INTRODUCCIÓN
En los últimos decenios ha existido un aumento progresivo de la población diabética, por lo que no hay dudas de que esta demanda establece un verdadero reto para el Estado y el Ministerio de Salud Pública, pues el objetivo que se persigue es incrementar la expectativa de vida, con autonomía e independencia.
Estudios a escala mundial revelan que, en orden de frecuencia, el glaucoma, la catarata, la degeneración macular senil o relacionada con la edad (DMRE) y la retinopatía diabética continúan siendo algunas de las principales causas de ceguera en el mundo. (1,2)
Aunque es muy difícil detectar la prevalencia global de ceguera, la OMS estima que aproximadamente 38 millones de personas son ciegos en el mundo y se adicionan 110 millones que sufren de baja visión. (3-6)
La frecuencia de la retinopatía diabética aumenta con la duración de la enfermedad subyacente. Algunos estudios han sugerido la existencia de una fuerte correlación entre un deficiente control previo de glucosa en sangre y la elevada frecuencia e intensidad de la retinopatía. No obstante se desconoce si existe alguna relación causal o si son manifestaciones separadas de una forma más grave del padecimiento. (4)
En países occidentales desarrollados, por lo menos un 12 % de todas las cegueras se debe a la diabetes. En Estados Unidos, es una de las causas más importantes de deterioro visual del adulto, allí un diabético tiene una probabilidad 20 veces mayor de quedar ciego que un sujeto no diabético. La duración de la enfermedad es el factor principal en la aparición de la retinopatía, esta aparece en dos tercios de los diabéticos con evolución de 15 años o más. No está esclarecida la relación entre control metabólico de la diabetes, la frecuencia y la gravedad de la retinopatía, pero en general se acepta que un buen control retrasa su aparición. (7-10)
Todos estos datos reflejan el comportamiento de estas enfermedades de forma general, pero lo cierto es que en nuestra provincia y en nuestro municipio no existen trabajos anteriores sobre estas afecciones oftalmológicas en pacientes con diabetes mellitus.
Por todo lo anteriormente expresado se realizó esta investigación con el objetivo de identificar la presencia de afecciones oftalmológicas en pacientes con diabetes mellitus tipo 2.
MÉTODOS
Se realizó un estudio descriptivo de serie de casos en el que se incluyeron 208 pacientes diabéticos tipo 2 que recibieron el servicio de ingreso ambulatorio en el Centro de Atención y Educación al Diabético en el período comprendido entre enero y junio del 2010.
Se analizaron las siguientes variables: nombres y apellidos, edad, sexo, color de la piel, antecedentes patológicos personales generales y oculares (hipertensión arterial, neuropatías, cardiopatías, glaucoma, catarata, retinopatía diabética, retinopatía hipertensiva), factores de riesgo oftalmológicos (hábito de fumar e ingestión de esteroides), incidencia y prevalencia de enfermedades oftalmológicas (afecciones oftalmológicas ocultas en los pacientes y afecciones declaradas, respectivamente), así como el grado de satisfacción de los diabéticos ingresados en el centro.
Dentro de los factores de riesgo se investigaron el hábito de fumar y la ingestión de esteroides porque se sobreañaden al riesgo oftalmológico que constituye el padecer de diabetes.
A cada paciente, en la consulta, se le realizó un examen físico ocular completo mediante el cual se determinaron las afecciones oftalmológicas ocultas en ellos.
Los datos se reflejaron en un cuestionario diseñado al efecto.
Una vez recogida toda la información necesaria para el estudio, se confeccionó una base de datos utilizando el paquete de programas estadísticos – epidemiológicos Epilnfo 6.0 que permitió procesar la información.
Los resultados se presentan en tablas mediante números absolutos y porcentaje.
RESULTADOS
La distribución de los pacientes diabéticos según edad y sexo mostró que 72 estaban entre 50-69 años de para un 34, 6 %. Predominó el sexo femenino con 122 mujeres (58, 7 %), mientras que el 41,3 % eran hombres. De forma general se afectó más al adulto mayor de 50 años con 126 casos para un 60,5 %. (Tabla 1).
Tanto en mujeres como en hombres fue más frecuente el color blanco de la piel con 127 casos para un 61,1 %. (Tabla 2).
Las mujeres refirieron más antecedentes de enfermedades que los hombres. Fue más frecuente en ambos sexos la hipertensión arterial (52,4 %) y la catarata (17, 8 %). Al estratificar las enfermedades generales por sexo se observó que la hipertensión arterial es más frecuente en los hombres con 28,4 %, mientras que solo el 24,0 % se encontró en las mujeres. La nefropatía y las cardiopatías se presentaron con mayor frecuencia en las féminas. Al analizar las afectaciones oculares estas se vieron más en el sexo femenino, en el que predominó la catarata con 21 casos para un 10,1 %, seguida de la retinopatía diabética (3,8 %). En los hombres predominó la catarata, seguida del glaucoma con 7,7 % y 2,9 % respectivamente. Fue frecuente encontrar la asociación de 2 o más entidades en un mismo paciente. (Tabla 3).
Al analizar la distribución de la incidencia y la prevalencia de enfermedades oftalmológicas en los pacientes diabéticos se comprobó que los pacientes solo refirieron padecer de un total de 68 entidades oftalmológicas, para una prevalencia del 32,7 %; sin embargo, después de realizar un interrogatorio y un examen físico ocular se detectaron un total de 223 enfermedades oculares que tenían estos pacientes y que ellos desconocían, para una incidencia de 107,2 %. Dentro de estas predominó la catarata (n-72 para un 34,6 %), la sospecha de glaucoma (n-42 para un 20,2 %) y la retinopatía diabética (17, 8 %). Es importante señalar que existió la asociación de más de una enfermedad en un mismo paciente. (Tabla 4).
Dentro de los factores de riesgo analizados, predominó el hábito de fumar, en 80 pacientes (38, 5 %), así como los exfumadores con 65 pacientes (31, 2 %); 57 pacientes ingerían esteroides (27, 4 %), el resto no presentaba estos factores de riesgo. (Tabla 5).
Finalmente se indagó en los pacientes si se encontraban satisfechos por la atención integral recibida y si recomendarían este centro a algún familiar cercano, en lo que se pudo apreciar que el 96, 6 % (n-201) están satisfechos y dispuestos a recomendar esta institución, el 2,9 % lo haría posiblemente y al 0,5 % le sería indiferente. (Tabla 6).
DISCUSIÓN
Los resultados obtenidos en el estudio acerca de la edad y el sexo están en correspondencia con los obtenidos en varias investigaciones, donde se reporta un mayor número de pacientes del sexo femenino y de forma general en mayores de 50 años, edad esta en la que es más frecuente la aparición de la DM tipo 2. (11-13) Con respecto al color de la piel, se infiere que esté dado por los resultados del último censo de población y vivienda realizado en nuestra provincia, donde se demostró que existe un franco predominio del color blanco de la piel. (14)
El predominio de las enfermedades oculares en uno u otro sexo ha sido cuestionado por muchos autores, a favor de las mujeres se encuentra la mayor prevalencia de cataratas y retinopatía diabética, (15-18) mientras que en el sexo masculino se habla a favor del glaucoma y otras afecciones del nervio óptico. (19)
Con respecto a la DM diversos autores afirman que esta enfermedad endocrino-metabólica produce alteraciones vasculares que pueden llevar a la ceguera; el fondo de ojo de un diabético es un valioso elemento diagnóstico complementario, ya que con él se puede obtener una valoración real, in vivo, del estado vascular del paciente, esto es importante tanto para establecer el diagnóstico como para conocer la evolución de la enfermedad y su pronóstico,(19) se describe además que los pacientes con dichas enfermedades tienen aumentado el riesgo de padecer de catarata cortical. (20)
Múltiples estudios confirman que es frecuente la asociación con otras enfermedades, las que inciden directamente en la evolución de la DM y por ende en la calidad de vida de los pacientes diabéticos. Estudios realizados han demostrado la asociación de la hipertensión con el desarrollo de esta enfermedad, por lo que su control reduce la morbilidad y la mortalidad por enfermedad cerebro vascular, insuficiencia cardiaca, cardiopatía isquémica e insuficiencia renal. (21,22)
La prevención de la hipertensión es la medida más importante, universal y menos costosa. El perfeccionamiento de la prevención y el control de la presión arterial es un desafío importante para todos los países lo cual constituye una prioridad. (22) Más de la mitad de los pacientes diabéticos padecen de hipertensión y esta ha sido reconocida como el marcador de riesgo cardiovascular más importante, pues existe evidencia de que la elevación de la presión incrementa la posibilidad de padecer enfermedad isquémica del corazón. (23)
Coincide nuestro estudio con otros a escala mundial al encontrar la catarata como una de las principales causas de ceguera y baja visión en el mundo. (24-26) En esta investigación resultó ser la afección de mayor prevalencia e incidencia entre los diabéticos, lo cual es importante tener en cuenta ya que se sobreañade al riesgo en estos pacientes; mucho más cuando se comprobó que la mayoría de ellos no lo conocía.
Se encontraron resultados similares en estudios nacionales e internacionales, (27,28) los que revelan que el glaucoma aparece como uno de los de mayor por ciento de presentación, ocasionando daño visual irreparable, ya que la visión que se pierde en esta enfermedad no se recupera. (29)
Hay pocos trabajos que relacionan la frecuencia de enfermedades generales asociadas a pacientes de baja visión; aunque se conoce la asociación de los problemas vasculares sobre todo en pacientes adultos mayores con la HTA, la DM y las enfermedades cerebrovasculares, favoreciendo el desarrollo de enfermedades oculares.(30)
En esta serie, al 5,3 % se le diagnosticó una DMRE, por lo que también coincide con otros autores al plantear que es una enfermedad frecuente y que evoluciona hacia una ceguera permanente e irreversible en personas de edad avanzada. (31)
Con respecto al gran número de fumadores encontrados en este estudio se explica porque la prevalencia de fumadores ha aumentado en las últimas décadas, fundamentalmente en países menos desarrollados, en los cuales se estima que un tercio de las mujeres y de un tercio a la mitad de los hombres son fumadores, (30,31) lo cual podría interpretarse como la causa de la alta prevalencia de este hábito en esta serie.
Diversos autores describen resultados similares a los que ahora se presentan y señalan el tabaquismo, la ingestión de bebidas alcohólicas y la ingestión de esteroides como los factores de riesgo más frecuentes.(30,31) En esta investigación no se tuvo en cuenta la ingestión de bebidas alcohólicas. Se debe destacar que tanto la hipertensión arterial, el hábito de fumar como la ingestión de esteroides constituyen riesgos sobreañadidos a la diabetes, que acrecientan la posibilidad de padecer afecciones oftalmológicas y en algunos casos aceleran su curso.
Al analizar los antecedentes patológicos personales oftalmológicos y las patologías oculares encontradas se comprobó que existe una morbilidad oftalmológica oculta en el adulto mayor, ya que existe una desproporción muy marcada entre las enfermedades referidas y las diagnosticadas durante esta investigación, siendo esta diferencia mayor en la sospecha de glaucoma y en la catarata, que solo fue referida en el 0,5 % y 17,8 % de los casos respectivamente y en realidad el 20,2 % y el 34,6 % de los pacientes tienen estas enfermedades.
Finalmente se indagó en los pacientes si se encontraban satisfechos por la atención integral recibida y si recomendarían este centro a algún familiar cercano, lo cual evidenció un porciento alto de satisfacción.
Se puede concluir planteando que es frecuente en nuestro medio que los pacientes diabéticos sufran afecciones oftalmológicas no diagnosticadas. Resultó importante la asociación de la diabetes mellitus con la hipertensión arterial y con la catarata.