INTRODUCCIÓN
La litiasis biliar en niños es una entidad considerada poco frecuente, sin embargo, con el uso rutinario de la ultrasonografía de abdomen, cada día se diagnostica con mayor frecuencia. (1)
Clásicamente se ha relacionado la litiasis biliar infantil con enfermedades tales como: afecciones hemolíticas, nutrición parenteral, anomalías congénitas del tracto biliar, uso de diuréticos y obesidad. Sin embargo, una importante proporción de los casos son hallazgos ultrasonográficos en pacientes asintomáticos y sin los factores de riesgo descritos. (1-3)
La composición de cálculos en niños es fundamentalmente pigmentaria (bilirrubinato de calcio), lo que contrasta con la población adulta, donde predominan los cálculos de colesterol. (1-3)
El tratamiento quirúrgico está indicado en los casos de litiasis vesicular sintomática. Nuevas técnicas menos invasivas son las de tratamientos de elección. (1-4)
En atención a estas consideraciones, se encontró interés en presentar el caso de un niño de 9 años de edad con el diagnóstico de litiasis biliar, que fue operado.
PRESENTACIÓN DEL CASO
Se presenta el caso de un paciente de 9 años de edad, sexo masculino, boliviano, natural de Yacuiba, departamento de Tarija, con antecedentes de padecer de anemia en su etapa de lactante, que acudió con su mamá a la consulta de Cirugía General del Hospital Integral Comunitario Rubén Zelaya por presentar trastornos dispépticos, deposiciones diarreicas, dolor abdominal en ocasiones, con un tiempo de evolución de 6 meses.
Como antecedentes patológicos familiares se encontró que la madre había sido colecistectomizada después de su último embarazo.
Se decidió indicar una ecografía abdominal y se programó nuevamente para consulta.
Se recibió el resultado de la ecografía abdominal donde informaron: hígado de tamaño y ecopatrón normal, homogéneo, vesícula biliar de tamaño normal, no engrosamiento de la pared, se observa en el interior de la vesícula un cálculo de aproximadamente 1 cm de diámetro, que trasmite eco. Páncreas de tamaño normal y ambos riñones son normales.
Se decidió indicar exámenes de laboratorio y realizar discusión del caso en el servicio así como compartir nuestros criterios con el resto de los cirujanos bolivianos.
Exámenes de laboratorio:
Hb= 13,2 g/L.
Ltos = 10 000 x/L.
Eritrosedimentación= 21 cm.
Tiempo de coagulación= 8 minutos.
Tiempo de sangrado = 1 minuto.
Glucemia= 4,5 mmol/L.
TGP = 11 UI.
En consulta, previo consentimiento de la madre y del padre del niño, se presentó al resto de los cirujanos bolivianos el caso, la sintomatología, el tiempo de evolución y los resultados de los exámenes de laboratorio y ecografía abdominal, cada uno de los cirujanos emitió su criterio y llegó al consenso de que debía operarse pues se trataba de una litiasis vesicular (sintomática) en el niño.
Se operó al niño y se le indicó terapia con cefalozina.
Presentó una evolución satisfactoria y fue dado de alta a las 72 horas.
DISCUSIÓN
Se postulan diversos mecanismos patogénicos que explican la formación de cálculos pigmentarios en la litiasis vesicular infantil, entre ellos: un exceso de oferta de bilirrubina no conjugada en procesos hemolíticos; una mayor cantidad y/o actividad de ß-glucoronidasa por infección bacteriana de la vía biliar, que hidroliza bilirrubina a su forma no-conjugada; ectasia biliar por alteración anatómica o funcional del árbol biliar; y disminución del flujo biliar, visto en fetos y neonatos. La mayoría de los cálculos son radiopacos y por ello la radiografía simple de abdomen muchas veces no es de utilidad para diferenciar el componente principal del cálculo. (1-4)
La mayoría de cálculos no causan síntomas (80 %). El síntoma más común es dolor en el cuadrante superior derecho del abdomen, que empeora luego de las comidas. Otros síntomas son: gases, indigestión, náuseas y vómitos. Si el caso es severo puede haber fiebre.
La historia natural y la patogenia de esta enfermedad en niños no son suficientemente comprendidas. A su vez, no existe consenso sobre las conductas terapéuticas en litiasis infantil asintomática. Durante la última década se ha propuesto el uso de terapia médica con ácido ursodeoxicólico y quenodesoxicólico con resultados variables y terapia quirúrgica (colecistectomía laparoscópica o abierta). Esta última se reserva por lo general para casos sintomáticos o con alteración anatómica asociada. (1)
Otros grupos sugieren una conducta expectante, ya que existen casos descritos de resolución espontánea.