostró que los pacientes estudiados carecen de una correcta percepción de riesgo al respecto, sin embargo, este supone el medio para recibir no solo la atención en caso de que se requiera, sino también la orientación necesaria para mantener un estado de salud adecuado.