INTRODUCCIÓN
La promoción de la salud es definida por la OMS como el proceso que permite a las personas incrementar el control sobre su salud.(1) Este concepto se pone en práctica mediante enfoques participativos; los individuos, las organizaciones, las comunidades y las instituciones colaboran para crear condiciones que garanticen la salud y el bienestar para todos. La promoción de la salud fomenta cambios en el entorno, los cuales incluyen modificaciones en las comunidades y los sistemas; implica una manera particular de colaborar: se basa en la población, es participativa, es intersectorial, es sensible al contexto y opera en múltiples niveles.(2)
Los profesionales de la salud deben contar con preparación suficiente en estos temas, la cual debe comenzar desde el pregrado y extenderse según las necesidades concretas en la vida laboral. Esta formación sistemática constituye un reto para la educación superior. En este sentido mucho pueden aportar las tecnologías de la información y la comunicación (TICs), y de manera particular, el aprendizaje en línea, si bien el éxito de su funcionalidad depende de la disposición del estudiante a la autogestión de su proceso de aprendizaje.
Los sistemas blended learning(3) combinan sistemas presenciales con instrucción mediada por ordenador; involucran el uso de las tecnologías digitales de la comunicación e interacción en red, a tiempo real o diferido. Se basan en la intersección entre estas modalidades, que tratan de aprovechar tanto las ventajas y riqueza de recursos del aprendizaje virtual, como de la interacción y las sinergias generadas en los grupos en las sesiones presenciales. En la actualidad, las instituciones educativas universitarias,(1) están adoptando este tipo de programas que permiten enseñar más allá de las aulas y atraer a los nativos digitales.
La Universidad Metropolitana de Ecuador (UMET), como expresión de su adherencia al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de manera transversalizada y con una visión transdisciplinaria, despliega una serie de proyectos interactivos entre sus áreas de docencia, investigación y vinculación con la sociedad,(4) muchos de los cuales implican a las carreras del sector salud, donde precisamente la preparación y actualización constantes en temas de promoción de salud es imprescindible para el desempeño de un trabajo comunitario con calidad.
El modelo educativo blended learning, también conocido como aprendizaje mixto o combinado, permite al alumno mayor flexibilidad para obtener información, ya que este puede acceder todas las veces que sea necesario y en los momentos que disponga. Facilita la consulta de dudas justamente cuando surgen, a través de los foros, en las aulas virtuales. La participación aumenta debido a que el alumno no está obligado a participar en un único tiempo y espacio, que quizá no coincida con sus intereses, de manera que es mayor el rendimiento y la fijación de contenidos.(5)
La experiencia de las autoras como docentes de la UMET da cuenta de las dificultades existentes en la Facultad de Salud. La tendencia en la mayoría de los estudiantes es el desconocimiento de las bases de la Atención Primaria de Salud (APS); los de Enfermería de nivel técnico, en particular, tienen como aspiración el trabajo en centros hospitalarios, sin embargo, poseen una limitada valoración de sus funciones en servicios ambulatorios y trabajo con grupos vulnerables; no dominan los planes rectores gubernamentales en materia de promoción de salud; y muestran apatía respecto a la participación en actividades que se desarrollan en las llamadas Casas Abiertas de Salud.
Esta investigación tiene como objetivo identificar las necesidades educativas en temas de promoción de salud en estudiantes universitarios.
MÉTODOS
Se realizó un estudio exploratorio. La población de estudio estuvo constituida por 20 estudiantes de la Facultad de Salud y Cultura Física, de la UMET (15 de Licenciatura en Enfermería y 5 de Licenciatura en Optometría), quienes participaron de manera voluntaria.
Como un paso previo que sentó las bases para el estudio, se introdujo la herramienta blended learning mediante la plataforma Moodle, de manera que docentes y alumnos se fueran familiarizando con ella. Dicha herramienta se puso en función de un programa de capacitación debidamente estructurado por temas, objetivos y contenidos, que además tuvo en cuenta los diferentes niveles de asimilación, según el uso de métodos y recursos con propuestas asequibles y de interés para los estudiantes.
Mediante una encuesta aplicada a los 20 estudiantes, se obtuvo información sobre las siguientes variables: conocimiento de los documentos base de la APS (si/no); valorización del trabajo comunitario (mucho, bastante, algo, poco, nada); percepción de su comunicación con el usuario (buena, regular, mala); timidez al comunicarse con el usuario (si/no); seguridad al comunicarse con el usuario (si/no); conocimiento sobre temas de salud (mucho, bastante, algo, poco, nada); importancia que confiere al uso de las TICs para la promoción de salud (muy importante, importante, poco importante, no sabe); percepción de su manejo de las herramientas informáticas (bueno, regular, malo); conocimiento de la herramienta blended learning (si, parcialmente, no) disposición para conocer y utilizar la herramienta (si/no).
Los resultados se muestran en figuras, mediante números y por cientos.
RESULTADOS
En cuanto a las debilidades que limitan el adecuado ejercicio de la promoción de salud por parte de los estudiantes objeto de estudio, se obtuvo que el 90 % desconocía los documentos base de la APS; el 70 % confirió poco valor al trabajo comunitario; el 40 % calificó de regular su comunicación con los usuarios; un 30 % refirió desconocimiento sobre temas de salud; así como timidez en igual porcentaje; y el 25 % manifestó inseguridad. (Figura 1).
El 60 % de los estudiantes consideró importante el uso de las TICs para la promoción de la salud; el 30 % muy importante; y solo el 5 % expresó que es poco importante o que no sabe. (Figura 2).
Sobre el manejo de herramientas informáticas, un 80 % refirió un manejo regular de estas; y otro 10 % estuvo en los extremos bueno y malo (Figura 3).
En cuanto al nivel de conocimiento de la herramienta blended learning, el 85 % refirió no conocerla; el 10 % que la conocía parcialmente; y solo el 5 % manifestó que la conocía. (Figura 4).
En cuanto a la disposición para conocer y utilizar la herramienta, casi el total de estudiantes (99 %) respondió afirmativamente.
DISCUSIÓN
La observación y los estudios diagnósticos permiten conocer la situación concreta que se desea mejorar mediante intervenciones, estrategias, etcétera. Cuando se identifican en detalle las dificultades, la intervención resulta más precisa y efectiva. Y sobre este supuesto fue que se orientó la presente investigación, de manera que la capacitación con el uso de blended learning se corresponda con las verdaderas necesidades de los estudiantes en su desempeño como promotores de salud, incluso, desde el pregrado.
Los resultados del análisis de los conocimientos acerca de la APS, temas de salud, y características fundamentales de la comunicación con los usuarios, guarda semejanza con los de un estudio realizado en Colombia,(6) donde el 64,6 % de los profesionales de Enfermería presentó un conocimiento no aceptable con relación a APS, y a debilidades en el desarrollo de actividades de promoción, prevención, vigilancia epidemiológica y control ambiental.
Sobre la importancia que confieren estos estudiantes al uso de las TICs en la promoción de salud, los criterios no se corresponden con la creciente relevancia que estas adquieren en el contexto de la educación y los procesos de enseñanza, ni con todo lo que pueden aportar a la solución de problemas de la comunicación en la comunidad,(7) pues solo el 60 % de los encuestados expresó que son importantes. Muy relacionado con esto, la mayoría de ellos no explota al máximo las herramientas informáticas disponibles, y que pueden apoyar y complementar su preparación. Sobre esto, algunos autores expresan que la Enfermería no debe ser ajena al progreso de los avances informáticos, y que debe valerse de ellos para evolucionar al mismo ritmo que estas nuevas tecnologías lo hacen;(8) lo mismo para los estudiantes de Optometría, pues los avances en este campo de la Medicina se derivan, generalmente, de la introducción de programas computarizados, tanto en la rama optométrica como en contactología.
A pesar de tener acceso a la herramienta blended learning, mediante la plataforma Moodle, un alto porcetanje de estudiantes manifestó su desconocimiento. Y ya esto tiene que ver con las motivaciones individuales. Uno de los retos de la educación superior es formar un profesional capaz de mantener un aprendizaje permanente. Para ello, la integración de TICs mediante estrategias que involucran el aprendizaje en línea es esencial. Sin embargo, el éxito de su implementación depende de la capacidad que tenga el estudiante de autogestionar su proceso de aprendizaje.(9) Al menos en la encuesta, casi la totalidad de ellos expresó su disposición para conocer y utilizar la herramienta.
Aunque se trabajó con una muestra pequeña, el diagnóstico realizado permitió identificar el estado del conocimiento de este grupo de estudiantes acerca de su rol como promotores de salud, y en qué medida utilizaban el blended learning en ese sentido. A pesar de estar conscientes de la utilidad de las herramientas informáticas para complementar su aprendizaje, muchos de ellos no las utilizan, no interactúan con ellas. Esta subutilización de las bondades que supone un mayor apego a los ambientes virtuales de enseñanza, pudiera estar vinculada con el escaso conocimiento de los educandos sobre temas de salud en general, y sobre normativas vigentes en APS y habilidades comunicativas en particular. En general, se apreció un deficiente conocimiento de aspectos esenciales para desarrollar acciones de promoción, así como un limitado acceso a herramientas que pueden mejorar esta situación, como es el caso del blended learning.
Conflicto de intereses: No existen.
Contribución de autoría: Idea conceptual: Cruz Xiomara Pérez de Aparicio; revisión bibliográfica: Cruz Xiomara Pérez de Aparicio, Yanetzi Loimig Arteaga Yanez; escritura del artículo: Cruz Xiomara Pérez de Aparicio, Yanetzi Loimig Arteaga Yanez; análisis estadístico: Yanetzi Loimig Arteaga Yanez, Tania Fonseca Borges; análisis crítico del artículo: Cruz Xiomara Pérez de Aparicio.
Financiación: Universidad Metropolitana de Ecuador