Fundamento: en una fractura abierta existe penetración del hueso a través de la piel con una lesión acompañante, de gravedad variable, en el tejido blando subyacente. Los fijadores externos son un sistema idóneo para su tratamiento.
Objetivo: evaluar la evolución de pacientes con fracturas abiertas en los que se utilizó el fijador externo RALCA ® como parte del tratamiento.
Métodos: estudio prospectivo, longitudinal, sobre 253 pacientes atendidos entre enero del 2000 y diciembre del 2014, en el Hospital Julio Aristegui Villamil con el diagnóstico de fractura abierta, a los que se les colocó un fijador externo RALCA®. Se analizó: etiología del trauma, localización y tipo de fractura, presencia de infección, no unión, necesidad de otras intervenciones quirúrgicas, tiempo de seguimiento, tiempo de la consolidación e incorporación a la vida social activa.
Resultados: predominaron los pacientes del sexo masculino (62,4 %),entre 30 y 50 años (49,7 %), con fracturas abiertas, tipo I (33,5 %) y II (25,2 %) de Gustilo, ocasionadas por accidentes del tránsito (44,6 %), más frecuentes en la tibia (41,8 %). El uso del fijador externo RALCA® posibilitó la aplicación de montajes multiplano (58,1 %) y compresión del foco fracturario (85,3 %) para estimular la consolidación. En el 4,7 % de los pacientes hubo necesidad de otra intervención quirúrgica. El tiempo de consolidación varió en dependencia de la magnitud del daño de las partes blandas. El retardo de la consolidación (7,1 %) y la osteítis del alambre (5,5 %) fueron las complicaciones más frecuentes. El 79,4 % de los pacientes se reincorporó a su vida social activa antes del primer año de evolución.
Conclusiones: la versatilidad de montajes del fijador externo RALCA® permite utilizarlo como método de osteosíntesis en fracturas abiertas de disímil localización, logra estabilizar la lesión y proteger el aporte vascular que ofrecen las partes blandas al tejido óseo.