Fundamento: los fármacos modificadores, en la esclerosis múltiple, tienen la finalidad de reducir la frecuencia de recaídas, retardar la progresión de la discapacidad, así como la aparición de nuevas lesiones en el Sistema Nervioso Central.
Objetivo: determinar los indicadores precoces de respuesta al tratamiento con IFNb-1ª en pacientes con esclerosis múltiple remitente-recurrente.
Métodos: estudio observacional, analítico de cohorte con prospectiva longitudinal en los pacientes con diagnóstico de esclerosis múltiple. Se conformaron dos cohortes de estudio, cada una con 39 pacientes.
Resultados: la media y desviación estándar de la escala ampliada del estado de discapacidad a los 36 meses fue de 2.37 ± 1.86 en el grupo estudio y en el control de 3.15 ± 2.1. En los brotes de .13 ± .33 en el grupo estudio y en el grupo control de .41 ± .59. Las lesiones nuevas en T2 tras los 12 primeros meses de tratamiento fue de 0.90 ± 1.16 para el grupo estudio y para el control de 1 ± 1.10. La progresión por escala ampliada del estado de discapacidad, la tasa anualizada de brotes antes del tratamiento, la edad de inicio de la enfermedad, tiempo de evolución de la enfermedad y lesiones que realzan gadolinio se asociaron de forma significativa con la razón de ventaja de mayor probabilidad de no progresión para el grupo estudio con respecto al grupo control por la variable combinada progresión por escala ampliada del estado de discapacidad y brotes.
Conclusiones: se identificaron indicadores precoces de respuesta al tratamiento con el interferón beta-1a, que ayudan a valorar la respuesta al tratamiento de forma precoz, lo que repercute de forma positiva en la evolución de la enfermedad.