Sr. Editor:
La miocarditis viral es definida como la enfermedad inflamatoria del miocardio de origen viral, la cual debe ser diagnosticada por criterio histológico, inmunológico e inmunohistoquímico y estar asociada a disfunción cardiaca, con o sin manifestaciones clínicas. (1)
En un importante porcentaje de pacientes, la enfermedad evoluciona de forma autolimitada con diferentes grados de expresión clínica y recuperación espontánea. Por otro lado se encuentran los pacientes que en forma rápida progresan al shock cardiogénico, con o sin dilatación ventricular (miocarditis fulminante) y un grupo intermedio que evoluciona en forma lenta a la insuficiencia cardiaca y a la dilatación ventricular.(2-4)
En los últimos meses se ha observado un incremento de la incidencia de esta enfermedad, que tiene la característica de haber afectado a individuos jóvenes con antecedentes de salud, los cuales 15-21 días previos al ingreso tuvieron cuadro respiratorio o diarreico que se interpretó como viral. En la Unidad de cuidados intensivos del corazón, han sido ingresados diez casos, con promedio de edad de 28,5 años, y con predominio del sexo masculino (siete), con debut caracterizado por insuficiencia cardiaca grave, seguida de shock cardiogénico mantenido y posteriormente de insuficiencia renal aguda.
Los hallazgos electrocardiográficos variaron desde taquicardia sinusal y disociación auriculoventricular, hasta taquicardia ventricular y fibrilación ventricular. El ecocardiograma mostró principalmente trastornos difusos de la contractilidad miocárdica, con dilatación ligera de cavidades cardiacas y disminución de la fracción de eyección por debajo del 45%.
En estudios serológicos realizados en estos pacientes, se aisló un adenovirus.
La evolución clínica fue fatal en seis casos. Los hallazgos necrópsicos revelaron un corazón pálido, con ligero aumento de tamaño, a expensas de dilatación de cavidades y microscópicamente se observó infiltrado intersticial de tipo linfocitario.
Está descrito que la enfermedad ocurre con mayor incidencia en adolescentes y adultos jóvenes del sexo masculino, (5) sin datos previos de cardiopatía, con historia reciente sugestiva de enfermedad vírica, electrocardiograma con trastorno difuso de la repolarización y ecocardiograma con hipocinesia difusa, sin alteraciones segmentarias de la contractilidad y con cavidades cardiacas no dilatadas o solo ligeramente. (6)
El sello histológico lo constituye un infiltrado inflamatorio, difuso en parches, con daño a los miocitos como resultado directo de infiltración por linfocitos. (7)
Consideramos oportuno, estar alertas en los centros de urgencias, ante pacientes jóvenes con insuficiencia cardiaca de origen desconocido.