La toxoplasmosis es producida por el toxoplasma gondú, en la población inmunocompetente produce infecciones benignas subclínicas, forma quistes que permanecen intactos por años, especialmente en el cerebro. Pero en el paciente con sida se produce una reactivación de la infección latente con diseminación que afecta con frecuencia el Sistema Nervioso Central, llega a ser la infección focal oportunista más frecuente a este nivel, aunque su incidencia ha disminuido con el tratamiento antirretroviral.
El método más empleado para el diagnóstico es la tomografía computarizada por su disponibilidad y sensibilidad, en las imágenes aparecen lesiones focales únicas o múltiples con abundante edema perilesional y signos de efecto de masa, con el contraste se observa realce en anillo; en un 25 % de los casos aparece un signo característico llamado “signo de la diana” que consiste en un nódulo pequeño y excéntrico situado en la pared del granuloma. La IRM es otro método empleado, más sensible.