INTRODUCCIÓN
La adenoiditis crónica se caracteriza por un aumento del tamaño de las adenoides con respecto al tamaño de la nasofaringe, que produce obstrucción nasal crónica. La enfermedad se acompaña además por respiración oral, ronquidos e hiponasalidad. Los niños pueden tener tos, dificultad para comer y respirar al mismo tiempo, son usuales las alteraciones del sueño.1
El examen intranasal puede ser normal, a veces existe mucosidad espesa que no puede drenarse por la nasofaringe. En ocasiones las adenoides no son muy grandes, pero puede existir una obstrucción funcional por la secreción mucosa espesa, que al depositarse crea la obstrucción. No existe ningún sistema de clasificación, ampliamente aceptado, para la descripción de su tamaño.1-2
La cantidad de episodios necesarios para que se requiera de un tratamiento médico prolongado o quirúrgico, no está universalmente establecida, por lo que la enfermedad debe evaluarse muy bien cuando se asocia con infecciones de los senos paranasales y oído medio.3-5
En un número desconocido de enfermos, especialmente los más pequeños, la identificación y tratamiento de la alergia respiratoria o el reflujo extra esofágico, pueden producir beneficios y disminuir la necesidad de la cirugía.6-8
La interacción de las adenoides con bacterias, virus y biofilms, crea situaciones anormales que a menudo requieren tratamiento clínico o quirúrgico. La cirugía mayor electiva es la más realizada en los Estados Unidos.2-4
Al revisar la literatura científica nacional, no se encontraron publicados datos estadísticos sobre la clínica de la adenoiditis crónica, ni se conoce la epidemiología de los factores de riesgos relacionados con la enfermedad en los niños cubanos, circunstancias en las cuales se fundamenta esta investigación. Solo el Anuario Estadístico de Salud del año 2011 informa que la cirugía de las adenoides ocupó el primer lugar (17,6 %) entre todas las cirugías electivas mayores pediátricas realizadas en el país,9 lo cual sugiere que la adenoiditis crónica -que es la principal indicación para la realización de la cirugía-, tiene una elevada morbilidad sobre los niños en Cuba.
Las indicaciones actuales para la cirugía (adenoidectomía), incluyen trastornos obstructivos del sueño, adenoiditis crónica y complemento del tratamiento de la sinusitis pediátrica y de la otitis media con efusión.7,8,10-14
La presente investigación se realiza para describir algunas características clínico-epidemiológicas de la adenoiditis crónica en la población infantil, dada la ausencia de estadísticas específicas sobre la enfermedad, y con la intención de que la información que se obtenga sea útil en futuras investigaciones, lo que contribuirá a su conocimiento y futura prevención.
MÉTODOS
Se realizó un estudio descriptivo, prospectivo, en niños con adenoiditis crónica que asistieron por primera vez a la consulta de Otorrinolaringología, en el Hospital Pediátrico de Centro Habana. De los 1 050 niños con enfermedades otorrinolaringológicas que asistieron a esta institución, entre el 28 de septiembre del 2009 y el 14 de julio del 2011, fueron seleccionados, mediante muestreo no probabilístico, 98 niños. Para la selección se consideraron los siguientes criterios de inclusión y de exclusión:
Criterios de inclusión:
Niños con crisis de infección de las adenoides (siete crisis en un año, cinco en dos años consecutivos, o tres en tres años consecutivos), caracterizadas fundamentalmente por obstrucción nasal y fiebre.
Criterios de exclusión:
Haber sido diagnosticado y tratado por adenoiditis crónica con anterioridad por un otorrinolaringólogo; pacientes con menos de un año de evolución de las infecciones de adenoiditis; pacientes con adenoamigdalitis o amigdalitis crónica; pacientes con menos de siete crisis de adenoiditis en un año, menos de cinco en dos años consecutivos, o menos de tres en tres años consecutivos.
Para la recolección de los datos se realizó una encuesta sobre factores de riesgo considerados por la literatura médica revisada, que incluyó: edad, sexo, síntomas, signos y principales manifestaciones clínicas, principales antecedentes patológicos personales (alergia respiratoria, asma, rinitis infecciosa o infección respiratoria baja, reflujo extra esofágico y otitis media aguda), antecedentes familiares (padre o madre) de padecer asma, alergia respiratoria o adenoiditis crónica, principales factores de riesgos ambientales y sociales (exposición pasiva al humo del tabaco, ausencia o duración inadecuada de la lactancia materna, a saber, por menos de seis meses y la asistencia al círculo infantil). Estos datos se corresponden con las variables del estudio.
Los procesamientos estadísticos aplicados fueron la media, frecuencia absoluta y la frecuencia relativa y los resultados fueron expuestos en tablas de frecuencia y porcentaje. Se utilizó para el almacenamiento y cálculo de los datos, el programa estadístico Excel.
Se solicitó la autorización, mediante consentimiento informado, a todos los padres o tutores de los pacientes para publicar los resultados con fines científicos.
RESULTADOS
Fue diagnosticada adenoiditis crónica en 98 niños entre 1 y 15 años de edad, con un ligero predominio en los varones (54 %). El pico de mayor morbilidad se reportó entre los 1 a 4 años de edad (46 %), que empieza a declinar a partir de los 10 años hasta disminuir a solo 1 enfermo (1 %), de 15 años de edad. La media fue de 5,8 años. (Tabla 1)
Los manifestaciones clínicas predominantes de la enfermedad, descritas en la serie, no son excluyentes entre sí. Resultó en primer orden de frecuencia, la presencia de secreciones muco purulentas en las fosas nasales en 78 enfermos (79 %), en segundo orden, la obstrucción nasal en 74 enfermos (75,5 %), luego, el síndrome del respirador oral en 22 enfermos (22 %). En 8 enfermos (8 %), se reportó roncopatía durante el sueño. (Tabla 2)
Las principales enfermedades asociadas diagnosticadas en 83 niños de la serie (84,7 %), fueron excluyentes entre sí; la infección respiratoria baja recurrente y la asociación de alergia o asma con infección respiratoria baja, se observó en el 57 % de los pacientes, y la otitis media aguda en el 14 %. (Tabla 3)
Entre los principales factores de riesgos sociales y ambientales, se encontró en primer orden de frecuencia, la asistencia al círculo infantil en 84 niños (86 %). (Tabla 4)
Al investigar las principales enfermedades que padecieron los padres de los niños con adenoiditis crónica, 41(42 %) de ellos, refirieron padecer alergia respiratoria; el resto no refirió enfermedades asociadas a la enfermedad.
DISCUSIÓN
En el momento del diagnóstico, la mayoría de los enfermos (86 %) tenían menos de diez años de edad, lo que coincide con resultados de otros autores,16 quienes señalan que entre tres y diez años se observa el pico mayor de hiperplasia de los tejidos linfoides, como resultado de un momento especial en relación con la maduración del sistema inmunológico, lo que favorece la aparición de infecciones respiratorias recurrentes. Por otra parte, en los primeros años de vida la nasofaringe sufre cambios anatómicos en su forma y volumen debido al crecimiento de la cara y el cráneo; en los niños menores, es de menor volumen, con una forma achatada, y con el crecimiento, se vuelve más grande y ojival, lo que permite el mejor paso del aire inspirado.
Las manifestaciones clínicas reportadas con menor frecuencia, fueron la apnea obstructiva del sueño (1%), la hipoacusia conductiva (2%), y el síndrome del respirador oral (22%), que incluye obstrucción nasal, facies adenoidea y respiración oral. Estas manifestaciones clínicas son descritas por la literatura internacional y nacional como típicas de la enfermedad,1-2,7-8 pero también son una consecuencia de padecer adenoiditis crónica durante varios años, algo que no se puso en evidencia en esta serie, en la que el 46 % de los pacientes no había cumplido los cinco años de edad al realizarse el diagnóstico, y no habían padecido por muchos años la enfermedad.
En solo alrededor del 15 % de los pacientes no se diagnosticaron otras enfermedades asociadas con la adenoiditis crónica según la literatura revisada. Las enfermedades respiratorias bajas infecciosas fueron las más frecuentes, seguidas por las alérgicas, lo que coincide con estudios internacionales y nacionales.1,13,14
Las principales enfermedades que refirieron padecer los padres (uno de los dos) de 41 niños con adenoiditis crónica, coincidieron con las de los niños, lo cual sugiere que la etiopatogenia pudiera estar relacionada con factores genéticos. Un elevado número de pacientes presentó asociada a la adenoiditis crónica una infección respiratoria baja (56 %), que se manifestó de forma aislada o asociada a la alergia respiratoria o asma.
Un estudio realizado en Noruega a gemelos nacidos entre 1967 y 1979 sobre la proporción de los factores genéticos y ambientales comunes, alcanzó el 59 % para los factores genéticos y el 41 % para los factores ambientales.17
La investigación genética requiere exámenes a individuos de la familia que no están afectados, lo cual, en los países en desarrollo, con sus inherentes dificultades económicas, tecnológicas y culturales, se hace muy difícil.18 Por tal motivo se reconoce la importancia y la factibilidad de investigar los otros factores de riesgo, en este caso sociales y ambientales.
La asistencia de los niños al círculo infantil es reconocida, prácticamente por todos los autores internacionales1,2,8,16 y nacionales,7,13-14 como un importante factor de riesgo para el desarrollo de infecciones respiratorias, probablemente debido a la gran cantidad de niños susceptibles por contacto próximo. También ha sido comprobado por numerosos autores1,2,7,8,13,14,16 el efecto nocivo para la salud y, en especial para las vías respiratorias, de la exposición pasiva o involuntaria al humo del tabaco. Datos publicados en Cuba reportan altas exposiciones: más de la mitad de las familias cubanas (55 %), de los niños (51 %), de las embarazadas y adolescentes (60 %), están expuestos al agente contaminante, lo que contribuye al desarrollo de infecciones respiratorias en los niños.19,20
También la disminución o ausencia de lactancia materna disminuye el aporte de componentes de defensa (inmunoglobulina A, lactoferrina),13,14 riesgo que se reportó en tercer orden de frecuencia en 42 niños (43 %), por lo cual se recomienda a los médicos de la atención primaria hacer énfasis en la educación para la salud de las madres que lactan, para lograr la lactancia materna hasta alcanzar los seis meses de edad del niño.
Será de interés realizar futuras investigaciones sobre la influencia de otros factores de riesgo sociales y ambientales modificables tales como: nivel cultural de los padres, condiciones de la vivienda, convivencia con mascotas, hábitos alimentarios, municipio de procedencia y otros.
Se concluye que la adenoiditis crónica afecta mayormente a niños menores de diez años de edad; que se caracteriza por la presencia de secreciones muco purulentas en las fosas nasales y obstrucción nasal. Las enfermedades que se relacionaron con mayor frecuencia en padres y enfermos fueron la alergia respiratoria, el asma y la infección respiratoria baja. La asistencia al círculo infantil y la exposición involuntaria al humo del tabaco, fueron los factores de riesgos ambientales mayormente asociados. De estos resultados, se infiere su origen multifactorial.