INTRODUCCIÓN
Con gran beneplácito hemos leído el libro Actor y Testigo. Medio siglo de un trabajador de la Salud del Dr. C. Francisco Rojas Ochoa(1) que, en primer lugar, nos permite aseverar que se trata de un texto de los llamados indispensables para estudio y consulta de todos los que laboran en el sector de la salud en cualquiera de sus campos tanto de la asistencia, la educación como de la investigación.
Estructurado en cuatro partes y páginas complementarias con sus correspondientes capítulos, además del preámbulo y el prólogo, dicho libro sintetiza de manera elegante, con un discurso ameno y de sólida cientificidad, el devenir histórico del autor desde su infancia hasta los momentos actuales, respetando lo lógico al señalar los hitos fundamentales de ese devenir que definen tendencias de su desarrollo personal, consecuentes con lo implícito en el exergo que preside la obra…” haciendo una adaptación de la frase de Karl Marx, los hombres construyen sus vidas no como a ellos les gustaría, no (las) construyen bajo circunstancias de su elección, sino bajo circunstancias provenientes y trasmitidas directamente del pasado” y, añadiría yo, del mundo que los rodea.(2)
Evidentemente, desde el principioel autor implícitamente nos conmina a conciliar dialécticamente las esencialidades que dirigen nuestro desarrollo humano: nos apropiamos de la cultura mediados por las herramientas y los símbolos históricamente situados y culturalmente construidos y le devolvemos a ese patrimonio cultural dicha obra enriquecida con nuestro sello personal en los contextos donde vivimos, de tal manera que hacemos una reproducción creativa de la misma para mantener la memoria histórica, lo que además implica situarnos a la altura del tiempo que nos tocó vivir ajustando nuestro tiempo biográfico al tiempo histórico.(3,4)
Sería imposible por razones de espacio poder reseñar cada parte y cada capítulo, por lo que se harán algunas reflexiones que se consideran fundamentales, en relación con los contenidos del libro.
DESARROLLO
En la primera parte, en los capítulos “Estudios de medicina” y “La formación de un médico”, el autor, mediante una narrativa analítica pero crítica y reflexiva, hace alusión a su proceso de formación y sintetiza creativamente las conclusiones del deber ser de dicha formación. Expone las prácticas y formas en que se formó, enumera personalidades inmensas de nuestra medicina y señala algo de suma importancia que de manera personal utilizó: el estudio y la práctica independiente para el desarrollo de sus conocimientos y habilidades clínicas consolidadas en una actitud integradora de los valores y convicciones de incuestionable importancia para su futuro actuar profesional.
En relación con los maestros señalados que dirigieron su formación y otros la compartieron, algunos como Rodríguez Rivera, Fidel Ilizastegui Dupuy, Fernández Brito, Fernández Mirabal, Rafael Estrada, entre otros, fueron profesores de quienes escribimos este documento. Sin dudas la añoranza aflora y afianza nuestra convicción de que, aunque la educación no es mimesis, sin dudas el ejemplo de esas figuras de la práctica y la educación médica impregnó nuestras aspiraciones de llegar a ser como ellos. Su ejemplo imperecedero quedó en nuestras memorias y a estas alturas de nuestra vida profesional continúan impulsando las aspiraciones de ser mejores cada día, fieles al principio del aprendizaje durante toda la vida.
Lo referido a la práctica y estudio independiente nos permite reflexionar que a partir de que toda educación humana es deliberada y coactiva y a ella se añaden de forma convergente las motivaciones e intereses del aprendiz, el trabajo y estudio independiente son imprescindibles para poder aprender y desarrollarse, y no solo basta con lo prescriptivo en la formación de un médico; nuestros estudiantes en la actualidad deben apropiarse de eso que tanto ayuda en la formación y que desde lo individual tributa al enriquecimiento cultural y profesional y al logro de la independencia en el aprendizaje siempre en relación con el otro, para un futuro actuar también independiente, cooperativo, creativo y participativo.
En la formación de un médico, los autores, sin apología, concluyen dos aspectos cruciales que deben caracterizarla, evidentemente diferente a otras formaciones de la educación superior por sus formas organizativas, por el objeto de la profesión, por el objeto de trabajo y por la importante responsabilidad de formar profesionales que tienen en sus manos la vida del ser humano. Primero, la incuestionable importancia de la formación ética, humanística, política e ideológica. Segundo, la enseñanza y aprendizaje del método clínico.
En relacióncon lo primero, implícitamente se recurre a cuestiones invariantes de toda educación como acuñamiento efectivo de lo humano allí donde solo existe como potencialidad y que se acompaña de un ideal de vida y de un proyecto de sociedad, cuestiones de importancia capital en el proceso de formación médica en la actualidad de nuestro país.
Lo relacionado con el método clínico, al cual añadiríamos también el epidemiológico, es de actualidad no solo en Cuba sino a nivel internacional, por sus implicaciones en la práctica médica pretendida, en un mundo con un desarrollo tecnológico impresionante que ha llevado a muchos a soslayar la importancia del humano contacto con el ser que sufre y solicita atención médica, tratando de obviar la obtención e interpretación de la información pertinente por el médico, lo que permite un diagnóstico clínico, así como la indicación juiciosa de estudios complementarios y su interpretación, base de la toma de decisiones médicas terapéuticas.
En tal sentido se deriva el tener en cuenta en la formación a ambos métodos como objetos de enseñanza y aprendizaje. En sus fases se concretan dialécticamente los contenidos conceptuales, procedimentales y actitudinales necesarios para la actuación declarados en los planes de estudio. Además, como métodos de la profesión dinamizan el proceso, lo que combinado con los métodos generales de la didáctica permiten, desde su lógica, apropiarse de los modos de actuación del profesional.
El otro aspecto importante de dichos métodos es lo relacionado con el proceso de formación en las universidades de ciencias médicas. La lógica de los métodos de la profesión modifica la lógica de la formación del médico; permite, desde bases científicas, fundamentar las concepciones, las finalidades, la estructura y las dinámicas del proceso de formación en sus diferentes momentos, desde los primeros años de la carrera (asignaturas de formación básica) hasta las del ejercicio de la profesión y la práctica preprofesional (internado médico).
Ese proceso de formación se constituye en una secuencia no de ciclos, sino de una verdadera espiral en ascenso que se amplía y expande en la dimensión temporal de la estructuración de la carrera interrelacionando la intencionalidad formativa hacia la atención primaria de salud mediante la integración de la disciplina principal integradora ( Medicina General Integral) de tal manera que tribute a la formación de los modos de actuación, una vez sistematizados los contenidos curriculares subsumidos en ambos métodos de la profesión.
No es retórica ni discurso, no es convertir en apotegma dichos métodos. Es potenciar, desde su lógica y dinámica,el proceso de formación médica pretendido, tanto para la atención médica integral del paciente individual como el de la familia y la comunidad en sus contextos, desde una mirada dialéctica y compleja para una praxis integradora. Es concebir dicha formación en el continuom pregrado y posgrado, en escenarios propios de la actividad médica, donde se estructuran ambientes de aprendizajes que potencian el aprender haciendo y comprendiendo, mediante la reflexión en la acción y sobre la acción con la guía del profesor y la interrelación con otros estudiantes y profesionales.Se materializa así el enfoque integrador de lo académico con lo laboral/atencional y lo investigativo, la teoría con la práctica y el mundo educativo con el mundo laboral.
En la segunda parte se exponen sus experiencias y su actuación en la Servicio Médico Rural y sus responsabilidades desde Coordinador Regional hasta Director Provincial. De estas se destacan la importancia para su formación, el logro de su autonomía e independencia, el desarrollo de la solución de problemas sobre la base de la aplicación estricta de los métodos de la profesión, la necesaria relación con el medio, el conocimiento de los imaginarios, creencias y características culturales de comunidades y poblaciones para una mejor actuación médica así como para las actividades de dirección que le asignaron y que cumplió adecuadamente.
Al terminar estos años y con experiencia en general desde lo empírico, es seleccionado para realizar la maestría en Salud Pública y Administración Médica en México. Respecto a este tema queremos destacar cómo expone pormenorizadamente los aspectos académicos de dicha maestría, su rigor científico y metodológico, las formas de enseñar y aprender, el nivel de su claustro, lo desarrollador de sus actividades docentes tanto teóricas como las prácticas, así como las actividades evaluativas típicas de la educación de posgrado en la formación académica, todo lo cual lo proveyó de un referencial teórico que le permitió posteriormente el mejor desempeño de sus prácticas.
Nuestros procesos formativos del posgrado deben tener en cuenta todas estas esencialidades sobretodo en estos momentos en que diferentes investigadores estudian las dinámicas de su didáctica y sus potencialidades para el desarrollo humano.
La tercera parte contiene lo relacionado con su recorrido por la Dirección de Estadísticas, el Instituto de Desarrollo de la Salud, su trabajo de Consultor Internacional como representante de la OPS/OMS en Nicaragua y culmina con sus funciones como Vicerrector de Posgrado e Investigaciones en el Instituto Superior de Ciencias Médicas de La Habana.
En lo relacionado con la Dirección de Estadísticas, realiza un pormenorizado análisis de los aspectos fundamentales que permitieron consolidar un sistema de estadísticas cubano en la salud, sólido y confiable, con especialistas de alto nivel, lo cual fue reconocido por la experta norteamericana de la OPS que realizó toda una evaluación de dicho sistema.
Este logro debe mantenerse con la rigurosidad requerida por su importancia para la investigación médica y para la toma de decisiones a partir de inferencias de los datos recolectados y para realizar cualquier análisis sustentado científicamente.
De esta parte deseamos resaltar cómo, en sus funciones de directivo de instituciones y centros de alto nivel, supo en todo momento potenciar el desarrollo de sus subordinados acorde con las funciones que desempeñaba cada uno, llevándolos hasta la formación doctoral desde una paciente labor de dirección científica con una visión prospectiva proactiva e interactiva de la necesidad del desarrollo del capital humano para lograr las finalidades de todo lo que aspire a calificarse como científico, incluida la humildad, también científica, de saber asesorarse de quienes podían y sabían intermediar con él en aras del desarrollo.
Es indiscutible que su actuación tácitamente estaba imbuida de un principio imprescindible: para dirigir procesos lo primero es conocer a fondo dichos procesos, ya que sin esta condición es imposible resignificar las prácticas. Las prácticas no se resignifican ni se perfeccionan desde el voluntarismo, el espontaneísmo y la empiria.
Tampoco desde el autoritarismo administrativo desmedido que obvia la asesoría e impone, sin sustentos, determinadas prácticas o directrices. Dicho autoritarismo está reñido con el liderazgo, en este caso científico, que se gana no por determinación ni selección. Se obtiene, como lo demuestra el autor de este libro, paso a paso, en el camino del saber, del conocer, de investigar, de la superación y el aprendizaje continuo, de la obtención de resultados científicos, de su socialización desde una ética del ser y el convivir, todo lo cual tributa a una dirección científica de los procesos y de quienes ejecutan dichos procesos sobre la base de un bien y fines comunes de quienes dirigen y quienes ejecutan, que no es nada más que aquello que nos hace semejantes, nuestra condición humana en el empeño de construir una nueva, próspera y sostenible sociedad.
Posteriormente, en la cuarta parte se expone lo relacionado con sus publicaciones. Sin dudas, es impresionante su voluntad fundacional, su papel en las revistas Educación Médica Superior y la Revista Cubana de Salud Pública, entre otros aspectos de interés como son la Medicina Natural y Tradicional y los problemas de salud, por lo que recomendamos a profesionales y estudiantes que accedan a su lectura para conocer opiniones, concepciones y experiencias útiles para nuestras prácticas tanto asistenciales, como de investigación y docencia. También todo esto es importante en la lectura de las páginas complementarias.
El Profesor Rojas Ochoa, como se dice en la contraportada del libro, “es adicto al debate y se declara abierto a la discusión tranquila con todos los que no armonicen con sus opiniones o críticas.”
Deseamos destacar que después de una lectura entre líneas, crítica e inferencial nos declaramos cómplices de todos sus fundamentos y críticas. No disentimos. Apoyamos sus pronunciamientos sabios y fundamentados.
CONCLUSIONES
Buscar el sentido de algo es pretender acotar su orientación propia, su valor intrínseco y su significado vital para la comunidad humana. En este caso la comunidad de los trabajadores de la salud y para la salud.El significado vital de este libro radica en que desde una experiencia larga de vida y desde una lógica conceptual exquisita, el Dr. C. Rojas Ochoa no realiza proclamas ni decretos para cambiar lo que deba perfeccionarse, pues para convertir algo en lo que se anuncia no basta con añadir etiquetas o inventar conceptos descontextualizados y por lo tanto inservibles. Se debe actuar, en virtud del contenido de dichas ideas, que encierran las nuevas proposiciones, y de los argumentos que las sostienen, lo cual es la esencia de este magnífico libro.
Conflicto de intereses:
Los autores declaran no tener conflicto de intereses.
Contribución de autoría:
Los autores contribuyeron en la búsqueda de información y en la elaboración de los puntos de vista que ofrecen.
Financiación:
Universidad de Ciencias Médicas. Cienfuegos.