El licenciado en enfermería, una vez graduado, tributa a la docencia, la investigación y a la asistencia de enfermería. Durante el pregrado, como parte del componente investigativo, se imparte la disciplina Metodología de la Investigación, desde primero hasta cuarto año de la carrera. Esta comprende las asignaturas de informática e investigación I en primer año, bioestadística en segundo año, investigación cualitativa en tercer año, e inferencia estadística y taller de investigación práctica en salud, en cuarto año, en primero y segundo semestre respectivamente. Los resultados académicos en estas asignaturas, son motivo de preocupación para los profesores, pues la mayoría de los estudiantes obtienen una baja calificación.
Las causas que provocan estos bajos rendimientos son disimiles; van desde el interés personal, hasta las relaciones sociales, centros de estudios por los que ha transitado el estudiante hasta llegar a la carrera de enfermería, entre otros. Según nuestra experiencia en la docencia, un elevado número de estudiantes que ingresan a nuestra enseñanza no tiene afinidad por la investigación y coincidentemente tampoco tienen afinidad por las matemáticas, o sea, la gran mayoría ha optado por carreras de salud, “escapando”, en cierto modo, a las ciencias exactas, sin saber que debían aplicar estos conocimientos en asignaturas como la metodología de investigación.
Existe una relación directa entre los conocimientos de matemática y la asimilación de los contenidos de metodología de la investigación; por ello, aquel estudiante con mala base o malos conocimientos de matemáticas, tienen dificultades con la asimilación del contenido de metodología de la investigación. Podemos decir además que los estudiantes que piden licencia y se desvinculan de sus estudios por cierto tiempo, tienen dificultades académicas en la asignatura de metodología de la investigación, debido fundamentalmente a su desvinculación con el estudio en un periodo por lo general largo. Además, podemos afirmar que el sexo, aunque no es determinante en los resultados académicos, puede influir, ya que los estudiantes varones tienen un rendimiento más bajo que las féminas, cuestión observada frecuentemente en la prueba intrasemestral realizada en el cuarto año de enfermería del curso regular diurno.
De lo anteriormente expuesto, surgen una serie de ideas que proponemos a los lectores y que pueden ser fuente de debate:
- ¿Son necesarias las pruebas de ingreso de matemática para los estudiantes que aspiren a la carrera de enfermería?
- ¿Están ustedes de acuerdo con la importancia medular de la formación vocacional de nuestros estudiantes específicamente en aquellos que aspiren a la carrera de enfermería?