INTRODUCCION
El pensamiento complejo de Florence Nightingale tuvo un papel fundamental en la consolidación de la profesión de enfermería. Su accionar se difundió por todo el mundo, hasta convertirse en una referencia en el sector, y guía orientadora para las instituciones de salud y educación de la época.
Como parte de su legado para la enfermería se encuentra en primera línea la teoría ambiental, cuyo objetivo principal se centró en la valoración de las fuerzas restauradoras presentes en el entorno donde el paciente está insertado;(1) además de destacar la importancia del agua, del aire, la alimentación y la dieta en general, para lograr la cura, atendiendo al modelo de la época que entendía la enfermedad como un fenómeno de la naturaleza.(2)
Defendía Nightingale, que la relación enfermería-salud requiere de la educación formal y práctica, para poder dedicarse a la prevención de enfermedades; mientras que la enfermería de la enfermedad requiere de una educación científica para el cuidado del paciente. Se trata de un modelo que parte de las observaciones, la formulación de problemas, acción y evaluación; y perfectamente aplicables a los tiempos actuales, pues cada vez más se establece la relación del impacto del ambiente sobre la salud de los individuos.(3)
Este trabajo busca una aproximación a esta figura convertida en ícono de la profesión que desempeñó y, por demás, revolucionó. Para ello se han tomado como fundamento publicaciones de hace varios años y algunas muy recientes, emanadas, como este artículo, de la necesidad de recordación a doscientos años de su nacimiento.
DESARROLLO
Desde muy joven, adolescente todavía, conectó su pasión por la enfermería con cierta vivencia religiosa,(4) tal vez buscando un motivo tan fuerte como su fe anglicana para sumarlo a los argumentos que necesitaba al enfrentarse a la inminente negativa de su familia, ante sus proyectos de vida, muy distantes de lo socialmente correcto en la época. Su conocimiento de la enfermería, por aquel entonces, se reducía al cuidado de familiares enfermos. Además de no ser una profesión conveniente para una mujer de la alta sociedad, las personas que se dedicaban a ello no eran consideradas educadas ni bien formadas. Aún muchos años después, en el hospital británico de Scutari, durante el conflicto de Crimea (1853-1856),[a] tendría que lidiar con estas mismas barreras: los médicos militares eran contrarios a la presencia y trabajo de civiles y, por supuesto, de mujeres en sus hospitales. De manera que tuvo que dejar de lado el orgullo y trabajar con sus compañeras en la elaboración de vendas, sábanas, cabestrillos, y demás material, así como en organizar la cocina para mejorar la higiene y la alimentación de los enfermos. Para ello, usó los fondos que administraba y compró lo necesario en Constantinopla. Pero sin el permiso de los médicos poco más podía hacer, ni podía acercarse a los enfermos. Solo contingencias posteriores de mayor envergadura cambiaron este panorama.(5)
En su empeño por convertirse en una enfermera profesional, Florence inició en 1849 un largo viaje por Europa y Egipto en el que conoció a varias personas de renombre y visitó diferentes hospitales en los que aprendió distintas metodologías y procedimientos.
En 1850 ingresó como enfermera en el Instituto de San Vicente de Paul en Alejandría, una institución católica; posteriormente visitaría el hospital del Pastor Theodor Fliedner en Kaiserwerth y el Instituto alemán para Diaconisas Protestantes, que tenía un programa de capacitación en atención al paciente y administración hospitalaria, y al cual se inscribió. En París, también estuvo en el hospital Saint Germain, y ya en ese entonces era una fuerte defensora de la reforma hospitalaria.(3)
En el conflicto de Crimea se inserta con el cargo de Superintendente del Sistema de Enfermeras de los Hospitales Generales Ingleses en Turquía. Arribó a Constantinopla junto a más de 30 enfermeras, el 21 de octubre de 1854. Fue en esta etapa que llegó a adquirir reconocimiento mundial.(4) Allí entendió la importancia del entorno en que se atendía a los enfermos, mientras con su sistema de registros y comparación de resultados que permitía seleccionar métodos para los cuidados y la reorganización hospitalaria, lograba la reducción significativa de tasas de mortalidad. Más adelante atendería peticiones de Estados Unidos y de Canadá para asesoría en la organización del sanitarismo militar.(6)
Después de su carrera militar, se le pidió que formara un programa de capacitación para enfermeras en King's College y St. Thomas Hospital en Londres.
La estancia de Florence en Crimea no sólo le reportó fama personal. Consiguió un reconocimiento público de la profesión y ayudas económicas para crear una escuela de enfermeras. En 1860 se inauguraba la Nightingale Training School en el Hospital Saint Thomas de Londres. Se creaba la primera escuela de enfermería laica del mundo. En 1893, se instituyó en su honor el juramento Nigthingale, que debían realizar todas las estudiantes graduadas.
Florence continuó recaudando fondos a través de la Fundación Nightingale para la formación de sus estudiantes y para la mejora de las condiciones sanitarias de los hospitales de la zona. Con su defensa de la profesionalización de la profesión, consiguió que en pocos años las enfermeras fueran consideradas como parte importante de los hospitales.
El resto de su carrera se dedicó a la educación de enfermería y a la documentación del primer código de enfermería. Su libro Notas sobre enfermería: qué es y qué no es (1859),(7) ha sido descrito como "una de las obras fundamentales del mundo moderno". En él, utilizando un enfoque de sentido común y estilo de escritura básico y claro, propuso un régimen completo para la atención de enfermería en hospitales y hogares. También expone asesoramiento sobre alimentos para diversas enfermedades, limpieza, aseo personal, ventilación y notas especiales sobre el cuidado de niños y mujeres embarazadas.(3,6)
La Enfermería como profesión: bases teóricas y prácticas
Nightingale instauró el concepto de educación formalizada para las enfermeras. Para tales fines estableció un modelo conceptual que provee un marco de referencia para la práctica; fundamentado en principios filosóficos, éticos y científicos que reflejan su pensamiento, los valores, las creencias y la filosofía acerca de la práctica de enfermería vista como un servicio. En la actualidad, Fawcett(8) define el modelo como "un grupo de conceptos abstractos y generales que no pueden apreciarse directamente en la realidad; representan el fenómeno de interés de la disciplina, las proposiciones que describen estos conceptos y las proposiciones que establecen una relación entre ellos". Las profesiones y disciplinas del área de la salud(9) deben tener una visión clara de los principios científicos y filosóficos que orientan su práctica profesional, para actuar en concordancia con ellos; algo que fue visionado mucho tiempo atrás por Florence, cuyo pensamiento se proyectaba en el tiempo.
En 1852 Florence Nightingale sentó las bases de la enfermería profesional. Con espíritu de indagación basado en el pragmatismo, el objetivo fundamental de su modelo fue conservar los individuos, colocarlos en las mejores condiciones posibles para que el medio ambiente actuara sobre él. Siguiendo las corrientes higienistas de un incipiente concepto de salud pública, defendía que un entorno saludable era necesario para aplicar unos adecuados cuidados de enfermería.(4,5,7)
Así mismo, instituyó un modelo educativo para profesionales de enfermería con las premisas de las pasantías prácticas obligatorias en los hospitales y en la disciplina de rigurosa obediencia y apego a normas hospitalarias. Impuso un esquema de organización de enfermería en la que se pudieran desarrollar teorías y marcos conceptuales que permitieran avances permanentes en la calidad de atención.(6)
Otro de sus aportes hace referencia a la necesidad de la atención domiciliaria, y en específico a que las enfermeras que prestaban sus servicios en la atención a domicilio, debían de enseñar a los enfermos y a sus familiares a ayudarse a sí mismos a mantener su independencia. Estas ideas son exponentes claros de la aproximación a una parte de lo que es hoy la educación para la salud, uno de los pilares de la Medicina Familiar.
Metaparadigmas. La teoría del entorno
Concibió al paciente como ser humano afectado por el entorno y bajo la intervención de una enfermera; al entorno, como las condiciones y fuerzas externas que afectan a la vida; la salud, el bienestar mantenido, mientras que la enfermedad es un proceso de reparación instaurado por la naturaleza; la enfermería: la que colabora para proporcionar aire fresco, luz, calor, higiene, tranquilidad. La que facilita la reparación de una persona. Por último, el fundamento de su teoría es el entorno, entendido este como el conjunto de condiciones y fuerzas externas que influyen en la vida y el desarrollo de un organismo. Refiere McDonald,(10) que Nightingale describe cinco componentes principales de un entorno positivo o saludable: ventilación adecuada, luz adecuada, calor suficiente, control de los efluvios y control del ruido.
Para Nightingale, el entorno psicológico puede verse afectado negativamente por el estrés, y el entorno social que comprende el aire limpio, el agua y la eliminación adecuada, implica la recogida de datos sobre la enfermedad y su prevención. Resaltó la importancia de ambientes beneficiosos para la salud mental y física. Consideraba que los pacientes tenían menos oportunidades de mejorar si se deprimían o se desesperaban. En los hospitales del ejército motivó a los soldados a leer, escribir cartas y conversar entre sí.(6,7)
La transdisciplinariedad
La complejidad del ser humano y de su existencia, amerita abordar la salud y la enfermedad desde la perspectiva de redes multicausales en su etiología, donde deben tener cabida las diversas ciencias o todos los conocimientos bien establecidos, ya sea que provengan de la Medicina Social, la Epidemiología Social, la Etnografía, la Psicología, la Antropología Médica, la Física Cuántica y Relativista o las Neurociencias, entre otras. La enseñanza de la condición se refiere al ser humano como un ente físico, biológico, psíquico, cultural, social e histórico.(11) Ya desde su momento, Nightingale adecuó sus estrategias para demostrar, a través de la integración de la estadística, sus prácticas de cuidado inmersas ya en un pensamiento científico, junto a las prácticas de valores, además de su experiencia; y en gestión de áreas hospitalarias, logró que todas estas piezas encajaran y dieran credibilidad a dichas prácticas, cuando todavía el privilegio de la ciencia era para los hombres.
No hizo la suma de disciplinas o la hegemonía de una sobre las otras; abordó la transdisciplinariedad con un enfoque epistémico, trazó el camino hacia la integración y conciliación de las diferentes disciplinas y contextos que puedan aclarar y aproximar a las diferentes realidades complejas, y dar una respuesta más completa e integrada a los acontecimientos de la salud y la enfermedad del hombre.(7)
Mediante nuevos modos de producción de conocimiento, aprovechó los logros obtenidos en su labor, sin detrimento del relato del paciente, de su cultura, sus representaciones, sus condiciones sociales y materiales de existencia, su mundo local, sus emociones; transcendió a la observación e interpretación, partiendo de la condición de enfermedad, considerando al ser humano en cada una de sus dimensiones.
[a]En marzo de 1854, tras un año de conflictos entre Rusia y la alianza formada por Francia, Gran Bretaña y Turquía, estos declaraban formalmente la guerra al imperio de los Romanov. Se iniciaba la Guerra de Crimea. Durante el conflicto fueron muchas las bajas producidas por la falta y deficiencia de contingentes sanitarios en la zona. El entonces Secretario de Guerra británico, Sídney Herbert, a quien Florence había conocido en Roma unos años antes, le pidió que supervisara el papel de las enfermeras en los hospitales de la zona.
CONCLUSIONES
Nightingale establece que la relación enfermería-salud requiere de la educación formal y práctica; que debe centrarse en la prevención, mientras que la mirada de la enfermedad requiere de una educación científica para el cuidado del paciente. En la teoría del entorno, los factores ambientales juegan un papel determinante en la promoción de la salud y prevención de la enfermedad. Conceptos y relaciones todos vigentes en la actualidad, lo que evidencia un pensamiento adelantado a su tiempo. Es innegable su aporte sustancial a la profesión de enfermería, gestora de importantes cambios que revolucionaron este campo, y que hoy constituyen referente teórico obligado.
Conflicto de intereses: Ninguno.
Contribución de autoría: Todas las tareas estuvieron a cargo de la única autora del trabajo.
Financiación: Ninguna.