Resumen
La propuesta de extender hasta dos o tres años la observación de las consecuencias negativas de la infección por el virus SARS-CoV-2 se considera razonable, al alargar el tiempo de seguimiento de un padecimiento anteriormente desconocido. El propósito de esta comunicación es aportar nuevas consideraciones sobre una realidad: existen personas que no se han recuperado totalmente, en un tiempo prudencial, después de haber padecido de COVID-19. Se enfatiza que todavía estamos lejos de conocer todos los efectos biológicos que tendrá en el tiempo, la “inmunoestimulación masiva” de la pandemia en algunas personas. Se plantean algunas recomendaciones prácticas como a) Incluir el dato de haber padecido de COVID-19 en los antecedentes patológicos personales de los pacientes; b) Insistir en el seguimiento periódico de los enfermos, sobre todo los que manifiesten quejas de una convalecencia prolongada. Otras consecuencias, además de las netamente biológicas, son también importantes, entre ellas: mentales, sociales, laborales, económicas, consumo de servicios de salud y de servicios sociales. En relación a la pos-COVID siempre el reto estará vinculado a la aplicación de estrategias eficaces para la prevención y el control de la COVID-19. Pero si se presentan enfermos, el desafío consistirá en evitar las posibles causas de la pos-COVID, así como prevenir o atenuar la aparición de sus diferentes formas clínicas con conductas coherentes, en dependencia de las características de cada caso, así como atenuar, por todos, las consecuencias que se han provocado en las personas afectadas y para la sociedad.
Palabras clave
COVID-19; síndrome post Agudo de COVID-19; convalecencia
Editada en la Universidad de las Ciencias Médicas de Cienfuegos. Directora: Dr.C Dunia María Chavez Amaro