INTRODUCCIÓN
Un fenómeno social característico de fines del siglo XX y que se proyecta en la actualidad, es el reconocimiento a nivel mundial de la diversidad cultural. Se trata de la constatación de un fenómeno que no es nuevo, sino que ha estado presente a lo largo de la historia de la humanidad.
Actualmente, el reto de la diversidad representa uno de los más complejos que se presentan a las sociedades contemporáneas, y este, se señala, comienza con la educación. En este sentido Peiró, plantea que los profesores están desconcertados buscando respuestas a la multiculturalidad ya que el currículo fue pensado para la selección y uniformidad cultural. (1)
Para el contexto educativo latinoamericano, Magendzo postula que si la educación, desea realmente sumarse a la modernidad, debe ser capaz de reconocer que el respeto a las identidades culturales y la superación de la dialéctica de negación del otro forman parte de la democracia cultural. (2) En este sentido Pinto señala que el currículo se debe articular como un mecanismo de negociación e integración de la multiculturalidad, y que entre las expresiones imprescindibles de inscribir en el currículum actual, están los saberes, haceres y sentires provenientes del mundo de los pueblos originarios, incluidos sus lenguajes y cosmovisiones. (3)
Por su parte Núñez Vázquez señala que la mayoría de las veces, los centros educativos representan e introducen la identidad de la cultura nacional. Sin embargo, no existe una reciprocidad con respecto a las culturas minoritarias presentes en el centro, excepto con actividades puntuales. Para que se produzca un contexto intercultural es necesaria la adquisición de habilidades culturalmente apropiadas, necesarias para negociar en un específico entorno cultural o social y afrontar las demandas del nuevo contexto cultural. (4)
En Cuba los estudios que reflejen la problemática de la interculturalidad en las Ciencias Médicas no son frecuentes, no obstante se sabe que el currículo, tanto a nivel nacional como internacional, se presenta como una instancia educativa orientada a transmitir contenidos culturales propios de la sociedad que representa y con ello asegurar la proyección de la cultura hegemónica, de generación en generación. El currículo diseña un plan de formación que contiene los conocimientos, habilidades y valores, además de una lógica de pensamiento, derivados directamente del patrimonio cultural.
Esta situación de alguna forma se relaciona con el rol que el sistema social le asigna a la educación, y a la misma estructura curricular, como un instrumento que permita lograr la formación del estudiante. Se destaca también la importancia de que la universidad pueda dar una respuesta social y educativa a aquellos sujetos que de forma temporal necesitan atenciones específicas acordes a su forma peculiar de ser y desarrollarse.
Los referentes anteriores han dado lugar al desarrollo de varias reflexiones, todas ellas con el objetivo común de crear una situación educativa única, totalmente abierta a la diversidad, y que implique a toda la institución escolar al considerar que para la mayoría de los estudiantes extranjeros, la universidad es el principal ámbito para el contacto inter-grupal.
Actualmente en las carreras de las Ciencias Médicas el proceso docente educativo no constituye un evento homogéneo, sino que, más allá de rasgos compartidos, se aprecian en su desarrollo significativas diferencias. Esto se debe a diversos factores entre los que se destacan la diversidad de pueblos y comunidades, donde cada uno de ellos tiene una historia particular y unos problemas de salud que difieren de cada contexto.
En este sentido los profesores de las universidades médicas deben concienciar que cuando un estudiante se traslada desde una sociedad cultural a otra, el mejor medio para una exitosa resocialización es la educación intercultural, en la cual los diferentes grupos étnicos que conviven en la escuela son tenidos en cuenta, tanto en el proyecto educativo del centro, como en el proceso docente educativo. Esto puede ser posible en la medida que se logre una adaptación curricular como respuesta específica y adaptada a las necesidades educativas de estos estudiantes que no quedan cubiertas por el currículo vigente en las carreras de las Ciencias Médicas.
De los análisis anteriores surgen varias interrogantes:
¿Ofrece el currículo de las carreras de Ciencias Médicas elementos de la diversidad cultural de forma que haya una mayor comunicación entre profesores y estudiantes?
¿Están preparados los profesores de las universidades médicas para trabajar con éxito con la diversidad de bagajes culturales aportados por los estudiantes?
DESARROLLO
La unidad asistencial es el contexto por excelencia en el que se produce el aprendizaje de los estudiantes en las carreras de las Ciencias Médicas. Esto significa que es en ella donde se produce la concreción última del currículo con el fin de dar la respuesta al encargo social. (5) Pero, ¿qué sucede en muchas ocasiones?: pues que, generalmente, los profesores se encuentran con estudiantes provenientes de diversas culturas los cuales hacen interpretaciones diferentes del proceso salud-enfermedad en su carácter absolutamente heterogéneo, con conceptos sobre el binomio salud-enfermedad diversos, en ocasiones contradictorios, que ponen de manifiesto cómo las personas perciben su mundo y le dan un significado, y se convierten estos espacios asistenciales en conjuntos de individualidades para el que actualmente no existe una respuesta educativa única.
La concepción de currículum ha ido cambiando a lo largo del tiempo y en función del tipo de respuesta educativa. Gimeno plantea en este sentido que: "Cada ser humano es una individualidad única, cada alumno difiere de los demás en condiciones intelectuales, ritmo de trabajo y aprendizaje, condiciones previas a su entrada a la escuela, intereses, etc. Si la educación escolarizada debe atender de algún modo a la peculiaridad de las personas, es preciso ser consecuente pedagógicamente con las diferencias.
Las dificultades a este reto residen en cómo dar satisfacción a ese principio, al conjugar: a) la existencia de un currículum con contenidos de cultura comunes para todos y que solo en parte puede ser optativo. b) la gestión pedagógica de la variedad de alumnos en un sistema escolar inevitablemente homogeneizador en su organización. c) unos recursos limitados, cuando cada profesor atiende varias decenas de alumnos y hasta más de un centenar". (6)
El currículo en las carreras de las Ciencias Médicas necesita buscar marcos que permitan conectar diferentes realidades sociales y culturales, y así establecer comunidades de coparticipación intercultural donde discutir diferencias de criterio, animar el flujo de opiniones, razonamientos y conseguir decisiones concertadas sobre las formas de entender la enfermedad y valorar la salud se convierten en elementos importantes que deben estar presentes en el proceso de formación.
Algunas carreras de las Ciencias Médicas cuentan con los planes de estudio (D), de ahí que es importante que los profesores de estas universidades puedan utilizar de forma creadora la libertad curricular que tienen dentro del microcurrículo, según se establece por el Ministerio de Educación Superior para la nueva generación de planes de estudio. (7) De igual manera los docentes necesitan conocer que el contenido que hay que aprender debe tener en cuenta la dinámica de la naturaleza de aquello que se necesita para vivir y trabajar con éxito en una comunidad y para que la información se pueda aprender y usar, esta debe tener un significado y un sentido para el estudiante.
Salomón Benatar propone pensar la salud en términos globales y plantea que las enfermedades no tienen fronteras, por lo tanto no pueden ser concebidas en términos locales, sino como problemas conectados con la pobreza y la marginalidad en todos los países del mundo. Esta consideración de la salud global e integral obliga, por una parte, a detectar los impedimentos que dificultan crear condiciones de salud mundial y, por otra parte, buscar las vías y diseñar las estrategias necesarias para superar los obstáculos. (8)
Es precisamente aquí donde las adaptaciones curriculares adquieren un significado particular. Se trata de que esas transformaciones lleven al estudiante a desarrollar un consenso informado sobre lo que se entiende por salud y calidad de vida y, a la vez, establecer los parámetros de la aceptabilidad y la redistribución de los riesgos en contextos culturalmente plurales en sus formas de mantener y restablecer la salud.
La multiculturalidad debe constituir un tema transversal en el currículo y como tal debe implicar a todas las áreas de este. Actualmente el tratamiento del tema queda reducido al día o la semana de una u otra cultura, o la realización de algunas actividades puntuales en alguna de las áreas que se considera que tienen mayor relación con el tema. Por lo que resulta necesario desde la disciplina general integradora de cada carrera en las Ciencias Médicas trabajar a fin de trasmitir las características culturales de los diversos grupos étnicos, religiosos y la influencia de estos rasgos diferenciales en la relación terapéutica.
También es importante que se considere que las quejas referidas a la salud encuentran en las diferentes culturas formas de expresión muy diferentes. El conocimiento de estas variaciones a la hora de describir los síntomas puede ser de gran utilidad para evitar errores diagnósticos. Otros aspectos que se deben considerar están relacionados con los procesos de nacimiento y de muerte, los cuales delimitan la vida de la persona, ambos son episodios rodeados de costumbres y ritos con un marcado componente cultural, por ello hay que considerar algunos aspectos de estos.
Diversas corrientes educativas comienzan a otorgar espacios en sus currículos para atender este fenómeno sociocultural. (9,10) La Academia asume una postura de importancia, al propiciar una educación sensible a las diferencias que es por eso, que los cursos deben propiciar que los estudiantes se entiendan a sí mismos y a los compañeros de clases por medio de la discusión y análisis de situaciones o eventos que les evoquen responsabilidad social. A su vez, los docentes debemos dar una mirada a las propias actitudes y creencias para lograr cambios en los futuros profesionales. Propiciar este análisis personal incluye el reconocimiento de nuestros procesos de internalización y socialización y la necesidad de un marco de respeto hacia los demás.
Se evidencia cada vez más la necesidad imperiosa por parte del académico, de infundir contenidos multiculturales en la enseñanza de las Ciencias Médicas para incrementar su pertinencia en la vida de los estudiantes tanto nacionales como extranjeros. Al promover el debate de prácticas asistenciales en contextos culturales diferentes se propicia la confrontación de distintos saberes y se prepara al profesional para asumir modos de actuación en el ámbito nacional e internacional. Por lo tanto, en los diferentes abordajes en que se enmarca las Ciencias Médicas, también cohabita la diversidad. Ciertamente, las personas que solicitan atención a la salud son diferentes entre sí, por lo que cualquier intento de homogeneizar la atención sanitaria, limitaría el enriquecimiento intrínseco de la variedad.
En el análisis de este complejo proceso se sugiere que en los currículos de las carreras de las Ciencias Médicas y particularmente en el área clínica se trabajen las siguientes invariantes de habilidades multiculturales que deben desarrollar los estudiantes de estas carreras. Interpretar el proceso salud-enfermedad y los fenómenos sometidos a su estudio en contextos culturales diferentes.
Reconocer que el incremento de los flujos de personas tanto en el territorio nacional como fuera de este, altera los mapas epidemiológicos y los patrones de salud, por lo que resulta necesario que el estudiante pueda analizar y valorar la problemática relacionada con las enfermedades, las patologías raras y llegue a determinar los procesos de transición epidemiológica entre países desarrollados y otros en vías de desarrollo.
Identificar la morbilidad y considerar la procedencia geográfica y las situaciones sociales imbricadas con las creencias culturales.
En el tránsito por este ciclo se le debe ofrecer al estudiante la oportunidad de que pueda abordar la diversidad de terapias que los diferentes grupos sociales y culturales han adoptado en cada momento, y comprobar las tensiones que se producen por la variabilidad cultural en las pautas de crianza, la salud materno-infantil, la muerte y el papel del curanderismo, etc.
Al estructurar las habilidades planteadas se atribuye a que estas pueden constituir un elemento común para tratar desde el currículo la problemática de la diversidad cultural y deben considerarse dentro de los aspectos a insistir en la preparación del profesor para poder satisfacer este reto que constituye en los momentos actuales una carencia en el tratamiento de los contenidos (conocimientos, habilidades y valores) del área clínica de las carreras de las Ciencias Médicas. Consustancial a este proceso es oportuno sugerir a los profesores un grupo de orientaciones con vistas a que este le pueda ofrecer tratamiento al problema de la multiculturalidad y lo incorpore en su modo de actuación como docente universitario.
Sugerencias al profesorado
Los docentes deben tomar en cuenta el modelo del profesional, además deben determinar los ejes articuladores y las invariantes de cómo el profesorado se va integrar en el tratamiento de la diversidad cultural.
En la educación en el trabajo como forma organizativa fundamental de las Ciencias Médicas se deben plantear problemas relacionados con el perfil del egresado, cuya solución requiera del ejercicio de la habilidad multicultural que resulta invariante.
Resolver problemas donde se potencie la formación del pensamiento lógico y el pensamiento divergente, a través de los procedimientos razonados, asumidos en el trabajo y los procedimientos heurísticos, al tomar como base las habilidades multiculturales que resultan invariantes.
Controlar en evaluaciones frecuentes, parciales y finales, la aplicación de habilidades multiculturales que resultan invariantes del ciclo clínico.
Desarrollar líneas de trabajo sobre investigación multicultural, de manera que lleve al conocimiento del otro u otra.
Incorporar en la enseñanza los recursos culturales que los alumnos aportan.
Recoger con técnicas etnográficas las intervenciones a las que los países optan según sus necesidades, pero también sus requerimientos culturales ya sean restricciones religiosas, o conocimientos tradicionales.
Animar el flujo de opiniones, razonamientos y propuestas sobre las formas de entender la enfermedad y valorar la salud, las aplicaciones biotecnológicas, las prácticas sanitarias, entre otras.
CONCLUSIONES
El profesional de las carreras profesionalizantes en las diversas áreas del saber debe ir logrando con fines identitarios las habilidades que caracterizan actualmente la diversidad cultural que existen en los escenarios universitarios. El currículo debe desde una perspectiva socio-pedagógica constituir esta finalidad y los profesores como facilitadotes de este complejo proceso tienen como metas preparase para dar soluciones pertinentes al problema de la diversidad cultural, inherente hoy a los diferentes saberes y su enseñanza.
En el caso de las Ciencias Médicas la propuesta de habilidades multiculturales y las sugerencias que se les ofrecen a los profesores del área clínica es un intento en aras de aproximarnos a dar solución a esta problemática actual en los currículos de las carreras de las Ciencias Médicas.