INTRODUCCIÓN
La nutrición es considerada uno de los principales componentes para alcanzar el estado óptimo de salud y garantizar una buena calidad de vida. Si bien durante un largo período de tiempo los conceptos relacionados con la nutrición fueron “marginados” en el quehacer médico como consecuencia de los grandes progresos de la medicina en los campos de la quimioterapia, radioterapia y la cirugía, hoy se puede afirmar que desde finales del siglo XX existe un despertar a nivel mundial en las ciencias de la nutrición. (1)
La evaluación nutricional como metodología permite conocer el estado nutricional de individuos o poblaciones y está basada en la valoración de parámetros antropométricos, clínicos, bioquímicos y dietéticos. Sus resultados son aplicables a la práctica médica diaria o con fines investigativos. (2)
Las evaluaciones antropométricas tienen gran ventaja, por cuanto pueden ser realizadas en el lugar de residencia del niño, en el consultorio u hospital. Requieren de pocos recursos y aportan suficiente información para conocer el estado nutricional actual y la historia natural en casos de malnutrición. (3)
Es muy frecuente en la práctica médica definir el estado nutricional de un niño mediante la antropometría, para lo cual generalmente se emplea el índice peso/talla, sin considerar que para poder realizar una evaluación integral del paciente es necesario caracterizarlo utilizando el resto de los marcadores antropométricos. (2)
Cuba, con la implantación desde el año 1977 del sistema de vigilancia alimentaria y nutricional (SISVAN), ha garantizado una planificación de programas e intervenciones dirigidas al mejoramiento de la alimentación y a evitar la malnutrición. Los últimos reportes realizados a nivel nacional demuestran que la desnutrición severa solo esta presente en aproximadamente el 2 % de los infantes, sin embargo existen evidencias estadísticas que muestran una tendencia a la obesidad. (4)
El municipio Moa, provincia Holguín no esta ajeno a este comportamiento, alrededor del 35 % de los niños y adolescentes que asisten a consultas de nutrición son desnutridos y el 65 % están malnutridos por exceso, no obstante no existen investigaciones que caractericen el estado nutricional de la población infantil. El presente estudio tiene el objetivo de evaluar el comportamiento de los principales índices antropométricos y del estado nutricional en los escolares de 6-11 años con residencia habitual en la zona urbana de Moa.
MÉTODOS
Se realizó un estudio descriptivo y transversal durante el período correspondiente a enero-diciembre de 2009. Se Trabajó con niños de 6-11 años que asisten sistemáticamente a los 15 centros de educación primaria de la zona urbana del municipio Moa, provincia de Holguín. La muestra se conformó con aproximadamente el 30 % de la población (1601 niños) escogidos al azar. No se incluyeron los infantes o padres que no estuvieron de acuerdo en participar en la investigación.
Para este fin se confeccionó una planilla de recolección de datos, donde se plasmó la información referente a aspectos demográficos y los obtenidos al realizar las mediciones antropométricas. Esta fue llenada por el autor en la consulta creada en las escuelas para estos propósitos, previa autorización del consejo de dirección de las instituciones docentes.
Las variables medidas en el estudio fueron: edad, sexo, estado nutricional actual (según índice peso/talla), índice talla/edad, índice de masa corporal/edad (IMC) e índice de circunferencia abdominal/edad (ICA). Para la evaluación antropométrica se utilizaron las tablas de percentiles cubanas para niños y adolescentes de 0-19 años.
Para obtener las medidas antropométricas utilizamos una balanza con tallímetro adjunto marca SMIC certificada por el servicio de metrología. Se cumplió con los requisitos y elementos establecidos según los procederes técnicos específicos para cada una. (2)
Las planillas fueron sometidas a un proceso de revisión, con la finalidad de detectar errores, duplicados u omisiones y se llevaron a una base de datos utilizando el paquete estadístico SPSS (versión 15.0). Se presentaron los resultados en tablas y gráficos en 3D; para el análisis utilizamos los estadígrafos descriptivos frecuencia absoluta y porcentaje.
RESULTADOS
Al realizar la distribución de la población estudiada según el estado nutricional actual y la edad se obtuvo que un 73,1 % (1171) de los niños eran normopesos, 8,6 % (138) obesos, 10,5 % (168) sobrepesos y solo un 3,6 % (57) desnutridos. El mayor porcentaje de pacientes sobrepesos y obesos se observó en los niños de 9-11 años, mientras que la desnutrición predominó en los de 6-7 años. (Tabla 1).
La evaluación del estado nutricional según el sexo, arrojó que la obesidad y el sobrepeso predominaron en el sexo masculino (11,2 % y 12,8 % respectivamente), así como la desnutrición en 31 pacientes. El mayor porcentaje de normopesos se observó en el sexo femenino. (Tabla 2).
Al distribuir los niños según el estado nutricional y el índice talla/edad, el 80,7 % de los desnutridos, el 37,3 % de los delgados y 0,7 % de los normopesos se encontraron por debajo del tercer pp de la talla para su edad cronológica. Sin embargo, un 54,6 % de los obesos y 36,1 % de los sobrepesos exhibieron una talla superior a la esperada para su edad y sexo. (Gráfico 1)
En cuanto a la correspondencia entre el estado nutricional y el IMC, esta se evidenció en un 96,5 % de los casos desnutridos, así como en un 86,6 % de los delgados. El 2,3 % de los normopesos y 36,1 % de los sobrepesos se encontraron por encima del 97 pp del IMC, así como un 98,6 % de los obesos. (Gráfico 2)
Al relacionar el estado nutricional con el ICA, un 98,2 % de los desnutridos y 4,5 % de los delgados presentaron una circunferencia abdominal por debajo de lo estimado para su edad y sexo, mientras que en un 97,2 % de los obesos y 45,6 % de los sobrepesos quedaron por encima del 97 pp. (Gráfico 3)
DISCUSIÓN
La labor sistemática realizada por los profesionales de la salud en la vigilancia de la desnutrición como entidad clínica potencialmente prevenible y modificable, puede explicar el hecho, evidenciado por la investigación, de que la mayoría de los escolares del municipio Moa son normopesos.
Llama la atención que existe un porcentaje alto de pacientes obesos y sobrepesos, fundamentalmente en las edades comprendidas entre 9 y 11 años de edad y en los varones; resultados que exponen una diferencia estadísticamente significativa (p <0,05). En general, se observa una tendencia a la malnutrición por exceso, fenómeno descrito en la mayoría de los países en vías de desarrollo, los que reportan incidencias superiores al 20 %. (5-7)
Las publicaciones relacionadas con estudios nutricionales encontradas en nuestro país se basan en investigaciones realizadas en zonas urbanas densamente pobladas, donde los resultados varían en dependencia de las condiciones socioeconómicas imperantes en ellas. En escuelas primarias del municipio Plaza de la Revolución en Ciudad de la Habana, se encontró que el 17,9 % de los niños tenían sobrepeso y el 14,4 % eran obesos.(8) En Cienfuegos, un estudio de serie de casos realizado en el año 2006, identificó al 3,5 % de los niños como desnutridos y un 9,2 % de obesos.(9)
En investigaciones realizadas se ha identificado un 23,5 % de sobrepeso corporal en escolares cubanos de 7-12 años. Los sitios centinelas del SISVAN también han reportado una prevalencia de 10 a 12 % en este grupo etario. Esta tendencia al sobrepeso fue comprobada por el Estudio Integral de la Población Infantil Cubana, desarrollado por la UJC en colaboración con el Instituto de Nutrición de Cuba en el año 2005. (5)
La relación entre la baja talla y la desnutrición es un fenómeno ampliamente documentado en la literatura científica. Los resultados obtenidos en está investigación concuerdan con los reportados por otros autores, que se refieren a la repercusión sobre la talla, de estados nutricionales desfavorables en los primeros años de vida. (2,3,10,11)
La mayoría de los pacientes desnutridos están por debajo del 3pp del índice talla/edad, lo que indica que el estado de malnutrición ha repercutido sobre la talla, lo que puede estar expresando estados crónicos de desnutrición. Un estudio realizado en Nicaragua, obtuvo que el 5 % y 6 % de los escolares presentan malnutrición moderada según el índice talla/edad y el índice peso/talla respectivamente, (13) mientras que en el ya mencionado estudio realizado en Cienfuegos, no se encontró ningún niño por debajo del 3pp del índice talla/edad y solo se reporta un 2,2 % entre el 3-10 pp. (9)
Estudios recientes realizados a nivel nacional (8-10) reportan una propensión creciente de las tallas altas en la población infantil. La asociación entre sobrepeso u obesidad y talla alta se ha demostrado estadísticamente en varias investigaciones lo cual coincide con nuestros resultados.
El índice de masa corporal representa un parámetro útil para evaluar el estado nutricional de los niños durante el desarrollo puberal, al permitir considerar tanto la edad cronológica como la talla alcanzada, ya que los cambios hormonales propios de esta etapa condicionan importantes modificaciones en las proporciones y la composición corporal, los cuales influyen en el peso de los individuos. (13)
En el estudio realizado, en la mayoría de los casos desnutridos y delgados, así como en los obesos, hubo correspondencia entre el estado nutricional actual y el IMC, sin embargo un porcentaje alto de los normopesos y sobrepesos se encuentran en una escala superior en relación con el IMC, por lo que puede plantearse que un número importante de escolares normopesos corresponden con pacientes sobrepeso y muchos de los pacientes sobrepesos corresponden con pacientes obesos según la composición corporal.
Poletti (14) demostró en un estudio de prevalencia, realizado en Argentina, que el 17,1 % de los casos eran sobrepeso y el 4,5 % obeso, utilizando el IMC como recurso para la evaluación del estado nutricional; resultados similares reporta Rodrigo Yepez (15) en Ecuador.
La efectividad del índice de circunferencia abdominal como recurso para evaluar el grado de obesidad central, está demostrada en múltiples investigaciones. Los pacientes que se encuentran por encima del 97 pp del ICA presentan un elevado depósito de grasa a nivel visceral, lo que constituye un signo del síndrome metabólico, entidad que gana terreno dentro de la población infantil, pues se reporta un incremento alarmante en edades precoces y se considera un serio problema de salud al asociarse a enfermedades crónicas como las cardiovasculares, diabetes mellitus y dislipidemias entre otras. (16-18)
Estudios realizados en niños y adolescentes indican que el proceso de aterosclerosis comienza en la infancia y se asocia de forma significativa con la obesidad, así como con otros componentes del síndrome metabólico. (19,20)
La mayoría de los pacientes obesos evaluados en el estudio, al igual que prácticamente la mitad de los sobrepesos, presentan un ICA superior al 97 pp, lo cual coincide con otros autores que plantean que en los primeros años de vida existe una relación directa entre el sobrepeso, la obesidad y la obesidad visceral, fenómeno determinado por las características propias de la constitución del niño y una mayor predisposición a la hiperplasia del tejido graso. (16,17)
Puede concluirse que existe tendencia al sobrepeso y a la obesidad en los escolares del municipio Moa. Se encontró un porcentaje bajo de pacientes desnutridos. El estado nutricional actual se correlaciona con los índices antropométricos estudiados en la mayoría de los infantes. Los pacientes obesos y sobrepesos muestran índice de circunferencia abdominal acorde con obesidad visceral.