INTRODUCCIÓN
Se denominan documentos medicolegales a todas las actuaciones escritas que utiliza el médico en sus relaciones profesionales con las autoridades, los organismos, las instituciones, o con cualquier persona. Deben caracterizarse por un estilo claro, sencillo y conciso, que facilite su comprensión por quienes deben recibirlos.1
Las agresiones físicas son de las más comunes manifestaciones de la violencia en el contexto de los servicios de Medicina Legal. El delito de lesiones se recoge en el Código Penal (título VIII, capítulo VII), como delito contra la vida y la integridad corporal.2
Dentro de las actuaciones medicolegales de mayor trascendencia en el delito de lesiones, se encuentran la asistencia de primera intención del lesionado con la correspondiente certificación médica inicial y denuncia del delito de lesiones, como lo establece la Ley del Procedimiento Penal en su artículo 116: “El que presencie la perpetración de un delito perseguible de oficio, o en cualquier otra forma, tenga la certeza de que se ha cometido, está obligado a ponerlo en conocimiento de un tribunal, fiscal, instructor, unidad de policía o, en defecto de esta, de la unidad militar más próxima del lugar en que se halle”.3
Este certificado (modelo 53- 13 del MINSAP) es confeccionado por médicos generales o especialistas (cirujanos, ortopédicos, oftalmólogos, etcétera) no legistas, que realizan actividad en cuerpo de guardia y otros centros. Este documento debe contar con la calidad necesaria, ya que constituye la denuncia sobre la cual el médico legista hará con posterioridad una calificación de las lesiones y con ello la calificación del delito.1,3-5
Desafortunadamente, no siempre la confección de este documento se lleva a cabo con la calidad requerida, lo que ocasiona dificultades en el proceso judicial y esclarecimiento del hecho delictivo. Esta observación es resultado de la experiencia en el Servicio de Medicina Legal del Hospital Dr. Gustavo Aldereguía Lima, en Cienfuegos; y ha motivado precisamente un estudio cuyo objetivo es analizar el proceso de confección del certificado de asistencia de primera intención a un lesionado.
MÉTODOS
Se realizó un estudio descriptivo, de corte transversal, en las consultas de Clínica Médico Legal Sanidad del Lesionado, en la provincia de Cienfuegos, desde enero hasta diciembre del año 2012. Se trabajó con el total de certificados de asistencia de primera intención a un lesionado, recibidos en la consulta de Sanidad (2189) en este periodo. Estos fueron revisados y analizados en cuanto a: especialidad médica del profesional que lo expidió, nivel de atención en que se expidió y datos requeridos en el documento.
Para la recolección de la información se elaboró un instrumento a los efectos de la investigación, que se aplicó a cada uno de los certificados objetos de esta investigación.
Para el estudio de la variable datos requeridos en el documento, se tuvo en cuenta la metodología y aspectos a tener en cuenta para la confección del certificado de asistencia de primera intención a un lesionado (modelo 53-13 del MINSAP):
Nombre y apellidos del médico.
Lugar, fecha y hora.
Nombre y apellidos del lesionado.
Dirección de la vivienda.
Nombre y apellidos del que lo acompaña.
Descripción detallada de las lesiones (naturaleza o clase, situación).
Pronóstico médico legal. El Código Penal en sus artículos 272, 273, 274 establece la clasificación legal de las lesiones en: graves y no graves.2
Lesiones graves:
- Las que ponen en peligro inminente la vida de la víctima (privación de libertad de 2-5 años).
- Las que dejan deformidad (privación de libertad de 2-5 años).
- Las que dejan secuela (anatómica, funcional o psíquica) (privación de libertad de 2-5 años).
- Las que producen ceguera, castración o inutilización para la procreación (privación de libertad de 5 - 12 años)
Lesiones no graves:
- Las que no producen los efectos anteriores, pero requieren tratamiento médico. (privación de libertad de 3 meses - 1 año, o multas de 100 a 300 cuotas o ambas).
Observaciones importantes.
Si se traslada a otro centro de salud.
Firma y cuño del médico.
La información obtenida se introdujo en una base de datos utilizando el sistema estadístico SPSS versión 11.5. Los resultados se presentaron en tablas de números y porcientos.
El proyecto fue presentado y aprobado por el Comité de Ética de la investigación del hospital Dr. Gustavo Aldereguía Lima, de Cienfuegos.
RESULTADOS
De los 2189 certificados evaluados, el 54,1 % presentó alguna deficiencia, es decir más de un 50 %.
Las deficiencias que mayor incidencia tuvieron fueron la descripción detallada de las lesiones, deficiente en 329 certificados, seguida del pronóstico médico legal, también deficiente en 298 certificados. (Tabla 1)
Más del 50 % de los certificados con dificultades, fueron emitidos por los médicos generales, seguidos de los especialistas en Cirugía Maxilofacial y Cirugía General. (Tabla 2)
En la atención primaria se identificaron 612 certificados con deficiencias para un 51,6 %, mientras que en la atención secundaria 573 para un 48,3 %.
DISCUSIÓN
En estudios precedentes realizados por autores cubanos se han observado dificultades en la confección de este tipo de documento legal;5-7 así mismo, en este estudio el 54,1 % de los certificados evaluados presentaron problemas en su confección.
Las principales dificultades de orden científico en la confección del certificado inicial de un lesionado, estuvieron dadas por una mala descripción de las lesiones (27,7 %) y la emisión inadecuada del pronóstico médico legal de dichas lesiones (25,1 %). Ciertamente, estos dos aspectos que son de trascendental importancia en el documento, no son bien comprendidos por nuestros profesionales, sobre todo el llamado pronóstico médico legal, que no es más que el juicio más o menos hipotético que hace el facultativo al asistir a un lesionado, aunando el criterio médico y la clasificación legal de las lesiones. Así, no se trata de un puro pronóstico médico, sino médico legal, por lo que el juicio que se emita debe atender a la naturaleza e importancia de las lesiones, la repercusión sobre el estado general, las complicaciones y las secuelas posibles, teniendo en cuenta, al mismo tiempo, la clasificación legal de las lesiones que aparecen en el Código Penal.2,5
Por otra parte, la descripción de las lesiones es de vital importancia para determinar elementos de orden medicolegal, como el número de lesiones, el mecanismo de producción y la data de las mismas, elementos estos que se escapan a la vista del legista ya que el lesionado se nos presenta cuando ya ha transcurrido un tiempo y pueden haber desaparecido.5-10
Otros problemas no reflejados como variables, pero que también afectan la calidad del certificado, son la letra ilegible y la ausencia de modelo oficial, usándose en muchos casos una hoja inadecuada, incluso fragmentos de papel.
Todos los médicos generales que emitieron certificados con dificultades, proceden de la atención primaria de salud, lo que indica una menor preparación en estos temas a dicha instancia.
A juicio del autor y otros autores que han tratado el tema, el médico no legista resta importancia a la confección del certificado de asistencia de primera intención de un lesionado, lo que, unido a la no existencia de un centro de registro de este documento, impide un control estricto de la calidad de su confección.
Además, la carencia de modelos oficiales de certificados de asistencia de primera intención a un lesionado (modelo 53-13 del MINSAP), origina dificultades en la adecuada confección del mismo.
Se concluye que los médicos actuantes carecen de criterios científicos metodológicos para la confección adecuada de los certificados de asistencia de primera intención de un lesionado. De esto se deriva la necesidad de crear instrumentos normativos, como manuales, guías u otros, que sirvan de apoyo a nuestros galenos.