Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

.- Científicos estadounidenses han anunciado que han encontrado un gen que podría explicar por qué las mujeres negras corren mayor peligro de morir de cáncer de mama.



El gen, llamado BP1 y cuyo descubrimiento podría conducir a nuevos tratamientos contra la enfermedad, fue encontrado en muestras de tejidos del 89% de mujeres negras con cáncer de mama, informan los científicos en el número de junio de la revista Breast Cancer Research.



Por otra parte, solo el 57% de muestras de mujeres blancas revelaron la existencia del gen, según el estudio, que fue realizado por científicos del Centro Médico de la Universidad de Washington.



"Debido a que el gen BP1 se manifiesta como una anormalidad en los tumores de mama, nos podría proporcionar un blanco útil para un tratamiento", manifiestan en el artículo los investigadores, encabezados por la oncóloga Patricia Berg.



Durante la investigación los científicos descubrieron que el gen se mantiene activo en los tres grados de cáncer de mama, desde los tumores más pequeños hasta los más avanzados.



Según explicaron, esto significa que inicia esa actividad muy pronto y por lo tanto sería más fácil de detectar.



Los cánceres de mama son de dos tipos: los que responden a la terapia antiestrógeno y aquellos que no reaccionan a un tratamiento de ese tipo.



Los tumores del primer tipo, denominados "positivos", son más fáciles de tratar y responden a medicinas como el tamoxifeno.



Los "negativos", que constituyen el 40 por ciento de los cánceres de mama, no responden a ese tipo de terapias y la presencia del BP1 podría ofrecer la posibilidad de un tratamiento, dijeron los médicos.



Según cifras médicas, en EEUU las mujeres negras corren más riesgo de desarrollar tumores negativos y también tienen mayores probabilidades de morir de cáncer de mama, aun cuando reciban un tratamiento similar al dado a las mujeres blancas.



Según la Sociedad Oncológica de EEUU, más de 1,2 millones de mujeres sufrirán cáncer de mama en el mundo este año.



De las 200.000 que tendrán la enfermedad en Estados Unidos, 40.000 morirán, según la Sociedad.