INTRODUCCIÓN
En la última década se han producido transformaciones necesarias en el Sistema Nacional de Salud cubano. Algunos aspectos representan modificaciones decisivas, otros un mayor análisis de procesos ya en ejecución.
Actualmente en nuestro país la migración, el envejecimiento, los programas para el robo de cerebros, la solicitud de bajas por motivos personales y el cumplimiento de los compromisos con otras naciones, generan un déficit de personal especializado. Ante esta situación, se implementan estrategias que permitan responder paulatinamente a las necesidades existentes al respecto. Estos cambios dan respuesta a las exigencias asistenciales crecientes y a la prioridad de brindar a la sociedad un profesional formado de manera virtuosa, capaz de integrar conocimientos básicos, habilidades y competencias adquiridas durante la formación de pregrado. El objetivo de presente trabajo es reflexionar sobre las ideas y conceptos antes expresados.
DESARROLLO
Se considera que una alternativa oportuna es el Internado Vertical. Esta modalidad se fundamenta en el desarrollo de la práctica preprofesional del sexto año de la carrera en la especialidad que debe obtener por vía directa, una vez graduados (1). Somos del criterio que en el sistema de evaluación general del Internado Vertical se hace más evidente el diseño por competencias e incluye cuatro componentes: formativo, docente-asistencial, administrativo e investigativo y al final del internado el componente certificativo por competencias al realizar su examen estatal teórico práctico final (2).
ES necesario precisar una importante idea, gradualmente se ha propiciado que los profesores, conjuntamente con su superación científica hayan adquirido la preparación pedagógica adecuada para garantizar la efectiva conducción del proceso docente en el desarrollo de la adquisición de competencias de los estudiantes en esta modalidad de estudio. Resaltamos que el papel de los profesores universitarios cubanos en esta labor es verdaderamente encomiable.
Nos gustaría destacar que el Movimiento de Alumnos Ayudantes “Frank País García” (MAA), incluye a estudiantes con elevado rendimiento académico, que se distinguen por presentar ritmos de asimilación más rápidos, así como aptitudes favorables para el aprendizaje de alguna disciplina específica del plan de estudios, para impartir la docencia y para la investigación científica, con el propósito de fortalecer la calidad de los servicios de salud donde se inserten, a partir del pleno desarrollo de la educación en el trabajo como forma organizativa docente fundamental (3).
Estimamos útil especificar tres ventajas del MAA: la orientación vocacional hacia las diferentes especialidades, el incremento de los hábitos, habilidades, experiencias, independencia y creatividad de los educandos a la par que les trasmite motivación e interés y además, constituye para las áreas docentes y asistenciales un elemento de impacto en la calidad de la atención médica. Estas ventajas ratifican la necesidad del asesoramiento al estudiante desde los primeros años de la carrera, en la adquisición y desarrollo de capacidades específicas que permitan acelerar su proceso de formación, con énfasis en el internado vertical.
Es importante resaltar que en el contexto cubano se impone la necesidad de fortalecer las actuaciones básicas que permitan garantizar el desarrollo de competencias académicas, laborales e investigativas de los alumnos ayudantes, donde el papel del tutor constituye la figura rectora en este proceso. En el presente curso escolar en la Universidad de Ciencias Médicas de Cienfuegos existen 48 internos verticales, en su mayoría alumnos ayudantes formados en sus servicios. Además, se cuenta con 116 estudiantes que solicitan internado vertical desde el cuarto año de la carrera, donde más del 50% son alumnos ayudantes. Aunque no estamos del todo satisfechos con estos resultados, consideramos que el Movimiento de Alumnos Ayudantes constituye una fortaleza al demostrar efectos positivos tangibles, cumpliendo así con la responsabilidad social de la universidad médica.
Es una realidad que a pesar de los cursos realizados en nuestro centro por mantener la preparación pedagógica de alumnos ayudantes y tutores, la carga asistencial a la que se enfrentan los segundos, puede ser un factor que conspire en contra de brindar una atención adecuada a los alumnos ayudantes. Identificamos como un gran reto lograr que los tutores, de manera homogénea, jueguen su imprescindible papel en este proceso.
Juzgamos que representa un punto importante, la reflexión crítica alrededor de los problemas que pudiera tener hoy la continuidad de los alumnos ayudantes hacia el internado vertical, en la especialidad donde se preparó durante el pregrado. Es necesario destacar que la preparación del futuro especialista no solo se ajusta al papel loable que desarrolla el tutor sino en la adecuada conducción de la cátedra docente, donde el claustro de profesores representa un estímulo y ejemplo a seguir por el futuro graduado. En esta labor, el tutor acompañado por el claustro de profesores de la cátedra docente asegura la motivación y la formación del alumno ayudante como cantera para el internado vertical desde los primeros años de la carrera.
CONCLUSIONES
Por último, apreciamos como una prioridad que se necesita un claustro de profesores enmarcado dentro de la excelencia, responsable de la formación de un profesional de la medicina más competente, con un desempeño óptimo ante la contingencia de una serie de enfermedades y epidemias que afectan a la población en general y que sea capaz de responder a los Programas del Sistema Nacional de Salud.
Conflicto de intereses: Los autores declaran no tener conflicto de intereses.
Contribución de los autores:
Alexis Díaz Brito: búsqueda y análisis de la información, elaboración de las concepciones que se expresan y en la redacción del artículo.
Dunia Chavez Amaro: búsqueda y análisis de la información, elaboración de las concepciones que se expresan.
Financiación: Universidad de Ciencias Médicas de Cienfuegos.