INTRODUCCIÓN
Un tipo de violencia particular que en los últimos años se ha convertido en un problema social y de salud de primer orden, lo constituye la violencia en el noviazgo (VN) o dating violence como se le conoce en la literatura anglosajona.
En 1995 la OMS informó que el 30 % de los estudiantes universitarios habían revelado alguna forma de violencia en sus relaciones de pareja, y con el tiempo algunas formas de agresiones verbales se convertían en agresiones físicas.(1) En el año 2014 este organismo reveló que las cifras internacionales reportadas de violencia en las relaciones de pareja no siempre distinguen la violencia en el noviazgo, de las relaciones de pareja que cohabitan en unión libre o matrimonio; no aparecen en los informes datos específicos de este tipo de violencia.(2)
Aunque la mayoría de los estudiosos de la violencia en el noviazgo afirman que constituye un tema relativamente nuevo en el campo investigativo, se destaca que hace más de sesenta años Kanin (1957) se interesó por el fenómeno ignorado o subestimado de la violencia en las relaciones de noviazgo de adolescentes y jóvenes. El estudio de prevalencia realizado por este autor puso de manifiesto que un 62 % de universitarias habían sufrido algún tipo de agresión sexual.(3)
Sin embargo, es a partir del trabajo exploratorio de Makepeace (1981), pionero en este campo, sobre la naturaleza y prevalencia de la VN realizado con 202 universitarios y universitarias estadounidenses, cuando comienza a generarse un número cada vez mayor de investigaciones y, consecuentemente, de publicaciones sobre la prevalencia de las tres principales manifestaciones de la agresión en el noviazgo (física, psicológica y sexual), tanto en su vertiente de perpetración como de victimización. En este estudio, el 21,2 % de los participantes habían sufrido amenazas o agresiones físicas directas y el 61,5 % conocían casos de violencia contra la pareja.(4)
En la actualidad, a nivel internacional y regional, las cifras revelan que la VN es más común de lo que se pensaba.(5,6) Los datos no son muy alentadores, en países como Estados Unidos, Canadá, España, Tailandia, Chile, Colombia, Finlandia, México, Chile, Portugal, Suecia en los cuales se pone de manifiesto la alta presencia de violencia física, psicológica y sexual cometida y sufrida en las relaciones de noviazgo de adolescentes y jóvenes.(5)
En Cuba existen estudios sobre violencia de género, violencia familiar, violencia de pareja, pero el material específico sobre violencia en el noviazgo adolescente es muy escaso, disperso y fragmentado. Los trabajos empíricos sobre esta violencia, aun cuando ha aumentado su número, son aún insuficientes si se le compara con otros tipos de violencia. Se presenta además escaso número de instrumentos de evaluación específicos para estudiarla en las parejas más jóvenes y las intervenciones que se realizan en su mayoría son educativas.
No obstante, investigaciones realizadas en el contexto cubano con estudiantes universitarios reportaron la presencia de VN en adolescentes y jóvenes, de tipo psicológica o física.(7)
En Cienfuegos, un equipo de investigadores determinó que la prevalencia de la violencia psicológica y física en las relaciones de pareja heterosexuales es superior a la media de la población general, donde el 63 % de los graduados universitarios refieren recibir violencia psicológica.(8)
Además de las consecuencias negativas para la salud física y psicológica que acarrea este problema de salud a los adolescentes y jóvenes, la necesidad de su estudio e intervención se relaciona también con la relevancia que tienen en la vida del ser humano las etapas del desarrollo por la que transitan. Etapas proclives a la asunción de diversos tipos de comportamientos de riesgo, pero al mismo tiempo un periodo evolutivo caracterizado por una alta flexibilidad comportamental susceptible al efecto de las intervenciones psicoeducativas.
La adolescencia es el periodo de la vida en el que se establecen las primeras relaciones de pareja y se construyen estilos relacionales, más o menos funcionales y/o saludables, que pueden perdurar en el tiempo y repetirse en las relaciones de pareja futuras. Resulta pues necesario atender los primeros signos de disfuncionalidad, las relaciones abusivas que puedan darse en esta etapa, con el fin de ofrecer intervenciones tempranas que eviten el establecimiento de este estilo relacional.
En las Universidades Médicas Cubanas, en la Carrera de Medicina, el tema de la violencia se ha integrado a su diseño curricular del pregrado y en los estudios de posgrado se le da tratamiento, en la especialidad de Medicina General Integral.
Este centro de altos estudios, cuenta entre sus cátedras honoríficas con la cátedra de “Género- Salud y Sexualidad”, de la cual autores de este trabajo son miembros. A través de esta cátedra se realizan intervenciones desde diversas acciones curriculares y extracurriculares en el tema de la violencia, pero las manifestaciones y manejos de la violencia en el noviazgo y su afrontamiento no ha sido abordado a pesar de que en los últimos años se ha convertido en un problema social y de salud de primer orden, no solo por la magnitud del fenómeno sino también por la gravedad de las consecuencias individuales, microsociales y macrosociales de carácter mundial y transcultural que posee, pero más importante aún, la posibilidad de reducirla a través de acciones preventivas-promocionales. En la actualidad se desconoce cómo se comporta este fenómeno en las relaciones de pareja de estudiantes de dicha institución educativa.
En correspondencia con los retos que plantea la Educación Superior Cubana, una de sus prioridades es proporcionar a los estudiantes una formación integral que facilite el completo desarrollo de su identidad personal y social, y que les permita alcanzar la madurez necesaria para enfrentar de manera efectiva las dificultades que se presenten en la vida.
De ese modo, para un primer acercamiento al fenómeno de la violencia en el noviazgo en el contexto de la Universidad Médica de Cienfuegos la presente investigación persigue como objetivo estimar la violencia en el noviazgo percibida por estudiantes de medicina de dicha institución.
MÉTODOS
Se realizó un estudio exploratorio, de corte transversal. La población objeto de este estudio fueron 370 estudiantes universitarios de segundo año de la Carrera de Medicina de la Universidad Médica de Cienfuegos matriculados en el curso escolar 2018-2019. Se efectuó un muestreo intencional y por factibilidad de los autores. La muestra quedó constituida por 240 estudiantes. Las edades oscilaron entre 19 años y 21 años, coincidiendo con la adolescencia tardía y la adultez temprana o juventud. Se incluyeron los estudiantes legalmente matriculados en el segundo año de la carrera (tercer y cuarto semestre) y se excluyeron los estudiantes que no estuvieron de acuerdo en participar de la investigación y los que no asistieron a clases el día seleccionado para la aplicación del instrumento de medida.
Para recabar la información se utilizó una fuente de información de tipo primaria, a través de una encuesta autoadministrada, que recogió las variables: sexo, edad, año de estudios, carrera que cursa, violencia en el noviazgo percibida, tipos de violencia en el noviazgo (en función de su naturaleza, física, psicológica y sexual).
Se hizo uso de la estadística descriptiva para el análisis de los datos cuantitativos. Se presentan los datos en frecuencias absolutas y porcentajes. Se procesó la información en la base de datos del paquete estadístico SPSS 15.0 para Windows en español.
Los estudiantes que participaron en este estudio fueron encuestados en horario escolar, a través de un cuestionario diseñado acorde a los objetivos perseguidos en la indagación científica. Se tuvieron en cuenta las consideraciones éticas requeridas para la investigación con humanos según lo pautado en la Declaración de Helsinki.
RESULTADOS
Los participantes del estudio fueron, la mayoría, estudiantes adolescentes de 19 años (63,8 %), seguido de un 35 % de jóvenes de 20 años y un 0,8 % de 21 años. Predominó el sexo femenino con un 67,9 %, siendo masculinos el 32,1 %. La totalidad de los estudiantes cursaban el segundo año de la carrera de Medicina.
Más de la mitad de los estudiantes no legitimaron la existencia de la violencia en las relaciones de noviazgo en este centro universitario. Solamente el 24 % testificó la presencia de la misma y un 16 % la invisibilizó. Las muchachas certificaron la presencia de la violencia en frecuencias relativas discretamente superiores a los muchachos. (Fig. 1).
El conocimiento acerca de los tipos de violencia existente fue bajo en los estudiantes que respondieron. Las formas de violencia más conocidas fueron la física y la psicológica, donde algunos solo identificaban una de estas. Resultó bajo la frecuencia de estudiantes que denotan combinaciones de tres tipos de violencia. Llama la atención que solo el 0,8 % nombra la sexual y un 5 % de estudiantes no responde o declara que no sabe. (Tabla 1).
DISCUSIÓN
En la Universidad Médica de Cienfuegos la matrícula de mujeres que se encontraban estudiando la carrera de Medicina fue superior a la de los varones. Diversas universidades del mundo reportan mayor presencia de la mujer en la carrera.(9) Estos resultados son coincidentes con los cambios operados a finales del siglo XX donde comenzaron a ser más las féminas con respecto a los hombres quienes ingresaban en esta carrera, en Latinoamérica y Europa.(10)
Los resultados reportados en la investigación confirman la presencia de violencia en los noviazgos de los universitarios, aun cuando mostraron que, en sentido general, más de la mitad de universitarios consideraron que en la universidad no ocurren situaciones de violencia en los noviazgos, no puede pasar por alto los datos que confirmaron la presencia de un porcentaje nada despreciable de conductas violentas en las relaciones de pareja en jóvenes y adolescentes de esta comunidad universitaria y aquellos que no saben. Estos reportes están en consonancia con los datos de diversos estudios realizados en centros educativos de tercer nivel en diversos países del Orbe que registran la existencia de violencia en el noviazgo en estudiantes universitarios.(11-14)
Se reconoce que los datos de prevalencia existentes son variables de una población a otra, oscilando entre menos del 5 % y más del 50 %, pero el solo hecho de su presencia o percepción de su existencia ya es motivo para su abordaje dadas las múltiples consecuencias que este produce en las personas que la vivencian. En el estudio de la violencia en el noviazgo, un problema que se presenta es la subestimación de la extensión real del problema, su naturalización y desconocimiento lo que dificulta el real reconocimiento de su magnitud.
Flores-Garrido y Barreto-Ávila señalan que cuando este porcentaje es muy elevado, estaría indicando una cierta normalización de algunas conductas que denotan conflictos de poder al interior de las relaciones afectivas.(13)
Las muchachas visibilizan la presencia de violencia en los noviazgos en mayores frecuencias que los muchachos; pudiese estar influyendo en esta percepción la existencia de comportamientos violentos en estas relaciones de pareja, la educación sexista diferenciada para ambos sexos que marcan las diferencias en la identidad genérica, en los roles y estereotipos de géneros, y en los atributos; contenidos constituyentes de la subjetividad que son expresados en las valoraciones cognitivas, en las percepciones y significaciones de los acontecimientos, en las emociones y comportamientos que generan los eventos, como este de la VN.
En el año 2014, la OMS señaló la necesidad de detectar y/o prevenir la violencia de la que pueden ser objeto adolescentes y jóvenes de entre 15 a 24 años, tanto mujeres como hombres, en sus relaciones de noviazgo. Se alerta que en la mayor parte de las parejas que experimentan violencia, generalmente esta se manifiesta desde el inicio de las relaciones.(1) Es por ello que estos resultados que se discuten corroboran la utilidad de los mismos para orientar estudios futuros sobre el tema y las intervenciones de prevención primaria y secundaria, si de remediar o paliar dicha violencia en edades tempranas se trata, previniendo así consecuencias futuras de un significado más alarmante.
Se coincide con Velázquez(15) cuando alega que la formación profesional no es un factor determinante que inhiba o infrinja la violencia al interior de una relación de pareja. Muestra de ello es la alta incidencia en estudiantes universitarios de disimiles profesiones.(10-11,13)
En este sentido, resulta oportuno realizar estudios epidemiológicos de las relaciones de noviazgo, hacer visible la frecuencia, magnitud, transcendencia del problema y poder desarrollar investigaciones sobre sus causas y consecuencias en el contexto cubano.
Un aspecto de gran relevancia en el abordaje del fenómeno de la violencia en el noviazgo lo constituye el conocimiento que estos adolescentes y jóvenes posean sobre dicho fenómeno, particularizando en sus tipologías. En este estudio se presentaron dificultades por parte de los estudiantes en el reconocimiento del fenómeno y en la identificación de los tipos de violencia existentes, lo que corroboró que el conocimiento que poseen de la violencia es insuficiente.
Estos resultados están en concordancia con indagaciones realizadas con universitarios de Ecuador donde únicamente el 18,2 % manifiesta tener un adecuado conocimiento de la violencia, se registran porcentajes mínimos en la población que afirman tener altos conocimiento.(10,11) De manera similar en estudio realizado con estudiantes de enfermería en México(12) se señala que el reconocimiento de la violencia es deficiente aún en estudiantes de ciencias de la salud.
El bajo conocimiento en los jóvenes sobre la VN imposibilita que estos puedan identificarla de manera temprana y oportuna, haciéndolos de esta manera más vulnerable a la exposición, perpetración y mantenimiento de este fenómeno. La ignorancia en el tema se convierte en un facilitador para su aumento y propagación, se propicia así cifras alarmantes de parejas que vivencien violencia en sus vínculos con sus consiguientes consecuencias. Facilitar la apropiación de información y conocimiento en el tema es una tarea de primer orden en todos los ámbitos. Si bien el conocimiento no modifica las actitudes, sí constituye un factor importante en toda intervención que se realice para mitigar o erradicar estas dinámicas relacionales destructivas.
El bajo conocimiento sobre violencia en los jóvenes los vulnerabiliza, ya que pueden estar viviendo situaciones de violencia en su vínculo amoroso de pareja y el no saberlo contribuye a su naturalización e invisibilización, perpetuando y agravando, por ende, esta situación de salud. Es por esta razón que un paso en su abordaje consiste en dotar a la población de conocimientos acerca de la temática. Informar, comunicar y educar constituye uno de los primeros pasos para transformar la realidad. Estos resultados de investigación alertan sobre la importancia de abordar el tema a edades tempranas.
Examinando los resultados de cada tipo de agresión, de acuerdo al marco referencial que se asumió para esta investigación, destacó la mayor frecuencia de violencia psicológica en esta población universitaria de estudiantes de medicina cubanos. Numerosas investigaciones señalan que este tipo de violencia, manifestada principalmente de forma verbal, es más común que la violencia física en universitarios.(12,14)
Autores revisados plantean que este tipo de violencia puede ser más dañina para la salud mental de la víctima que las agresiones físicas(10) y que es considerado un predictor de violencia física posterior.(10-11)
Estos resultados corroboran la necesidad e intervenciones e implementación de programas de prevención para adolescentes y jóvenes en riesgo de ser víctima de estas prácticas en sus relaciones amorosas, considerando que la violencia durante el noviazgo podría predecir la violencia marital. La literatura revisada patentiza esta necesidad de intervención.(11)
Estas parejas en sus noviazgos se enfrentan a dinámicas violentas que no son los comportamientos esperados para vínculos amorosos que están en la etapa de enamoramiento. Se suma la poca experiencia que poseen para afrontar de manera apropiada lo que está ocurriendo en la relación, donde las manifestaciones de la violencia pueden presentarse de forma sutil, solapadas, algunas francas manifestaciones de las microviolencias y que el victimario las justifica como expresiones de amor. Ocurre, entonces que estas formas se naturalizan como expresiones conductuales habituales de interacción en la pareja, situándose gradualmente y aumentando su severidad.
Se reconoce en la literatura que el pronóstico para las parejas de novios que viven una relación violenta no es nada favorable porque, una vez puesta en marcha, tiende a continuar e incluso a agravarse.
Estas etapas del desarrollo del ser humano suelen ser un periodo de especial vulnerabilidad ante las conductas violentas, estudiar la violencia en esta población ayuda a detectar e intervenir en este problema de salud cuando todavía no se ha arraigado.
Los datos que se presentan abren nuevas interrogantes de investigación acerca de la violencia en el noviazgo de estudiantes universitarios en el contexto cubano. Resulta una línea de investigación que necesita ser priorizada y desarrollada, para su profundización explicativa e intervención con el propósito de generar conocimientos que sirvan de base para la prevención e intervención del problema.
Se requieren alternativas de respuestas institucionales para dar a conocer este problema de salud, prevenir, ofrecer atención psicológica, acompañamiento, consejería a la comunidad universitaria que lo requiera, así como brindar programas, estrategias académicas curricular y extracurriculares dirigidas a la sensibilización en el tema y a la instauración de políticas institucionales amparadas en la legislación para un tratamiento integral efectivo a quienes son afectados por la violencia en sus relaciones de noviazgo.
La investigación evidencia que los estudiantes de medicina en sus primeros años tienen baja percepción de la presencia de violencia en los noviazgos existentes en la institución y en la tipología de las expresiones; siendo la psicológica la más visible. Resulta imprescindible continuar estudios que profundicen en el estado del arte de este fenómeno.
Conflicto de intereses:
No existe conflicto de intereses.
Contribuciones de los autores:
Conceptualización: Lic.Yamila Ramos Rangel, MSc, Dra. C. Laura Magda López Angulo
Curación de datos: Lic.Yamila Ramos Rangel, Dra. C. Laura Magda López Angulo, Dra. C. María Suz Pompa , Est. Daniela García Ramos
Análisis formal: Lic.Yamila Ramos Rangel,
Investigación: Lic.Yamila Ramos Rangel, Dra. C. Laura Magda López Angulo, Dra. C. María Suz Pompa
Metodología: Lic.Yamila Ramos Rangel, Dra. C. Laura Magda López Angulo, Dra. C. María Suz Pompa
Visualización: Est. Daniela García Ramos
Redacción del borrador original: Lic.Yamila Ramos Rangel
Revisión y edición: Lic.Yamila Ramos Rangel, Dra. C. Laura Magda López Angulo, Dra. C. María Suz Pompa
Financiación:
Universidad de Ciencias Médicas de Cienfuegos.