INTRODUCCIÓN
En Cuba, la formación integral de las nuevas generaciones es un tema que recibe gran atención; por ello, todas y cada una de las esferas que conforman la personalidad del adolescente son consideradas desde esa misma óptica. Entre ellas, la esfera sexual es de especial interés, y, específicamente la educación sexual, es en la actualidad un derecho de los niños y niñas, de los y las adolescentes. (1)
“La adolescencia es tierra de nadie”, “los adolescentes no son niños ni adultos”, sentencian viejos refranes. Esta etapa no ocurre de inmediato, ni está marcada exclusivamente por los cambios de la pubertad, sino también, por un lento proceso de aprendizaje. (2)
Los conocimientos sobre la educación sexual en la adolescencia constituyen una necesidad de la sociedad. Los jóvenes deben adquirir valores y normas de conducta para formar actitudes positivas en el terreno sexual, deben apropiarse de conocimientos adecuados sobre la responsabilidad y las necesarias previsiones que conlleva la relación sexual, tanto por lo que puede afectar la maternidad temprana a la joven adolescente en su desarrollo educativo, biológico, psíquico y social, como por las obligaciones que se derivan de la creación de un ser humano, respecto a lo cual la pareja creadora contrae ineludibles deberes que no resultan siempre compatibles con los que surgen de su dedicación a las tareas de formación profesional y cultural. (3)
A nivel mundial existe una disminución de la fecundidad en general, pero la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización de Naciones Unidas (ONU) informan que hay más de 1000 millones de adolescentes en todo el mundo; y que más del 10 % de los nacimientos que se registran anualmente se producen precisamente en madres adolescentes. Cada año nacen 15 millones de niños en madres adolescentes, cada día 41 095 y cada hora 1712. (4)
La provincia de Cienfuegos duplicó su tasa de fecundidad en la fémina menor de 20 años en el año 2008, lo cual la ubicó entre las primeras seis provincias que culminaron con este indicador elevado. El municipio Cumanayagua fue el que más influyó en estos resultados y no sólo en este indicador, sino además en su tasa de aborto y regulaciones menstruales. (5)
Por ser la enseñanza secundaria uno de los espacios más importantes en la adolescencia para el desarrollo de la educación sexual, y saber que existe un nivel de conocimientos bajo sobre educación sexual y conductas inadecuadas en este sentido, se realizó esta investigación con el objetivo de determinar la utilidad de la aplicación de un programa psico- educativo sobre sexualidad a féminas de la enseñanza secundaria.
MÉTODOS
Se realizó un estudio cuasi-experimental de valor explicativo a féminas pertenecientes al noveno grado del área urbana del municipio Cumanayagua, provincia de Cienfuegos, desde septiembre de 2007 a junio de 2008. El universo estuvo constituido por los 276 estudiantes matriculados en el noveno grado de las Escuelas Secundarias Básicas Urbanas (ESBU) “José Esteban Tartabull” y “Manuel Prieto Labrada”. La muestra quedó conformada por 180 estudiantes del sexo femenino pertenecientes al noveno grado, según criterios de inclusión y exclusión.
Criterios de inclusión: estudiantes del sexo femenino pertenecientes a noveno grado de las ESBU “José Esteban Tartabull” y “Manuel Prieto Labrada”, que estuvieron de acuerdo en participar en la investigación, en el período comprendido desde septiembre de 2007 a junio de 2008.
Criterios de exclusión: estudiantes del sexo masculino pertenecientes a noveno grado de las ESBU “José Esteban Tartabull” y “Manuel Prieto Labrada”, y las estudiantes femeninas que no estuvieron de acuerdo en participar en la investigación, las que no se encontraban en los centros en el momento de la investigación y las que no contaron con la aprobación de los padres o tutores para participar en esta.
Para comenzar la investigación, se solicitó la aprobación a las respectivas direcciones municipales de Educación y Salud en Cumanayagua.
Para la recolección del dato primario se elaboró un cuestionario con las variables de interés por el método de encuesta, la cual fue validada por criterio de expertos (psicólogos, epidemiólogos, profesores generales integrales y ginecólogos que han trabajado o investigado en la población adolescente). Dicha encuesta estuvo dirigida a identificar el nivel de conocimientos de las féminas de la enseñanza secundaria relacionados con la educación sexual y la salud reproductiva. Se estudiaron variables como: conocimientos de las adolescentes sobre el inicio de las relaciones sexuales y sus riesgos posteriores, sobre las infecciones de transmisión sexual (ITS) y los métodos anticonceptivos; antes y después de la aplicación del programa psico- educativo.
Para garantizar que los resultados del instrumento no se dañaran, la encuesta se aplicó simultáneamente a los 180 sujetos de la muestra. Se le asignó un número de orden a cada estudiante involucrada en la investigación para la posterior evaluación y análisis de los resultados de las encuestas.
La información recogida se introdujo en una base de datos creada al efecto con Microsoft Access y se procesó con el paquete de programas SPSS versión 10.0. La valoración final de los cambios producidos en el nivel de conocimiento de las adolescentes acerca de los temas de educación sexual y salud reproductiva, se obtuvo mediante la aplicación en dos momentos (antes y después de la intervención). Las respuestas emitidas por las adolescentes en ambos momentos de aplicada la encuesta se evaluaron de “correcto” e “incorrecto”.
Se clasificaron los conocimientos en sentido general, determinados por escala de: muy suficientes, suficientes e insuficientes, en los que:
Conocimientos muy suficientes: Evaluado de correcto en los 7 temas.
Conocimientos suficientes: Evaluado de correcto en 5 ó 6 temas.
Conocimientos insuficientes: Evaluado de correcto en 4 temas o menos.
Posteriormente se confeccionó una tabla de contingencia 2x2 para cada tema y se les aplicó el Test de Mc Nemar (6) para probar su significación estadística a los cuadros 1,2, y 3 y la prueba de hipótesis de diferencia entre más de dos proporciones para evaluar el efecto de la aplicación del programa en la adquisición de conocimientos.
RESULTADOS
La muestra de estudio la integraron 180 féminas distribuidas en las edades de 14, 15 y 16 años, en la que los grupos poblacionales más representativos fueron las primeras edades dada la uniformidad de nuestro sistema educacional.
Antes del desarrollo de las actividades educativas solo el 18,0 % de las féminas tenían conocimientos sobre el momento oportuno para iniciar su vida sexual activa y posteriormente a la intervención se logró un 71,1 % de conocimientos. Aplicando el Test de Mc Nemar y calculando los intervalos de confianza para la diferencia de proporciones en los dos momentos de observación, se obtuvo que con una seguridad del 95 %, la diferencia real en la proporción de alumnas que manifestaron conocer el momento oportuno para el inicio de las relaciones sexuales antes y después de la intervención se movió entre el 41,5 % y el 62,5 %. Se dedujo que la proporción del número de alumnas que antes (sí) y después (no) conocían el momento oportuno para el inicio de las relaciones sexuales es diferente de la proporción de alumnas que han realizado el cambio inverso: antes (no) y después (sí).
Cuando se analizó el tema del riesgo de quedar embarazada en la primera relación sexual, se obtuvo que el conocimiento del riesgo sí depende de la intervención educativa, dato significativo desde el punto de vista estadístico, con un 75,0 %. Al analizar el tema de los riesgos que conlleva el embarazo y el aborto, dado que son temas más complicados y llevan un nivel de asimilación superior, el Test de Mc Nemar contrastó que la diferencia de proporciones entre las alumnas que antes (sí) y después (no) conocían, fue diferente de la proporción de las que realizaron el cambio inverso antes (no) y después (sí) en un 14 %. (Tabla 1).
Con respecto a las ITS, al inicio de la investigación el conocimiento por parte de los educandos fue mínimo, solo el 27,2 % tenía dichos conocimientos. La diferencia de proporciones entre las alumnas que antes (sí) y después (no) que conocían fue diferente de la proporción de las que realizaron el cambio inverso antes (no) y después (sí) en un 48 %. Después de la intervención educativa se logró incrementar el nivel de conocimientos en un 75,5 %.
Al analizar las consecuencias que tienen estas en la vida futura se obtuvieron resultados similares. Solo después de aplicar el programa se elevó el nivel de conocimientos al 83,3 %, cuando antes de la intervención era de un 26,6 %. Al aplicar el Test de Mc Nemar se demostró que el conocimiento de las consecuencias de las ITS sí depende de la intervención educativa, lo que resultó significativo estadísticamente. (Tabla 2).
Antes de la intervención solo el 43,9 % de las estudiantes identificó adecuadamente los anticonceptivos y luego de ella, hubo un incremento del nivel de conocimiento (88,0 %). La aplicación del programa contribuyó a la modificación favorable de estos aspectos ya que una vez realizadas las actividades educativas se logró aumentar en un 92,8 % los conocimientos sobre la anticoncepción ideal, lo cual supone la interiorización de los mensajes educativos abordados en este sentido. (Tabla 3)
Al evaluar de forma general el nivel de conocimientos sobre conducta sexual y salud reproductiva, antes y después de la intervención, quedó evidenciada la efectividad del programa de intervención. En análisis del cuadro por la prueba de hipótesis (PH) de diferencia entre más de dos proporciones demostró que la adquisición de conocimientos varió de forma positiva con la aplicación del programa educativo (X2=54,22, GL=1, α = 0,01). (Tabla 4).
DISCUSIÓN
La práctica de las relaciones sexuales tempranas se convierte cada vez más en algo normal y cotidiano, sin embargo, es insuficiente el conocimiento que poseen los adolescentes acerca de las consecuencias que esto puede implicar. La aplicación de programas educativos contribuye a la modificación de conocimientos en los adolescentes, tanto en su esfera sexual como en otros aspectos. Estudios realizados en Cuba, (7-9) y en otros países, (10, 11) han demostrado la eficacia de las acciones educativas preventivas, mediante programas similares al que desarrolló este estudio.
Las prevención de las ITS, son parte de un programa priorizado por nuestro gobierno y el Ministerio de Salud Pública; constituyen un problema de salud en Cuba, y son los adolescentes y jóvenes los más afectados. Los programas educativos constituyen una vía efectiva para dotar de conocimientos a los adolescentes y contribuir a modificar su conducta y percepción. A similares conclusiones sobre el tema de las ITS arribaron Callejas Pérez y Fernández Martínez, quienes realizaron una intervención educativa en adolescentes y encontraron que tras la intervención se apreció una mejora en el nivel de conocimientos sobre anticonceptivos y sobre transmisión del sida y una actitud más positiva frente al VIH. (12)
Con respecto a este parámetro específico, un estudio realizado en la capital, obtuvo resultados similares al analizar el nivel de conocimientos sobre VIH/SIDA y aspectos sobre sexualidad humana, y enfatiza además en que es más insuficiente este aspecto en el sexo masculino que en el femenino. (13)
Un estudio efectuado en la Provincia de Pinar del Río, en estudiantes de un IPUEC, los autores comprobaron que estos poseían información, sobre IRS/VIH/SIDA, sin embargo estos conocimientos no se correspondían con la forma de prevenir las infecciones de transmisión sexual y además comprobaron que en el centro educativo no existían personas capacitadas para tratar la temática con los adolescentes, así como tampoco las familias de estos lo hacían, resultados que evidencian la importancia de desarrollar programas educativos con jóvenes. (14)
Catacora-López y Villanueva-Roque (15) en la ciudad de Tacna, Perú, demostraron que es crítico el estado de información sobre estos temas, y es por eso que exhiben índices elevados en embarazo, aborto e ITS en este grupo poblacional. Comentan que se hace cada día más insuficiente la labor educativa hacia estos educandos, en esa región. Por su parte, investigadores canadienses (16) también insisten en la necesidad de explorar las determinantes sociales que influyen en el desarrollo de las ITS; abogan porque se realicen programas que cuenten además con la opinión de los propios adolescentes y concluyen que deberían diseñarse intervenciones educativas para ayudar a los adolescentes a aprender acerca de una vida sexual sana.
En Cuba, la política educacional y de salud incluye programas de educación sexual en todos los niveles desde la enseñanza primaria. En estos programas se hace énfasis en el uso de anticonceptivos, sus ventajas y desventajas, sus indicaciones y contraindicaciones y sobre todo en la selección del anticonceptivo ideal. (17)
En un Municipio de Punto Fijo, en la República Bolivariana de Venezuela, se obtuvieron resultados muy similares a los de este trabajo, al estudiar las percepciones de un grupo de adolescentes sobre sexualidad y uso de anticoncepción. (18)
Investigadores escoceses siguieron durante dos años a más de 5 800 estudiantes de entre 13 y 15 años que participaron en un programa especial de educación sexual para adolescentes. Como resultado se obtuvo que los jóvenes se mostraron más satisfechos con sus relaciones y ganaron en conocimientos acerca del tema salud sexual, lo que permitió valorar positivamente el programa. (16) Ya en territorio nacional, un estudio más reciente aplicó una intervención educativa basada en el juego didáctico “Saber SI DA” que resultó en un incremento del nivel de conocimientos sobre las infecciones de transmisión sexual y el VIH/SIDA y la herramienta utilizada se convirtió en un instrumento valioso para la promoción de salud de los adolescentes. (19)
No obstante todo lo referido hasta aquí, también existen criterios que no conciben la real efectividad de estos programas de educación para modificar conductas y actitudes en la adolescencia. (16)
Realmente nos enfrentamos a lo que últimamente llamamos “revolución sexual” como se expresó en los cuadros iniciales, y es nuestra misión proporcionarles una adecuada educación sexual y reproductiva a este grupo poblacional tan vulnerable. Se sabe que la protección en estas relaciones es aún insuficiente, esto nos hace formular preguntas importantes como: (20)
- ¿saben realmente nuestros adolescentes que métodos anticonceptivos usar para sus relaciones sexuales?,
- ¿tienen acceso a estos métodos anticonceptivos?,
- ¿tienen confianza para ventilar estos problemas con sus padres o sus médicos?
Al analizar la influencia de las intervenciones educativas, muchos trabajos, aunque referidos a otras temáticas, muestran resultados similares a los de esta investigación. Así, Urena Espinosa, quien trabajó sobre el nivel de educación para la salud bucal de embarazadas y madres de niños menores de un año, comprobó que el 85 % de las encuestadas demostraron insuficiente nivel de conocimiento acerca de las afecciones bucales más frecuentes, cepillado dental y hábitos. Después de un trabajo educativo basado en las necesidades de aprendizaje se lograron resultados positivos en el 100 % de las encuestadas con buen nivel de conocimientos. (21) En una investigación realizada por García Vitar acerca del nivel de conocimiento sobre la importancia de la lactancia materna se obtuvieron resultados que coinciden con los de este estudio, pues reportaron que la totalidad de las entrevistadas no reconocían los beneficios de la lactancia materna para la salud general del niño. Conocimientos que mejoraron en un 100 % después de la intervención educativa. (22)
Desafortunadamente, la actividad sexual de los y las adolescentes no va aparejada con información y educación científica oportuna en temas de sexualidad y salud reproductiva, así como en los derechos y responsabilidades correlativos. Barreras culturales, familiares y religiosas, sumadas a vacíos y deficiencias de la educación formal y no formal, determinan la desinformación y/o la información errónea de la población adolescente en sexualidad y reproducción; estas pueden afectar áreas que comprometen profundamente no solo el desarrollo, sino también la vida y la salud del adolescente. En ello radica la importancia de promover, informar y educar en los temas de salud reproductiva en general. El programa psico-educativo, eje rector de este estudio, actuó de manera efectiva en las estudiantes que conformaron la muestra, al elevar el nivel de conocimientos de estas en aspectos fundamentales de la educación sexual.