Sr. Editor:
Recientemente tuvimos la oportunidad de leer en su revista el artículo titulado “Problemas relacionados con el alcohol en personas con conducta deambulante de La Habana”,1 investigación que concluyó que la mayoría de los individuos objeto de estudio, estaban sometidos a este factor de riesgo, con todas las implicaciones que desde el punto de vista personal, laboral, familiar y social, este trae consigo.
El alcohol es la droga más consumida en nuestro entorno sociocultural y la que más problemas sociales y de salud genera (accidentes de tránsito, violencia familiar y social, divorcio, alcoholismo, gastritis, problemas hepáticos).2 Cuando las personas ingieren bebidas alcohólicas, experimentan efectos que aparecen gradualmente además de ser susceptibles a padecer disímiles enfermedades. Numerosos autores lo han descrito en sus estudios como uno de los factores de riesgo más importantes en la morbilidad por cáncer oral.
Al igual que el alcohol, el tabaco representa una amenaza para la salud y es una de las dos drogas más extendidas que socavan nuestra calidad de vida.2 Ambos presentes en un mismo individuo sinergizan su actividad cancerígena.
Es por ello que consideramos que es hora de trabajar desde la atención integral en el primer nivel de Estomatología. Se requiere actuar desde la multidisciplinariedad, ser parte activa de la atención primaria para poder modificar estos estilos de vida perjudiciales.
El aumento de la incidencia del cáncer bucal constituye un problema de salud mundial.3 Se observa en la actualidad una tendencia al incremento de la mortalidad causada por este tipo de enfermedad.
La incidencia del cáncer de la cavidad bucal a nivel mundial, lo ubica entre las 10 primeras causas de lesiones malignas y en Cuba se encuentra aproximadamente en el sexto lugar. Según datos del Departamento Provincial de Estadística, la provincia de Cienfuegos exhibe alarmantes tasas de morbimortalidad en el año 2013 y el transcurso del 2014; es hora de despertar.
¿Estaremos realmente preparados en la atención primaria de Estomatología para actuar sobre estos hábitos tan arraigados y poco modificables?
La educación de la comunidad constituye el método ideal para desarraigar el hábito del tabaquismo; la prevención primaria preconiza, en primer lugar, motivar a las personas, principalmente a los jóvenes (en actividades escolares, en sociedades juveniles, a través de medios masivos) a que no emprendan el hábito; en segundo lugar, a los que ya tienen el hábito, motivarlos a que lo abandonen y, en último caso, a que modifiquen o disminuyan esta costumbre.
Reflexionemos entonces, no podemos conformarnos en la Consejería Bucal con hacer promoción de salud solo sobre la higiene dental. Necesitamos convencernos de la urgencia del cambio.
Reafirmamos: el tabaquismo y el consumo de alcohol son enemigos silenciosos ya identificados, el reto está en lograr motivar a nuestros pacientes y hacerlos realmente responsables de su salud para que el saldo sea positivo y puedan mejorar su calidad de vida.