La adolescencia, como etapa en la periodización del desarrollo, es un periodo exclusivo de la raza humana que, según la Organización Mundial de la Salud, se extiende aproximadamente entre las edades de 10 a 19 años,1 pero los criterios basados en sus límites de edades han encontrado serias dificultades que, en opinión de los autores de este trabajo, están relacionadas fundamentalmente con la gran variabilidad que suele verse en este grupo y las diferencias que emergen al constituirse lo general en lo particular de manera individualizada.
Se caracteriza por ser objeto de estudio abordado por profesionales de múltiples especialidades en todo el mundo como un fenómeno biológico, psicológico, social, espiritual, cultural y antropológico muy complejo. Es por esto que puede afirmarse que la adolescencia es un período marcado profundamente por las características sociales del entorno donde se desarrolla el individuo.
Desde el año 1969 del pasado siglo en que se creó Internet por el Departamento de Defensa de los Estados Unidos, se vislumbraba la influencia que los medios de comunicación y las nuevas tecnologías (MCNT o TICs) tendrían en el desarrollo humano y sus transformaciones sociales.2
En los últimos años, distintas investigaciones realizadas sobre el uso de los nuevos medios de comunicación, evidencian una preocupación constante por la posible incidencia que el uso de estos medios está teniendo en los procesos de formación y desarrollo de los más jóvenes.
Cuba no está exenta de esta problemática, a pesar de las dificultades económicas existentes se ha extendido socialmente la utilización de las nuevas tecnologías, mediante el propio sistema educacional, los Clubs de Informática y Computación y principalmente mediante los puntos de la red Wifi en todo el país.3
Este trabajo está encaminado hacia el análisis de la posible repercusión de esta nueva realidad en los adolescentes y la necesidad de supervisión familiar ante el riesgo.
Potencialidades y limitaciones de las tecnologías de la información y la comunicación.
Los MCNT ofrecen ventajas importantes, tanto por lo que se refiere a su posibilidad para llegar a todo aquel que lo necesite a un costo razonable como por el aprendizaje que promueven de una diversidad de competencias emocionales. En el caso de los niños y adolescentes, considerados “nativos digitales”, estas ventajas tienen aún mayor potencial. La mayoría de ellos están completamente inmersos en los mundos digitales y sus actividades, relaciones y preocupaciones están siendo definidas por las tecnologías.4
Este desarrollo tecnológico tiene la potencialidad además de permitir a la escuela utilizar las nuevas tecnologías para ayudar a profesores y alumnos en el proceso de enseñanza aprendizaje. En el caso del uso de Internet por parte de los niños y adolescentes es también evidente una tendencia a ver esta tecnología como un vehículo idóneo para el desarrollo del razonamiento, la creatividad y la comunicación y reforzar la función educativa en la sociedad actual que permite manejar y disponer de todo tipo de información, poniendo al alcance, de forma innovadora, el conocimiento científico actual y además gran cantidad de posibilidades de ocio y entretenimiento y nuevas maneras de relacionarse y comunicarse.5
Sin embargo, su uso inadecuado o abusivo puede acarrear importantes consecuencias negativas para los adolescentes. Los menores pueden acceder a contenidos inapropiados, que impliquen violencia, patrones sociopáticos de comportamiento, pornografía, riesgo de aislamiento, contacto con desconocidos, acoso o pérdida de intimidad, suplantación de la identidad, adopción de identidades ficticias que pueden dar lugar a alteraciones de conducta y potencian el factor de engaño, pueden producir una confusión entre lo íntimo, privado y público, pérdida en la noción del tiempo, tendencia al consumismo, disminución del rendimiento escolar, agresividad en el medio familiar, sufrir acoso o bullying y adicción a las redes sociales y ciber juegos.5
Algunos trastornos psicosomáticos que, desde una perspectiva neurobiológica, se pueden asociar actualmente al uso indiscriminado de la tecnología por niños y adolescentes son la cefalea, el dolor abdominal recurrente, diarreas, vómitos y nauseas, fatiga, insomnio, disfagia. Otras afecciones pediátricas pueden aparecer: el síndrome del túnel carpiano, daños en la audición (hipoacusia, trastornos del equilibrio), sobrepeso y obesidad, sedentarismo, enfermedades oculares (resequedad, tensión ocular), deformidades posturales, dolores óseos, musculares y articulares. 4-7
¿Por qué la vulnerabilidad de los adolescentes ante los efectos adversos de las nuevas tecnologías?
La adolescencia es un fenómeno psicológico, biológico, social, espiritual y cultural, es el periodo donde el individuo se desarrolla hacia la adquisición de la madurez psicológica, a partir de construir su identidad personal, y esta característica convierte esta etapa de la vida en uno de los periodos más susceptibles de sufrir conductas adictivas u otros trastornos psicológicos relacionados con el uso de alguna de las aplicaciones de las nuevas tecnologías. Es la etapa donde se desarrolla la construcción de una identidad personal, en la que el niño quiere conocerse a sí mismo, establecerse como individuo único y replantearse su relación con la sociedad. En fin, es una etapa determinante en la constitución del sujeto como persona/personalidad.
Este período se caracteriza además por ser una de las épocas de mayor transformación, que implica cambios de autodefinición y subjetividad. Se comienzan a conducir de un modo más analítico, en sus percepciones y observaciones, en su retentiva y forma de pensar. Comienza el tránsito del período de operaciones concretas a lógico-formales. Hay tendencia a la búsqueda de la novedad y el riesgo con un sistema evitativo menos sensible, lo que influirá en una menor valoración de las probables consecuencias que pueden derivarse de una conducta. Todo queda unido a la poca experiencia de vida que poseen y la necesidad de ser aceptados en el grupo al cual pertenecen.
Los adolescentes son usuarios habituales de la red porque esta les da la posibilidad de hacerse visibles ante los demás, localizar personas y estar conectados con los amigos, mandar mensajes públicos y privados, fortalece la identidad individual y de grupo, permite crear un mundo de fantasía, crear una identidad personal ideal, permite a los adolescentes estar en contacto con su grupo de iguales sin estar físicamente juntos. El anonimato y la ausencia de contacto visual en la red facilitan al adolescente expresarse y hablar de temas que cara a cara les resultarían difíciles abordar. En definitiva el uso de Internet y las redes sociales posibilitan en el adolescente obtener una respuesta y recompensa inmediata, así como la participación en diferentes actividades, lo que le hace ser un recurso de gran atractivo y con fuerte carga emocional.5
Papel de los padres ante el advenimiento de las nuevas técnicas para la comunicación.
En cuanto al acceso y uso de las llamadas “TICs", se debe decir que estas tecnologías no son tan "novedosas" a nivel mundial y día tras día forman parte con más protagonismo de la vida cotidiana de los adolescentes. En el caso de nuestro país, ha ocurrido una apertura en los últimos tiempos en cuanto al acceso a la red de redes mediante equipos que para nosotros son nuevos y por supuesto este tema ha atraído la atención mayoritaria de la población, fundamentalmente del grupo de los adolescentes y es importante considerar la brecha digital generacional. Muchas veces son los niños y adolescentes los que enseñan y educan a sus padres en esta área, lo que genera una alteración en las jerarquías familiares y deja a los menores en riesgo de uso y exposición, ya que los padres tienen pocas estrategias para una adecuada supervisión y monitoreo.
En un trabajo realizado en nuestra provincia en el año 2015, se constató que el 28,9 % del total de padres encuestados se expresó espontáneamente acerca de la preocupación sobre el manejo de la conducta del adolescente frente a la difícil situación económica actual del país y cuestionaron la presencia de las nuevas tecnologías en la vida de los adolescentes. Las expresiones de preocupación se basaron fundamentalmente en el riesgo de adicción y los métodos empleados por algunos adolescentes para tener el acceso a estas, incluso sometiéndose a conductas delictivas. Pese a que es cierto que la escuela, los amigos, la comunidad y otros factores cobran mayor importancia cuando los niños se convierten en adolescentes, las investigaciones coinciden en mostrar que los padres siguen constituyendo una fuerte influencia para fomentar un desarrollo saludable y prevenir consecuencias negativas.
Es innegable que la adolescencia es una fase específica en el ciclo de la vida humana que está ligada a cambios políticos, económicos, culturales, al desarrollo industrial y educacional. A partir de esto, queda explicado el por qué resulta indispensable por parte de los adultos auto educarse y aprender todo lo relativo a Internet, aplicaciones y redes sociales. Solo así es posible ejercer un adecuado acompañamiento y control.[a]
En el caso de adolescentes tempranos que buscan información acerca de muchos temas, no creemos que sea la vía más adecuada para obtener una orientación segura y fidedigna. Debemos tener en cuenta que el INTERNET brinda un sinnúmero de posibilidades de acceso a las informaciones, no pocas veces erradas e inadecuadas que pudieran mal orientar, confundir o mal formar a los adolescentes en las primeras etapas de este periodo de su desarrollo.
Sin embargo, la respuesta a esta problemática no puede ser la restricción del acceso a la Web y las herramientas digitales, principalmente en el contexto actual, en el que el manejo de estos recursos es un requisito indispensable para el desarrollo profesional. Un uso adecuado de la tecnología puede abrir a los adolescentes las puertas a un futuro mejor, pero ello depende de la aplicación de medidas coordinadas entre la familia, la escuela y demás sectores de la sociedad.8
Se debe tener en cuenta que la mediación de los padres siempre presente en el proceso de formación y desarrollo de los adolescentes, por medio de la actividad y la comunicación entre ambos, debe estar en interrelación dialéctica compleja con los medios tecnológicos actuales al alcance, siempre con la visión de que sea un medio y no un fin para propiciar una vida armónica.
Se concluye que el advenimiento de las nuevas tecnologías de la comunicación y la información, constituye un hecho ventajoso para la sociedad actual, sin embargo su uso en la adolescencia debe ser orientado y supervisado adecuadamente evitando así posibles riesgos para la salud.
[a] Águila Calero G, Díaz Quiñones JA, Díaz Martínez PM, Cruz Pérez NR. Adolescencia. Necesidades de conocimiento de los padres acerca de su manejo. Cienfuegos, 2015. Congreso Cubano de Salud en la Adolescencia, 25-27 octubre, Cienfuegos, 2017.