Fundamento: la prevención del contagio por coronavirus SARS-CoV-2 es la principal arma contra la enfermedad, en Cuba se lleva a cabo con el aislamiento social en centros específicos donde se intenciona una modulación de la conducta de las personas clasificadas como contactos.
Objetivo: describir la modulación de la conducta en pacientes contactos atendidos en centro de aislamiento antes, durante y al término de su vigilancia epidemiológica.
Métodos: estudio descriptivo de corte transversal en el centro de aislamiento Villa Azucarera de Camagüey para pacientes contactos de enfermos por coronavirus SARS-CoV-2, durante febrero-marzo de 2021. Se emplearon métodos teóricos: analítico-sintético e inductivo-deductivo y empíricos: observación, encuesta epidemiológica y entrevistas.
Resultados: se demostró la modulación de la conducta al concluir la vigilancia epidemiológica, la elevación de la necesidad del uso del nasobuco, el frecuente lavado de las manos y el distanciamiento social. Predominaron los pacientes masculinos con edades entre 31 y 40 años. La actitud del paciente durante la vigilancia en la institución se modificó de un explícito rechazo al inicio, a una aceptación en el momento del egreso y el aumento de la percepción del riesgo a enfermar a partir del incremento del nivel de información y de la relación terapéutica que se establece con el personal de salud.
Conclusiones: la información que se brinda en un centro de aislamiento, unido a la relación terapéutica con el personal de salud modula favorablemente la conducta de los contactos de pacientes con COVID-19.