Revista Científica de las Ciencias Médicas en Cienfuegos
Eddy Pereira Valdés,1
RESUMEN
Guía de práctica clínica para la desconexión rápida del ventilador. Se le llama destete al proceso mediante el cual se logra, en forma gradual o rápida, el retiro del apoyo ventilatorio y la reanudación de la ventilación espontánea normal. La guía describe el procedimiento para la separación rápida del ventilador y se hace énfasis en la prueba de ventilación espontánea. Concluye con su guía de evaluación, enfocada en los aspectos más importantes a cumplir.
Palabras clave: Desconexión del ventilador; guía de práctica clínica; urgencias médicas; cuidados críticos; tratamiento de urgencia
ABSTRACT
Clinical Practice Guidelines for Early Weaning from Mechanical Ventilation. Weaning is the process, gradual or rapid, that leads to the turn off of mechanical ventilation and allows restoring spontaneous ventilation. The guidelines describe the procedure for rapid weaning from mechanical ventilation and emphasizes on spontaneous ventilation test. It includes assessment guidelines focused on the most important aspects to be accomplished.
Key words: Ventilator weaning; practice guideline; emergencies; critical care; emergency treatment
INTRODUCCIÓN
Con la creación y el desarrollo de las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) la ventilación artificial mecánica (VAM) se ha hecho un proceder casi rutinario en estas, y muchas veces criterio decisivo para la admisión en estos servicios. La proporción de pacientes ventilados varía con el perfil de trabajo de la UCI de que se trate, por lo que este índice varía ampliamente. En nuestro país, en que la mayoría de las unidades tiene un carácter polivalente, el porcentaje de pacientes ventilados oscila entre un 20-50 % de los pacientes ingresados, menor en los hospitales pediátricos.
La VAM con frecuencia resulta un recurso de uso obligado, y además de muy costosa y poco confortable, es peligrosa para la vida pues causa numerosas complicaciones. Este hecho hace que sea necesario el retiro del soporte ventilatorio lo antes posible.
Se le llama desconexión al proceso mediante el cual se logra, en forma gradual o rápida, el retiro del apoyo ventilatorio y la reanudación de la ventilación espontánea normal. El termino desconexión apunta más a un proceso gradual por lo que algunos autores no recomiendan su uso y abogan por el termino más abarcador de "descontinuación".
La interrupción prematura de la ventilación, con la consiguiente reintubación y reinstitución del soporte ventilatorio, puede ser a todas luces extremadamente peligrosa también, no solo porque se limite el aporte de un recurso terapéutico aún necesario para el paciente sino porque expone a este a otras complicaciones.
Aunque la mayoría de los expertos separa la extubación o decanulación del proceso de desconexión, es evidente que los procesos antes señalados siguen al retiro de la VAM. El fallo en la extubación debe ser evitado a toda costa debido a que la necesidad de una reintubación eleva en 8 veces la posibilidad de que se produzca una neumonía nosocomial, e incrementa de 6 a 12 veces el riesgo de muerte en estos pacientes.
En la práctica, el proceso de desconexión se inicia cuando el médico de asistencia tiene la seguridad que el paciente se encuentra recuperado total o parcialmente de la enfermedad que motivó el inicio del apoyo ventilatorio. Esto, indudablemente, se manifiesta en una mejoría de la insuficiencia respiratoria que se puede evaluar con determinados índices que midan parámetros de oxigenación y estabilidad hemodinámica. Se exigen además determinados niveles de hemoglobina, un estado de conciencia apropiado, ausencia de fiebre y otros criterios en forma variable en dependencia del criterio médico.
La mayor parte de los expertos, una vez reunidos estos requisitos, están de acuerdo que la mejor manera de confirmar si el paciente es capaz de soportar la retirada del apoyo ventilatorio es a través de una prueba de ventilación espontánea (PVE). La tolerancia a la ventilación espontánea debe evaluarse en un periodo que oscila entre 30 y 120 minutos. Para ello existe también una serie de parámetros objetivos y subjetivos que permiten tomar la decisión de continuar la desconexión hasta la reanudación de la ventilación espontánea o suspender la PVE y reinstituir la ventilación mecánica. Lo usual en el segundo caso es revisar si existe alguna condición que se pasó por alto en la primera evaluación para modificarla y posteriormente reiniciar nuevamente el procedimiento.
No obstante hasta en el 35 % de los casos existe fracaso en la tolerancia a la prueba de la ventilación espontánea durante el primer intento. En estos casos se recomienda reinstituir la ventilación mecánica al menos durante 24 horas más y, luego de descartar cualquier condición que pudiera estar afectando el proceso de retirada de la ventilación, realizar una nueva prueba de ventilación espontánea.
Más del 40 % del tiempo que se invierte en ventilar un paciente se emplea en la retirada o interrupción de la VAM. Considerando el tiempo dedicado a este proceder por el personal médico es sorprendente que todavía se siga practicando en nuestro medio, en la inmensa mayoría de los casos, sobre bases totalmente empíricas y que se carezca de un manejo estandarizado.
El actual protocolo pretende estandarizar la práctica de desconexión en nuestro medio y acercar el proceder médico a los procedimientos que cuentan con mejores evidencias en la literatura universal.
CRITERIOS DE INCLUSIÓN
Los pacientes que se someterán a esta guía deben tener idealmente una ventilación de duración mayor de 24 horas y menor de 14 días. Es un requisito necesario el haber suspendido con anterioridad el uso de sedantes y/o relajantes musculares.
Queda a juicio del médico de asistencia la estrategia a seguir con el resto de los casos. Para ellos se sugiere una separación de la ventilación mecánica gradual, por pasos, con periodos de ventilación espontánea que se alarguen progresivamente.
PROCEDIMIENTO
Definiciones operativas:
Desconexión exitoso: Se considera desconexión exitoso en aquellos casos en los cuales el paciente es capaz de ventilar espontáneamente, sin ningún tipo de apoyo, por un tiempo ≥ a 24 horas.
Fracaso del desconexión: Lo opuesto.
GUÍA DE EVALUACIÓN
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
1. Esteban A. Effect of Spontaneous Breathing Trial Duration on Outcome of Attempts to Discontinue Mechanical Ventilation. Am J Respir Crit Care Med. 1999; 159:512-518.
2. Frutos-Vivar F, Esteban A. When to wean from a ventilator: An evidence-based strategy. Cleveland Clinic Journal of Medicine. 2003; 70(5):389-400.
3. Goldstone J. The pulmonary physician in critical care • 10: Difficult weaning. Thorax. 2002; 57:986-91.
4. Grap JM. Development, Implementation, and Evaluation of a Weaning protocol for Patients Receiving Mechanical Ventilation. Journal of Critical Care. 2003; 12:454-60.
5. Jeyakumar P, Puri VK. Weaning from Mechanical Ventilation in Adult Respiratory Distress Síndrome. Indian J Anaesth. 2003; 47(1):33-6.
6. MacIntyre NR. Evidence-Based Guidelines for Weaning and Discontinuing Ventilatory Support. Respir Care. 2002; 47(1):69-90.
7. Meade M, Guyatt G, Griffith L, Booker L, Randall J, Cook DJ. Introduction to a Series of Systematic Reviews of Weaning From Mechanical Ventilation. Chest. 2001; 120:396-9.
8. Meade M, Guyatt G, Sinuff T, Griffith L, Hand L, Toprani G, Cook D J. Trials Comparing Alternative Weaning Modes and Discontinuation Assessments. Chest. 2001; 120:425-37.
9. Pierson DJ. Tracheostomy and Weaning. Respir Care. 2005; 50(4):526-533.
10. Soo Hoo G W, Park L. Variations in the Measurement of Weaning Parameters: A Survey of Respiratory Therapists. Chest. 2002; 121:1947-55.