La lepra, es una enfermedad infectocontagiosa de evolución crónica, producida por el Micobacterium Leprae que afecta piel y nervios periféricos. En su forma más grave también daña los órganos internos. Tan antigua como el mismo hombre, los enfermos que la padecen continúan marginados y estigmatizados como ocurría miles de años atrás. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha desarrollado un programa orientado a prevenir, diagnosticar oportunamente y tratarla de forma adecuada. En muchas ocasiones, los pacientes con lepra son diagnosticados en la atención secundaria, acompañados de discapacidades irreversibles por los diagnósticos tardíos. Por esta razón es oportuno presentar un caso clínico de lepra lepromatosa, diagnosticado en el área de salud (atención primaria) y en etapa temprana de la enfermedad, lo que interrumpe la cadena epidemiológica y además evita las temibles discapacidades asociadas que los llevan a ser inhabilitados sociales, con todas las afectaciones psicológicas para el paciente y su familia. Es de vital importancia seguir preparando al Equipo Básico de Salud (EBS) y Grupo Básico de Trabajo (GBT) para poder realizar diagnósticos tempranos de lepra en el nivel de atención primaria, como el expuesto en este trabajo, para así poder cumplir con el deber de erradicar la enfermedad en Cuba.