Señor Director:
El ser humano ayudó a sus congéneres en la solución de afecciones quirúrgicas mucho antes de saber escribir o dejar registro de sus operaciones. Por este motivo, se ha afirmado que la operación del paciente por el método ambulatorio es la forma más antigua de cirugía que conocemos, aunque los orígenes de la cirugía mayor ambulatoria (CMA) moderna se remontan a principios del siglo XX.
Con el transcurso del tiempo la CMA ha ganando en adeptos. Esta práctica constituye el 80 % de las cirugías programadas en múltiples instituciones a nivel mundial. Cuba no ha permanecido ajena a la positiva transformación que esta modalidad asistencial representa y comenzó su aplicación a principios de la década de los ’80. Desde entonces, la proporción de pacientes intervenidos por CMA se ha incrementado notablemente.
Esta actividad debe realizarse en espacios específicamente diseñados para ello, denominados unidades de CMA. Así se pueden cumplir los objetivos de la CMA de aumentar la capacidad resolutiva y la comodidad de los pacientes, al contar con quirófanos y circuitos especiales, protocolos y dinámica específicos y personal entrenado. Estas unidades se clasifican en cuatro tipos atendiendo a su organización funcional: unidad integrada y controlada por el hospital, unidad autónoma controlada por el hospital, unidad satélite del hospital y unidad independiente.
Cuba cuenta en Cienfuegos con el Centro Especializado Ambulatorio (CEA) Héroes de Playa Girón, una unidad asistencial cuya misión fundamental es la CMA y que funciona adjunta al Hospital Universitario Dr. Gustavo Aldereguía Lima (GAL), con el que comparte algunos recursos humanos, principalmente médicos.1
La historia de su edificación se remonta a 1956, cuando concluyó su construcción, aunque no brindó servicios hasta dos años después por falta de personal y equipos. Entonces era Hospital Civil de Cienfuegos.2 Durante varios años se asentó allí el Materno Héroes de Playa Girón, hasta que Fidel Castro, al asistir en marzo de 2004 a Cienfuegos, en ocasión del aniversario 25 del GAL, aprobó el proyecto de remodelar la instalación. Desde aquella fecha el propósito fue concebir un establecimiento con condiciones similares a las de un hotel.1-3
El CEA comenzó a prestar servicios en 2009, y fue el primero de su tipo en el país. Con su creación, aumentó la capacidad quirúrgica del territorio, con una disminución de la carga asistencial del Hospital Provincial. La unidad cuenta con nueve salones de operaciones, seis para cirugía mayor y tres para cirugía menor, con capacidad para realizar unas 10000 intervenciones anualmente.2 En la instalación también se prestan servicios de quimioterapia, diálisis y hemodiálisis, así como la rehabilitación de enfermedades subagudas y traumas.1-3 En los primeros tres años se realizaron más de 21700 intervenciones quirúrgicas, incluidas las cirugías mayores, que superaron la cifra de 14000.4 En los cinco primeros años de su funcionamiento la cifra de intervenciones mayores superó las 24000.5
He visitado el centro por motivos de trabajo en varias oportunidades. Me encuentro inmerso en el desarrollo de un proyecto institucional aprobado por el Hospital Universitario Arnaldo Milián Castro, de Santa Clara, titulado Modelo para el perfeccionamiento asistencial en cirugía mayor ambulatoria y de corta estadía. Comprendí que debía acercarme al CEA para tener una visión más completa sobre el proceso asistencial en CMA. Mi primera visita fue a finales de junio de 2014 y quedé gratamente impresionado por la belleza de los locales, su impecable limpieza, su organización, la cordialidad, dedicación y profesionalidad de sus trabajadores. Con sobradas razones es el CEA motivo de orgullo para los habitantes de la hermana provincia Cienfuegos y por qué no, también para los de toda la nación.
No puedo dejar de plasmar en estas líneas el agradecimiento por la atención recibida, a las doctoras Arelys Falcón Hernández y Rosa Mirtha Molina Lois, Directora y Jefa del servicio quirúrgico del CEA, respectivamente, quienes dedicaron tiempo de sus intensas jornadas de trabajo para colaborar con el autor de esta carta.
Considero que los éxitos alcanzados durante los cinco primeros años de funcionamiento de esa institución, pueden hacernos soñar con que algún día se pongan a disposición del pueblo unidades similares en todo el país. De momento, a los soñadores nos corresponde dirigir nuestra atención hacia donde ya se está viviendo la experiencia, para aprender de sus protagonistas y prepararnos para encarar el futuro.