INTRODUCCIÓN
El cáncer mamario en hombres es una enfermedad rara e infrecuente de investigación limitada. El primer caso documentado fue descrito en Inglaterra en el siglo XIV por John Arderne (1307-1392).1,2 Esta condición causa 1 % de todos los carcinomas de mama y menos de 1 % de las neoplasias malignas en hombres. Su incidencia varía en grupos geográficos y étnicos. Se ha reportado un mayor número de casos en África (Uganda y Zambia), con unas tasas de incidencia anual de 5 y 15 %, respectivamente.3
La edad promedio de presentación es de los 65 a los 67 años, 10 años más tarde que en las mujeres. Solo 10 % ocurre en menores de cincuenta años. La presentación por edad es unimodal, con un pico a los 71 años, a diferencia de la presentación bimodal del cáncer en la mujer.
Los factores que predisponen al riesgo parecen incluir la exposición a la radiación, la administración de estrógenos y las enfermedades relacionadas con el hiperestrogenismo, como la cirrosis o el síndrome de Klinefelter.4 También hay tendencias familiares que son definitivas, habiéndose observado una incidencia mayor entre los hombres que tienen varias parientes femeninas con cáncer de mama. Se ha informado de un aumento en el riesgo de cáncer de mama masculino entre las familias en las cuales se ha identificado la mutación BRCA2 en el cromosoma 13q.5,6
PRESENTACIÓN DEL CASO
Paciente masculino, de 61 años de edad, procedente de área urbana con antecedentes aparentes de salud que notó ulceración en el pezón con secreción que machaba la camisa.
Acudió a consulta de pesquisa en hospital Celestino Hernández Robau donde se aplicó protocolo de diagnóstico de cáncer de mama en hombre. (Figura 1).
Al examen físico se constató:
Mamas: mama derecha con aumento de volumen que a la palpación impresionaba como pétreo en región retroareolar y cuadrante supero interno que provoca retracción y ulceración del pezón. Mama izquierda sin alteraciones. Regiones ganglionares axilares y supraclaviculares sin evidencia de adenopatías palpables. (Figura 2).
Exámenes imaginológicos:
Mamografía: ambas mamas grasas; en la mama derecha se observó nódulo de 2 cm de contornos irregulares que provoca retracción del pezón con engrosamiento de la piel a ese nivel. Adenomegalia en axila derecha de 1,5 cm aproximadamente. BI-RADS - 5, altamente sugestiva de malignidad, según el Breast Imaging Reporting and Data Sistem 1993 del Colegio Americano de Radiología (ACR). (Figura 3).
Rayos X de tórax: aumento de la trama pulmonar en ambos campos pulmonares. Índice cardiotorácico normal. No impresiona alteraciones pulmonares.
Ultrasonido de mama:
MD: tejido heterogéneo que presenta zona nodular en región retroareolar y cuadrante superoexterno. Axila derecha con adenopatía pequeña de 1 cm.
MI: sin alteraciones. Patrón normal. Axila libre.
Se decidió el tratamiento quirúrgico con escéresis de la lesión para biopsia. (Figuras 4 y 5).
La biopsia arrojó el siguiente resultado: carcinoma ductal infiltrante moderadamente diferenciado de la mama derecha, talla tumoral 2,8 cm. Grado nuclear II, grado histológico II, piel y pezón infiltrado.
Estrategia de tratamiento:
Estadiamiento: se estadia como: T 4b N1 M 0 Etapa: III B
USD abdominal: sin alteraciones
Hemoquímica y hemograma: sin alteraciones
El paciente fue sometido a régimen de quimioterapia neoadyuvante con esquema AC por cuatro ciclos. Se completó la cirugía con mastectomía radical modificada tipo Maden con vaciamiento axilar correspondiente. Biopsia 1695-13 informó no restos del tumor previamente extirpado, estatus ganglionar 2/10. Con buena recuperación. Se concluyó la adyuvancia con quimioterapia, 5 ciclos de Paclitaxel a 175 mg/m2 y radioterapia a dosis 50 Gy.
Evolución en el tratamiento:
En estos momentos el paciente se mantiene con enfermedad controlada sin evidencia de recidiva tumoral y con tratamiento hormonal por cinco años con tamoxifeno (20 mg) 1 tableta diaria.
DISCUSIÓN
El cáncer de mama en hombres fue descrito por primera vez por Jhon de Aderne en 1307. Constituye una enfermedad rara que representa el 1 % de todos los cánceres de mama (0,6 %-6 %) y el 1 % de todos los cánceres en hombres. La edad promedio de los hombres en los cuales se encuentra esta enfermedad es entre 60 y 70 años, aunque puede afectar a hombres de cualquier edad. El cáncer de mama se diagnostica en el hombre de edad avanzada, generalmente 10 años por encima de la edad promedio de detección en la mujer.1,2
El carcinoma ductal infiltrante sin otra especificidad, es la variedad histológica más frecuente al igual que en la mujer, siendo reportado igual hallazgo en la literatura.3 En nuestro caso se encontró un paciente con carcinoma ductal infiltrante, tipo histológico frecuente en el hombre debido al poco desarrollo del estroma mamario. No existen métodos de pesquisa eficaces para investigar la existencia de cáncer de mama en hombres, la mayoría que lo padece se diagnostica cuando su enfermedad es muy avanzada, y mueren a causa de ello. La localización central del cáncer mamario en el hombre le brinda peor pronóstico, pues al tener menor cantidad de parénquima mamario la invasión linfática axilar es precoz.4
La mastectomía radical modificada con terapia adyuvante es la más utilizada en el mundo actual, y es mayormente empleada en nuestro centro.5-8
El tratamiento de la enfermedad está basado en la experiencia en mujeres. Con respecto a la terapia hormonal se clasifican como posmenopáusicos, usándose en ellos diversos esquemas como: orquiectomía, tamoxifen, antiandrógenos, progesterona, aminoglutetimida.
La radioterapia tiene similares indicaciones y técnica que en mujeres, y la quimioterapia también utiliza los mismos esquemas. Nuestro paciente no fue tributario de radioterapia por no cumplir con los criterios para este tratamiento pero se usaron los esquemas de quimioterapia de primera línea establecidos en el cáncer de mama a nivel internacional.9-11
Se puede concluir que el cáncer mamario en hombres es raro e infrecuente, y su diagnóstico amerita un alto índice de sospecha. Es fundamental garantizar el diagnóstico temprano y el manejo oportuno. Hay varios métodos diagnósticos disponibles para su valoración, siendo la mamografía el primer examen a tener en cuenta, seguida de la ecografía y la biopsia guiada por ultrasonido. El tratamiento de elección es la mastectomía radical modificada, con resección del ganglio centinela, vaciamiento axilar o ambos procedimientos. El manejo complementario con radioterapia, hormonoterapia o quimioterapia se adapta de los protocolos de cáncer en la mujer y se orienta según la etapa clínica.